Capítulo 17: Síndrome de Stendall y la ansiedad crónica.
Ha pasado el suficiente tiempo para poder explicar muchísimas cosas. Tanto que ya es el mes de diciembre.
Partamos por la terrible noticia de Lars: dieron la lista de alumnos que reprobarían el año y no tenían vuelta atrás, efectivamente, yo estaba en la lista. No saben la pena que me dio porque mi madre pagaba mi escuela, y que todo ese dinero haya sido derrochado en vano... re feo, la verdad, no quise mejorar y madurar hasta el último momento.
La situación estaba muy crítica en todo caso. Dejé por completo la escuela para dedicarme más a trabajar para obtener dinero, pero éste ya no sería para el tratamiento de mi madre, sino, para... mi propio tratamiento. De eso hablaré un poquito más adelante, sigamos con el tema de mi madre, que por fin ha logrado reconocerme al cien por ciento, como que su memoria fue afectada un poco, le costaba recordar cosas al principio, que bueno que no resultó un daño irreversible lo de su memoria. En un mes o dos mi madre estará sana al cien por ciento y le darán de alta, eso fue lo que me dijeron los doctores, no saben lo tremendamente agradecida que estaba por eso.
En cuánto mi padre... ah. Ese hombre se va a pudrir en prisión dentro de poco, el juicio está por terminar en cualquier momento y aunque quede "libre" por abc motivo, tiene una enorme orden de alejamiento de mi madre y de mi, el divorcio no estará concretado hasta que a mi mami le den de alta, pero la orden de alejamiento está dada. Joder, si la pobre no hubiera quedado tan mal, no se atrasaría tanto la condena definitiva.
Ahora... creo que algo realmente humillante es cuando tu madre tras aquel "accidente", despierte de un coma y reconozca más al novio de su hija que a su propia hija. Exactamente, cuando yo la visité por primera vez, le costó procesar la información y decía que me conocía pero no me recordaba muy bien, días después Lars va a verla después de nuestra pelea y mi madre lo reconoció de inmediato siendo que sólo lo había visto una vez.
La cosa es que ambos concordaron en que yo no estaba bien mentalmente, que debía visitar a un psicólogo como de lugar. Cosa que estuve obligada a hacer, unas dos sesiones bastaron para dar el resultado: síndrome de Stendall ocasionado por una ansiedad crónica y una personalidad extremadamente introvertida.
Ahora les explico, el Síndrome de Stendall es la llamada fobia que tengo por todo lo hermoso. Supuestamente no es nada grave y no tiene ningún tratamiento psiquiátrico cuando es producido de "la nada", es decir, ves una pintura y te sientes incómodo por mirarla por mucho rato. Como mi caso es por la ansiedad crónica, debo controlar eso y sólo así se irá el Síndrome de Stendall.
Ahora, el tema de que aparezca de "la nada", es una estrategia de marketing turística que hay acá en Florencia para aumentar las visitas a museos de arte y a psicólogos de mala calidad, que bueno que el mío logró advertirme de eso. No por algo también se le llama "Enfermedad de Florencia" porque la mayoría de los casos se registran acá y son falsos, por marketing como dije antes. Mientras que yo soy un caso real, mi síndrome no es tan tomado científicamente como tal sino más bien como una fobia ordinaria, y lo que realmente importa arreglar son mis problemas de personalidad.
Para ello, comencé a consumir hace un tiempo antidepresivos, y tengo que ir a psicoterapia dos veces a la semana, informarle a mi madre del asunto y trabajar sólo cuatro horas, en vez de las ocho por cuestión de estrés. Sí, ahora me pago yo misma mi propio tratamiento que era caro, sí, bastante. Que bueno que mis tíos eran de buen corazón y me daban todo el apoyo posible.
Está más que claro que la escuela la dejé al cien por ciento, no planeaba en regresar hasta dos años más sólo para terminar el último año porque buenos empleos sin tener la escuela terminada no dan, sólo por eso.
- ¿Ves que si valía la pena contarle a tu madre? -murmuró en un momento de descanso Lars, mientras jugaba a hacer peinados extraños, reí un poco con nerviosismo- Es una lástima que haya tenido que ocurrir ese grave, emm... "accidente", para que maduraras un poco con respecto a tu futuro... ahora tienes más claro lo que debes hacer en este mundo, ¿no? -asentí.
- Sí, es una lástima que mi pobre madre haya tenido que sufrir eso -suspiré-. Cuando ella esté sana, tendrá que ir a un psicólogo de todas formas para olvidar... todas esas discusiones.
- Um, cierto... -ambos hicimos una mueca- Pero al menos ambas están en proceso de recuperación, estarán bien, si ese "accidente" no pasaba, estarían corrompiéndose cada día más y el final sería muchísimo más fúnebre.
- Tienes razón... -suspiré- Al menos ambas ya sabemos hacia dónde va el tren ahora, la dirección correcta. Aprendimos la lección...
- Y eso es lo importante -cogió mi mano y la acarició, después le dio un beso lleno de lealtad-, el pasado es sólo eso: pasado. Más adelante eso no importará, no debes preocuparte, debes seguir adelante sin más y serás... una persona normal, digna. Nadie te va a pasar a llevar porque tú no lo permitirás, ¿cierto? -asentí- Muy buena niña...
Con eso nos dimos un beso en los labios. No, aún no somos novios oficiales, no tengo ni idea porqué. Lars no quiere proponerme una relación más sería todavía, es algo demasiado extraño. Ambos vamos medios separados ahora, cada uno por su lado y sólo nos vemos un par de veces a la semana en nuestro tiempo libre.
Se volvió demasiado complicado el asunto pero no imposible para nuestro amor, no sé, hay que tener paciencia no más, porque si las cosas se fuerzan, podrían empeorar.
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