Nota: Capítulo inspirado en la película "¿Qué esperar cuando estás esperando?"

(3 meses después)

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(6 de mayo de 2022)

Las cosas habían vuelto a la normalidad hace varías semanas, Deadpool volví al chat después de que se aseguró que su hija estuviera bien, el grupo estaba más unido que nunca y hablaban sin parar. Todo estába en tranquilidad, sin nada que lo pudiera alterar, hasta que...

—¡Ah! —gritó de dolor Diana en la sala de partos.

Hace unas horas estaban todos reunidos como lo hacían casi todos los fines de semana cuando la fuente de la princesa amazona se rompió, todos entraron en pánico, a excepción de los padres que estaban en shock, no fue hasta que Loki dio un grito, que hizo que todos volvieran en sí, que llevaron a Wonderwoman al clínica privada, de la que por cierto, Bruce Wayne era dueño.

Otra contracción se dio y Diana volvió a gritar apretando las manos de sus amigos -una de Bruce y otra de Clark-, eran tantos los apretones que las manos de los futuros padres se estaban volviendo rojas.

—¡Ay, Diana! eso dolió —reclamó multimillonario.

—Cállate imbécil —fuera había quedado la dulzura que la caracterizaba, ahora sólo se encontraba una mujer con el dolor de traer al mundo nueva vida—, no se como me metí en esto —cuestióno con una mueca de dolor.

—Calma, respira conmigo —seguido hizo movimientos con amabas manos para que lo imitara—, eso es, uno; dos, uno... —no termino de hablar porque recibió un puñetazo en la cara—¡Diana! —grito a modo de reclamó.

—Lo siento, yo...¡Agh! —volvió a gritar.

—Ya se nota la cabeza —informó la doctora.

—Ya falta poco, vamos tu puedes —animó Clark–, repite conmigo: Lo lograré.

—Lo lograré, lo lograré —se puso a llorar—, no lo lograré.

—Vamos, puja una vez más —pidió la doctora.

Diana pujo una vez más y se escucho un llanto, mejor dicho dos, uno del bebé y otro de Diana. La doctora corto el cordón umbilical y le pasó el bebé al enfermero, Robin había nacido.

Cuando el enfermero se acercó con el recién nacido, todo pareció ir en cámara lenta, y cuando porfin llegó a los brazos de Clark, se sintió una alegría inmensa y cálida en todo el lugar; bajo un poco al bebé para que Bruce y Diana pudieran verlo, cuando lo hicieron ambos sonrieron y Bruce soltó una lágrima de felicidad, le entregaron el bebé al personal de salud para que lo revisaran y bañaran.

Un nuevo gritó se escucho de parte de Diana, aún faltaba una bebe.

Esta vez los ánimos se reavivaron y volvieron a tomarse de las manos, el proceso fue más fácil —aunque igual de doloroso—ya que el parto anterior había dejado las cosas preparadas.

—La niña quiere salir rápido —alentó la doctora.

—Yupi —dijo aliviada.

—Vamos, ¡Con todo! —gritaron la pareja al mismo tiempo.

Diana pujo con todas sus fuerzas y al cabo de un par de minutos, salió una bebé, Martha había nacido. Se repitió el mismo procedimiento anterior pero está vez la bebé fue llevada a los brazos del multimillonario, la sensación de tener a su hija en brazos fue algo glorioso, y por un momento pudo sentir como si estuviera conectado con su madre, acercó a la recién nacida para que Clark y Diana la vieran; ambos sonrieron y le entregaron a la niña al enfermero para que también la revisaran y bañaran.

La doctora recomendó que Diana durmiera después de que se le suministraron los medicamentos y así lo hizo, por mientras los salieron a avisar a los miembros del chat que los niños habían nacido bien, todos se alegraron y festejaron. Después de una hora un trabajador del hospital se acercó a los padres y les dijo que podían ver a los bebés, emocionados, ambos los siguieron y vieron a sus hijos atraves de un cristal en una cuna conjunta.

—Tratamos de ponerlos en cunas separadas pero se pusieron a llorar, así que tuvimos que colocarlos juntos en una grande, no habrá inconvenientes de salud por eso —ambos a sintieron y la enfermera se fue.

Martha y Robin estaban ahí, tranquilos, tomados de sus diminutas manos, siendo observados con un inmenso amor por sus padres.

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(28 de mayo de 2022)

La nave de los guardianes de la galaxia aterrizó en el complejo de los Vengadores y estos salieron a recibirlos con confusión.

—Hola, pensé que no vendrían hasta dentro de una semana —comentó Steve al ver bajar a todos de la nave.

—Ibamos, pero a Mantis le empezaron a dar los dolores del parto —comunico Rocket.

