Tres
—Deme a su hijo.
La mujer sentada en la banca, echó para atrás la espalda, poniendo protectoramente sus manos sobre su vientre y sus ojos se llenaron de desconfianza.
KyungSoo supo, en ese momento, que la sutileza lo había abandonado al decir semejante afirmación.
Antes que ella objetara, habló de nuevo:
—Lo que quiero decir es que —KyungSoo exhaló—, he querido ser padre en los últimos años, pero no he podido tener la oportunidad. —Miró seriamente a SeulGi, que lo observaba con atención—, Quisiera llegar a un acuerdo con usted, ya que deseo adoptar a su hijo para darle un hogar donde no le faltará nada. Quiero que crezca en una familia que lo ame desde el primer momento —agregó solemne.
Los ojos de Seulgi estaban brillando con un par de lágrimas que atentaban en salir.
KyungSoo, de pie frente a ella, estaba expectante a lo que tuviera por decirle.
Ella llevó una mano temblorosa, tapando los labios. Agachó la cabeza, encorvándose ligeramente.
—No sé qué decir.
Dijo tan bajo, que por poco KyungSoo no la escuchaba.
—Yo... Ni siquiera me conoce —cuestionó con voz temblorosa—. ¿Por qué querría hacerse cargo de este feto?
Técnicamente se trataba de un embrión. KyungSoo no quiso corregirle.
—No quiero hacerme cargo —aclaró—. Quiero ser el padre del pequeño que está creciendo dentro de usted, SeulGi.
Ella frunció el entrecejo y le dio una mirada curiosa a KyungSoo.
—¿Por qué quiere adoptar un bebé? Qué hay de sus —SeulGi señaló directamente a su entrepierna y sus mejillas se acaloraron—. Estoy segura que no es tan viejo, y aún puede funcionar o...
—Mi sistema reproductor está sano —explicó sintiendo la extrañeza ante el giro que había dado aquella conversación —. ¿Puedo sentarme a su lado? —preguntó educadamente a lo que la mujer asintió.
—Tal vez debí decirle desde el principio —retomó KyungSoo mirando la copa del frondoso árbol frente a ellos—. Soy homosexual y no tengo una pareja. Espero esto no la incomode.
—No, para nada. Si es gay o no, no me incomoda.
KyungSoo sintió aliviarse y continuó:
—Como podrá imaginar, no es fácil para mí que el sistema de adopción del país me elija entre decenas de pareja normotípicas. Y créeme, lo he intentado —dijo con honestidad—. Por lo que la única manera plausible para mí, es que sea la madre, quien voluntariamente acceda a darme su hijo en adopción.
—No lo había pensado de esa manera. Ha debido ser difícil para usted. Tengo mucho qué procesar en este momento —comentó apenada evitando mirarlo—. Hasta hace dos horas, no sabía que estaba embarazada. Para colmo, perdí mi celular junto a dinero que traía conmigo —hablaba aceleradamente—. Se supone que esta noche viajaría de regreso donde mis padres y... ¡Qué pensarán ellos cuándo se enteren! Soy un fracaso. —Ocultó su rostro entre sus manos, llorando de nuevo.
KyungSoo sentía pena por ella, intentando consolarla. Ya no tenía más pañuelos qué ofrecerle.
—Apenas puedo ponerme en tus zapatos, sé que no es fácil y es mucho qué lidiar en un solo momento...
—Se ve que es una buena persona, KyungSoo. Y pienso que usted podría darle un mejor futuro a este bebé. Mejor de lo que yo jamás podré darle —dijo hipando un poco—. No sé cómo serán los siguientes meses. Me aterra pensarlo.
—Todo estará bien.
SeulGi apenas sonrió.
—Me gustaría tener su misma confianza.
—SeulGi. —KyungSoo necesitaba de una confirmación, por el momento, verbal—. Así que, ¿Accede a entregarme a su bebé cuando nazca?
Ella lo miraba con determinación, asintiendo.
—Sí. Le entregaré a este bebé para que usted sea el padre. Solo prométame una cosa.
—Lo que sea.
