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Chapter 6 [🦋]


9:04pm

Maratón 1/3

Seokjin;

La ansiedad me carcomía. Era la primera que me sentía así, ¿pero qué podía hacer en estos momentos, sino caminar hasta abrirle un agujero al suelo? Jungkook no respondía el puto teléfono, y para variar todavía no encontraba algo que me sirviera contra esos hijos de puta. Lo que más me inquietaba era el hecho de que también tenían en la mira a Alexandra y eso no pintaba para nada bien. La utilizarían para llegar a nosotros, de eso no hay duda. Y todo porque sale con Jungkook. Eso es lo que implica toda ésta mierda de la que somos parte.

—¿Todavía nada? —inquiero, colocándome a un lado de Choi.

—No, señor —responde, mientras su mirada sigue fija en la pantalla del computador.

—¡Mierda, Choi haz algo! —reclamo— Dime que al menos cambiaste a los imbéciles que nos estaban custodiando.

Me asiente desde su lugar mientras sigue tecleando algo que no entiendo en lo más mínimo. Tomo mi teléfono para marcarle a la única persona que es capaz de encontrar a Jeon en estos momentos. Realmente confiaba mucho más en él que en los inútiles que trabajan para nosotros.

¿Hyung? —pregunta cuándo contesta, esperando a que le diga las instrucciones.

—Necesito que hagas algo por mi —comento— Tenemos problemas.

Y como es de esperar de mi hermano, no dice ni inquiere nada, solo acata mi orden de manera inmediata.

—¿Qué necesitas?

—Encuentra a Jeon —digo— Lo necesito para ya, Taehyung.

—Y lo tendrás para ya, Dyavol.

Sonrío ladino.

—Ese es mi chico.

{...}

Si mal no recuerdo la casa de la amiga de Alexandra quedaba por esta calle y según Jungkook, la castaña llevaba días quedándose con su amiga por un motivo que ambos desconocíamos.

Le doy al cambio para doblar a la derecha mientras me guiaba por el GPS que estaba conectado a mi auto, así no corría riesgos de perderme. Según las coordenadas de mi hermano, Jungkook se encontraba manejando hacia la avenida principal y si es así, el debía de venir en camino para traer a Alexandra a casa, ya que ese era el camino de regreso de la playa. Estaciono el auto frente al lugar y me bajo, para caminar directo y a paso rápido hacia la entrada de la casa. Esto era lo que pasaba cuando eras el segundo al mando además del heredero de tu propio Imperio; todas las órdenes y problemas venían hacia mi. Toco la puerta unas tres veces obviando el hecho de que había un timbre, era urgente. Pasan segundos en los que no escucho ni veo intenciones de que alguien abra la puerta. Alzo mi brazo para volver a repetir la anterior acción, pero la puerta es abierta repentinamente deteniéndome  y tuve que tragar fuerte cuando vi a la persona que me recibió.

Cabello corto gris al igual que sus ojos, piel blanca, labios finos y unas piernas de infarto. Así era la chica que se encontraba parada en el marco de la puerta frente a mi, mientras me observaba expectante de saber quien era la repentina visita.

Joder, las diosas si existen.

Tengo cero dudas sobre eso.

Porque la chica frente a mi era una diosa exótica.

—Perdón, ¿te conozco? —inquiere, analizándome de pies a cabeza, justo como lo hice yo, hace segundos— ¿Necesitas algo? —inquiere cuando ve que no respondo a su primera pregunta.

¡Reacciona estúpido, deja de pensar con la polla!

¡Cállate, ridícula!

Me obligo a reaccionar, luego de haber mandado a la mierda a mi estúpida y metiche conciencia, que no hacía más que joderme en momentos como estos, fijo mis ojos nuevamente en la preciosa chica frente a mi, porque si, era sumamente hermosa. Vuelvo a darle un repaso a su cuerpo cubierto por ese pequeño conjunto deportivo, comenzando por sus esbeltas piernas hasta llegar a sus ojos que me miran esperando a que al menos aclare su duda sobre quién soy.

—Perdona —comienzo a hablar luego de haber reaccionado por completo— Estaba buscando a Alexandra, ¿está?

—No, ella... un momento —se detiene de golpe, me mira con un cambio de semblante drástico— ¿Quién eres? —inquiere, dándose cuenta de que obvió ese detalle— ¿De dónde conoces a mi amiga? —cruza sus brazos.

Su expresión toda desconfiada me dan ganas de reír, pero aún así reprimo esos deseos. No quería comportarme mal en un primer encuentro. Su desconfianza me recordaba a cuando conocí a Alexandra, ahora entendía de dónde salía esa actitud.

—Lo siento, por mi falta de cortesía. Soy Kim Seokjin —camino hacia ella, extendiendo mi mano— Soy amigo de Alexandra, un placer.

Su mirada grisácea se queda fijamente sobre mi mano extendida y puedo jurar que se lo está pensando mucho antes de aceptar mi gesto.

¿Será que todas las chicas son iguales, que cada vez que ven a un desconocido piensan que es un cabrón que las secuestrará y violará?

¿O es que es entre amigas?

Me quedo literalmente sorprendido cuando veo como su mano se posa sobre la mía.

—Lalisa Manoban, un gusto.

Lalisa.

Era un nombre hermoso, único.

Así como ella.

Siento un pequeño estremecimiento en mi cuerpo al sentir el calor que emana de su mano a la mía. A pesar de haber aceptado mi mano, pude sentir perfectamente la desconfianza que aún siente hacia mi y la sonrisa que de por si ya tenía en mis labios se ensanchó al ver la reacción por mis palabras.

—Tranquila, no te comeré preciosa.

Sus mejillas se tornaron de un rojo intenso, por alguna razón me había gustado tanto eso que ladeé mi rostro viendo encantado el sonrojo en sus mejillas.

—Te sonrojas muy rápido, para la desconfianza que sientes hacia mi, preciosa —comento.

Retiró su mano, y me dedicó una sonrisa que no supe descifrar en ese momento y que por ende me dejó algo fuera de contexto, ya que aún podía ver la vergüenza en sus cachetes.

—Es cierto —comienza a hablar, mientras se acomoda mejor en su posición— Pero no me puedes culpar por mi debilidad antes los hombres como tú.

—¿Cómo yo? —inquiero arqueando una de mis cejas.

—Si, como tú —afirma— Pero te dejaré con la duda de saber que tipo de debilidad es.

Me quedé boquiabierto ante esta nueva actitud, tenía agallas a pesar de sonrojarse muy fácilmente y eso, indiscutiblemente me hacía doler la polla.

Ella definitivamente era totalmente diferente a su amiga y eso me comenzaba a gustar.

Ella comenzaba a llamar mi atención de una manera única.

Inigualable.

[🦋]

Bueno😏

Aquí el primer encuentro de estos dos.

Como que a Jin se le olvidó a que vino.😅

No se que opinan ustedes, pero amé esa actitud de Lisa.

Como verán al principio del capítulo, toca maratón, así que esperen ese otro capítulo con ganas.

Nos leemos.

💜

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