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Lesson 2: Sí, señor... suegro.


El sonido de un claxon me despertó, iba en un auto y estaba dormida, pero... como llegué aquí?! Miré mi cuerpo, esta vez traía una ropa que parecía muy costosa... a menos seguía siendo chica, gracias a Dios. Me pregunto qué es lo que está pasando... ¿por qué tengo que pasar por esto?... Si yo solo quería morir.

El insistente sonido del claxon me sacó de mis pensamientos... miré adelante, vi al chófer y lo escuché maldecir en voz baja... me iba a acercar a él pero... vi a un chico acercarse a la ventanilla del conductor. Era alto, tenía un caramelo en la boca y se veía maduro pero joven. Entonces el chófer habló y con una muy mala forma...

—Inútil, ¡¿por qué tardas tanto?! No entiendes que debemos ser los primeros?!

—Lo siento —reverenció a 45° por muchos segundos aunque se le notaba que no le importaba ni un poco lo que el conductor le decía y entonces miró a mi dirección, yo me puse nerviosa pero luego supuse que no me había visto porque no hizo ningún gesto, solo bajó la mirada, parecía triste.

—Señorita Moon... —vaya; ese apellido es muy superior para una jovencita, y muy poco común: solo los hijos del presidente tienen ese... esperen, no me digan que yo soy la hija del...— el señor presidente me dijo que no demorara en comprar sus cosas señorita.

—....

Estaba en shock.

¡¿Cómo puedo ser la hija del presidente Moon JaeIn?! Asentí y me bajé del auto, ni siquiera sabía que debía comprar. Cuando rodeé el auto unas personas de negro me acompañaron supongo que eran los guardaespaldas...

Comencé a echar en el carrito cualquier cosa que fuera de chocolate y me dirigí para pagar pero uno de los guardias me detuvo y me dijo que ellos se encargarían de eso a si que salí con mi bolso y allí vi a ese chico, en verdad era muy apuesto. Caminé, le sonreí y cuando pasé por su lado él me echó algo en el bolso pero para disimular continué al auto.

Para cuando cerraron mi puerta, él ya había llenado el tanque de gasolina y ya nos íbamos, pero vi algo que no me gustó para nada: el chófer le tiró el dinero al chico, y callendo este al suelo puso el auto en marcha pero yo lo detuve con un grito que salio de yo no sé ni donde.

—Detenga el auto!! —dije con total autoridad.

—¿Q‐qué... sucedió algo señorita? —preguntó mientras me miraba por el retrovisor.

—Luego hablaremos.... —dije con un poco de indignación.

—Sí... señorita Moon. —bajó la mirada.

Me bajé de la camioneta y vi la intención de los guardaespaldas que iban en el auto de atrás pero les asentí diciéndoles que todo estaba bien, me acerqué al chico que me observaba desde hacía rato y le sonreí, me agaché y recogí el dinero del suelo, los guardaespaldas estaban ya fuera del auto pero en ningún momento se nos acercaron, sacudí el dinero y tomé la mano del chico depositando este en ellas ....

—Señorita Moon Jessica no era necesario, yo pude...

—No te preocupes, soy una persona igual que tú, a demás, eso fue de mala educación, no me gustó que hiciera eso, más tarde hablaré con él y ten.... —busqué en el bolso de la chica ya que antes había encontrado dinero en efectivo ahí, saqué un par de billetes bastante grandes y se los entregué— son para ti. Ahora.... debo irme. —le di una última mirada y comencé a caminar al auto.

—Señori....

—No seas tan formal, solo Jessi bastará —lo miré de arriba abajo y sonreí, era verdaderamente hermoso—. Linda noche. —no espere a que me reclamara o me respondiera, solo me subí a la camioneta y nos fuimos.

