Realmente no estaba siendo racional y talvez estaba siendo paranoico pero podía sentir la mirada de todos los presentes en él, juzgando sus movimientos.

Su mano apretó fuertemente la contraria.

Pasó el nudo en su garganta y siguió su camino con el chico siguiendo sus pasos detrás. Su mente estaba procesando lo que estaba haciendo, tratando de hacerlo entrar en razón antes de hacer una locura, sin embargo su cuerpo no hacía caso.

El desconocido tampoco estaba ayudando puesto que lo seguía sin rechistar, al parecer no tenía ninguna intención de detenerlo.

Ingresaron a los baños y Seokjin soltó la mano contraria para ponerlas en su frente y tratar de mantener la calma. Repasaba cada cosa hecha y no hallaba una explicación de lo sucedido hace unos momentos.

Soltó un suspiro pesado.

A sus espaldas escuchó el ruido de la puerta pasando el seguro y en ese momento recordó quién se encontraba allí. Giró sobre sus pies y vió al desconocido girar lentamente para al final, mirar directamente sus ojos.

El desconocido elevó un costado de su labio mientras avanzaba en su dirección.

Se quedó quieto, no sabía que hacer, su cuerpo no reaccionaba a las órdenes de su cerebro y el chico seguía avanzando.

Quedaron a menos de un metro de distancia, invadiendo por completo el espacio personal del otro, observándose fijamente.

Por su parte Seokjin no podía evitar detallar el rostro de aquel chico, ahora que estaban cerca -demasiado- pudo notar su largas pestañas, y si bajaba un poco sus ojos veía sus finos labios y un pequeño lunar debajo de estos.

—¿Vas a seguir viéndome o harás algo de una buena vez? —Seokjin vió el movimiento de sus labios al pronunciar cada palabra, se fue acercando, quería probarlos— eres demasiado lento.

Seokjin quiso rechistar pero su rostro fue tomado por el contrario, chocando sus bocas de forma rápida. El castaño abrió los ojos, notando de primera como el contrario también mantenía abiertos los suyos.

El desconocido pasó la lengua por sus labios, pidiendo permiso para ingresar a su boca, obteniendo lo que quería por parte de Seokjin de forma inmediata.
Podía sentir la húmeda lengua recorrer cada parte de su cavidad sin detenerse, el castaño en medio de su bruma le seguía el fogoso beso, inclinado su cabeza para que el beso sea más profundo y enrollando su lengua con la contraria.

Se separaron por la falta de oxigeno, con el chico dejando una mordida en el labio de Seokjin.

Soltó un jadeo cuando el chico le dió un pequeño empujón hacia el lavamanos. Apoyó sus manos en el mesón detrás de su espalda para poder sujetarse de algo y no perder el equilibrio al sentir al desconocido pasar sus manos por encima de su ropa, mientras se colocaba de rodillas y sin descaro alguno terminar con sus manos en la entrepierna de Seokjin.

Una sonrisa se dibujó en los hinchados labios ajenos para comenzar a desabotonar los pantalones del castaño y bajarlos, dejando a la vista el bóxer rojo que traía puesto aquella noche.

El chico se mordió los labios al notar la longitud del contrario.

—Jungkook —dijo el desconocido.

—¿Eh? .

El chico soltó una risita y repitió— Me llamo Jungkook y quiero que lo repitas mientras te la chupo.

Seokjin se estremeció al sentirlo soplar sobre su erección aún cubierta. Tenía las manos del desconocido en sus caderas y el rostro a milímetros de su entrepierna.

Contuvo el aire al sentir la húmeda lengua trazar un recorrido desde el nacimiento de su miembro hasta el glande que sobresalía del elástico del bóxer.

Jungkook, se detuvo allí, tomó los bordes de la prenda y los bajó con lentitud. A medida que bajaba la tela, inspeccionaba el rostro del alto castaño, notando como apretaba la mandíbula y sus ojos seguían el movimiento ajeno. Pasó su lengua por sus labios al tener la prenda en el suelo, dejando relucir el miembro totalmente erecto del castaño, no perdió tiempo y pasó su lengua por el falo, probando su sabor, obteniendo un jadeo en respuesta.

Sin pensarlo dos veces subió por el tronco hasta el glande y lo apresó entre sus labios dando una fuerte succión, sintiendo como el castaño ponía una mano en su cabeza y soltaba un ronco gemido. Bajó poco a poco, engullendo todo lo que podía y con sus manos tomó lo que faltaba. Empezó subir y a bajar su cabeza, enrollando su lengua en el falo, succionando y ahuecando las mejillas, oyendo como el castaño murmura cosas sin sentido alguno y mal decía entre dientes.

Sacó por completo el miembro de su boca y fué lamiendo cuesta abajo llegando a los testículos, metió una a su boca mientras con una mano masturbaba al castaño y con la otra se ocupaba de si mismo, cambió al otro saco, metiéndolo a la boca con más desespero, oía gruñir roncamente al castaño, además de que su respiración era más pesada dándole aviso de su próximo clímax.

—Basta de juegos.

Jungkook en medio de su mente nublada sintió el fuerte agarre del hombre frente a el tomarlo del mentón para guiarlo a su miembro goteante, sin que se lo dijera, lo engulló el mismo hasta donde pudiera, sorprendiéndose cuando el castaño le tomó con ambas manos del cabello y empezó a follarle la boca, no era suave y le fascinaba, poco le importó el hecho de que le dolía la mandíbula o de que su saliva escurría por su mentón. La sensación de dolor era exquisita.

Alzó su mirada hasta los ojos del castaño, topándose con que este lo miraba fijamente sin dejar de joderle la boca. Las pupilas del castaño totalmente dilatadas, mirándole de forma tan intensa, prometiendo una infinidad de cosas.

— Jungkook...

Bastó que el castaño tirara su cabeza hacia atrás, dejando expuesto su blanquecino cuello, para que Jungkook se corriera sin haberse tocado en ese instante. Gimió su liberación, haciendo vibrar su garganta y enviando olas de éxtasis al castaño para luego sentir el espeso líquido llenar su garganta. Tragó cada gota sin replicar, disfrutando tener la atención del castaño en él.

Seokjin con la poca fuerza que le quedaba, alzó a Jungkook por los hombros y lo agarró de la nuca para volver a juntar sus bocas, sintiendo él sabor de su propio semen en sus papilas. Fue él esta vez quien dejó una mordida en los labios contrarios.

—Seokjin —pronunció el castaño.

Jungkook lo miró un momento para sonreír de medio lado— lo sé —dejó un último beso en los labios del castaño y salió por la puerta, dejando a Seokjin en blanco.

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