—¿En serio?¿Y por qué la trajeron hasta aquí en vez de atenderla allá? —pregunto Natasha con preocupación.

—Se que Stark tiene mucho dinero y podría pagar a quien me asegurará que ambas estén seguras —confesó Drax—, por favor -suplicó.

—Claro, no tienes ni porque pedirlo —respondió Tony.

—No es necesario, estoy bien —dijo Mantis, muy relajada.

—Nunca se está demasiado seguro —objeto su pareja.

Y ya sin más que decir llevaron a enfermería del complejo, que podría ser perfectamente un hospital con el mejor equipamiento gracias a las peticiones de Tony luego del incidente con Clint y Johnny. Mantis se recostó en la camilla y el doctor que iba a atenderla entró.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el especialista.

—Bien, estoy tranquila.

—¿En una escala del uno al diez como calificarias tu dolor?

—Estoy entre el cero y el uno —respondió con una sonrisa.

Después de su respuesta comenzaron a prepararla, Drax se negaba a irse de su lado así que la estuvo abrazando todo el tiempo, todo estaba transcuriendo tranquilo mientras se le daba las indicaciones de que pujara.

—Es como una embarazada fantasma —notó Wanda—¿Y tú cómo estás Gamora? —cuestionó.

—La espalda me está matando, y la bebe no para de moverse dentro de mi, parece que saldrá bailarina igual que su padre.

—Y seguro saldrá igual de hermosa que tú —acotó Quill quien la abrazo por detrás y le dio un beso en su mejilla.

De pronto se escucho un gritó, todos voltearon a ver pero resultó que no fue de la embarazada sino del padre, que se encontraba demasiado nervioso, así que Mantis tuvo que usar su poder para transmitirle tranquilidad.

—Todo va estar bien —le dijo mientras le dio otra pequeña contracción.

—Wow, ya está todo listo para que nazca —informó el doctor—, este es el parto más rápido que he asistido.

—Esperen, quiero estornudar —aviso Mantis y estornudo, acto seguido se escucho el llanto de bebe.

—Esto tiene que ser una chiste —dijo Peter asombrado ante la situación.

—Es una linda bebe alienigena gris con ojos enormes —comunicó el doctor después de cortar el cordón umbilical.

La bebé fue envueta en una sueve toalla y fue llevada a los brazos de su madre.

—Hola Keila —saludó sosteniendo su mantino para transmitirle la alegría que tenía por su nacimiento.

—Nuestra hija —dijo un poco pasmado Drax, luego se acercó un poco más—, te prometo que cuidare de ti y de tu madre con todas mis fuerzas, no cometere otro error.

Como Mantis estaba agarrada a su mano, le pasó su tristeza y como está tenia agarra a la recién nacida esta comenzó a llorar. Rápidamente Drax se apresuró a tomarla en brazos para mecerla y que se calmara, luego de unos instantes la bebé se calmo y se la llevaron para poder alistarla, claro que su padre la siguió para verificar que estuviera bien.

—El milagro de la vida —expuso el Capitán América.

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(14 de junio de 2022)

La nave se dirija a toda velocidad hacia la tierra para que Gamora pudiera dar luz en un lugar seguro, en el transporte solo se encontraban la embarazada, Quill, Groot y Rocket. Drax y Mantis se habían quedado a cuidar a su hija que tenía apenas dos semanas de nacida.

—Que bueno que Mantis y la bebé no nos acompañaron —contó Gamora—, conduces como un animal —reprochó.

—Te daré una noticia, ¡Soy un animal!

—¡No le grites! ¿No ves que esta nerviosa? —recriminó Star Lord.

—Quill, tu eres el que está apretando la silla y tiene la cara de un muerto.

—Es la velocidad.

—¡Ah! —gritó—apurensé.

Rocket hizo caso al pedido y hizo que la nave fuera a la mayor velocidad que podía, bastaron solo unos segundos para que llegarán a su destino, apenas bajaron, la embarazada fue llevada en una camilla a la sala de partos, mientras que a Quill le daban una bolsa de papel para que soplara y se le quitaran los nervios.

Mientras todo estaba siendo preparado, afuera de la sala se encontraban todos los vengadores y los guardianes, todos veían como el llamado Star Lord caminaba de un lado a otro, e inhalaba y soplaba en la bolsa que le habían dado.

—¿Alguien que lo golpee por favor? —pidió Strange—Le hará un agujero al suelo.

—Tranquilo —trató de calmar Clint, ya que el era quien más hijos tenía y sabía cómo lidiar con la presión—, todo va a salir bi...

En ese momento Quill vómito en la bolsa de papel haciendo que todos dieran un paso alejado de él.

