pov's yeo baeky

—¿Qué es este lugar?

—Un bar.

—¿Y por qué estamos aquí?

—Para darle apoyo a TaeHyung.—repetí por quinta vez en la noche.

Debido a que el Kim comenzó a tocar en distintos establecimientos, decidí pasar a verlo, aprovechando mi mayoría de edad, y estando a nada de dejar de ser una Estudiante. Sé que no me veo como una adulta, pero tengo la ilusión de con el tiempo dejar esta apariencia tan aniñada. SeokJin bebé de su jugo mientras analiza todo a nuestro al rededor con disconformidad. Es alguien difícil de complacer, ¿Pero que más da?

Tuve la intención de comer la pizza que pedí, si no fuera por mi amigo lo hubiera hecho. Pellizca mi brazo, haciéndome verlo molesta.

—¿Qué te pasa? Yo la pague.

—No es eso, mira quien esta.—señaló a la distancia. Haeri se encuentra sentada en una mesa más alejada, con otras personas. Gire, sin intención de darle mucha importancia— Oh, no. Viene para acá.

—¿Q-Qué...

La alta chica de rostro aun más hermoso se acerca a paso tranquilo, con toda la perfección que puede cargar una persona se sienta en nuestra mesa con una sonrisa en sus labios pintados de rosa.

—Hola, TaeHyung me dijo que vendrían.—saludo.

—Ah, sí. Vinimos a verlo.

—Estará muy feliz, él desde hace tiempo quiere que lo veas tocar en el escenario.—asentí a sus palabras, incómoda. ¿Por qué debo relacionarme con ella sólo por ser amiga de mi novio? En todo aspecto es poco convencional— Baeky, puede que hayamos empezado con el pie equivocado. Siendo honesta, no tengo malas intenciones, jamás le haría algo malo a otra chica.—volvi mi vista a ella con sorpresa— ¿Qué te parece estar en buenos términos y conocernos más? —estira su mano, haciendo que yo la tome.

No hay sentimiento de desconfianza, porque parece sincera.

—Esta bien, puede que haya sido algo tóxica.—admití— Pero tú no tienes la culpa, prometo confiar más.

—Por fin.—murmuró Jin.

Haeri rió, observándolo— ¿Me dirás tu nombre? —las mejillas de mi amigo se vuelven rojas al instante.

—Ehm, y-yo soy... K-Kim SeokJin.—estira su mano con fuerza— ¡Un gusto!

—El gusto es mio, Jin.—en un pacto amistoso se miran a los ojos con diversión.

Están locos.