Parque de diversiones
Odiaba los parques de diversiones, odiaba subirme a las atracciones y estar rodeado de gente, me asqueaba el sol en mi cara y tener que decirle que no a Ander cada cinco minutos porque o se quería comprar algo de comer o quería cualquier cosa inútil... era todo un niño, por eso la ide de pasar mi fin de semana en un parque de diversiones no me emocionaba para nada.
—suficiente —dije apartando al moreno de mi— si te dije que pararas tenias que parar
—Si bueno esto no aplica aquí —insistió Ander cubriéndome de bloqueador— al rato vas a estar llorando que pareces camarón y peor aún lo usarás de excusa para no cojer
—Perdóname por ser de piel sensible— me quejé, me iba a recordar toda la vida mi descuido de la playa.
—No es mi culpa que seas blanco —bufó
—Que seas moreno no te salva de las quemaduras —le di el bloqueador
—Tengo que mantener mi color, a tu lado me estoy volviendo blanco —negó— el otro día casi como un taco con tortilla dura
—Muy blanco de tu parte —acepté— pero el cáncer de piel no discrimina.
—Buen punto —aceptó para ponerse bloqueador.
Teníamos todo listo, la maleta de medicamentos preparado, una muda extra por cualquier inconveniente y claro mucha agua.
—Listo —sonrió
Nos subimos al coche para ir a recoger a las bendiciones, ahí estaba Dani y Cam esperando.
—Métete a cambiar que no te van a dejar entrar así —señaló Ander ante la sudadera cortita de su hermano
—Leon controla a tu novio —se quejó
—Ander el niño se puede poner lo que quiera y Dani no seas pendejo se te va a quemar la piel con los juego hirviendo —explique lo que Ander no.
Dani suspiro para entrar a cambiarse, Cam entró saludando cordialmente como siempre.
—Me cuidas a mis niños por favor —dijo Soso con la nena en brazos dormida.
—Siempre —asentí.
—Le decía a Cam, es del que más me fío en este coche —aclaró ella con una sonrisa.
—Los traeré sanos y salvos a casa —afirmó Cam
Dani salió después de cambiarse para irnos, un camino no muy largo que se pasó rápido escuchando a los hermanos pelear
—Muy bien repitamos las instrucciones— le insistió Andy a los niños.
—No molestarlos hasta que sea hora de irnos, si nos perdemos no nos vas a estar buscando y no pedirte dinero si se nos acaba —repitió Dani con molestia
—Chico listo —asintio— ahora piérdanse
Los adolescentes no dijeron más para irse por ahí.
—Mierda sentí un Deja vu —dijo Ander
—Igual —apoyo Xime llegando— te subirás conmigo verdad
—Prometes no tirarme agua helada otra vez —recordé, aquí había sido el lugar donde nos había atrapado aquella vez
—Ah que tiempos —asintió— andando
Klaus y su noviecito también venían pero en cuanto tuvieron la oportunidad desaparecieron.
—Mi peor enemigo... nos volvemos a ver —dijo Ander tan dramático como siempre
—¡Señor se va a subir o no! —le gritó Dani tras nosotros.
—Señ... ahora si —dijo a punto de atacar a su hermano que se reía tras nosotros.
—Anda ya sube —lo empuje.
En los últimos años las infraestructuras de los juegos mecánicos se han hecho más accesibles, sin embargo aún faltaba mucho, pero siempre tendríamos a las tasas giratorias.
—No sé cómo me convenciste —me quejé frente a él
—Y sigue la montaña rusa —sonrió— hoy solo seremos tú y yo —asintió— necesito más tiempo contigo
—Pasamos todo el tiempo juntos Ander —me burle
—Lo sé... pero siento que me falta más —murmuró apenado.
—A caso dices que ya no me amas igual —intérprete.
—Nunca dudes de mi amor —me amenazó con el dedo— pero me gusataria tener más citas de acuerdo
—De acuerdo —asentí— pero no creo que un parque de diversiones sea la mejor opción...