—A mí me pasó lo mismo cuando nació Cassie —comentó Scott quién tenía un brazo al rededor de Sam.

—No me siento bien, creo que necesito otra bolsa —en ese momento Natasha se acercó a él y le dio una cachetada—¡Hey! ¿Eso por qué?

—Tenias que recobrar la conciencia, en cualquier momento te llamaran y necesitarás darle tu apoyo a Gamora, así que...—habló con severidad—, deja de ponerte nervioso.

—Bucky suelta una risa—Esa es mi chica.

—Tienes razón, fuera los nervios —una enfermera fue hasta ellos para decirle que ya podía entrar—. Estoy listo.

Junto al personal de salud, fueron a la sala, prepararon a Quill y se puso al lado de su amada.

La bebé iba a nacer por cesárea, debido a que el embarazo que estaba llevando era de alto riesgo, así que la trasladaron a una sala de cirugía.

—¿Estás aquí? —preguntó un poco atontada por la anestesia general.

—Tranquila, yo te cuido —dijo tomando su mano.

Paso al rededor de una hora en la que los doctores realizaron todo el procedimiento, sacaron y limpiaron a la bebé para envolverla en una suave manta. Cuando Quill la tuvo en brazos pudo asegurar que se había convertido en el momento más feliz de su vida, la bebé parecía sonreírle y el tomó su pequeña manito entre la suya. Acerco a la pequeña hacia Gamora y está ebozo una enorme sonrisa.

—Mi hija —sonrió tratando de alzar su mano para tocarla—, Meredith —Peter la miró con sorpresa—, se llamara así —después de que dijo lo último, cerró sus ojos y un sonido extraño se oyó de la máquina a la que estába conectada.

—¿Que está pasando? —preguntó alterado aún con su hija en brazos.

—Necesitamos que salga —pidió una enfermera mientras le quitaba a la bebé.

—¡¿Gamora estará bien?! —preguntó mientras se resistía.

—Tiene que irse —dijo y cerró la puerta en su cara.

Peter estaba consternado, no entendía que había sido todo eso, una imagen aparecia en su mente tratando de darle una respuesta pero él se negaba a que la realidad fuera esa...Gamora no podía morir.

No podía decir con certeza cuánto tiempo llevaba sentado afuera de la sala, podrían haber sido sólo minutos como también horas, no había salido nadie a darle noticias y eso lo tenía al borde del colapso.

No podía perder al amor de su vida, las cosas no podían ser de esta forma, ¿Cómo iba a criar a su hija él solo?, entre el llanto se negó a seguir pensando de esa forma.

Tampoco se dio cuenta cuando alguien se sentó en el suelo a su lado, alzó su cabeza y se encontró con Erik.

—Seguro no esperabas verme a mi aquí —comentó en tono neutral.

—No, nunca hemos tenido ningún tipo de contacto.

—Gracias a Charles nos enteramos que esta pasando, estábamos discutiendo quien debería venir a apoyarte y tome la decisión que iba ser yo.

—¿Por qué? —cuestino limpiando sus lágrimas con sus manos.

—Nos parecemos un poco, ambos hemos perdido a nuestra familia cuando éramos pequeños —comenzó a decir con calma para transmitirle las cosas correctas y no entristecerlo más—, y también perdí a otra persona importante para mi, el punto es que tu tienes a tu hija, no te dejes llevar por la tristeza y furia como lo hice yo, eso te impedirá ver lo bello que te puede traer la vida.

—Pero duele, me duele demasiado el corazón.

—Lo sé, y puedes llorar todo lo que necesites, solo no dejes que eso te quite la oportunidad de disfrutar de tu hija o tus amigos a la larga —dio un suspiro—, es mejor hablar de esto ahora a que lo retengas toda una vida.

—Si, tienes razón, gracias.

—No soy partidario de lo místico o cosas por el estilo, pero tengo un buen presentimiento, si tu también lo tienes harás que se vuelva realidad —el otro solo asintió.

Luego de eso ambos se sentaron en silencio a esperar, no tuvieron que hacerlo por mucho tiempo porque al cabo de unos minutos salió el doctor a decirle que todo estaba bien, y que podía pasar a verla, sin esperar más lo hizo.

—Mi amor, estás bien —dijo llorando de alegría y le beso la frente.

—No te librarás tan fácil de mi —dijo con un hilo de voz apenas audible—¿Cómo está ella?

—Estará bien —tomó su mano una vez más—, todos lo estaremos.

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Los asuste ¿Verdad?

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Faltan 6 capítulos para la gran final

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Dicen que si lees mis otras fanfics tu crush te hará caso, compruébalo.

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Bueno, eso es todo por ahora, nos leemos en la próxima 😉