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⋆❝𝐖𝐡𝐞𝐧 𝐖𝐞 𝐃𝐢𝐬𝐜𝐨❞⋆

It was like magic
When we disco, when we disco
So, I still can't forget it

Todo parecía ser fantástico, con la brisa fresca de la noche pegando contra sus rostro y las luces parpadeantes cubriendo por completo las huellas de su reciente crimen.

Aquellos diamantes brillantes serían su gran logro, montones de dinero para él y su familia. Escapando de aquellos líderes incompetentes que no eran capaces de fortalecer a la manada.

Sí, era un tanto patético.

-¡MALDITO BASTARDO! ¡NO TE QUIERO VOLVER A VER POR AQUÍ!..- el gruñido fue fuerte y claro, entendible a su parecer. Y, aunque su cuerpo estuviese en un completo dolor, pudo comprender que robar las lindas joyas constaba de mucho más que un ingenioso plan.

-¡Puag!, idiota..- Muy bien, nuevo sonido de asco desbloqueado.

Min Yoongi giró los ojos desde el frío piso, ignorando las burlas y palabras tan salidas de tono que eran dirigidas hacia él. Nada le impresiona y ni le impresionaría, no estando entre las cajas llenas de basura apestosa, junto a grandes bolsas cubiertas de desechos.

Lo habían sacado de aquella disco como un perro callejero, sin hogar y sin rumbo. No tenía nada, nada de nada ¿Verdad?...

Lástima para ellos, porque el gran Min Yoongi tiene en su bolsillo una linda funda marrón llena de diamantes hasta el tope.

Nada del otro mundo, solo una buena dosis de dinero.

-Bien, aquí vamos otra vez..- se quejó arduamente, levantando su torso del suelo sucio y maloliente.

Cansado de ser empujado, tirado, y golpeado hasta las afueras de lo que sería un festejo sensacional.

-Mierda..- Susurró para sí mismo, estando completamente de pie mientras sacudía su vestimenta, algo manchada.

Suspiró calmado, empezando a caminar con su pulso normal, lo que menos quería era que las personas de alrededor se dieran cuenta de su reciente robo y eso se podía dar a conocer si su aroma destellaba.

Como por ejemplo, sus nervios al ver como grandes grupos de personas se reunían a las afueras de la disco, recorriendo el lugar para disfrutar de la buena música.

Nada mal, nada mal.

Atravesó todo es tumulto de gente extraña, marchando con seguridad a cada paso, no dando el tiempo en el que alguien pueda analizarlo meticulosamente.

Para su mala suerte, alguien ya lo estaba haciendo y ese alguien tenía un hermoso collar con un Rubí en el centro.

Un Rubí maravillosamente brillante, esperando a ser tomado por las pálidas manos del alfa pantera. Un alfa que ya había notado la mirada tan radiante de un omega bastante...

Peculiar.

Yoongi sintió a su animal interior rugir sin mérito alguno, tras haber sido cautivado por la mirada tan rojiza del omega pelinegro, quien parecía alguien de un buen rango al notar el collar con rubies incrustado en el.

Algo especial y que ameritaba algunos tramos confusos. Cómo desplazarse hasta uno de los callejones oscuros para golpear a un sujeto despistado y robar su ropaje. Una clara referencia a su ropa ya sucia y maloliente, necesitaba algo más para tener ese grandioso collar en la palma de sus manos.

El golpe fue preciso dejando al alfa contrario tendido en el suelo, dándole el tiempo suficiente a la pantera al tomar la vestimenta ajena para, posteriormente, cambiarse en un lugar en donde estuviese lo suficientemente alejado de la multitud enardecida.

La seguridad marchaba en su ambiente, a como dé lugar iba a tener ese collar para él junto con unos cuantos dólares de añadidura.

I miss those days
W

hen we disco, when we discoDo you still remember as well?Except for you, everything's a blur


-Hola otra vez Kim..- se dijo así mismo, regresando al mismo lugar en el fue tirado con anterioridad.