En el trayecto a la que era mi casa reprendí al chófer por su mal comportamiento de hacía unos minutos antes, él se disculpó e insistió en que no volvería a pasar. Al llegar a casa me asombró, pues era bastante grande y había seguridad por doquier.... de repente creí que era la reina Isabel o la hija de Donald Trump o algun pendejo de la Casa Blanca .

Entré a casa y todos me recibieron muy cariñosamente, los empleados dijeron que mi padre me esperaba en el balcón de la última planta donde cenariamos, me acompañó una chica a mi habitación donde dejó ropa limpia y otra chica la acomodaba, mi habitación era enorme.

Me duché un poco rápido y me vestí. Dejé mi conversación con mi "padre" a la suerte, pues no sabía nada sobre mí en este mundo. Al llegar al balcón, pude admirar la hermosa vista, acompañada de una hermosa mesa y un apuesto hombre junto a ella que, al darse cuenta de mi presencia sonrió ampliamente y se puso de pie para saludarme. Todos a su alrededor reverenciaron mi llegada.

Mientras él me abrazaba sentí como algo dentro de mi me pedía llorar y nunca soltarlo, nunca nadie me había abrazado así, ni siquiera mi madre. Pero sin dudas, lo que más sentimiento me dió, fueron sus palabras:

—Mi amada y pequeña hija está de vuelta —me aferré más a su polo de felpa y respondí.

—Estoy aquí .... papá —se separó del abrazo y me sonrió nuevamente.

—Vamos mi vida, cenemos, debes estar hambrienta.

Nos sentamos a la mesa y nos sirvieron la comida. Casi creí que estaba presenciando la última cena por Dios, todo era muy abundante y se veía delicioso, y lo estaba, totalmente, lo siento cuerpo de Barbi, ya luego está chica Jessi irá al gym. Al terminar de cenar: recogieron la mesa y nos sirvieron un jugo para mi, un vino para mi padre y comenzamos a charlar.

—Y dime hija mía... aún te sigues viendo con ese chico? —dijo mirando al horizonte.

—¿Qué chico papá? —pregunté inocentemente, pues ciertamente no sabía de quién hablaba.

—El que se cree idol.

—No sé. —sorbi mi jugo por la pajita, estaba muy bueno.

—El chico sucio de la gasolinera —y cuando dijo eso mi sangre hirvió .

Por alguna extraña razón me sentí muy enfadada por como lo trataban, dejé mi jugo a un lado y coloqué mis brazos sobre la mesa para entrelazar mis dedos y hablar tratando de contenerme.

—¿Qué tiene si lo sigo viendo?

—Qué no puedes verlo Jessi. Es pobre, no es buen partido, no tiene familia, ni dinero, no sobrevivirías ni dos segundos con é....

—Papá!! —golpeé la mesa—. No hable mal de él. —dije—. ¿No acaba de entender usted que lo amo, padre? —esta vez no fui yo quien habló, yo... ya no tenía control sobre este cuerpo—. ¡¿Y qué si no tiene dinero?! ¿Y qué si no tiene familia ni un hogar? Yo así lo amo, porque tiene buenos sentimientos. —lo miré a sus ojos sorprendidos—. Yo puedo darle lo que él no tiene, porque sé que él me ama y si fuera yo la que estuviera en su lugar, actuaría de esta misma manera. —concluyó esa voz que no se calla. Gracias a Dios el hombre frente a mi es mi padre y ya no existe la pena de muerte a los que le hablan alto o si quiera miran al rey, en este caso: al presidente de la nación.

—Jessi he dicho que no y punto!!

—¡¿Por qué papá... porque?! ¿Acaso no me quiere ver feliz? ¿Cree que mi posición social me hace feliz? Pues déjeme decirle que no!! No soy feliz siendo una millonaria. —silencio, y luego habló—. ¿Sabe padre? Muchos otros chicos con los que he estado me han quitado mi dinero y mis joyas. —dijo esa chica llorando.

—Jessi...

—A ése chico le debo la vida —lo miré— A ese chico le debe mucho padre!! ¿Recuerda, el día que no llegué a casa? Estaba con él y sabes por qué? Porque a la fiesta de niños ricos a la que asistí "obligatoriamente" fue una mierda .... casi me violan, pero él me salvó, me llevó a su casa y me calmó, no dejaba de llorar pero él me hizo sonreír y, no me pidió nada a cambio —ahora entiendo porque fui tan amable con él, porque no era yo la que actuaba.

—Jessi yo.... no lo sabía.... —sus ojos estaban rojos.

—Papá.... a ese chico le debes mi vida y si soy lo más importante para ti como siempre dices, me dajaras ser feliz con quien en verdad quiero estar. —dicho eso corrí a la habitación pero no sin antes escuchar a mi padre llamarme.

Al llegar a la habitación me tiré a la cama, pero luego recordé que él me había dado algo, me puse de pie y lo busqué en el bolso. Al encontrar un pequeño papel, lancé el bolso lejos y me tiré a la cama, abrí el pequeño papel y leí.... en seguida mis ojos se llenaron de lágrimas, no quería llorar pero no podía evitarlo, su nota decía que a pesar de que sea la peor forma de decirlo ya no lo buscara más. Esta chica en verdad lo amaba. Y de repente me sentí con ganas de arreglar esto, pues, no quería que estuvieran separadas dos personas que se aman....

¿Qué? ¿Yo dije eso?

Escuché la voz del padre, perfecto! comencé a llorar más alto... él me llamaba pero yo no respondí. Un rato más tarde, anunció que entraría a la habitación y tampoco dije nada...

—Hija... lo siento... —colocó su mano sobre mi brazo izquierdo.

—Ya está todo arruinado papá.... ya es tarde.... —lloré más alto, pero el sonido de mi llanto, era apagado levemente por la almohada.

—¿De... qué hablas?

—Mira padre... ha terminado conmigo, seguro soy un estorbo o se cansó de mi, quizás piensa que soy amable con él solo por lo que hizo por mí. —lloré más.

—No digas eso pequeña, no digas esas cosas.. —hubo un silencio en el que solo se oía mi llanto—. ¿Te parece si mañana me lo presentas?

Lo miré— ¿En serio papá? —dije bajo y secando mis lágrimas.

—Si....—Sonrió—. Estoy ansioso por conocer al ladrón que se robó el corazón de mi pequeña niña. —me acarició como a un gatito.

—Gracias papá —lo abracé—. Mañana iré a avisarle.

—Vale, iré a decirle a las empleadas que hagan un buen menú para mañana. —besó mi mejilla y se encaminó a la puerta, y cuando estaba por salir lo llamé.

—Papá, gracias. Eres el mejor padre.

Lo vi sonreír y cerrar la puerta.

El cuerpo se durmió muy rápido, pero yo no tenía sueño, al parecer esa chica estaba muy cansada. A la mañana siguiente me levanté más menos eran las 11:42.ª  la verdad había dormido mucho pero ahora estaba despierta y debía ir al centro comercial, esta chica debe estar bien presentable para su amado.

Pasaron las horas, compré un buen vestido, regresé a casa y esperé pacientemente la tarde para ir al McDonald's de en frente de la gasolinera para reunirme con NamJoon y decirle que lo esperábamos en mi casa esta noche y lo mejor es que ya mi padre sabe todo, a si que podría hablar con él sin tener que escondernos como antes lo hacíamos.

—Ya eran las 16:20 asi que tomé mi bolso y salí. Mi padre como siempre estaba en su trabajo arduo como presidente, la verdad es que no sé de que va eso pero no le presto mucha importancia, ni siquiera veo las noticias, subí a mi auto y conduje hasta el McDonald's, estacioné este en frente de la gasolinera y me bajé, allí estaba él tan guapo y tan ....

Bueno ya, esta es mi historia, ahora narro yo, ok, al llegar a la gasolinera bajé, YO, del auto y ahí estaba él, lo miré y tuve que sonreír, me acerqué y le dije:

—¿Acaso no piensas llenar el tanque de mi auto guapo?

—Jessi, lo siento por como te lo dije ayer... pero es qu... —puse un dedo en sus labios.

—¿Podemos hablar... —quité el dedo y miré a los lados—.. en un lugar más privado? —lo miré a los ojos.

—Jessi, no lo compliques más por....

—NamJoon.... por favor no me hagas hacer un escándalo solo para que vengas a hablar conmigo —tuve que decir eso, y su sorpresa la note mucho, creo que me he pasado un poquito, pero no iba a retroceder— ¿Vienes o no? —me crucé de brazos.

—Vale, ven —caminamos hasta qué se yo dónde, y ahí se detuvo, era la parte trasera de la gasolinera, donde había un jardín, se veía bonito— ¿Así está bien?

—Nam yo... solo vengo a decirte que mi padre te espera dentro de cuatro horas en una cena en mi casa, por favor te pido que asistas ....

—Jessi yo —hizo una pausa— no puedo... mi turno es hasta las doce y...

—¿No puedes, o no quieres? —dije jugando con mis manos, estaba triste por alguna razón— Nam solo vine a eso.. —lo miré—.. si en verdad sentiste algo por mi te espero esta noche, y... si no asistes yo.... —mis ojos se cristalizaron pero subí la mirada para enfrentarlo— .... yo prometo no buscarte más —y dicho esto salí corriendo como pude, por donde recordaba haber venido.

—Jess... por favor espera... Jess... por... favor...

Pasaron algunas horas, sin importarme me vestí y me maquillé como lo habíamos planeado esta chica y yo, digamos que entre las dos manejamos la mente y el cuerpo, y hacemos muy buen equipo. Solo faltaba media hora para que mi padre llegara, y yo solo esperaba que Nam viniera.

Minutos después, tal y como dije papá llegó estábamos al punto de ir a la mesa cuando el timbre de la casa sonó y me emocioné tanto que casi me tuerso un tobillo, sin importarme corrí a abrir la puerta y ahí estaba él: con sus lentes, un hermoso traje negro y con su precioso cabello perfectamente peinado Dios mío creo que me enamoré... pero bueno, él no es mío es de esa chica... juraría que tiene la misma figura de un puto presidente!!!

—Viniste —dije aliviada. Él sonrió embobados mientras me miraba. Raspé mi garganta, él me miró, le hice una seña un poco sonrojada y él miró hacia las flores, pareció reaccionar porque se sonrojó.

—Ten... estas son tuyas... —me las extendió.

—Son mis favoritas!! Gracias Joonie!! —nos miramos, él iba a decir algo pero

—Hola buena noche —interrumpió mi padre llegando junto a nosotros— bienvenido —extendió su mano y NamJoon con una reverencia de casi 90° la tomó y así se saludaron.

—Gracias por recibirme en su morada señor presidente Moon, es un grandísimo honor realmente estar aquí, gracias ....

—No es nada, solo.... lo hago por mi hija.

Hubo un silencio en el que intenté descifrar las palabras del presidente, pero unos segundos después, Nam me interrumpió el análisis.

—Señor.. —llamó la atención de ambos, aunque la de mi padre en un momento se habia desviado a él— ..esto.. —sacó una caja muy elegante de su saco— ..es para usted —lo extendió al frente bajando un poco su postura y poniendo su mano sobrante en el brazo en el que sostenía la cajita, es que él es... tan educado, juro que me aparecieron dos corazoncitos en los ojos cuando vi tal acto.

—No debiste molestarte —dijo mi padre tajante.

—Por favor acéptelo. —se inclinó más, pero habló igual de firme que mi padre.

—hmm... —extendió su mano y tomó aquella caja— por favor, pasemos a la mesa. Jessi cariño, indícale.

.....

