○Capítulo 8○
"-En unos minutos termina mi turno. Espérame fuera del local, iré enseguida". -había dicho Ji Woo.
Así que, ahí estaba Seokjin, las manos dentro de los bolsillos del jean y sus ojos fijos en la nada. Tratando de atar cabos y llegar al inicio de todo. En medio de su bruma de pensamientos, una sola brilla con claridad; la atracción hacia Jungkook iba más allá de lo carnal, un flechazo directo a su débil corazón.
Ese pensar estaba más que despejado. Ahora su duda era otra un poco más grande que lo demás. Tenía varias con respecto a la barman; ¿Como sabe tantas cosas de Jungkook?¿Es realmente alguien de confianza? A lo último le gustaría creer que sí, después de todo era la única cosa a la que podía aferrarse para llegar a algo. Espera no estar equivocándose.
Pronto escucha la puerta ser abierta y a la barman salir, llevando un enorme abrigo negro que cubría su cuerpo en su totalidad, dejando a la vista su rubia cabellera y parte de su rostro.
-Bien, vamos de una vez y acabemos con esto -declaró Ji Woo-. Iremos a pie, su trabajo no queda muy lejos.
-¿Su trabajo? -la sorpresa se delató en su rostro.
-Sí, él debe estar a unos minutos de salir -comentó con su mirada puesta en el reloj de su brazo-. Es una gran oportunidad para tí ¿No crees?
Mientras caminaba detrás de la barman Seokjin pensó en lo que dijo la rubia. Sí bien es una buena manera de ver a Jungkook, no cree que sea algo oportuno. Se vería como un total desesperado, a demás de un acosador y no pretende dar esa imagen, al menos no tanto. Lo que menos quiere es perturbar la privacidad de Jungkook.
-No lo pienses tanto, solo deja que las cosas fluyan -aconseja la barman-. Sí las cosas deben darse, lo harán, y tú debes estar atento cuando eso pase.
-¿No crees que es algo rápido?¿Que estoy invadiendo su privacidad al ir a su trabajo? -interrogó Seokjin.
-No, en lo absoluto -negó con una pequeña sonrisa cómplice.
-¿Como puedes estar tan segura?
Ella no dijo nada más y Seokjin sólo le siguió el paso, a pesar de que la duda seguía en él.
Quizás sea lo mejor, se dijo a sí mismo... O talvez no. No tiene como saberlo.
Caminan algunas calles durante algunos minutos, en total silencio entre ellos. Las luces artificiales de los edificios y postes haciendo su aparición poco a poco, mientras el sol se esconde. Las personas aglomeradas de a poco en las calles, unas más apresuradas que otras.
Seokjin pensó en las palabras que usaría con Jungkook, algo convincente o más arriba de lo decente. Por palabras de Ji Woo, sabe que jungkook debe ser alguien con un habla refinado e intelectual, después de todo es abogado y Seokjin realmente no quiere quedar mal.
-Espera un momento ahí, no te muevas -habló la barman y la vió ingresar al edificio J&K ; bufete de abogados. Tanto hombres como mujeres saliendo en traje del edificio, luciendo semblantes serios como si aún estuvieran dentro del tribunal frente al juez.
Ahora que lo piensa con detalle... su madre le guardaba rencor a las personas rodeadas de leyes. Para ella, la corrupción se daba en el inicio de quien decía prestar sus servicios para "ayudar", cuando la realidad era otra. Personas corruptas vendiendo una imagen totalmente distinta a la realidad. Lobos disfrazados de corderos con el fin de aprovecharse de las desgracias de otros.
-Es hora de ir a otro lugar -comunica Ji Woo lo suficientemente alto como para sacar a Seokjin de sus pensamientos.
-¿Por qué?
-Jungkook ya a salido hace unos minutos -chasqueó la lengua y siguieron caminando-. Creo que debimos haber venido en taxi.
-¿Tu creés? -Pregunta con burla.
La escuchó bufar y siguió caminando - Por aquí cerca hay un puesto de comida exquisita -menciona con ilusión.
-Oh ¿y vas a invitarme?
-Obvio no, yo digo el lugar y tu pagas -dijo Ji Woo mientras reía.
-¿Cual es el chiste? -habló indignado- no le veo la gracia.
-¿Realmente haces pucheros? vaya cosa tierna le gusta a Jungkook.
