capítulo 18
Plagg es el dios de la destrucción pero la mayoría del tiempo todos lo olvidan, quizá es debido a su naturaleza despreocupada o su apariencia extremadamente adorable, sin embargo su poder es abrumador, potente e incontrolable, si lo usara podría borrar Paris del mapa con un movimiento de su garra pero eso molestaría a su cubito de azúcar y eso era suficiente aliciente para controlarse y seguir las reglas en la medida de lo posible.
Pero su paciencia estaba desgastándose. Después de todo no era tan amplia para comenzar.
Habían pasado ya casi dos horas desde que habían vuelto de patrullar y el rubio aun paseaba histérico por su habitación, a veces murmurando, otras tirando de su pelo o mordiendo sus uñas. Estaba frenético después de lo que había visto mientras espiaba a Ladybug como un vulgar acosador.
—Plagg, ella no puede ser Ladybug, estaba alucinando. ¿Verdad?
Ver a Ladybug y Viperion marcharse juntos lo había llenado de celos irracionales y eso lo había vuelto idiota sin duda alguna. El chico los siguió y justo frente a sus ojos los vio dejar caer sus transformaciones y salir tomados de la mano de un callejón.
—Tu estabas ciego la chica bonita estaba enamorada de ti pero tu solo la deseabas con el traje.
Se podría decir que esa imagen fue como un golpe en el rostro para el chico y sin duda uno bien merecido pues ver que la chica que idolatraba era la misma chiquilla que el rechazaba a cada oportunidad tratándola como una amiga eran la misma había sido sin duda un golpe directo.
—Marinette es mi Ladybug, Luka fue el impostor, el es Viperion...
El chiquillo se estaba comportando como un rey del drama, había invadido la privacidad de la chica bonita y esperaba de todo corazón que cuando su cubito de azúcar lo supiera no le arrancara las garras o peor lo castigara sin poder comer queso.
—¿Quieres un poco de queso?
Le tendió un poco de su mejor y mas añejo queso pero el inculto chiquillo lo ignoro y continuo paseándose frenético por la habitación, se encogió de hombros y devoro su manjar, si el peor caso resultaba posible al menos ya habría disfrutado tanto queso como pudiera.
—Marinette... ella estaba frente a mi y no fui capaz de verla.
Plagg cerro los ojos intentando ignorar la voz cada vez mas chillona del chico para disfrutar su aromático y cremoso queso. Era maravilloso y delicioso disfrutar de un perfecto bocadillo y si su portador cerrara la boca seria aun mejor.
—La deje sufrir en manos de Lila, la deje casi ser poseída por una mariposa varias veces... soy un idiota.
Plagg hizo una mueca al verlo golpear su frente contra la pared de su habitación varias veces y estaba tentado a pedirle que lo repitiera para gravarlo pero dudaba que sus pocas neuronas sobrevivieran a otro de esos golpes.
—El primer paso siempre es admitirlo chico...
La humanidad no estaba del todo perdida, al menos este rubio sin cerebro estaba admitiendo su estupidez.
—Mi lady fue atacada Plagg... ¡Mi lady fue casi violada por que yo dejé que Lila mintiera!
Plagg chasqueo la lengua irritado al escucharlo. Era idiota. Definitivamente estaba viendo sin ver lo que ocurría, estaba tan cegado por sus ilusiones que la realidad se le escapaba. Sintió pena por sus neuronas, seguro eran tan pocas que se sentían solitarias, quizá le costaba tanto entender cosas tan obvias por el eco allí dentro.
—Eres un cobarde chico, eso lo sabía desde hace mucho tiempo. Tienes miedo a estar solo y si decías la verdad Lila te atacaría y te paralizó el miedo muchacho. Miedo a que te dejaran solo.
Adrien miraba a Plagg con ojos redondos llenos de arrepentimiento, era una pena que su arrepentimiento no fuera sobre las cosas correctas. Ladybug no era real, no era la verdadera si no la persona tras la mascara.
—Lastime a mi Lady Plagg...
Ladybug era solo una minúscula parte de la vida de la chica bonita, ella pasaba unas pocas horas tras la mascara en su vida diaria pero era Marinette el resto del tiempo.
—Pese a todo aún estas ciego chico... no lastimaste a Ladybug, hiciste algo peor. Lastimaste a la chica bonita, a una chica que estaba obviamente enamorada de ti por que para ti no era suficiente.
Los humanos eran extraños, siempre buscaban lo que no podían tener, Adrien deseaba fervientemente el amor de Ladybug pues ella lo rechazaba pero ignoraba el afecto de Marinette cuando era bastante obvio.
—Pero ella es Ladybug, mi Ladybug.
Claro que la chica pasaba por lo mismo, ella idolatraba a Adrien pero solía rechazar cualquier cosa mas allá de amistad con Chat Noir. La estupidez humana era enorme después de todo.
—No muchacho, ella no es tuya. Ni esta obligada a casarse contigo por que tu eres el gato negro. Ella es feliz con la serpiente y nada que hagas va a cambiar eso.
Por mucho que eso del Destino y el tiempo fueran cosas de Sass no podía obviar que si bien existían ciertos puntos invariables que no deberían cambiarse nada era definitivo, el destino no estaba escrito en piedra y se podía moldear con las elecciones de las personas.
—¿Cómo puedo lograr su perdón Plagg?
Libre albedrío. Todos los seres inteligentes, y los idiotas también, lo tenían y eso era lo que daba forma a los acontecimientos, el destino era solo la suma de las muchas elecciones de todos y ese simple concepto parecía ser completamente imposible de entender por el rubio lloroso frente a él.
—No puedes hacer nada chico, tu no buscas su perdón si no su amor y eso es imposible, ella ya le entrego su corazón a otro. Resignarte muchacho.
Su cubito de azúcar era definitivamente afortunada, su portadora había logrado romper ese horrendo cuadrado del infortunio amoroso y encontró una persona que la amaba y a quien amar.
—No, no puedo. Si ella sabe que soy Chat entenderá, verá que es el destino...
De nuevo la misma mierda del destino. Adrien estaba olvidando que hablaba con el mismo dios de la destrucción y que no había nada que no hubiera visto en sus muchos siglos de vida.
—Adrien Agreste si intentas revelarle tu identidad a Marinette me encargaré de llevarme tu anillo y jamás volverás a ser Chat Noir. No te dejaré mostrarle que Chat Noir es el mismo idiota que la lastimó tanto. No merece sufrir aún más cuando aún no logra recuperarse de lo que le ocurrió.
Flotando frente al rostro del rubio hablo. Fuerte y claro. Le dejo bien claro que él no estaba bromeando, que no estaba jugando y que el no era su mascota y por supuesto no era su esclavo.
—Pero Plagg...
El era un dios. Uno tan poderoso que mas le valía no olvidarlo por lo que no se dejo interrumpir y continuo hablando un un tono frio y serio que jamás había usado con el chico.
—Soy el dios de la destrucción Adrien, se todo sobre traición y tu escribiste un capítulo nuevo en mi libro. Estas advertido, di algo a la chica bonita y perderás tu Miraculous. Yo no soy tan obediente como Nooro que aún cuando su portador es una mierda se queda con él. No soy tu propiedad ni te debo obediencia. Soy un dios antiguo de poder inconmensurable y deberías recordarlo.
Adrien mudo y congelado solo puso asentir a sus palabras sin decir nada y apretar su mano en un puño inconscientemente intentado que su único soplo de libertad no le fuera arrebatado y vio a Plagg desaparecer rumbo a su alijo de queso.
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Le dolía como el infierno la espalda y el resto del cuerpo, la cama era una placa dura con un intento de colchón tan arruinado y delgado que sus días allí eran solo ligeramente peores que las noches.
La comida era una mierda, la cama era el infierno y además de eso era una de las residentes mas pequeñas, tanto en edad como físicamente y solía ser el blanco del acoso de las otras chicas que en su mayoría eran malvadas y no caerían en sus manipulaciones y recientemente era la victima favorita de la nueva carcelera.
Una maldita mujer que se la pasaba tras ella durante todos sus turnos vigilándola, la miraba con tanto desprecio como si la hubiera agredido personalmente pero Lila no podía jurar que nunca la había visto antes, la miraba como alguien ve a una cucaracha antes de aplastarla bajo el zapato y la obligaba a realizar las tareas mas pesadas y de la manera mas humillante posible.
