Como solíamos ser
Haberme quedado encerrado en el acensor había tenido sus ventajas, mi hermana estaba en extremo linda al punto de dejarme en casa solito.
—Ire un par de horas de acuerdo —dijo.
—Aja ya déjame dormir —me queje envuelto en un burrito de cobijas.
—Am mejor te llevo...
—No, largo —me queje.
Mi hermana suspiró para besar mi mejilla.
—Si necesitas algo me llamas de acuerdo —pidió.
—Solo dormiré cómodo aquí —asentí.
Mi hermana se fue así que me dispuse a dormir... pero fue un intento fallido, aunque era mejor que estar en la escuela con ese frío.
Me quedé mirando videos hasta que el icono de llamada me distrajo, era mi chico.
—Jason —saludé— no vas a creer lo que me pasó hoy yo...
—Andy perdón he estado muy ocupado, pero esta quedando genial, es maravilloso que las escuelas nos permita hacer un auto alegórico para el Pride...
—Es genial pero te estaba tratando de contar lo que me pasó —dije algo molesto.
—Cierto perdón... continúa —asintió.
—Ah te decía que...
—No espera, si vas a venir verdad —me interrumpió de nuevo— es que tengo que acabar los outfit de los demás pero aún no empiezo el tuyo así debo apurarme si...
—Yo... aún no se —contesté— olvide que tengo que hacer algo hablamos después.
—Oh si no te preocupes avísame si vienes y...
Terminé colgando molesto, no quería escuchar todo su parloteo de que tan bien se lo pasaba con los demás... quería una plática solo de nosotros dos, una que no habíamos tenido desde hace un tiempo.
Mientras veía video escuche la puerta de la casa abrirse, me quedé alerta por cualquier cosa.
—Hola...
No hubo respuesta, un par de segundos después la puerta se azoto.
—¡Ander! —exclamó Xim gritando en la puerta.
El pequeño infarto que me dió me hizo caer de la cama sin poder meter las manos pues estaba envuelto en una especie de burrito.
—Mierda Xim —me quejé en el suelo.
—Perdón yo... no era mi intención —dijo muerta de la risa— deja te ayudo.
—Mínimo —me queje.
La morena me ayudó a volver a la cama aún muerta de la risa.
—Creo que me orine —dijo riendo.
—Te lo mereces por malvada —me queje— además como es que entraste.
—Tu hermana me dio llave —sonrió— te traje tu tarea y un chocolate caliente —sonrió dándome un vaso.
—No como chocolate —me negué— o leche.
—A tranquilo no es chocolate ni tiene leche, el chocolate es una especie de chocolate vegano —me calmó.
—El chocolate no es vegano —señale confundida.
Ella me miró cuestionándome.
—Cállate y tómatelo —ordenó.
Sonreí para darle un sorbo esperando no arrepentirme después.
—Ya en serio qué haces aquí —la miré— mi hermana te mando de niñera no es así.
—Claramente, además me quedé preocupada por ti —explicó acostándose a mi lado.
—Celosa más bien —me burlé.
La chica me gruñó para asentir y pegarme.
—No es justo, sabes que hubiera dado por quedarme con él a solas —chillo.
—Si bueno... yo paso —me queje.
—Oh vamos no es tan malo —señaló— sólo chocan porque son muy parecidos.
Me giré molesto escuchando la mayor tontería de su vida.
—¡Retráctate! —exclamé molesto.
—Es verdad, dos adolescentes llenos de ira y sin padre —señaló— a donde podría llegar eso.
Si lo ponía así...podría ser vez...
—Tal vez... pero yo estoy más guapo —dejé en claro.
La morena negó riendo, si quería más respuestas las iba a sacar de la obsesionada chica.
—Como estuvo eso de que le rompió la nariz a alguien —me interese.
—Oh eso —asintió— se metieron con su padre y terminó rompiéndole la nariz a ese imbecil.
—Es de mierdas meterse con el padre muerto de un chico —asentí tomando más chocolatito sin miedo al futuro— ese sujeto se lo merecía.
La morena asintió dándome la razón,
—Sabes el no solía ser así... era muy popular, un sol si le preguntas a cualquiera —mencionó.