Bien para él porque le importaba muy poco lo que sucedería, escapar se había vuelto una opción durante toda su vida. Todo era nada fuera de normal, aún más si se trataba de la manada esmeralda.

Ujum, muy bien.

Yoongi surcó una sonrisa en su rostro gatuno, frente a la puerta de metal siendo abierta con suavidad para no alertar de su situación.

Si, ya tenía los diamantes, pero nunca había podido robar un rubí tan grande como el que había en ese collar. Era tan hermoso, justo como aquel omega de corto vestido azul eléctrico.

El omega parecía ser alguien tranquilo, no le daría tanto problema en medio de la discoteca si osaba en quitarle el collar. Quizás uno que otro grito muy agudo en respuesta, lo típico en cuanto a asaltos se trataba.

Para su mala suerte, eso era de recordar.

La música se manifestaba como si fuese una explosión, los colores tan destellantes junto a las feromonas mezcladas en el ambiente le provocaban una sensación muy desconocida. Allanando cualquier rumbo de su plan improvisado por ese collar tan invaluable.

Agradece que la disco estaba casi llena, ahora se camuflaría de los alfas titanes más rápido si lograba mezclar su aroma entre las personas.

Una buena racha de conveniencia si tan solo en sus planes no hubiesen estado tanto el collar como el omega.

(When we d.i.s.c.o.)

Observó a su alrededor con algo de prisa pasando a simples topes con la gente que bailaba envuelta en descontrol total, sin caer en cuenta de que, aquello es empujes inofensivos, lo estaban llevando a un cruce de emociones tan impredecibles en aquella pista baile iluminada por él.

El omega inofensivo que con tan solo mirarlo fijamente, con esos ojos tan rojos como la sangre, pudo dejarlo en la espera de algo más.

Aún con su cuerpo siendo empujado y dirigido en la dirección del collar, el alfa no pudo evitar quedarse pasmado en su mismo sitio, pero con el pequeño detalle de algo.

El omega rubí se dio cuenta de su presencia con tan solo pisar la pista.

Ese apuesto alfa no era tan discreto a lo que parecía, y no se quejaba. Lo tenía a él mirándolo con astucia mientras su cuerpo reaccionaba al compás del ritmo, aguardando a que ese sujeto le arrebatara su preciado collar.

Uhm...Todo hubiese sido más sencillo si tan solo Yoongi lo tomara de las caderas y lo dirigiera hacia él. Sin embargo, el guapo alfa estaba quieto sin saber como reaccionar, encasillado en su cuerpo en movimiento.

Mirar ya era suficiente, y eso hasta Jimin lo comprendió.

Con su dedo anular se dispuso a llamarlo con coquetería en su mirada, meneando sus caderas lentamente. Fijándose que el collar estuviera en una buena posición para llamar la atención.

Sabía que ese hombre tan varonil era Min Yoongi, conocido en los barrios bajos como un ladrón insolente. Una gran causa para llamar su atención al igual que los diamantes.

(When we d.i.s.c.o)

El omega Park dejó que el mismo Min se acercara a su persona, con picardía tocando su cintura en busca del acercamiento más preciso del que podía, y Jimin ya estaba notando el tiempo perdido.

Una nube de pensamientos inundó a la pantera, con aquellos pomposos labios rosados tentandolo a besar y pasar una proximidad más que solo el ligero roce que el pequeño chico dio contra los suyos.

Estaba tan cerca de poseer ese fabuloso collar que de seguro le daría miles de dólares, su ventaja era mayor y con un impulso fuerte sus labios se estamparon con los del muchacho, disfrutando del contacto tan íntimo en medio de la pista iluminada.

Oh no, darle un beso no era parte del plan.

¿No acordó Yoongi quitarle el collar?

No pasó mucho tiempo para que Yoongi se diera cuenta de que la bolsa llena de diamantes había dejado de pesar en su bolsillo, pasando a sentirse ligero ante las mordidas que le eran otorgadas en medio de aquel beso tan excitante.

