—Jungkook usaba lentes que ocupaban todo su rostro —el omega menor rió mientras veía al rubio cambiar de página en el álbum de fotos, riendo. Paró en una especial, o lo supuso porque acarició la foto. Tragó saliva.—. ¿Te ha contado de su obsesión con la limpieza?

El pelinegro negó.

—Entonces que él te la cuente, yo realmente no soy nadie, pensé que ya lo había hecho porque parece que entre ustedes dos hay confianza —Taehyung asintió, viendo de forma detenida la foto.

El pequeño castaño con sus ojos entrecerrados, sus labios haciendo un puchero involuntario y sus manos en su cabeza junto al hermano mayor, que le hacía cuernitos con una cara malévola. Sonrió, viendo al otro suspirar, pero rió.

—Me aprovechaba de que 'era muy limpio' para que limpie mi cuarto también, tiempo después me enteré que era una catarsis del estrés que le ocasionaba todo, hasta yo, dejó de ser divertido —parecía ver la foto, con culpa, pero vio al omega— ¿Hijo único o con hermanos?

—Soy hijo único.

—Entonces no entiendes el estrés de ser hermano mayor, aún así creo que pocas veces nos concentramos en cómo nuestro estrés y traumas afectan a nuestros hermanitos.

Taehyung sólo se removió incómodo, e hizo un mohín.
Habló, bajito. Pero al parecer Seokjin ya se estaba acostumbrando a escucharlo hablar en ese nivel.

—Mi papá tiene un hermano, los dos son... difíciles —el rubio lo vio fijo mientras el otro se abrazaba a si mismo, pero el llevar su nariz a la sudadera que el alfa había dejado se calmó un poco, haciendo al mayor acercarse a él, tragando saliva.

—Jungkook, ¿Cómo es como pareja? Tengo dudas porque una persona puede ser diferente fuera de casa, esas cosas, ya sabes, tengo duda...

¿Cómo era como pareja? Él también tenía esa duda, estaba en las mismas que Seokjin porque en ese instante, Jungkook era más que un amigo, pero tampoco una pareja.
Era una persona con la que convivía a diario unas cuantas horas y hablaba sobre su día, su aburrido día, pero también era la persona con la que podía acurrucarse a ver una película, y reír con él.
Verlo sonreír, ver sus ojos achicarse, su nariz arrugarse, ver por el rabillo de su ojo cómo lo veía fijo, examinando sus reacciones y cuidando.

Protector. Vio al rubio.

—Protector, suave, es muy atento, cuida todos los aspectos, también es muy observador, es, lindo, me hace sentir a salvo y me hace sentir seguro, me doy cuenta que es lo mismo —el otro lo codea, y alza su ceja, viéndolo pícaro.

—¿Qué tal besa? Me quiero burlar si es malo, dímelo sin pena...

Seokjin, tenemos las mismas dudas, pensó Taehyung riendo nervioso mientras veía al otro, tragando saliva. Alzó sus hombros.

—Be-besa bien... sus labios son, ¿Suaves? —Seokjin sólo asintió, suspirando. Carraspeó.

—Ronca mucho, eso sí, también tiende a abrazar lo que esté cerca de él al dormir.

—¡Sí! Cuando me levanto más temprano que él para hacer el desayuno él abraza una almohada... en mi ausencia... sí —sus mejillas se tiñeron de rojo, y el más alto acarició su cabeza, haciendo al bajito agachar la mirada, riendo nervioso— se siente raro pasar el celo sin mi amiga Lisa, ella es, la mejor.

-—Ah, si? ¿Y Jungkook no es celoso? —negó, sonriendo, y voltea a verlo.

—Él confía en mi como yo confío en él, aparte, Lisa fue la que hizo que todo esto comenzara, que llegara, él —la forma en la que dice él, suspirando, Seokjin sólo vuelve a acariciar su cabeza pero un timbre lo hace saltar, ocasionando que le de un leve golpesito a Taehyung.

Se quejó y cubrió su cabeza en lo que el mayor abría la puerta, haciendo al alfa entrar con 20 botes de tés, haciendo al rubio fruncir su ceño.

—¿Quieres que a tu omega le de un coma diabético o por qué tanto té?

—Supuse que se te olvidaría que le gusta este té, pero de todos modos traje algo para que tú también tomes, y que tengas algo que tomar entre semana, es rico —pasó, acercándose a su omega, viéndolo, como si estuviera verificando que estuviera bien.

Sonrió al comprobarlo.

—Ya acabaron mis clases, limpié mi escritorio y pude venir porque no tengo nada que revisar, quiero asegurarme que Tae esté bien.

—Entonces no entiendo por qué quieres que esté aquí.

El otro torció sus ojos, y comenzó a mover sus manos, haciendo a Taehyung verlo atento. Era un gesto muy común de su alfa, lo veía. De su alfa. Su alfa. Sintió un calor en sus mejillas cuando recordó que lo era, claro que lo era.
Vio sus grandes manos y de recordar lo poco que alcanzó a tocar de su miembro, Taehyung gimió, acercándose a él poco a poco y olfateó su cuello de una forma agresiva, gruñendo, y sus manos viajaron a su abdomen, donde rasguñó un poco antes de meterse entre su camisa.

Gimió cuando se restregó en el cuerpo del mayor, pero fue separado y eso, lo hizo gemir, pero de frustración. Se quejó, viendo a su alfa que se alejó, cubriendo su nariz y cerrando sus ojos, caminando lejos de él. Taehyung se intentó parar, pero el otro omega lo sentó de nuevo, viendo a su hermano menor que estaba en la cocina, lejos.

Sus ojos sólo se hicieron chicos y sus cejas se arquearon, y tragó saliva, parándose.
Vio a su hermano mayor.

—Ya no tengo que venir, ya veo, pensé que podría estar normal cómo ayer —salió de la casa, y habló por la ventana, riendo nervioso— ¿Ya viste por qué quiero que esté contigo? Si me quedo dos minutos más aquí me consumirá por completo, me tengo que ir, dile a Taehyung que volveré en una semana, que se cuide, y que... lo quiero.

Seokjin se quejó, viendo el saco de su hermano y lo recogió, haciendo que una pequeña libreta cayera al suelo. Torció sus ojos, recogiéndola, pero se sentó junto al omega que se lanzó a oler el saco del otro.

Sonrió tierno al ver una hoja pequeña, enmicada, con letra arial 12 en negrita.

''Horario de Tae y días que coinciden con el mío''.

Rascó su ceja, dejando la libreta en la isla que tenía en la cocina, y suspiró, tomando un té del omega.

—Te ama mucho como para hacer coincidir su horario con el suyo, con razón el otro día pidió que le movieran algunas horas en la mañana para tener la tarde libre.

Y fue suficiente para que el omega lo viera, curioso, sin levantar la nariz del saco del otro. Mordió su labio, y se levantó, todavía con el saco del otro, caminando al cuarto.

¿Amor? Taehyung abrazó el saco, como si estuviera abrazando a su alfa como lo hizo la otra vez.
En ese momento, odiaba el celo, porque era lo que le impedía pasar un día con su alfa, pasar la tarde buscando algo qué hacer de cena, y le impedía de ver una película con él.

Hizo un mohín, queriendo pensar que el saco era su alfa entero. Sonó su nariz, frunció su ceño, y lo abrazó más.

Al rubio no le llamó mucho la atención que el omega haya ido a la sala sólo por un té y el álbum de fotos, pero cuando lo hizo, alzó la ceja.
Omegas jóvenes.

3/6