Capítulo 18: Um, ¿qué?
Es como si el mundo se derrumbara de repente, como si todo empeorase de la nada, ¿por qué, oh, por qué? Sigo sin creérmelo.
O sea, con Lars estuvimos distanciados un rato pero luego nos unimos más que nunca y ahora... Joder, que no me lo creo, ¡no me lo creo!
Sabía que ese día llegaría pronto pero no me lo esperaba. Fue un ataque de desesperación tras tanta paz, una tempestad tras un día radiante. Es... acerca de Lars.
Nos mantuvimos muy unidos entre la semana antes de su cumpleaños, me ha apoyado un montón con mi tratamiento. Que por cierto, no sé, me siento un poquito más confiada conmigo misma porque ya no tengo a quién me haga daño, voy tranquila pero... me dio mucha rabia igual enterarme de ESA cosa horrible.
La medicación para la ansiedad crónica fue algo -demasiado- fuerte al principio, no niego que no fue hasta hace poco que comencé a sentirme normal, normal. No sé, no he visto mucho arte como para decir que el "síndrome de Stendall" se ha ido, o que he mejorado en ese aspecto, podría decirse que he mejorado aunque no he hallado nuevas amistades hasta el momento... Lo que sí me veo mucho más confiada en mi misma, ¿eso cuenta como progreso?
Sin embargo, omitiendo todo lo anterior, con Lars todo iba perfecto, era el día de su cumpleaños, lo pasamos los dos juntitos en su departamento, que él se dio el tiempo de retirar los cuadros por mi. Y un dato contradictorio a eso: le regalé un cuadro. Pero no uno cualquiera, se trataba de uno que medía un metro y medio de ancho, y de medio metro de alto, no era nada más ni nada menos que "La Última Cena" de Leonardo Da Vinci, ¿recuerdan cuando dijo que lo quería también para ponerlo en el comedor? Pues, le cumplí el deseo con eso.
Había sido todo tan bonito, tan perfecto, hasta que, hasta que...
Me cogió las manos, las acarició con suavidad. Su rostro denotaba inquietud y lástima, cosa que me preocupó de inmediato.
- ¿Lars, ocurre algo? -consulté, me estaba poniendo tensa y eso no me gustaba nada.
- Sí, algo muy terrible, no quería decírtelo pero... -suspiró- ¿Prometes ser fuerte de todas maneras?
- ... -mantuve un ligero silencio, no muy segura de cómo contestar- supongo.
- ¿Supones? ¿Es un "sí", pero un "no" al mismo tiempo? -asentí y casi de forma sincronizada forzamos una risa incómoda- No, fuera de chistes... ¿Prometes ser fuerte?
- Haré lo posible para que sea así... -confesé, de verdad, sí él estaba tan mal, no iba a aguantar mucho.
-Pasado mañana regreso a Dinamarca -declaró y de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro