Capítulo 29
—¿Viaje a algún lugar nevado? Pero ya hace frío aquí. —Rosé tomó del café y Jennie sólo rió, moviendo la miel, agitándola por el té de manzanilla, cálido, que echaba su vapor. Habló con una sonrisa.
—Pensamos que sería romántico viajar nosotras dos, junto a mi papá y su novio, a quedarnos una semana en Ruidoso, apartamos unas cabañas para renta. —Rosé alza las cejas de una forma atrevida, acercándose más, pasando una caja de condones.
Jennie sólo hizo un 'o' con su boca mientras veía la talla, pero después vio a la hermana de su alfa.- Dijiste cabañas y pensé en algo alejado, esas son las palabras para tener listo todo, botiquín, algo lindo. -sus cejas de nuevo, moverse en un ritmo constante, sonriente, en un ritmo que Jennie jamás pensó que se podrían mover unas cejas.
Carraspeó.— Gra-Gracias por eso... los guardaré. —mostró la maleta que estaba lista, y palmeó la bolsa aparte, donde los guardó, sonriente.
¿Llegaría a pasar?
Jennie dejó de ocupar y querer verse como algo a lo que Lisa se negaba constantemente y no quería, porque en esas noches donde sus besos suben, donde la pelinegra relame y acaricia, con sus dientes, la marca mientras sus manos acarician todo lo llamado cintura y piernas de su omega.
No lo niega, pero de todos modos, Jennie necesita un poco de tiempo.
Pueden ser años, meses, o hasta días. Sólo sabe que necesita un poco más, un poco. El antes 90% de tiempo bajó a un 5, o puede decir, 2%. Jennie de corazón espera que sea un 1 o 0%, no porque siente que ha hecho esperar a Lisa o por ella, porque la alfa le ha dicho de todo corazón que será como ella quiera. Lo hacía por ella misma.
Jennie se despidió de Rosé, que se apoyó en la madera y salió Jisoo, besando su hombro.
Al parecer las hermanas Manoban se unieron en protesta para no ir, algo que encontró, como apoyo.
Los alfas normalmente pueden cortar lazos con cualquiera que le haya hecho daño a su omega, ya sea físico o verbal, y no lo muestran para seguir 'fuertes'. Los omegas no lo hacían, se mostraban afligidos cuando se tenían que separar de sus familias y lo notó, en ella, en los primeros días que durmió con Jungkook y después con Lisa, y en Rosé, porque ahora tuvo una sonrisa triste que era abrazada por su novia.
Ahora Lisa la abrazó, invitándola a meterse al Uber, y cierra la puerta para ella correr a la otra dirección, resbalándose por el hielo.
—¿Está Ten? —Jennie asintió, por lo que su alfa lo tachó de la lista— ¿Tu papá ya verificó su boleto? ¿Ya estamos todos? ¿No falta ningún boleto? —Jennie sostuvo su rostro, haciendo que la vea, sonriendo.
—Ya estamos todos, amor —Lisa asiente, pero de todos modos vuelve a leer todo lo de la lista, tachándolo con su lápiz del dos, y sonrió—. ¿Tú ya estás lista?
Su alfa asintió, acercándose a besarla.
Un beso lindo. Un beso que la hizo hacer un mohín en busca de otro y la alfa no era quién para negárselo.
¿Había viajado en avión? Sólo recordaba que a la isla Jeju cuando tenía 4 años, su papá tenía las fotos, fotos que notó que se las estaba mostrando a Ten en su celular, riendo, y el otro hombre le pone su completa atención...
Por lo menos su padre ya superó a mamá, y la hace feliz.
Las heridas ya sanadas y las que faltaban, en ese proceso que sólo faltaba poco, sólo un poco. Jennie se apoyó en el hombro de su alfa que la vio, y buscó, buscó en su bolso que tiene tantas cosas para sacar una pequeña almohada caliente, levantando su cabeza para que ahora, se apoye en su hombre sobre la almohada.
Esos gestos que la hacen sonreír, recostándose sobre ella, señalando la pantalla.
—Mira, hay series. —dice Lisa, y Jennie, después de 10 años, presiona 'Hora de Aventura'. Su dedo no tembló cuando se acercó a la pantalla, tampoco fue de que no dudó, pero bien dijo Lisa.
'Crear nuevas memorias entre nosotros.'
Borraría ese recuerdo, el que le hace tener náuseas, para que esa serie en lugar de recordarle un hecho asqueroso, le recuerde su primer viaje en avión con Lisa.
Jennie sonrió, escuchando por el audífono compartido, la serie animada, disfrutando por completo de todo.
Cayó profundamente dormida, algo que jamás creyó que pasaría mientras ve esa caricatura, pero de todos modos sólo se levantó para tallar sus ojos y ver a la pelinegra dormida, con la boca levemente abierta, roncando bajo, sin alertar a los demás. Sólo nota su ventana cerrada, la de los demás, y se estira, como puede en los asientos.
No sabe cuánto durmió, pero prendió su pantalla para ver cuánto faltaba para llegar.
Unas horas, y ella sonríe, volviendo a acercarse a su alfa, y ahí nota que había una cobija tapándolas, cobija que había caído por sus recientes movimientos.
Jennie sólo vuelve a acostarse junto a la otra, tapándolas, pero después comienza a usar su celular sólo viendo fotos, por el modo avión.
Fotos de ella y sus amigos, en fiestas, en la universidad, de Jungkook, de Taehyung haciendo un aro de humo, fotos divertidas que la hacen sonreír mientras las desliza hasta que llega a una.
Su primera foto con Lisa.
Es una que sólo muestra de la nariz para arriba, ambas, mientras Jennie hace un símbolo de amor y paz. ¿Qué habían hecho ese día? Según recuerda Jennie, fueron al parque porque Lisa dijo que era temporada de una especie de mariposas.
Ese día una se paró en su cabeza, cosa que hizo a la alfa tomarle una foto, una foto tan hermosa que mandó a enmicar y tenía de fondo de pantalla.
La siguiente foto, Lisa apoyada en su cabeza, sonriendo, con sus lente algo movidos por el reciente apoyo, y la mitad de la cara de Jennie. Más fotos, ahora sus dos rostros enteros, sonriendo, con algún sonrojo en las mejillas de algunas si no es en las dos, hay fotos en las que Lisa sólo ve a Jennie o viceversa.
Una video que grabó, mientras bailaban, más fotos, algunas de Lisa sólo desprevenida como leyendo con sus lentes (que le encantan a Jennie), o haciendo galletas, una receta que Seungwan compartió.
Una galería que muestra, como ellas dos crecieron en su relación o como persona, de confianza, amor.
Jennie estaba enamorada, se notaba en las fotos, y en esas fotos que tomó desprevenida, donde sólo Lisa la veía con una sonrisa y esos ojos... Ella sonrió, eligiendo una como foto de perfil.
Pero gruñó cuando recordó que no tenía internet o algo parecido.
Apagó su celular, de todos modos, y se volvió a apoyar en el pecho de su alfa que mostraba una respiración calmada. Jennie sonrió.
Un avance hasta ahora, uno de sus puntos máximos, acompañada por su alfa.
Tenía razón cuando afirmó que Lisa era ese apoyo.
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