KyungSoo no podía creer que esto estaba pasando. Jamás lo creyó que sucedería de esta manera.
—Va a querer mucho a este bebé, sin importar qué.
—Asi será —afirmó sin dudarlo.
Estaba vez SeulGi estaba sonriendo ampliamente.
—¿Tenemos un trato?
KyungSoo no podía ocultar lo feliz que estaba con aquel desenlace.
¡Sería papá!
—¿Tenemos un trato? —KyungSoo extendió su mano.
Seulgi hizo un gesto de negación.
—Una promesa, KyungSoo. —Y en seguida Seulgi lo estaba abrazando.
***
—Me estoy quedando donde una amiga, como pudo haber notado, no soy de Seúl.
—¿Así que está de vacaciones?
KyungSoo escuchaba atentamente mientras manejaba haciendo donde le dijo que se estaba hospedando.
Aunque ya había aceptado entregarle a su hijo, sentía curiosidad sobre la relación que mantenía con el progenitor.
Por lo que podía deducir, el padre no estaba presente en ese momento en la vida de SeulGi.
Su preocupación en ese momento, era que apareciera y quisiera hacerse cargo del bebé.
—No exactamente —respondió ella—. Vine porque quería estudiar, así que estaba viendo opciones. Hoy regresaría a casa para iniciar clases el próximo semestre, supongo que ya no será —agregó apesadumbrada.
—Puede estudiar, le costará un poco más, aun así, podrá hacerlo en su estado.
Ella asintió, cambiando de tema.
—¿A qué se dedica, KyungSoo? Tiene un carro y va a fiestas en barrios residenciales. Debe ganar bastante bien.
KyungSoo sonrió de medio lado, no negándolo.
—Soy abogado. Trabajo en una firma de abogados en Gangnam.
—Wow, suena sofisticado. ¿Cuántos años tiene?
—Tengo 32. ¿Cuántos años tienes?
—21.
KyungSoo podía sentir la mirada de ella sobre él.
—Su piel se ve bastante cuidada, y es bastante guapo —comentó impresionada.
KyungSoo se sonrojó, negando con la cabeza.
—¿Por qué no tiene pareja? Parece un buen partido.
—Creo que nadie busca una relación formal conmigo —Se encogió de hombros, mirando hacia al frente—, especialmente cuando se enteran de que quiero formar una familia.
—Entiendo, debe ser difícil encontrar a alguien con ese nivel de compromiso.
Solo se limitó a asentir.
***
KyungSoo no era una persona remilgosa, se consideraba sencillo, pese a sus adquisiciones. Sin embargo, miraba con una mueca de extrañeza el diminuto apartamento en el que vivía SeulGi. Y no era que estuviera desordenado, solo descuidado.
Había manchas negras en las paredes y en el techo, que presumía era debido a la humedad. No había calefacción, ni agua caliente, le comentó. Solo había una cama y el sofa-cama donde dormía SeulGi.
—¿Por qué hace tanto frío?
—Oh, se debe a la ventana, no cierra bien —explicó apenada.
En seguida se escuchaba una fuerte discusión que incluso resonaba en el apartamento.
—Son los vecinos, son un poco escandalosos.
KyungSoo sonreía forzadamente.
—La mayoría son agradables —añadió ella.
No le gustaba ese lugar. Si SeulGi tenía a su hijo, no podía permitir que creciera en un ambiente tan precario como ese.
Era importante que en el periodo gestacional, SeulGi estuviera cómoda.
—Puedo ofrecerle un lugar mejor durante lo que dure el embarazo. Mi apartamento. Si no le incomoda, puede vivir conmigo. Tengo una habitación extra —le propuso sin dudarlo.
SeulGi que se había sorprendido ante tan generoso ofrecimiento, salió de su asombro a tiempo.
—Ya mismo hago las maletas.
----------------------
Me alegra ver el buen recibimiento que ha tenido esta historia 😆 Así que seguiré actualizando porque me siento inspirada. Muchas gracias por leer 💛
Espero estén teniendo un buen inicio de año.
Y si se lo preguntaban, probablemente en el siguiente capitulo aparecerá Kim JongIn.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro