A Mina le importa una mierda la opinión de la gente. No necesita la aprobación de nadie, si a ella le gusta algo lo hace. Nada más.

Pero cuando llegó a la escuela, por alguna razón comenzó a buscar con la mirada a cierta bajita que estaba muy presente en sus días. Y la encontró, por supuesto. A Mina se le hacía fácil encontrar a Nayeon. Esa coleta de cabello castaño y espalda delicada era la misma vista de todos los días. Le gustaba sentarse atrás del salón por comodidad, ahora no estaba segura si era sólo eso.

Sonrió con burla cuando atrapó sus ojos. Nayeon estaba con sus amigas esperando a entrar como siempre, esta vez las dejó un momento y caminó hacia Mina.

──Vaya, gran cambio── comentó Nayeon.

Mina se había cortado más el cabello y ahora era negro totalmente. Ella no lo ataba jamás, seguía estando suelto, pero a Nayeon le había gustado verlo así.

──Gracias.

──También estás más... no lo sé, ¿calmada?

──¿Ah?

Nayeon rió.

──No te has vuelto un problema últimamente── observó ──. No molestas a la gente, incluso saludas, ¿estás bien?

Mina no lo estaba. Ella había notado su cambio y por alguna razón le había agradado más esa versión suya. No es que fuera un amor con la gente, pero ahora los toleraba. Y llevaba semanas sin faltar a clase. Mina no estaba bien.

Mina se estaba enamorando.

──Está todo bien── terminó por contestar ──. Sólo un poco estresada.

──¿Tú? ¿Estresada?── Nayeon parpadeó ──. Mina, a ti no te importan las cosas lo suficiente como para estresarte por eso.

La ahora pelinegra suspiró rendida.

──Lo sé, estoy cambiando mucho. Pero, supongo que es bueno, ¿verdad?

Nayeon notó algo en los ojos de Mina. Estaba con una expresión calmada, casi totalmente pacífica. No había enojo y rabia como las primeras veces que cruzaron miradas. Incluso tenían brillos. Los ojitos de Mina brillaban mucho.

──Es muy bueno── asintió de acuerdo ──. Más bonita así.

──La bonita eres tú aquí.

Nayeon había escuchado mucho esa palabra por parte de Mina. Enseguida notó que no se la decía a nadie más. "Bonita" era para Nayeon, sólo para Nayeon.

Pero no evitaba que, cuando lo decía de esa forma casi cariñosa y sincera, sus mejillas la traicionaran en su expresión seria, volviéndose en un tono rojizo.

Justo como ahora.

──¡Ah! Tengo que ir con el profesor Park, es un dolor en el trasero pero su materia supuestamente es importante para mi futuro. No sé de qué me servirá la física pero bueno. Tengo que aprobar su examen de la próxima semana y no estudié.

Nayeon notaba a Mina. Siempre la notaba. Siempre sabía que estaba cerca y se pasaba buen tiempo mirándola. Por eso, ella se dio cuenta que cuando está nerviosa busca irse rápidamente.

Y sólo se ponía nerviosa con ella.

──Mina.

La mencionada seguía hablando, pero sólo con ese susurro calló y la miró.

──¿Sí?

──Estudia conmigo.