Había intentado salir de esas mierdas de labores apelando a heridas y tratando de generar compasión pero esa bruja ni siquiera se digno a tomar en cuenta sus lagrimas o la dramática manera en la que se dejo caer al suelo mientras sujetaba su pierna.
—Levántate Rossi, no estás de vacaciones. Es hora de lavar los baños así que apúrate a terminar esos pisos y no olvides limpiar el vomito de esa esquina, comienza a secarse, pensándolo bien quizá necesites una espátula. Recuerda que si quieres comida aquí debes ganarla.
Lila odiaba cada segundo de esa tortura y su rencor por Marinette estaba creciendo, oculto en un rincón de su alma. La odiaba y no la perdonaría jamás por mandarla a ese lugar, tampoco perdonaría a su madre por permitir que la encerraran allí.
Arrodillada en el suelo, sujetando un asqueroso trapo miro a la mujer que se cernía sobre ella mirándola como si de un momento a otro fuera a aplastarla con su bota. Odiaba sentirse así, odiaba ser humillada y tratada como basura.
—No pierdas tu tiempo, todos sabemos de tu largo historial de mentiras y acoso escolar. Nadie caerá en tus tretas jovencita.
Se limpio las lagrimas con rabia y casi deseo gritar y maldecir pero el hematoma que aun tenia en su espalda por la paliza de hacia un par de días que esa maldita mujer simplemente fingió que no ocurrió frente a ella le recordó que no era buena idea provocarla mas.
—Ahora deja de llorar y muévete, esos baños deben estar relucientes y rápido.
Gruño con rabia disimulada y se encamino para tomar lo que necesitaba pero cuando estaba por tomar un trapeador para limpiar el suelo la mujer se lo arrebato y le entrego un trapo desgastado y le indico con la mirada que usara eso para limpiar el suelo.
—¿Por que me miras así delincuente? Tu te buscaste esto. Ya que dices que tu pierna esta herida limpia bien el suelo, te estoy autorizando a sentarte pequeña escoria.
Con lagrimas de rabia se arrodillo en el suelo y sumergió el trapo en el agua. Marinette estaría jodida cuando saliera de ese infierno de lugar, ella era la culpable. Si hubiera ido obedientemente a su muerte nada de esto estaría pasando. O al menos se debió quedar callada y no involucrarla.
—Eres una idiota, a las chicas como tu se les trata como la basura que son, tu no eres nada. Aquí mando yo. Si te ordeno algo lo haces, acusarme con los otros guardias solo empeorara tu situación.
Por primera vez en mucho tiempo las lagrimas de Lila fueron reales, lagrimas de rabia, de impotencia y humillación que quemaban todo el camino por sus mejillas y caían al sucio suelo bajo sus rodillas.
—No eres nada y ninguna mentira te salvara aquí. Quédate callada y obedece si quieres evitar las palizas.
De pronto el dolor en su espalda la asalto y su mejilla choco fuerte contra el feo azulejo gris a centímetros de la desagradable mancha de vomito, el peso de una pesada bota la fijaba allí como un insecto aplastado y Lila apretó los dientes para no gemir de dolor y darle el placer a esa mujer de verla sufrir.
–Levántate basura mentirosa y agradece que no tienes nada roto.
El peso desapareció y escucho los pasos alejarse antes de levantarse, odiaba ese lugar, era el infierno pero cada humillación y golpe algún día lo pagarían. Ella era Lila Rossi y siempre se salía con la suya, quizá esta vez le tomaría mas tiempo pero sin duda la destruiría. Algún día Marinette Dupain-Cheng pagaría por todo lo que provoco.
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-Pastel de triple chocolate para celebrar que nuestra familia es oficialmente un poquito mas grande. Bienvenido, esta siempre será tu casa y me encantaría poder presumir que eres mi yerno.
Marinette miro fijamente el rostro alegre de su papá, los brillantes ojos de su madre al mirarlos y la sonrisa hermosa, pura y honesta de su maravilloso novio. Deseo poder gritar de emoción pero sabia que su madre se burlaría de ella sin piedad si lo hacia.
-Querido ya presumías de tu hijo a todas horas antes de que fuera oficial.
Luka sonrió mas al escuchar la suave pero alegre risa de su suegra unirse a la risa como campanillas de Marinette, el relajado y acogedor ambiente en esa casa le resultaba maravilloso y aun cuando le resultaba desconocido tener una figura paterna masculina estaba muy agradecido de poder contar con Tom Dupain en su vida.