—Y bien chico... dime: ¿Hasta qué año estudiaste? ¿Te graduaste o no? —atacó con elegancia mi padre, pero tambien hubo presente un tono que reconocí al instante, se estaba burlando de Nam y al parecer quería demostrarme que él no era el indicado, pero ya verá.

Nam dejó, cuidadosamente de no hacer ruido, los cubiertos en el plato, y levantó la vista luego de bajar sus manos de la mesa—. Yo.. amm, yo estudié hasta la universidad... pero no la terminé —bajó la mirada avergonzado, pero no debía estar avergonzado, porque eso, mi padre no lo esperaba.

Nam: 3

Señor presidente: 0

—¿Y... se puede saber porque? —volvió a preguntar.

—Ahmm...

—Papá por favor... —intervine nerviosa, sabía que esto no estaba yendo por buen camino.

—No, —me interrumpió colocando su mano sobre la mía— está bien. Solo es una pregunta —apartó la mirada de mi y la puso sobre mi padre— Señor presidente, yo no terminé la universidad porque sucedió algo que no me permitió continuar...

—Y, ¿ese algo... qué es? —joder, este hombre no sabe cuanto parar, que alguien me coloqué una mordaza porque voy a soltar una acalorada lista de improperios para este hombre.

Nam respiró profundo. Había mucha tensión en el ambiente y sé que Nam no está bien— Mi madre murió —confirmado, él no está bien-. Ahora si me disculpan.. —se limpió los labios con la servilleta y se puso de pie— ..debo irme.

Miré con enojo a mi "padre" que se recostada en su silla y le rodé los ojos, me iba tras de Nam pero él habló

—Jessi ese chico...

—¿Qué? Ese. Chico. ¡¿Qué?! ¿Me vas a decir que no me corresponde? ¿Que es pobre? ¿Qué? Cual de todas tus escusas dirás esta vez? —hice una pausa— ¿Sabes? Cuando lo fui a invitar no quería venir, y lo amenacé, ni siquiera quería hablar conmigo y sabes que le dije? "si en verdad sentiste algo por mi te espero esta noche, y si no asistes yo prometo no buscarte más" y vino papá!! Ahh no ya sé! Me vas a decir que vino solo para engañarme, bueno, déjame que te dé más evidencia: te trajo un regalo el cual ni siquiera le prestaste atención... ¿sabes papá? ¿Sabes cuanto costó el arreglo floral que me trajo? Y sabes cuánto le costó ¡ESE RELOJ QUE ESTA AHI EN ESA CAJA! Eh! ¿Sabes cuanto? Es mucho más de lo que gana en un año. ¿Acaso no te das cuenta? Si quisiera robarnos no nos compraría cosas tan caras y, ¿sabes por qué? Porque solo quería agradarte a ti... pero tú solo lo atacaste con tus estúpidas preguntas... —termine de hablar y hubo silencio, quería decir más cosas pero no, ya no más. Recompuse mi postura, respeto mi garganta y dije—. Ahora.... justo ahora solo te pediré algo, pAdre: —sin querer por mi respiración agitada hice sonar más la a en la palabra padre— no mandes a que me sigan.

Me alejé.

Y salí de allí, debía hablar con Nam.

Debía arreglar esto... por Dios! Se salió de lo que planeé!

No sé cómo sabía cuál era su casa paro allí estaba, en frente de su casa, vive en un container bastante cálido y acogedor. Entré ya que la puerta estaba abierta, él estaba recogiendo algunas cosas que tenía, y las tiraba dentro de un bolso.

—¿Qu..qué haces? —mi voz tembló, me acerqué para detener su accionar.

—¿Qué crees que estoy haciendo? —tiró lo que tenia en su mano a su cama. Yo miré la ropa tirada como fuere sobre el edredón. Mis ojos están picando... él nunca me había hablado así, y todo era por mi culpa.

