
Capítulo 31
Una de las mejores noches de su vida, Taehyung se despertó con una sonrisa al sentir un beso en su frente y mejilla para después, que esos labios cálidos se dirigieran a su nariz, acariciando la suya con ella. Apenas él abrió los ojos, vio a su alfa, sonriendo, pero con unos ojos adormilados mientras lo veía fijo.
Sus dedos de una forma suave apartó unos mechones que caían en su rostro, mechones que interrumpían su vista, y después de apartarlos, Jungkook acarició el rostro de su omega con un cuidado, aprecio, casi adoración. Taehyung se acercó a darle un pequeño piquito en los labios, sintiendo su piel bajo las sábanas y cobijas rozarse, y se acercó a abrazar su pecho. Carraspeó al sentir que había dormido un poco, y vio a su alfa a los ojos.
—Kookie, ¿qué hora es? —el otro le respondió rápido, como si ya hubiera visto hace segundos. Habló con la voz ronca, adormilada.
—Son las 2 de la mañana, TaeTae.
Esa voz y ojos le daban una pista, y habló, abrazando a Jungkook por los hombros.
—¿No dormiste? —el otro negó mientras lo veía, sonriendo, volviendo a acariciar su rostro de una forma suave y cuidadosa, linda.— ¿Por qué?
—Tengo miedo de despertar y no verte después de nuestra noche —admitió, riendo, después de unos segundos habló.— porque regularmente me levanto y no estás, sino que estás despierto haciendo algo o cocinando. —entonces eso fue algo tierno.
Taehyung se subió hasta quedar a la altura de Jungkook e hizo que lo abrazara de una forma suave. Él también lo abrazó, acariciando su cabeza.
—Cuando te levantes aquí estaré, amor, nos levantaremos al mismo tiempo, sólo duerme, ¿sí? —el otro asiente, abrazándolo, haciendo al menor derretirse en ese pequeño acto de amor.
Por lo menos despertaron juntos, sonriendo. Una de las mejores mañanas a decir verdad.
Una de las mañanas donde se despertó, estirándose en la cama para que después su alfa lo abrazara por la cintura mientras ven la ventana, donde está la nieve reposando, y su muñeco de nieve vestido con bufanda y sombrero.
La nariz cálida de su pelinegro lo acarició, desde la mejilla hasta el hombro, y esos brazos que lo abrazaban fuerte.
Taehyung abrazó las manos cálidas que lo protegían y volvió a verlo, sonriendo, ganándose un beso por parte de su alfa. Un beso suave, y lindo.
Ahora el menor se sentó en el sillón que estaba en la sala mientras veía al pelinegro cocinar de una forma rápida, que parecía fundirse en la cocina.
Un desayuno delicioso, lleno de besos, sonrisas, y miradas que se mantenían en el aire, junto el mismo amor que se derrochaba entre ellos.
Hasta Ten, al verlos tomados de la mano en el centro comercial, sus miradas enamoradas, el brillo de sus ojos, abrazó más a Youngho, acariciando y recostándose en su pecho, al ver que una lágrima se deslizó en su mejilla al ver a su hijo así de feliz.
Las manos entrelazadas, como parecían estar en su propia burbuja color rosa, sonriéndose mientras, hasta en la hora de comer, se daban pequeños bocados de su comida mientras sonreían.
Taehyung entrelazó su mano con Jungkook, sonriente, relamiendo sus labios de una forma suave, humectándolos, sintiéndose tan bien. Un sentimiento que le hace sentir tan feliz, calmado, en paz, porque ningún recuerdo horrible llegó a él la noche pasada, ninguna memoria, y amó cada aspecto posible.
La forma en la que Jungkook lo acariciaba, besaba, y cuidaba. Cuando sujetó su rostro, cuando entrelazó sus manos, cómo hizo cada aspecto posible de su noche, lo mejor. Uno de los mejores sentimientos que él jamás creyó siquiera sentir como algo bueno. Como siquiera algo positivo.
El pelinegro sintió una calidez en su corazón, algo que podría describir pero, realmente, quería tener para él para siempre, en su memoria.
Un recuerdo que ama, adora, y le hace sentir en paz.
En paz, una palabra que jamás pensó que iba a describir un momento donde alguien más tocaba su cuerpo pero de todos modos, que lo hacía, porque era su Kookie, porque lo estaba tocando después de que él lo haya permitido, después de toda esa confianza, palabras, en paz porque sí, lo volvía a repetir, lo sentía.
Taehyung se sentó, con sus piernas sobre las de Jungkook mientras él le daba un pequeño masaje en sus pantorrillas y pies, viendo una película navideña. El menor sólo ladeó su cabeza, viendo a Jungkook concentrado en la película con sus lentes.
Su corazón latió demasiado fuerte, sonrió, y cuando su alfa lo volteó a ver, le sonrió, acariciando más fuerte su pierna.
Después, esa caricia subió a su muslo, por fuera, para acercarse a besar en los labios, mientras Taehyung, aventuraba su mano por el cuello del castaño para acercarlo más y besarlo mejor.
De todos modos, 'Mi Pobre Angelito' entraba en la lista de películas favoritas de Jungkook, porque cuando escuchó un diálogo específico él volteó la cabeza, volviendo a su lugar y volvían las caricias a las piernas de su omega, para después decir.
—Ahí viene la mejor parte, donde dice 'Feliz Navidad, Inmundo animal'. —dijo emocionado, acomodando sus lentes y señalaba la tele.
Taehyung sonrió, viéndolo.— ¿Te aprendiste los diálogos?
—Sí, la veía cada navidad con mi mamá mientras hacíamos galletas, o algunas veces mientras ella pintaba sus acuarelas y yo limpiaba mis figuras. —Taehyung sonrió, apoyándose en su mano, y habló.
—Mi película favorita es 'El Conjuro' porque sin ella, no nos hubiéramos acercado como ahora. —hace a Jungkook sonrojar mientras sonríe, viéndolo, lanzando un beso desde donde estaba haciendo a Taehyung también sonrojar y reír sonoro.
—Tú siempre encuentras una forma hermosa de ver las cosas, TaeTae.
—Desde que estoy contigo, lo hago, Kookie. —hace al pelinegro reír y levantarse para sentarse a su lado y comenzar a besarlo repetidas veces junto a sus labios, mejillas y nariz, logrando que su omega comenzara a reír mientras trataba de corresponder cada uno de los besos.
Después, sus manos se entrelazan, ahí es donde el pelinegro siente el anillo en el anular de TaeTae. Lo que lo hace sonreír, acurrucar su rostro en el hombro del omega, y acariciar la marca con su nariz.
Su anillo, su marca, y el amor profundo que sabía que Taehyung también le tenía a él.
Sube su mirada, lo acaricia con su nariz, haciéndole sonreír mientras su mano se aventuraba a su nuca y lo acercaba a besarlo.
Sus labios se tocaron, se acariciaron, y después de 5 besos iguales, Jungkook y Taehyung procedieron a volver a ver la película.
Entraba a la lista de 'Películas favoritas' sólo porque Jungkook y él se besaron en cada golpe que Kevin le daba a los ladrones.
Volví después de mil años. 😔
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