-Nunca dude de mi hija, ella lleva mi sangre y sabia que cuando se diera cuenta de que encontró el amor, un poco mas joven de lo que yo deseaba si debo ser honesto, no lo dejaría ir.
Luka reconoció el movimiento nervioso de rascar su nuca y supuso que era inevitable, Marinette era una mezcla perfecta de ambos padres y estaba tremendamente agradecido de que lo aceptaran en su familia.
-Cariño nos conocimos el primer día en la universidad y me pediste matrimonio esa tarde, no eres quien para hablar de juventud.
Sabine beso la mejilla de su esposo quien ya se encontraba sentado mientras dejaba la ultima fuente de comida en la mesa y se sentaba junto a él.
-Eres hermosa querida, en todos sentidos hubiera sido un idiota si te dejaba escapar.
Tom beso suavemente los nudillos de su esposa mirándola a los ojos y tanto Luka como Marinette podían sentir el amor entre ellos como si fuera algo tangible.
-Son tan empalagosos juntos, los amo.
Marinette tiro de ambos y los abrazo causando una risa general, era cálido, alegre y lleno de cariño y Luka se sentía un poco extraño en medio de esa situación tan intima de la familia Dupain-Cheng.
-Ven aquí hijo este es un abrazo familiar. No dudes en llamarnos mamá y papá cuando quieras hacerlo...
Sabine tomo la mano de Luka y lo arrastro hasta que los tres fueron envueltos en los brazos de un eufórico Tom que reía junto a su hija.
-Gracias... por aceptarme.
La voz de Luka fue baja, emocionada y agradecida y Sabine no podía negar que adoraba al chico, independientemente de que fuera el novio de su hija el se había ganado un lugar en su familia y si hubiera sido posible lo habrían adoptado sin dudar en caso de que su hija continuara ciegamente persiguiendo un enamoramiento enfermizo.
-No te preocupes Luka cariño si mi hija no te volvía mi yerno pensaba como adoptarte sin que Anarka me lance por la borda en mar abierto.
Sabine apretó un poco mas el agarre a Luka y le hablo mitad broma mitad en serio por que ella ya lo consideraba su hijo.
-No se preocupe, mi madre la lanzaría cerca de tierra firme, al menos eso creo...
Marinette sonrió. Rodeada de sus seres mas amados y riendo alegres era la verdadera felicidad y estaba decidida a que nada se la robara. Ni Howk Moth ni los Akumas por venir. Ella seria fuerte y valiente para luchar por su ciudad, por sus amigos y su familia.
Después de todo, ya no estaba sola y jamás volvería a sentirse así.
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Hola chicas y chicos tengo que confesarle algo... Esta historia esta resultando un poco difícil de continuar desde el estreno de la temporada 4, el capitulo de verdad mato mi inspiración, fue como un accidente de trafico, era horrible ver como Marinette se comportaba y ver a Luka cada vez mas y mas triste, obviamente la culpa es de los escritores y no los personajes pero cada vez siento menos conexión con Marinette.
Usualmente no me es difícil ignorar el canon cuando no me gusta pero aun que ya no vi los siguientes capítulos después de Verdad un fragmento donde Marinette le dice a Alya que es Ladybug me molesto mucho. Prefirió decirle a la chica que dudo de ella cuando lo de Lila a contarle al chico que la a apoyado siempre, que se desvive por ella.
Me pareció una forma muy cruel de acabar con una pareja que para empezar crearon ellos, Luka es genial como para que su único merito sea estar enamorado de Marinette. Lo mismo con Kagami, la crearon para que Adrien la bote después y pueda tener su ridículo final feliz con Marinette.
Pero no me gusta dejar cosas a la mitad y por eso existe este capitulo. Decidí que es un buen momento para terminar esta historia, claro faltan cosas que arreglar pero si en algún momento mi amor por los personajes renace no dudare en escribir algo mas que llene los huecos que deja esta historia.
También les ofrezco una alternativa, en un mensaje o comentario díganme que piensan que falta por aclarar en esta historia y tratare de hacer epílogos pequeños que expliquen esas dudas y cierren mejor la historia... o algo que les hubiera gustado ver y tratare de cumplirlo para ustedes.
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