—Nam no tienes que irte.. —apreté mi puño y gracias a la camisa que sostenía mis uñas no se encajaron en mi palma—. Por favor —lo miré— No te vayas... —le pedí y mi voz se quebró un poco.

—Jessi...—dió un paso al frente, colocó sus manos en mis brazos, cerca de mis hombros y me miró desde arriba, yo tuve que levantar la cabeza para mirarlo, aunque ya las lágrimas me lo impedían—. Busca a alguien que haya terminado la universidad —fue lo primero que dijo, y con ello: una lágrima cayó—. Alguien que tenga tanto, o más dinero que tú y... alguien que sí tenga padres.

—No! —me negué rápido cuando iba a soltarme para continuar con lo suyo, agarré las solapas de su camiseta de hilo blanca, asombrándolo— No quiero eso... yo solo te quiero a ti. ¿De qué me sirve que se haya graduado, que tenga dinero y padres si no lo amo, ah? —lo sostuve de las mejillas para que me mirara, estaba al punto de dejar caer las lágrimas contenidas en mis ojos y cuando cayóuna la limpié con suavidad, sonreí—. NamJoon.. —terminé de secar sus lágrimas rebeldes y lo miré a esos afilados ojos que ya me veían—.. yo te amo a ti.

Me declaré mirando sus ojos. Sonreí. Pasé mis manos de sus mejillas a sus hombros bajo mi atenta mirada pero sostuvo mis mejillas esta vez.

—Jessi por favor —sus ojos me rogaban— No lo compliques más, si? —dicho eso salió del container y caminó.

—¿A dónde irás? —lo seguí.

—No lo sé... quizás a Busan o a...

—Será el mismo presidente y su misma hija. —sentencié

—Sí —afirmó mientras caminaba—. Pero al menos no viviré en la misma ciudad que ellos. —mi garganta dolía, y mi corazón también.

—Nam lo siento, por favor perdóname, pero no te vayas —le pedí como última alternativa, se detuvo y se volvió para acercarse a mi.

—Jessi —sostuvo mis brazos otra vez— No tengo nada que perdonarte, tú no me has hecho nada... el culpable soy yo por ilucionarte y...

—Llévame contigo —solté de repente haciendo que me mirara—. Vayámonos de aquí. —me desprendí de su agarre para señalar nuestro alrededor—. Vayamos a un lugar donde sea una persona normal, donde no sea la hija del presidente de Corea. Llévame a un lugar donde pueda amarte y donde nuestro amor se permita. —lo miré unos segundos y me acerqué—. Por favor NamJoon.

—Jessi... —su rostro de sorpresa me pareció aún más hermoso—...¿Pero qué dices? No puedo hacer eso... —se alejó de mí.

—¿No puedes... o no quieres? —hice una pausa, miré al suelo pensando y luego lo miré— NamJoon... te haré una pregunta... —apreté la mandíbula— ¿Qué es lo que en realidad sientes por mi? —silencio— ¿Solo amistad? ¿Amor? ¿Quedar bien? ¿Qué es lo que sientes? —le separé mi pregunta en varias para que me respondiera más fácil, pero cuando me cansé de esperar hablé con enojo y seriedad— NamJoon... mírame. —no lo hizo, a si que pasé al plan B— ¡¡Que me míres!! —y funcionó mi grito histérico porque me obedeció y al levantar su mirada sus ojos estaban rojos al igual que los míos, entonces me dieron más ganas de llorar— Habla... —susurré y volví a mirarlo— ¡Que hables!

—¡¡Yo te amo!! —gritó y mi respiración se detuvo, y cuando bajó la mirada y jugó con sus manos, lo susurró— Te amo. Me gustas —me miró y apretó sus puños a los lados de su cuerpo— Me gustas demasiado, me vuelves loco Moon JaekSeuiKa ¿¡ok!? —se me erizo la vida cuando dijo mi nombre completo, él realmente me ama. Se acercó a mi y tomó mis mejillas— Pero no podemos. Debes entender... y, no te puedo llevar conmigo porque eres menor de edad. Si te llevo podrían decir que es un secuestro, ¿entiendes?.. —

Asentí.

