—El jengibre aparte de lograr separar sabores después y antes de comer un nuevo trozo de sushi, también sirve para limpiar cualquier bacteria que esté en tu boca por el pescado. —Taehyung abrió sus ojos grandes, sorprendido, viendo a su alfa que llevó la pieza a su boca.

Sonrió tímido.

—Realmente he empezado a creer que sabes todo —el otro sonrió, con sus mejillas levemente sonrosadas y sólo negó repetidas veces, sonando su nariz.

—La verdad es que tú también sabes muchas cosas, eres muy inteligente Tae.

Estaba siendo un día lindo. La fiesta de Lisa sería en unas horas, él y Jungkook estaban comiendo en la sala viendo una serie, y estaban hablando.
Antes sus platicas eran sus días, el fin de semana Taehyung se quedaba en su cuarto y asumía que el alfa se quedaba leyendo algo, y en las comidas, sólo compartían 3 palabras.

Ahora podía hablar de algo más. Pudo hablar también sobre algo que le gustaba, y poco de cómo se sentía, siendo totalmente escuchado y el otro tan atento, que hacía la convivencia más fácil.
Taehyung arregló algunos mechones de su cabello, comiendo otro trozo de sushi.

Suspiró, volteando a verlo.

—¿No te molesta que vaya? —el otro frunció su ceño confundido, masticando, y se acercó a tocar su mano, sólo un poco, pero Taehyung se encargó de entrelazarla. Jungkook negó.

—No tendría por qué, sólo vas con tus amigos a divertirte y me pone muy feliz que salgas con ellos, que te desenvuelvas con otra gente y no sólo convivas conmigo —era la primera vez que lo hacía, y lo veía con una sonrisa gigante— haz avanzado mucho, antes no podías salir de la casa más que para ir a la escuela, y ahora, que por convicción propia me hayas avisado, me puso feliz.

'Avisado', y no 'preguntado ni haber pedido permiso para ir'. Jungkook acarició con su pulgar el dorso de la mano del menor y sonrió, transmitiendo más feromonas, pero intentó mantener la sonrisa.

En la fiesta, ¿Podría conocer a una persona que de verdad le atraiga? Una persona que no se tenga que ver obligada a convivir, a ver a un aburrido maestro de historia a diario, escucharlo decir cosas tontas. Jungkook llevó otro trozo de sushi a su boca, queriendo pensar que ese destino sería de todos modos, uno bueno para su omega.

El simple hecho de pensarlo ahuecaba su corazón, le hacía una opresión, y lo dejaba sin saliva. Achicó su ojo, y de forma dolorosa, comenzó a desprender un poco de feromonas, algo más, marcando al omega, cegándose y tratándose de convencer que era un gesto normal.

Le sonrió, tratando de transmitirle confianza, pero sintió caricias en su mano. Taehyung le sonrió— Jackson me llevará y él mismo me traerá, no quería causarte problemas hoy ni fuera de tu horario.

—Podría modificar mi horario para coincidir más horas contigo —'más', Taehyung se acomodó nuevamente su cabello y rió, negando.

—No quiero ser un problema, Kook —asintió. Se paró, viéndolo— me iré a preparar, en una hora me iré.

La linda noche inició cuando le dio un beso en la mejilla a su alfa de despedida, y que Lisa lo abrazó cargándolo en cuanto lo vio, riendo, haciendo que sus demás amigos se acercaran a abrazarlo y llamarlo, como si no lo hubieran visto en meses.
Era así.

Aceptó la bebida que una castaña le ofreció, riendo, pero luego se acercó a olerlo, para nada discreta. Abrió sus ojos.

—¿A dónde tan marcado? Te juro que podría oler las feromonas de tu alfa a kilómetros, creo que alguien es celosito... —lo codeó, pero Taehyung sólo negó, bebiendo.

—Jungkook no es celoso, de hecho él se puso muy feliz de que viniera a esta fiesta, ya me hacía falta salir, hasta pálido parezco —Nayeon se rió, chocando los cinco con él, dejándolo con la duda— ¿pero si sientes que estoy muy marcado?

—Casi siento su presencia aquí —hizo un mohín ante la broma, y ella sólo entrecerró sus ojos— BamBam me contó que hacías más pucheros que lo normal y pensé que era broma, pero al parecer es cierto que tu alfa no se resiste a esos pucheritos.

—No sé por qué dicen eso, la verdad es que no, cómo decirlo, no tengo que rogar, como antes —el pelinegro más bajo caló su cigarrillo, haciendo a un beta verlo.

—¿Entonces es un buen alfa? La envidia de muchos por aquí, parece ser un gobernado, en ese caso, ¿Cómo es el sexo? —apenas abrió la boca para hablar, otra voz masculina habló, soltando humo de cualquier cigarro salir de él.

—Yo el otro día lo vi, y no sé cómo, no sé por qué, pero tiene big dick energy —Taehyung mordió su labio, suspirando, moviendo su pie. Los vio fijo.

—Todavía no damos ese paso, él y yo somos reservados.

Si Jungkook en el celo no se atrevió a tocarle ningún pelo, aunque escuchó que estuvo a nada de hacerlo, no se quería imaginar cómo lo haría sin nada de por medio.
Aunque si pudo imaginar algo hace poco.

¿Sería suave o rudo? No sabía, pero se encargó de recrear esos dos escenarios en su celo y ahora sólo se sonrojo al recordar, llamando la atención de Lisa.

—Ya, paren con el interrogatorio a Tae, mejor ustedes búsquense una vida y dejen de querer indagar en la de él —dijo la otra alfa, haciendo quejar de forma divertida a los otros, pero se acercó a Taehyung, abrazándolo por el cuello, y lo vio.

—Es cierto, hueles mucho a él, más aquí... en tu marca —una marca roja, que cicatrizaba bien, que no se veía hinchada y mucho menos, mal cuidada. Un buen indicio, el mejor, en el caso de su mejor amigo.

Una marca rojiza significaba que había empeño, cariño y amor, haciéndola fruncir su ceño, pero después se alivia, suspirando, abrazando más al omega que bebió de su vaso de forma tímida, viendo los demás en la fiesta.

Sus ojos ya no parecían llenos de miedo, sus cejas no se fruncían y ya no se abrazaba tanto a si mismo, pero se seguía aferrando de una manera fuerte a Lisa, iba mejorando, demasiado.

Besó su frente, haciendo al omega reír tímido mientras bailaba en su lugar, ocasionando que la alfa lo jalara de poco a poco a la pista de baile.
A donde quiera que fuera, dejaba un aroma lindo, un aroma como si se estuvieran mezclando dos.

Lisa sonrió al sentir y oler que Taehyung estaba aceptando de poco a poco las feromonas de Jungkook, Flor de loto, con menta. Entrelazó sus manos y comenzaron a bailar, dejando salir una grande carcajada al omega, una sonrisa que no había visto tan honesta, liviana...

Libre.

La chica sonrió, acercándose a abrazarlo, ganándose un abrazo también.

De todos modos, era también por ella que cada vez estaba mejorando.

La lluvia era opacada por la música alegre que resonaba en las paredes, pero de todos modos, en cualquier momento se debía salir a enfrentarla y lidiar.

5/6