Sí, casi medio año después, decidí hacer un pequeño extra de esta historia, ya que vi el apoyo que le dieron y lo aprecio mucho♡

En el momento que los novios dieron el "sí", varias fujoshis (y Magetta), lloraron sin parar, aplaudiendo y arrojándoles cosas. La cosa iba tranquila hasta que alguien le arrojó una soga a Hit, para "amarrar al uke". Desde ese instante, todo se salió de control.

    Vamos, que al pobre Hit ya bastante le estaba costando contenerse viendo a su pequeño esposo usando un bonito vestido. Se lo pasarían muy bien en la luna de miel...

-¿Quién será la afortunada que agarre el ramo?

- ¡YO QUIERO, NO PIENSO MORIR SOLA!

- Awebo Tuki, tú al menos tienes novia.

- Ah, cierto.

- ¡Ahí va! - gritó Kyabe, aventando el ramito de rosas moradas hacia atrás. Fue gracioso ver como rebotó en la cabeza de Kurai, para aterrizar en las manos de Magetta.

    Él ni siquiera esperaba tomarlo, fue pura casualidad. Bottamo le dirigió una mirada llena de amor. Era obvio que entre esos dos había algo.

- ¿Quieres pastel, Yuyu? - la mencionada se sonrojó, al ser llamada así por su novio.

- Bueno... espera, tengo una idea - ambos tomaron una cuchara y fueron sirviéndose el uno al otro.

     Varias personas se colaron a la fiesta, incluyendo una cantidad considerable de fujoshis y fundashis. Jimena y Champa se disputaban unos pastelitos, mientras Vados discutía con Zekata sobre cuál era el mejor sabor de helado.

- Hey, ¿tú eres Vet? ¿la chica que salvó el Hittabe?

- ¿Eh? Ah, sí.

- Oh my god, ¡eres la mejor!

- Lo sé, gracias. ¿Cómo te llamas?

- Yai Sharay, ¡es un placer! - sonrió con amabilidad, mientras la otra intentaba disimuladamente quitarse un chicle del pelo.

      ¿Cómo había llegado ahí? Eso se preguntaron todos, cuando vieron a Suhey parada en el techo, gritando como cavernícola.

- ¡Allu Akbar! - gritó, saltando hacia un montón de globos.

     Sin embargo, estos se movieron como por arte de magia, así que cayó, aplastando a Ren. La pobre estaba comiendo pastel de lo más tranquila, sin enterarse de nada.

- Chicas, ¿están bien?

- Sí, señor unicornio.

- Creo que no están bien.

- ¿Cuántos dedos ven?

- ¡14!

- ¡27!

- Mejor las llevamos a un hospital.

- Es broma, estamos bien.

- Ok, entonces... ¡¿se puede saber porqué cojones saltaste del techo?!

- Es que quería volar - respondió, haciendo un puchero. Ren le dio un golpe en la cabeza - ¡Auch! ¿porqué hiciste eso?

- Por idiota.

     Luego de muchas risas, llegó la parte del bufet... donde casi todos se emborracharon. Se supone que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, ¿no?

- Hola, hermoso - habló Bottamo a Magetta - ¿Vienes seguido aquí?

- ¡Tengo que grabar esta vaina!

- Frost, dile a Frost que lo amo - gimoteó Yuki. El otro se rió.

- De acuerdo, él te ama también - respondió, besándole la frente.

- Oye, ¿qué te parece si...

- Hit, vámonos, quiero hacer eso - habló Kyabe. De inmediato, todos se callaron.

     El pequeño se ponía cachondo con el alcohol.

- K-Kyabe...

- Quiero que me des amor~ - se quejó, sentándose en las piernas de su esposo.

     Él no aguantó más y, sin siquiera despedirse, se lo llevó.

     Los demás se quedaron ahí, bebiendo, comiendo, tomándose fotos y haciendo estupideces. Ya saben, lo usual que hace la gente que apenas se conoce por grupos de WhatsApp.

   Espero que les haya gustado, ¡hasta pronto! ~♡