Desperté con el ligero pitido de los aparatos de hospital, realmente sentía como si me hubiera aplastado un camión sin embargo era tolerable... ya no dolía como ayer, lo primero que encontré fue a mi moreno recostado sobre mis piernas sujetando mi mano con fuerza, apesar de que estaba dormido aún se podía ver en su rostro la preocupación y tristeza, me quedé un momento observándole hasta que no me aguanté más y procedí aplastar su mejilla con fuerza.

—Déjame dormir león estúpido —se quejo con molestia sin siquiera abrir los ojos, solía tener un mal humor cuando lo despertaban.

Un ligero silencio se hizo para que recayera en lo que estaba pasando, me miró con sus ojitos castaños preocupado para acercarse más y abrazarme.

—No me vuelvas a espantar así me oíste —ordenó con tristeza— león tonto

—Se le dice Karma —susurré— pero no hables tan fuerte quieres.

—Perdón —bajó la voz tomando mi mano— ¿como te sientes?

—Como si me hubiera pisado un elefante —suspire, llevar la conversación me estaba costando lo que me hacía recaer en que no llevaba puesto mis aparatos auditivos.

—Karma —sonrió burlón.

Pase mi mano sobre su mejilla acariciandola para terminar dejandola posada en su cuello.

—¿Cómo estás? —le pregunté— ¿hace cuanto que estamos aquí?

Me sentía un poco confundido, el brillo del sol a media luz por la ventana me hacía pensar que estaba amaneciendo pero bien podía ser al revés y apenas estaba atardeciendo.

—Un día solamente —recargo su cabeza en mi mano presionándole con suavidad— llevas dormido un día entero, esta bien, estabas muy cansado.

Me acomodé en la cama dejando caer mi peso sobre la cabecera de la cama, Ander se acercó un poco más para servirme un poco de agua y dármela, no me había dado cuenta cuán cansado estaba.

—¿Tomaste tus medicinas? .¿ya comiste? —ataque con preguntas más importantes.

—Hey, hey yo no soy el que esta en la cama de hospital así que tranquilízate —me regañó con una sonrisa burlona. 

Suspire par asentir y tomar su mano, un ligero toquido en la puerta y mamá entró, se veía cansada pero me miró con una ligera sonrisa.

—Ya despertaste —dijo mamá acercándose para besar mi frente para sentarse en el borde de la cama.

—¿Cuando me darán el alta? —pregunté cansado.

—Cuando estés mejor —me calmo ella— van ajustar tu medicación para la migraña y ver cómo respondes, si sigues mejor tal vez te den el alta por la tarde.

Asentí, los vi murmurarse algo que no alcancé a escuchar lo que me hizo sentir incómodo.

—Mis audífonos —pedí cansado.

—Se quedaron en la casa, le diré a Klaus que vaya por ellos —explicó Andy bostezando.

—Ve tú quieres, date una ducha y descansa un poco —le pedí al moreno que sabía que se moría de sueño. 

—Pero que... no —se quejó

—Me harás llamar a Soso —me adelanté— como vas a cuidar de mí si no puedes cuidar de ti

Mi moreno lo pensó por un momento para asentir y besar mis labios, salió para irse a buscar a su hermana con la promesa de que regresaría.

Mama se sentó a mi lado para acariciar mi mejilla, sacó una hoja con garabatos para dármela.

—Te la manda tu hermano —dijo orgullosa.

—Picasso —me burle.

—Ni así te comportas con tu hermano —negó ella, me iba a regañar después probablemente.

Mire el dibujo que eran más garabatos sin sentido, habían dos personitas de palito y bolita con proporciones nada creíbles lo que suponía éramos nosotros dos, estaba escrito la palabra "recupérate hermanito" con la letra de su padre, un lindo detalle supongo.

—¿Cómo estás mi niño? —preguntó mamá.

—Bien —sonreí recordando lo que había pasado— vi a papá —le conté

—¿En un sueño? —preguntó ella confundida.

—No, tal vez era una alucinación por el dolor pero lo vi —asentí— se sintió muy real

—Tu padre siempre está cuidándote Aslan, cuida de mi niño— asintió.

Negué ligeramente para tomar su mano.

—Era su niño —aclaré.

Ella asintió, pero no le di tiempo de responder pues me quedé dormido. Por la tarde me dieron el alta ajustando mis medicamentos para la migraña y listo, mamá me llevó a casa al parecer Bobby se había quedado cuidando de mi hermano mientras yo estaba internado.

Al llegar a casa fui recibido por Luffy con gran emoción, el perro no dejaba de darme amor casi tirándome cuando se subió sobre mi.

—Oh yo también te extrañé amigo —acaricie su pelaje— donde está tu papá he.

El perro se detuvo para guiarme a la habitación, Ander estaba acostado en la cama, debió haber estado tan cansado  para  quedarse dormido pues no había regresado lo que me tenía preocupado.

Me acosté a lado de él para besar su mejilla, el moreno se despertó para mirarme dando un pequeño brinco asustado, su rostro cambió de inmediato en cuanto me vio.

—Mierda... perdón yo ya iba pero me acosté un minuto y...

—Esta bien —lo calme— también necesitas descansar.

Ander negó para sentarse en la cama jalando las cobijas para cubrirme con ellas.

—Tu tienes que descansar de acuerdo —dijo besando mi frente— descansa en lo que preparo la comida.

Negué para jalarlo a mí y abrazarlo con fuerza.

—Te necesito aquí conmigo —pedí— durmamos los dos de acuerdo, es lo que necesito.

Una sonrisa se mostró en su rostro para acercarse a mí acomodándose en mi pecho como le gustaba.

