Doce
—Olvídenlo, esto no va a funcionar.
Solo había pasado una larga semana, una en la que KyungSoo por primera vez se había equivocado de sala y había llegado tarde al juicio y este debió ser pospuesto por su culpa; el miércoles había derramado café sobre su camisa, el jueves perdió sus gafas para ver de lejos.
Todo mal desde la visita de servicios sociales.
Su vida se convertía en una serie de enredos, y él estaba seguro que no había manifestado esto.
KyungSoo mordía la uña del pulgar, —ese viejo hábito que pensó había sido erradicado— bajo el silencioso escrutinio de sus mejores amigos, Junmyeon y Minseok.
Los dos mayores habían escuchado atentos todo lo ocurrido.
Luego de la visita de la trabajadora social, la señorita o tal vez señora Bae, JongIn se había ido, con mucho por decir pero sin concretar nada. Y era lo mejor porque KyungSoo se debatía mentalmente y no sabía qué diría luego que estrecharan sus manos y el militar —slash chef— dijera que mantenía su promesa.
—¿Qué tan dispuesto estás por convertirte en papá? —indagó Minseok.
—Mucho, lo deseo inmensamente —contestó seguro.
—Si es así, esto puede funcionar.
—¿Qué? Desde cuándo tan optimista Minseok, se supone que eres el realista de esta relación —objetó Junmyeon, que solo era un año menor que Minseok, y dos años mayor que KyungSoo.
—KyungSoo —Junmyeon se refirió a él seriamente—, como el ahora conciencia de este grupo te digo que lo mejor es aclarar la situación con servicios sociales, indica que fue un malentendido. No puedes pretender mantener una relación con un jú, y engañar al sistema.
KyungSoo suspiró largamente.
—Tuve que fingir por dos años que amaba la sopa de coles que mi mamá aprendió en su curso culinario —empezó a hablar KyungSoo, como si lo estuviera recitando—. Min, ¿recuerdas cuando me preguntaste qué pensaba sobre tu primera novia, Jimin, y te dije que era muy linda y simpática? pues te mentí, era egocéntrica y esa voz de ardilla ¡¿por qué su voz era tan chillona?! —protestó— y tú, Junmyeon —se dirigió al otro amigo— ¿recuerdas que me preguntaste si había quebrado ese costoso jarrón en tu casa y te aseguré que fue la pelota que lanzó el vecino? pues ¿qué crees? te engañé, fui yo —añadió con una sonrisa extraña en el rostro, para luego continuar serenamente—. ¿Ven? si puedo mentirle a mis amigos, por qué no mentiría con esto.
Los dos amigos quedaron con expresiones anonadadas, como caricaturas, sin pestañear y boquiabiertos.
Kyungsoo se preocupó.
El primero en reaccionar fue Junmyeon.
—-¡Lo sabía! pequeño rufián —Junmyeon, a la velocidad de la luz trepó sobre el escritorio y lo tomó por sorpresa del cuello de la camisa, su rostro destilaba cólera—. Tuve que irme caminando a casa por un mes para pagar ese jarrón —dijo molesto— porque madre decía que había sido mi culpa. AAAAAAAA Disis Sparta.
***
La charla con sus amigos había tomado un giro extraño cuando Junmyeon estaba sobre él golpeándolo con un folder en su pecho.
Sí, Junmyeon era extraño y con Jisoo embarazada, incrementaba sus episodios maníacos.
Aun así, KyungSoo pensaba que había sido efectiva aquel encuentro, sus pensamientos se habían aclarado. Definitivamente seguiría con esto, y Kim JongIn sería su pareja, bueno, solo para los agentes de servicios sociales, eso es.
—Pero qué te pasó ¿tuviste una pelea con leones?
Su aspecto desaliñado era evidente cuando llegó a casa y SeulGi lo recibió sentada en el sofá.
—Más como un gato —respondió con una media sonrisa mientras se quitaba los zapatos, no notando los tenis que estaban en la entrada.
Y qué era ese rico olor que se desprendía desde la cocina. Debió imaginarlo al cruzar el umbral de la cocina, su vista se fijó en la espalda ancha y en el lazo del mandil fijo sobre la cintura de...