Pero no entendiendo.

Porque no quería entender.

No.

No quería hacerlo.

Me safe de su agarre y lo miré luego de secar bruscamente mis lágrimas—. Tienes razón... no puedes llevarme, te metería en problemas. No podemos estar juntos porque estarías en problemas. —entonces llegué a mi conclusión inicial— El amor es una mierda ya lo sabía y ahora estoy segura de eso —sonreí mientras lo miraba—... okey... puedes irte... ten —saqué dinero de mi bolso—. Compra un boleto a donde quieras, puedes irte a donde te plazca —lo miré  sincera y el miraba mis ojos, mi mano estaba extendida ofreciéndole los billetes—. Solo quiero que seas feliz. —y con si un drama se tratase, calló una lágrima por mi mejilla.

—¿Ves Jessi? Esto es lo que no quiero. —señaló el dinero, y cuando iba a hablar me interrumpió— ¡No quiero que mi mujer me tenga que dar dinero para hacer lo que yo quiera!

—Y si ese es tú problema, ¿porqué no lo dijiste? A demás YO!! —me señalé—. Me quiero ir contigo!! Quiero estar contigo!! Y no me importa mi vida de niña Rica, ni el dinero de mi padre!! ¡Yo solo quiero estar contigo! Porque yo te amo Kim NamJoon! —grité hasta quedarme sin aire. Pero no esperé respuesta, comencé a caminar mientras secaba mis lágrimas.

—Jessi... espera... no te vayas. —corrió a mi posición y sostuvo mi muñeca.

—No NamJoon —me safe—. Ya puedes irte, no te voy a detener más, seré madura y tendré que aprender a estar sin t...

Me besó.

Él me estaba besando. Coloqué mis brazos sobre sus hombros instintivamente y unos minutos después nos separamos.

—L‐lo siento y‐yo...

Un tercero carraspeó la garganta y entonces habló— Chico... Nam —era papá, y me sorprendió mucho. Parece que trato de recordar el nombre, y no dijo el apellido. Será que..— Yo quería pedirte perdón por mi comportamiento de hace una hora... —dijo mirando su reloj... era el reloj que Nam le había regalado!— Y quería decir que si se quieren ir de vacaciones —miró el maletín de Nam en el suelo, el cual había tirado hace un rato cuando corrió tras de mi— ..ambos tienen mi permiso.

—¿Es una broma padre?

—Espero que sean felices juntos... y usen protección en cualquier caso... —rápidamente mis mejillas se tornaron rosa.

—Papá. —susurré.

—Señor presidente... —dijo Nam sin aliento— ..no sé que decir.

—Nada. Pero, tú y yo debemos hablar sobre algunas cosas jovencito.. —lo miro con seriedad. Escuché a Nam tragar duro— ..debes mostrarme tus trucos, porque tu look se pareces al de un presidente y, me puse un poco celoso... —reímos por aquel comentario... al menos no fui la única que lo notó.

—Como usted quiera señor presidente... —hizo una reverencia.

—No seas tan formal, ahora somos familia... Solo dime suegro.

—Sí señor suegro —dijo muy rápido— O sea, presidente... señor... —respiró hondo— Suegro —reí por su notorio nerviosismo... ambos nos miramos y nos acercamos él me abrazó para luego tomar mus mejillas y dejar un beso en ella.

○♧○

Regalito.

Bueno, más bien herencia.
Porque si mañana muero...

Es que tengo prueba de matemáticas 🥺

Pero sé que voy a salir bien, porque tengo un objetivo en la vida 🥺😥
Asique...

¡¡¡Fighting SandyBell oseaYooo!!!

L@S AMO SANDYSHINGUS...
NUNCA LO OLVIDEN.
🥺🛐

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