WHAT IT IS : CINCO.
No tenía la más mínima idea de por qué estaba ahí. Chan se miró las manos y jugó con sus anillos, tratando de tener fuerzas para tocar la puerta.
Estaba nervioso. Demasiado. Y no entendía la razón.
Es decir, se supone que él y Felix se odian. Entonces no tenía razones para aceptar venir, no tenía razones para pedirle su número, no tenía razones para hablar con él casi todos los días.
Pero ahí estaba.
— Hijo, ¿sabes qué hace ese chico en la entrada? Lleva ahí como diez minutos.
Felix levantó la vista de su celular. Su madre estaba parada espiando a un lado de la cortina gruesa de color blanco en la ventana. Rápidamente supo que se trataba de Chan, pues hace media hora él le había dicho que estaba saliendo de su casa. Además, su madre ya conocía a sus amigos Minho y Hyunjin, así que tenía sentido.
— Yo le abro, no digas una palabra — advirtió Felix poniéndose de pie.
Se ajustó sus shorts blancos, su suéter rosa y llevó su cabello suelto hacia atrás. El verano estaba cerca, y con el su graduación. Sabía que Chan necesitaba ayuda con eso de verdad, porque le costaba mucho aprender y al parecer nadie quería ser su tutor por miedo.
Sólo por eso se ofreció a ayudarlo, porque no había nadie más y le daba pena, ¿Verdad?
Abrió la puerta, pero fue en un movimiento demasiado rápido, Chan había levantado la mano para tocar y sin querer le dio un golpe en la cara a él más bajito.
— ¡Auch, Chan!
— ¡Lo siento mucho!
Se acercó a él para ver su nariz y rogar por no haberle hecho un daño mayor. Afortunadamente Felix estaba bien, sólo fue un pequeño dolor.
La mujer mayor apareció al oír las quejas.
— ¿Estás bien, hijo? — se preocupó acercándose a él.
— Sólo fue un accidente, estoy bien.
La adulta miró a Chan. Camisa de béisbol, pantalones holgados y zapatillas deportivas. Se asomó un poco y notó la motocicleta estacionada frente a la casa.
Sonrió.
— ¿Tú eres Chan? Oh, Lixie habla tanto de tí.
— ¡Mamá! — se quejó él adolescente — Te dije que ni una palabra.
— ¡Pero es emocionante! Siempre hablas de él chico que te vuelve loco porque no te obedece. Ay, Chan, de verdad, Lixie sólo habla de eso y de que-
— ¡Tenemos mucha tarea! Gracias, volveré luego — dijo Felix tomando la mano de Chan y llevándolo rápidamente hasta su habitación.
Chan no dijo nada, sólo soltó risitas que a Felix no le gustaban mucho. Bueno, el contexto no. La risa de Chan era hermosa.
¡¿Qué está pensando?! Sólo tienen que estudiar.
— Lixie, ¿Eh?
— Mamá me llama así desde pequeño, no es nada importante.
Cerró la puerta y empujó a Chan hasta sentarlo en la silla frente al escritorio. Lo dejó allí y empezó a buscar un cuaderno y lápices, incluso los libros que había conseguido.
— Linda habitación — comentó Chan.
— No juegues ahora.
— No es broma, de verdad es linda. Me gusta tu forma de decorar — pasó sus ojos por todos los detalles mientras giraba en la silla —. Mi cuarto es un desastre, se parece a mí.
— Entonces es hermoso.
Chan levantó una ceja. Su corazón se sentía demasiado alborotado. Felix parpadeó y se dió cuenta de sus palabras.
— Quiero decir... Agh, nada. Empecemos con física.
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