—No te creo, señor solo tengo una cara era un sol —me burlé.
La chica sonrió divertida sacando su celular para mostrarme una foto, aquel chico que sonreí de oreja a oreja, con el uniforme de baloncesto y rodeado de personas.
—A mi no me engañas este es su gemelo al que posiblemente ya mato por que es un sociopata —me negué a creer.
—Andy —dijo riendo— en serio es él.
Me quedé mirando la foto por unos instantes.
—Antes de lo de su padre —explicó— después de su muerte él solo... fue como si hubiera muerto el Aslan feliz y dejará esto.
—Bueno se lo que la muerte le hace a las personas, mi madre por ejemplo se volvió loca —me burlé
Algo en la mirada de mi mejor amiga me dijo que no le pareció mi broma.
—¿Cómo está ella? —preguntó— me sorprendió saber que vivías con tu hermana.
—Ah como dije loca, probablemente ebria en algún lugar —asentí.
La morena suspiró para recargarse en mi hombro.
—Sabes yo... te fui a visitar varias veces en el hospital —explicó.
—No mi mejor momento —asentí.
Ella me miró con los ojitos llorosos.
—Me llevaron para despedirme de ti Andy —confesó.
Me quedé pensando, para mi eso solo es una laguna de la que Sofi nunca me quiere contar y Dani muy pequeño para recordar.
—¿Cómo fue? —pregunté— solo me dicen que estaba mal pero nunca me dicen que tanto.
La chica se quedó pensando.
—Te acuerdas ese último viernes —sonrió— te dije nos vemos el lunes, y me dijiste que si —contó— pero no fuiste, y como eres un flojo no le tomé importancia, pero entonces después de tres días supe que pasaba algo.
La chica se acostó en mi pecho.
—Pero no nos decían nada, como les dices a unos niñitos de ocho lo qué pasó —me cuestionó— cuando harté a mi mamá con el tema por fin me contó, que habías tenido un accidente y había fallecido tu padre.
Asentí, como había dicho yo no recordaba mucho hasta despertar en otro país.
—Insistí mucho para que me dejaran ir a verte y cuando por fin me dejaron al llegar al hospital me dijo mi mamá que me tenía que despedir porque tal vez no ibas a despertar—contó— tu hermana estaba desecha y tu hermanito... tu hermanito era un bebito de brazos que no entendía nada.
—Ese sigue siendo un bebito que no entiende nada —me burlé.
La morena asintió.
—Estabas conectado a muchos tubos por todo el cuerpo, tenias moretones y raspones... casi no parecías tú, fuimos varios entre Diego, Vale, Alan incluso Jesus que era un llorón —sonrió— pero ninguno pudo decir mucho.
—Volví a ir un par de veces más hasta que por fin logré despedirme —contó— todos los días le preguntaba a mamá por ti y estoy segura que Sofi se harto de mis llamadas hasta que un día mamá me dijo que ya te habías ido... me puse a llorar como loca pensando que te habías muerto —dijo ya riendo— hasta que me dijo que te habías ido a California para la cirugía.
Si me imaginaba a la pequeña Xime haciendo un drama por eso.
—Siempre pensé que volverías... pero nunca llamaste, incluso pensé que habías muerto... fue como si hubieras desaparecido —confesó.
Nunca me había puesto a pensar en eso... todo lo que dejé cuando me fui, Dios ni siquiera conozco la tumba de mi padre.
—Lo siento —murmuré— no fue mi intención, pero si te hace sentir mejor siempre pensé en ti.
La lagrimita traicionera nos ganó a los dos, terminando en un abrazo que nos hizo llorar más, cuando por fin nos calmamos terminamos riendo.
—Me alegro mucho de volver a estar contigo —sonrió la morena con sus rizos bailando— pero tienes que llevarte mejor con Cas eh, mi mejor amigo y mi novio se deben llevar bien
Puse los ojos en blanco.
—No se que te gusta tanto de él —bufé.
—Aparte de ese buen cuerpo —me guiño pícara— fue la primera persona que fue amable conmigo, aún pasando por lo que pasaba... y odiando a todos fue lindo conmigo —sonrió.
