Aquella pequeña y jóven albina de cabellos tan blancos como la nieve se encontraba en el parque texteandole a cierto rubio que le gustaba.

— Hey, señorita, déme su teléfono si no quiere terminar en la basura... — Dijo tomando y mostrando disimuladamente una navaja, con tan sólo ver aquél filo metálico, ya le causaban escalofríos a la pequeña Meg— O... Tal vez pueda quedarse con el teléfono y jugar un rato conmigo... Y mi amigo —Le decía algo bajo, acercándose con una sonrisa perversa que expresaba cualquier cosa menos amabilidad o algo bueno...

— N-no es necesario... —Tragó saliva— Y-yo... S-se lo doy, t-tome —Respondió temblando de miedo, acercándole el celular y alejándose del contrario.

— Hmm... ¿Sabes qué bonita? Cambié de opinión... No quiero el celular, te quiero a tí... —Tomó bruscamente el brazo de la albina para llevársela a algún lugar alejado.

— ¡Hey! ¡Suéltala, vagabundo! —El pelirrojo se apareció de milagro y le dió un puño en la cara al desconocido, éste cayó al suelo sangrando por la nariz.

El tipo se levantó de golpe para clavarle ese objeto puntiagudo y filoso, se lo acercó con rapidez pero recibió una fuerte patada por detrás, de parte de la menor y cayó de nuevo al piso adolorido.

Alcanzó a dejar una cortada en el brazo Fox que no tardó en sangrar, el pelirrojo sólo se quejó y se tapó la herida para que el sangrado no bajara por todo su brazo.

— ¡Eso es por meterte conmigo y mi n-! Y... ¡Y-y mi amigo! —Se estaba maldiciendo internamente por casi meter la pata.

El vagabundo se fué corriendo como pudo, dejándolos atrás. A lo que Fox la miró.

— ¿Mi n-? — Burlón, arqueando una ceja y dedicándole una sonrisa, la albina sólo se sonrojó y se cruzó de brazos.

— ¡Entendiste mal! Yo quería decir "amigo". —Bufó y desvió la mirada ruborizada.

Él sólo se puso a reír y al final se quejó del dolor de aquella cortada.

— ... Te... ¿T-te duele? —Se le acercó quitando la gran mano del mayor y mirando la herida que sangraba.

— No mucho... —Soltó otro quejido.

— ... —Ella misma rasgó una de las mangas de un suéter rosa que llevaba puesto y se lo amarró al menos mientras podían llegar a algún lugar en dónde curarlo y desinfectarlo.

Al ver éste acto "tierno" a los ojos del pelirrojo, un leve sonrojo apareció en sus mejillas y le sonrió a la albina.

— Gracias enana... Por eso te amo —Rió y le dió un pequeño beso en la frente.

Ella se puso roja y se apartó rápidamente.

— N-no te hagas muchas ilusiones, idiota, sólo te estoy ayudando como cualquier amiga. —Frunció el ceño.

— No importa, al menos sé que te preocupas por mí, y eso me hace más que feliz...

— ¡Hmp! —Se cruzó de brazos y avanzó al lado contrario.

— ¡Hey! Te quiero acompañar... No quiero que dañen a mi enana...

— ¡Que no soy tuya! ¡Y me sé defender!

— Oww, vamos. —Le hizo ojitos de cachorro y ella soltó un suspiro.

— Ok... Sólo por ésta vez...

Él la abrazó y ella lo apartó.

— Nada de abrazos ni roces, ¿Ok?.

— Hmm... Ok... —Suspiró y empezaron a caminar.

— Oh, ¿y podrías dejar de molestarme siempre por el Whatsapp?

— Pequeña, eso es como si me pidieran dejar de respirar o que me pidieran dejar el pudin.

Ella rodó los ojos fastidiada y él la abrazó, Meg se intentó separar pero no pudo...

Y dejó caer su cabeza en el brazo del mayor.

— Sólo por... Ésta vez... —Murmuró bajo con un fuerte rubor.

—Te quiero, enana. —Acarició la cabeza de Meg y fueron a su destino: La casa de la pequeña albina, donde al final, el pelirrojo fué hechado por tratar de besarla.

— ¡Déjate querer, enana!

— ¡Lo haré cuando Spring sea mi novio! —Cerró la puerta de un golpe, dejando a Fox fuera de la casa.

— Sé que en algún rincón de tu corazón estoy yo... —Susurró con una sonrisa para después irse a su casa.

¿La albina?
Ella estaba con la cara completamente roja.

— ¡Idiota, idiota, idiota! —Respiraba aceleradamente, con la cara hundida en la almohada y gritaba una y otra vez insultos para el pelirrojo— ¡No te amo, no te amo! ¡E-entiende de una vez!

Esa tarde ella no revisó Whatsapp,  ni los 500 mensajes románticos del chico "zorro", pues se quedó dormida abrazando esa almohada, soñando con una sonrisa que para Fox, valían una fortuna.

~~~~~~~~~~~~~~~~
Kk, lo c, pero algo es algo¿.