—No te escucho estamos girando —sonrió burlón.
—¿Qué? —dije confundido... lo entendí cuando empezó a girara la tacita a toda velocidad.
Nunca hay que desestimar cuánto puede girar esas cosas, al bajar ni me dio tiempo de descansar para llevarme a la montaña rusa y claro todo terminó en desgracia cuando mi almuerzo salió de mi cuerpo.
—Lo siento —dijo Andy colocando la botella de agua en mi cuello para refrescarme
—No me hables —gruñí
El chico negó, había tenido que comprarme otra playera... si sentía un gran deja Vu.
—Te compraré un helado —me ánimo para desaparecer.
La morena a mi lado solo negó para reír ligeramente.
—Cuando le vas a decir a Ander —la miré
—¿Qué? — preguntó curiosa
—Que estás saliendo con alguien —mencioné burlón
La morena cambió de un moreno a un blanco de un segundo a otro
—¿Cómo? ¿Tú... No le digas —se adelantó
Asentí para mirar a mi alrededor y ver que no viniera
—¿Por qué no le quieres decir? —pregunté
—Bueno... es que es muy reciente, me da miedo ilusionarlo y que a la hora de la hora termine con el —explicó ella nerviosa
—Su relación es de dos, Ander no tendría porque meterse —refute su explicación— además él solo quiere que seas feliz, pero más bien la que no se quieres ilusionar eres tú no es así
—Ya se —suspiro— pero yo estaba tan enamorada de ti y... me da miedo enamorarme de alguien y no ser correspondida, a veces siento que me voy a quedar sola en este mundo...
Me quedé pensándolo por un momento.
—Lo siento no soy bueno para dar consejos de amor, solo sé que eres merecedora de amor tal y como eres, así que no dudes que hay alguien haya afuera que te amara como mereces —asentí
—Gracias —sonrió ligeramente
—No le has dicho a Ander porque tienes miedo de que te lo baje no es así —añadí burlón
—Ya me a bajado a dos intereses amorosos no me voy arriesgar con este —aclaró— así que no le digas de acuerdo.
—Decirme que —llegó Ander con los helados
—Que es tu regalo de cumpleaños —sonrió— así que no chismosees
—Claro que lo haré —estableció dándome mi helado.
Me gustaba el helado, era algo que no muchos sabían, incluso había trabajo en una heladería pues me daban un cono de helado diario, eso y para no pasar tiempo en casa pero lo había dejado al inicio de mi tercer año pues me quería enfocar en la escuela.
—Dame —dijo Andy acechando a mi helado
—No, tiene leche —lo aparte de el
El moreno se limitó a mirarme con molestia, no podía aplicar el "no porque pica" que usaba con su hermanita para no darle de sus papas pero si está pues tras su accidente le habían quitado una gran parte de intestino por lo que ahora no podía consumir lácteos o chocolate entre otras cosas, era la vieja confiable.
—Ya estás en mi lista negra cabron —dijo en su idioma natal
—Lo dudo mucho —le respondí en su mismo idioma
El me sonrió pícaro, le encantaba que le hablara en su lengua natal
—Les recuerdo que es un área familiar —nos recordó la morena negando.
Después de los helados terminamos por ir a los juegos de destreza, era solo para gastar el dinero pero claro a Andy le encantaba gastar el dinero que no teníamos
—Quiero ese —señaló el gran oso de peluche con una sudadera de Batman
—Ya gastaste mucho dinero —me negué— y tenemos solo tres mini premios
—Pero tú me lo vas a ganar —sonrió
Era un juego de encestar en el aro, claramente era una estafa.
