Milo: ¿Ya se te paso tu rabiecita?

Camus: Mi rabiecita se debe a que confundiste a Hyoga con un delincuente y lo dejaste moribundo.

Milo: Estaba husmeando a altas horas de la mañana por tu templo.

Camus: ¡¿Y tú que hacías husmeando a altas horas por mi templo?!

Milo: Quería hacerte las visitas nocturnas...

Camus: Tus visitas nocturnas casi dejan a Hyoga sin cara.

Milo: Se le hace una cirugía plástica y vuelve a la normalidad.

Milo: Capaz y supere al mismo Ken en belleza.

Camus: Que te follen Milo.