Seokjin abrió los ojos con sorpresa-¿Gustar? ¿Yo le gusto?
Ji Woo se golpeó internamente-... Yo no dije eso, no se de que hablas -Seokjin rodó los ojos exasperado ¿Qué ocurría con ella?
A pesar de su descontento se quedó en silencio el resto del camino.
La noche ya estaba presente cuando llegaron al puesto de comida. Oyendo como las tripas reclamaban por algo de alimento, ambos no tardaron en pedir algo para luego tomar el colectivo e ir a lo que parece sería la casa de la rubia.
Ahora es donde quiere golpearse la cabeza contra el pavimento, Seokjin tiene auto. Si no lo hubiera dejado estacionado en el local, y seguido a la barman, nada de esto hubiera pasado.
Inevitablemente soltó un suspiro, totalmente derrotado.
Los minutos pasaban en el aburrido colectivo, las calles transitadas de gente dejaban su paso atrás y Seokjin cada vez se hundía un poco más en su lío de pensamientos. Tenía la esperanza de hablar con jungkook ese mismo día y no lo había conseguido. En su lugar, estaba en un autobús, con una chica desconocida que, aparentemente lo está ayudando a buscar a un chico del cual sabe poco, y para agrandar las cosas, le gustaba. Vaya jugada le había hecho su corazón.
No estaba consiguiendo más allá de un poco de información sobre Jungkook y unos consejos de la barman. ¿Que se supone que haría ahora?
-Esta es la parada, vamos.
Al dejar atrás el colectivo, siguió a Ji Woo hasta un edificio de apartamentos de alto costo, increíbles vistas de la ciudad y una comodidad en su punto más alto, un deleite en pocas palabras.
-¿Vives aquí? -pregunta Seokjin.
-Algo así -respondió sin mucha importancia la Barman-, vengo aquí de ves en cuando. Es un lugar bonito ¿no crees?
Seokjin asintió con la cabeza y entraron al edificio pasando de largo al distraído recepcionista. Ingresaron al elevador y con Ji Woo presionando el noveno piso se cerraron las puertas y empezaron a subir en silencio.
-Espera un momento fuera del departamento, debo ver algo primero -indicó Ji Woo una vez las puertas se abrieron en par.
Hizo un sonido con la garganta de forma afirmativa y siguió a paso lento detrás de la chica. La vió sacar su celular del bolso que traía consigo y teclear en el mismo. Al cabo de segundos Ji Woo estaba con el seño fruncido y con el celular en la oreja, marcando otra vez y esperando ser atendida.
-Realmente no puedes hacerme esto -la oyó murmurar con enojo-. Maldito seas -Pronto estaba golpeando la puerta de manera insistente-. Se que estás ahí, ¡no seas cobarde!, abre la maldita puerta y hablemos.
Pronto Seokjin se estaba preocupando por quien sea la otra persona a la cual cierta barman esté maldiciendo.
Ji Woo suspiro cansina, masajeando su cuello, avergonzada- Escucha Jin, temo que tendré que cancelar todo por hoy. Eso no quita el hecho de que voy a ayudarte, lo haré pero... ahora mismo acaba de surgir un pequeño problema y debo arreglarlo -aclaró de manera atropellada.
Seokjin asintió lentamente con algo de duda- ¿Todo bien? ¿Hay algo en lo que pueda ayudar?
Realmente quería ir a su departamento a descansar pero no podía dejar a Ji Woo sola, aún menos si esta tenía problemas, Seokjin ayudaría en lo que pudiese, es lo mínimo que podía hacer.
-No te preocupes Jin, solo es un mal entendido, voy a arreglarlo lo más pronto posible. Este idiota va a escucharme, quiera o no -dijo lo último entre dientes-. Por ahora ve a casa, te llamaré una vez tenga todo listo.
-Supongo que está bien, descansa -mencionó por último y fue de regreso al elevador.
Ji Woo chasqueó la lengua y saco una tarjeta llave de su cartera e ingresó al departamento. Tiró su bolsa a alguna parte de la estancia y recorrió el lugar a pasos apresurados hasta dar con la habitación principal del lugar. Abrió la puerta con fuerza y lo primero que vió fue a cierto pelinegro hecho ovillo en el revoltijo de sabanas de la cama.
-Tú y yo vamos a hablar ahora, quieras o no.
Si hay algún error escriban aquí --->
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