—Ander te puedo comprar uno igual en la tienda de regalos —insistí
—Oh no este modelo no se vende —señaló el empleado del juego
Andy me miró con sus ojitos de perrito
—Tranquilo yo te lo gano —dijo Santi llegando
—Gracias mi héroe —me miró burlón
—Que esperas que inicie una competencia con él para ver quién te lo consigue —arqué la ceja
—Claro soy la chica bonita del libro cliché ahora mueve tu culo y gana ese peluche — me insistió
—Tranquilo Andy, tiene miedo de perder contra mi —dijo burlón pagando el boleto del juego
—Mírame y luego mírate a ti —lo vi de arriba abajo— claramente el que ganó en la vida fui yo.
—Veo más hocicos que manos —me aventó el balón.
Al final ninguno de los dos le ganamos el bendito oso al cabron, en su lugar Klaus se lo ganó con algo de coqueteo al chico del juego y un tiro de suerte
—Por eso eres al hombre que más amo en esta vida perra —dijo abrazando a su amigo
—Todo por mi perra favorita— palmeó su espalda— además ya necesitaba callar a estos dos hombrecitos
—Cabe aclarar que yo gane —señaló Santi
—En tus sueños —bufé
Klaus se terminó por llevar a su noviecito, fuimos por la segunda ronda de comida cuando llegaron los adolescentes, con Dani con un peluche exactamente igual al que tenía su hermano solo que tres veces más grande
—Te lo cambio —dijo de inmediato
—Ni creas estuve practicando en la escalera flotante para poder ganarlo —bufó
—Y vaya que práctico —afirmó Cam quien claramente fue su benefactor
Ander me miró con ojos de ilusión.
—Puedes...
—No estás viendo mi tamaño —bufé— a menos que te subas tú yo no voy a intentarlo
—Pues si me arrastro...
—No —dijimos los tres al unísono
Los adolescentes se sentaron a comer, Xime llegó después
—¿Donde has estado? —la cuestionó
—Por ahí, niños ya casi es los fuegos artificiales vamos —apuro ella huyendo de la situación.
Nos quedamos los dos solos una vez más, siempre me encantó verle.
—Vamos hay un juego al que me quiero subir todavía —pedí
—De acuerdo —me miró extrañado.
Llegamos a la rueda de la fortuna, me agradaba apesar de que te llevaba muy alto todavía sentía una gran estabilidad
—No, No, sabes que no me gusta —dijo miedoso tratando de huir.
—Si bueno a mi tampoco me gusta vomitar después de un juego pero me obligaste así que te toca —señale.
No se quedó callado en toda la fila hasta que nos tocó, tenían una cápsula especial perfectamente adaptada para su silla, al subirnos se juntó a mi lado para abrazarme.
—Cuando crees que me diga que ya tiene novio —murmuró
—¿Quién...
—Oh por favor, si yo lo noté claramente tú también —me atrapó— además la vi besándose con un tipo, eso explica sus desapariciones en todo el día pero duele que no me lo diga
—Dale su tiempo, cuando esté segura de que no se lo vas a bajar te lo dirá —lo calme
—No hace falta, yo te tengo a ti —me abrazó más.
El juego se detuvo en lo más alto.
—Porque se detuvo —dijo nervioso
—Yo le pagué al tipo para que nos dejara aquí un momento.
—¡Qué hiciste que! — se alteró haciendo que se moviera un poco la pelota, el moreno se aferró a mi— me quiero bajar
—Shh solo cállate y disfrútalo —señale besando su frente
—Tengo miedo de cojer aquí arriba...
—Ay Ander tú no tienes remedio —negué
Los fuegos artificiales iniciaron y desde arriba podíamos ver aquellos fuegos iluminar el cielo de colores, los ojos de Ander se iluminaron mirándolos sorprendido, y aunque la vista era preciosa, yo prefería verlo a él.
—Gracias —susurró
—Te amo —dije besando su mejilla
El moreno se giró para rodear con sus brazos mi cuello y besarme.
—Yo te amo más —afirmó
Eso estaba en duda... a su lado después de tantos años sentía que podía respirar, ya no sentía que me ahogaba cuando estaba a su lado.
Do you get déjà vu, huh? 😉
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