Mire a la chica, ese brillo en sus ojitos...
—Tu lo debes saber mejor, cuando amas a alguien... solo lo haces —me sonrió enamorada.
—Agh ni me toque ese tema estoy enojado con ese nerd —gruñi.
La chica negó divertida para sacarme el chisme porque eso es nuestra pasión.
Mientras estábamos chismeando la puerta se abrió.
—¡Oh camita! —exclamó mi hermanito quitándose la playera para lanzarse a su cama.
—Daniel —negué avergonzado.
Mi hermano miró a la chica para ruborizarse y taparse con su cobija.
—Perdón —dijo poniéndose la playera por debajo de la cobija.
—Tranquilo Dani —lo calmó ella.
Mi moreno salió de su cobija para saludar.
—Me da gusto conocerte... bueno dicen que ya te conocía pero yo no me acuerdo —asintió dándole la mano.
Mi amiga sonrió para atraerlo y abrazarlo.
—Estas tan grande —dijo presionando sus mejillas.
Mi hermano asintió orgulloso para devolverle el abrazo como el fácil que es mientras soso se nos unía al chisme.
No lo soltó por un largo rato, su teléfono sonó para mirarle.
—Bueno es hora de irme —sonrió— quedé de cenar con mi padre y su novia.
—Vuelve cuando quieras linda —la abrazó mi hermana.
—No le digas que la vas a tener metida aquí —me burlé.
La morena sonrió divertida para llenar de besos a mi hermanito como cuando era bebé.
—Nos vemos guapo —se despidió.
—Adiós Xime —la abrazó.
Una vez que la morena se fue mi hermano se desvistió para meterse a su cama.
—Hora de mimir —se acomodó.
Negué pero lo tuve que acompañar para que tuviera un buen sueño, desperté algo aturdido, la calefacción estaba encendida, el olor a café inundaba la casa y los balbuceos de Dani sobre comida eran igual.
Ahí cierta nostalgia me abrumo sin razón alguna, me pasé a mi silla para cubrirme con mi manta y salir con mi hermana, con una concha y café mirando miles de papeles a los que no ponía atención por mirar la tele.
—Ya despertaste —me sonrió— tienes hambre.
—Siempre —asentí.
Mi hermana me sirvió de comer para apartar sus cosas a un lado.
—Soso... estas vacaciones podemos ir a México —pedi nervioso.
—Pensé que habían decidido ir a California, que no Dani iba a ir con Cam a Disney —señaló.
—Si pero... yo... quiero ir a México a despedirme de papá —susurré con un nudo en mi garganta.
Una lágrima rodó por mi mejilla la que no evite ocultar, mi hermana suspiró para venir hasta a mi y abrazarme.
—Si Andy iremos —me calmó— perdón por no tomar en cuenta eso durante todos estos años.
—No es tu culpa —me aferre a ella.
Mi hermana mayor se quedó ahí por un largo rato abrazándome hasta que me calmé.
—Yo... ya no me acuerdo de él, de su cara o su voz —le conté— ¿Tú si?
Mi hermana asintió levemente.
—A veces lo olvido pero siempre me ayuda ver sus fotos o videos —me sonrió— ¿Quieres verlos?
Asentí, mi hermana sacó el álbum para sentarnos en el sillón y ver las fotos.
Era como abrir los recuerdos de golpe.
—Mírate eras tan chiquitito —dijo viendo la foto— mira aquí estás con Ximena.
Una foto de nosotros con nuestros disfraces en Día de muertos.
Le tomé una foto para enviársela.
—Iré por los videos de acuerdo —dijo emocionada.
Dani salió con cara de dormido para tomar una cocha y tirarse a mi lado.
—Si que estaba gordo —dijo viendo una foto de él de chiquito— ¿Qué hacen?
—Veremos videos de papá —sonreí.
—Perfecto debo reconocerlo mejor al parecer la foto que tenía mamá escondida en el armario no era de papá si no de un tal Chayanne —gruñó— sabes cuánto tiempo viví engañado.
No pude evitar reírme para revolver el cabello del menor.
Esta tarde solo me la pasé recordando como solía ser...
Un capítulo para conocer un poquito más de la historia del moreno
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