—JongIn, hola. —Sus mejillas se pusieron rojas, saludando tímidamente.
—Hola, ¿Cómo estuvo el trabajo? —JongIn preguntó con un tono amable, disimulando una sonrisa al verlo—. Parece que al menos fue entretenido.
—Muy gracioso —respondió, acercándose a la nevera para sacar una botella de agua. No, no era gracioso, por qué había dicho eso.
La imagen por un segundo le pareció cotidiana con el otro hombre preparado la cena.
—Lo siento por apoderarme de tu cocina, espero no te moleste —JongIn lo miraba de reojo, mientras batía en la olla una crema de un color naranja.
Lo estaba tuteando, y estaba siendo demasiado amable ¿acaso ya estaba encarnando su papel?
—Si le vas a dar un mejor uso que yo, entonces es toda tuya —respondió, agarrando una manzana y propinándole un mordisco, así mantenía la boca ocupada, evitando escupir cualquier estupidez.
—Necesitamos hablar, sabes...
—Así es —contestó JongIn—. De hecho extrañé que no me llamaras durante la semana, luego recordé que probablemente no tenías mi número de contacto.
KyungSoo tragó con dificultad. Estaba apoyado sobre la encimera, a un lado de la estufa, y bueno JongIn estaba más cerca de lo que esperaba.
—Wow, huele delicioso ¿qué estás preparando?
SeulGi se asomó a la cocina con una brillante sonrisa, KyungSoo se dispuso a crear un poco de distancia con el chef que invadía su cocina.
—Es una crema de zapallo, papas al vapor y pechuga asada. No es nada especial tampoco —dijo con un encogimiento de hombros.
Para alguien que solo probaba la comida casera cuando visitaba a su madre, le resultaba delicioso. Un festín para sus papilas gustativas, pensó KyungSoo.
—Me alegra que te gustara —dijo JongIn sorprendiéndole por detrás, mientras lavaba el último plato y este resbalaba por sus dedos.
—Si este plato se hubiese caído, tú lo pagabas —refunfuñó, señalando. Qué le pasaba, por qué tan estúpido de repente.
JongIn ladeó la cabeza, sus facciones se suavizaron. KyungSoo seguía restregando ese último plato como si su vida dependiera de ello. Entretanto SeulGi había ido directo a la habitación, agotada por dos.
—Quería saber si sigue en pie, si pretenderemos ser pareja —empezó hablar JongIn sintiéndose dudoso al cómo iniciar esa conversación—. Yo ya te di mi palabra... quiero saber si...
KyungSoo de inmediato sintió una punzada de culpabilidad al dejar a JongIn a la deriva. Este no era KyungSoo, no era su forma de ser, ¿esquivando los problemas? Tenía que tomar la delantera, y organizarse, tenía que planearlo todo, sí, eso tenía que hacer.
Pretenderían ser pareja hasta que nadie pensara lo contrario.
—Sí, yo aún pienso que debemos comportarnos como una pareja para los servicios sociales, hasta que el bebé nazca y... una vez se oficialice, pretenderemos una separación, y Morita será solo mío.
JongIn asintió, aunque tal vez no muy convencido con esto último, pero qué podía hacer, esa era una decisión que su hermana ya había tomado, él solo estaba facilitando las cosas.
—Es importante que me dejes saber —KyungSoo fruncía el ceño— tienes pareja, o alguna una exnovia con la que aún mantengas contacto, es importante para-.
—No, no tengo pareja, ni nadie que pudiera desenmascarar esta supuesta relación.
Kyungsoo le creyó, aunque podría preguntarle a SeulGi para corroborar datos.
—Está bien. En ese caso, tengamos una cita, JongIn.
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Its me, hi
Ha pasado un buen tiempo desde la última actu, espero que aún recuerden esta historia 🥹 Aquí estoy haciéndole honor al nombre de esta historia, con una actu inesperada incluso para mí.
Espero estén pasando unos bonitos días.
Feliz año por adelantado 💛
26/12/23
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