Un plan
Tres días después los siete restantes se reunieron en el parque.
— ¿Por que nos reuniste a todos? — Pregunta Lan.
— Espero que exista una buena razón. — Comenta Rodrigo mientras revisa las ruedas de su skate.
Alejandro los ve reunidos, aunque no esta seguro de estar haciendo lo correcto. — Recibí la visita de un policía.
Veronica revienta el globo que hizo con el chicle. — Eso no es la gran cosa, en casa vienen dos veces por semana, vigilan a mi hermano y mi padre.
Noelia se sorprende. — ¿Tu familia es delincuente?
Se saca el chicle de la boca y lo arroja a un lado. — Solo fueron unas pelea de bar.
Alejandro retoma lo principal. — El punto es que, el policía esta investigando a Whatkill, incluso ya ha logrado arrestar a dos Whatkills , cada uno en ocasiones diferentes.
Todos se quedaron mirando a Alejandro ¿Alguien arresto a Whatkill? ¿Cuantos existen? ¿como lo hizo? Las preguntas empezaron a llover.
Les contó la historia del oficial Martinez, causando gran conmoción entre los oyentes.
— Entonces... el verdadero Whatkill murió años atrás y ahora somos victimas de su sucesor. — Resume Rodrigo.
Toda esa historia trajo una idea a la mente de Noelia — Oigan, si Whatkill cayo en una emboscada una vez, podemos hacerlo nosotros ¿Que piensan?
— No es un mal plan. — Apoya Lan.
Sara nota que Karen esta preocupada. — ¿Que sucede Karen? te ves demasiado preocupada.
— No es una buena idea... saben muy bien lo que sucedió cuando le envié un mensaje a mi novio, tender una emboscada puede ser mucho peor.
Todos se quedaron en silencio, Karen tiene mucha razón, si el plan llegase a fallar seria un completo desastre, sin duda ninguno de ellos quedaría con vida.
Tras haber decidido que por ahora no actuaran se fueron a sus casas a disfrutar de sus vidas, todo esto de vivir al borde de la muerte causo que ninguno quiera desperdiciar un segundo. Aunque en el caso de Alejandro, solo quiere ir a casa y dormir, es el único modo que tiene para evadir todo este asunto.
— Oye, Alejandro. — Veronica viene desde atrás.
— ¿ Veronica? — No logra comprender el motivo por el que lo busca.
La chica se queda para frente a él, se le ve un tanto incomoda. — Bueno... solo quería decirte que respecto a lo que sucedió el otro día... escoger a Reed fue lo correcto.
Sentir la aprobación de ella causo una leve sensación de alivio a su conciencia, aunque no borra de su mente las consecuencias, al menos sabe que elimino al menor bien. Podría ser peor. — Gracias... Si debo escoger matar a alguien... te prometo que no seras tu. — Eso sonó mas agradable en su mente.
Ella solamente oculto su sonrisa con una mano. — No sabes hablar con una chica. — Se saca la mano de la boca para mostrar su sonrisa. — Ya que hablamos de eso, también prometo no matarte.
El chico ve como ella se retira, se da cuenta que mirarla caminar es algo un tanto psicópata de modo que emprende el rumbo a casa, al llegar ve que sus padres están tomando una taza de cafe con Noelia.
— Llegaste Alejandro. — Habla como si se conociesen de toda la vida.
— Tu que... — Antes de poder acabar ella lo toma de la mano, llevándoselo a la entrada de la casa.
— Me lo llevare un momento, disculpen las molestias y gracias. — Dice a los padres de Alejandro.
No entiende lo que esta pasando, jamas había tenido la visita de una chica en su casa y mucho menos pensó que comería con sus padres. — ¿Que haces en mi casa?
— No pude evitarlo, tengo el plan para eliminar a Whatkill, pero necesito usar el favor que conseguiste.
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