Fue ahí en donde comprendió que había caído en la trampa de alguien mucho más importante de lo que pensaba.

-¿Cuánto tiempo falta para que tus guardaespaldas titanes vengan a matarme?..- el susurro chocó contra los labios del menor, al momento en el que este mismo miró por arriba a la pantera.

-No vine con los míos, pero estoy seguro de que Kim no te dejará salir..- contestó coqueto, pasando sus delicadas manos por el pecho fornido del alfa.

-Si ese es el caso, te agradecería mucho que dejaras los diamantes donde estaban..- bramó pausado, con su cuerpo cubriendo la perfecta anatomía sobre las lentejuelas azules.

-No, gracias. Yo no  perderé la oportunidad de ver a Jeon llorar por sus preciadas joyas, igual ya lo sabes, son los setentas cariño, el conflicto de manadas aún perdura ..- la burla se precipitaba entre ambos, un corto lapso de tiempo en donde la pérdida de algo por fin se dio a conocer entre los grandes y fuertes alfas titanes que cuidaban de la discoteca.

-Hagamos un trato..- el omega pelinegro pidió.

-Te escucho..- prosiguió Yoon, dejando que ese dulce y bello espécimen se acercara más, y más.

-Tú me das los diamantes del líder de la manada esmeralda, y yo te doy mi collar y una nueva vida en mi manada..-  Yoongi no tuvo de otra, escuchando las palabras tan seguras de ese omega que parecía indescriptible.

Su sorpresa era como tal, un omega real pidiéndole ese simple favor a cambio de algo tan insignificante.

él no diría que no, no se atrevería incluso si era acorralado por Namjoon.

 -Acepto, solo si vamos yo y los míos..- le respondió rápidamente, viendo asentir sin conflicto alguno al de ojos rojizos.

-¡ATRAPENLOS!

Yoongi dio un diminuto brico en su lugar, con la adrenalina iniciando nuevamente el recorrido por su sistema. Con algo de temor observó al omega, el cual se hallaba tan tranquilo ante el momento que acababa de comenzar.

-Tú y yo, nos vamos..- El mayor tomó del brazo izquierdo al omega, empezando a correr con él hacia la salida más cercana.

Empujando muy poco y esquivando a las personas que pasaban por su camino, escapando de los altos alfas que cuidaban del establecimiento. 

Yoongi no evitó reir cuando el precioso omega se burló de uno de los titanes, sujetando con fuerza su mano mientras aún seguían corriendo con apuro a cada paso. Aún si ya habían salido por la puerta principal de la discoteca, ellos seguían en lo correcto, huyendo de los alfas junto con la recompensa de los diamantes.

Eran las doce de la noche, en el año de mil novecientos setenta en donde Min Yoongi logró uno de los robos más peligrosos y siguió estando en libertad.

Eran las doce de la noche, en el año de mil novecientos setenta en donde Min Yoongi conoció al príncipe y futuro líder de la manada Rubí, el cual le dio la libertad a él y a su pequeña familia.

Y eran las doce de la noche, en el año mil novecientos setenta en donde Park Jimin consiguió los diamantes más importantes entre los clanes, y conoció a su amor predestinado.

Un recuerdo muy peculiar, que muy pocos lograran olvidar.

Do you remember, baby?

It was like magic
When we disco when we disco
So, I still can't forget it































💛💛💛

Espero que les guste, perdón si ven algún error. Ando media dormida 😔👌

¿Qué les pareció?

¿Preguntas sobre el os?

No pregunten sobre los alfas titanes, ya que yo los acabo de inventar de la nada XD. Pero pos no se preocupen, la otra semana sacaré un oneshot sobre eso en mi segunda cuenta y es smut, ahre.

⚠️Por favor, abstenerse de plagiar algo de MI oneshot o algunas de MIS historias, gracias wenas madrugadas uwu.

Ndjdkeskskks, ando re a mil, me gustó hacer esto, quedó decente después de todo.

¡Los amo! ¡Cuídense mucho!

Sempai❤



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