—Me convenciste —me dijo besando mi mejilla para recargarse cerrando los ojitos.

Los dos estábamos tan cansado que no tardamos en quedarnos dormidos, quería volver a soñar con papá pero eso casi nunca pasaba... desperté por el beso de mi moreno en la mejilla, la luz estaba apagada siendo la luz de pato de noche la única que brillaba en la habitación, le miré para ver la bandeja que traía.

—Si te pones el traje de sirviente del año pasado te verías mejor —me burlé.

—¿Qué traje? —cuestionó Sofía desde la puerta prendiendo la luz de golpe.

—Ya nos exhibiste León estúpido —gruño Ander mirando a su hermana— eh que a ti te gusta disfrazarte de policía.

—Ander eso no se dice —lo regañó— solo vine a ver cómo estaba Aslan —me miró— pero ya que veo que muy bien.

—Y estaremos mejor cuando estemos a solas  —le guiñó su hermano pícaro.

Soso negó para besar mi frente y la de su hermano e irse, el moreno me sonrió dejando la bandeja sobre mi regazo.

—Hice la crema especial de pollo de tu mamá y el guisado especial de mi papá —asintió.

—Gracias —asentí acomodándome para comer— me alegra que tu padre tuviera un guiso especial.

—Tu papá te cocinaba algo cuando te sentías mal —me preguntó Andy mientras buscaba que ver en la televisión.

—Mi papá solo sabía cocinar cereal —aclaré con una pequeña risa— y muchas veces le quedaba salado porque se confundía al echar el azúcar y ponía sal.

Una vez decidido que ver en un segundo Ander negó pasándose de su silla a la cama acurrucándose a mi lado.

—¿No comerás conmigo? —pregunté curioso

—Comí demás al estar preparando tanta comida —bromeó.

Negué para probar la crema, era igual a la de mamá aquella que me llevaba a recordar cuando me enfermaba, mamá me llevaba la sopa a la cama de mis padres donde solía estar acostado junto a papá mimándome cada que se lo pedía.

Al acabar Ander me dió mis pastillas para cubrirme con la cobija.

—Que atento estás hoy —me burle.

El se quedó serio por un minuto para besar mi mejilla.

—Tu siempre cuidas de mi... perdón no pude cuidar de ti esta vez —me dijo con los ojitos llorosos

—Ey no digas eso —lo atraje a mi para abrazarlo con fuerza— fue mi culpa por ser un testarudo.

—Si lo fue —se quejó hundiendo su cabeza en mi hombro — sentí que te perdía —medio escuché.

—Hey —dije tomándolo del mentón para que me mirara— eso nunca.

—Lo prometes —me pidió triste.

—Solo si tú lo prometes —bese sus labios.

—Lo intento solo que a veces no me sale del todo —explicó limpiando la lagrimita traicionera.

Negué para besar una vez más su frente, para continuar con mi comida mientras veíamos una película.

Por la tarde llegó la morena junto con Klaus.

—Me espantaste mucho leoncito —dijo el rubio sin soltarme, en un abrazo que podía ser mortal.

—Si, si perdón pero ya suéltame —ordené.

El rubio asintió para soltarme y sentarse a lado del moreno, pasando su brazo por dos hombros para abrazarlo.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó la morena.

—Mejor —asentí— no tenían que venir.

—Si teníamos, eres nuestro amigo —aclaró ella tomando mi mano.

—No te hagas ilusiones, me vienen a ver a mi —dijo metiendo su mano en la nuestra cual niño pequeño celoso.

—Con lo chillona que eres claro que sí —me burlé aplastando su mano entre la de los dos.

—A los dos —nos calmó la morena.

Nos quedamos otro rato más platicando, al parecer iban a ir a México la próxima semana pues tenían unas pequeñas vacaciones, lo que me recordaba que a mí también me tocaban vacaciones.

Por la noche sentía que mis ojos cedían ante el cansancio por lo que Ander terminó por correr a todos.

Decidí prepararme una ducha caliente para acostarme a dormir, mientras el agua recorría mi cuerpo sentí como si alguien me mirara.

—No te había dicho que no me vieras mientras me baño —me gire para ver a mi moreno embobado.

—No lo recuerdo —dijo burlón.

La bañera estaba diseñada especialmente para Andy pues no tenía escalones, era amplia para que pasara su silla de ruedas de baño, al tener puertas transparentes le era fácil fisgonear.

Le miré serio para tomar un poco de agua y mojar su pijama favorita, una gran ofensa para el.

—Oh vas a ver, no porque estés convaleciente no me voy apiadar de ti —amenazó pasándose a su silla especial para poder pasar.

Lo jale de los reposabrazos para acercarlo a mí y besar sus labios.

—Ten piedad de mí —sonreí a unos centímetros de él con una sonrisa.

—Me estás provocando a caso —dijo mirando mi pecho en vez de mirarme a los ojos.

—Lo estoy logrando —insinué acercándome más.

—Si... cabron —gruñó alejándose— el doctor dijo que debías estar tranquilo y lo sabes.

El moreno solo retrocedió maldiciendo en su lengua, después de bañarme se metió él para bajarse lo caliente.

Me acosté en mi cama cansado, más tarde llegó Ander para acostarse y ponerse a jugar en su iPad en lo que veíamos cualquier cosa en la tele.

—Que te parece ir a Kansas en mis vacaciones —insinué.

El moreno se lo pensó para asentir.

—Me encantaría, pero solo si me llevas a tu casa de la infancia —pidió emocionado.

—Bien —acepte besando sus labios.

Era hora de volver a casa...

Se viene cositas 😉 al fin estoy de vacaciones ✨ así que nos vemos la siguiente semana 💕