Lector Pov:

Asha: "¡Eres injusto Magnífico! ¡Todas las personas merecen que se les cumplan sus deseos! ¡No sólo unos pocos!"

Magnífico solo suspiro de molestia ante los berrinches de su aspirante a aprendiz, aunque no era nada que lo sorprendiera. Estaba acostumbrado a que mucha gente quisiera volverse su aprendiz solo para pedirle que le cumplieran su deseo o el deseo de algún conocido, pero esta era la primera vez que alguien intentaba decirle como debería gobernar su reino. Asha era la primera con el descaro de sugerirle que cumpliera todos los deseos de la gente, un típico pensamiento de niña inmadura que no conocía la realidad.

Magnífico: "Eso no es posible pequeña Asha."

Asha: "¡¿Por que no?!"

Magnífico: "Podría ser peligroso."

Asha: "¡No entiendo como el deseo de mi abuelo puede ser peligroso! ¡Solo quiere inspirar a los jóvenes!"

Magnífico: "Eres muy joven y no entiendes, todos los deseos no pueden ser cumplidos ya que varios serian perjudiciales tanto para el que lo deseo como para otras personas. Por eso, debo tomarme mi tiempo y seleccionar cuidadosamente aquellos deseos que si..."

Asha: "¡Eres tu el que no entiende! ¡Solo estas siendo mezquino, todos merecen que sus deseos se hagan realidad

Magnífico solo se sujeto la cabeza con irritación, esta niña era por mucho la mas testaruda de todos los candidatos a aprendices que tuvo. Pero entonces se le ocurrió una idea, una idea que no solo le permitiría mostrarle a esa niña la cruel realidad sino que también le permitiría deshacerse de ella.

Por lo que reviso entre los deseos, el siempre lo hacia para descartar deseos peligrosos y perjudiciales y recientemente había tenido uno relacionado con Asha. Uno que en circunstancias normales nunca habría cumplido, pero ahora seria una excepción muy especial.

Magnífico: "Si eso es lo que crees, tengo aquí el deseo de Pablito. Un niño bastante travieso que tiene un deseo un poco complicado, el cual seria peligroso de..."

Asha: "¡Monstruo! ¡Especialmente los deseos de los niños son los que deben ser cumplidos!"

Magnífico: "Bueno, ya que tanto insistes."

Y entonces Magnífico cumplió el deseo, Asha se cruzo de brazos satisfecha. Hasta que noto que la magia la estaba envolviendo a ella, desmayándose, y cuando se despertó noto que estaba en la casa del niño huérfano que normalmente hacia varios trabajos simples a cambio de comida el cual se hallaba conversando con Magnífico de forma entusiasta. Asha estaba confundida, pero su confusión cambio a vergüenza cuando noto que estaba vistiendo un traje de sirvienta demasiado revelador.

Ella trato de decir algo, pero las palabras no salían de su boca y su cuerpo no se podía mover, estaba cada vez mas asustada y fue peor cuando vio a los ojos a Magnífico. El sonrío, y procedió a hacerle otra explicación a Pablito, el cual estaba muy agradecido con el rey por haberle cumplido su deseo y se arrodillo ante el en agradecimiento.

Pablito: "¡Muchas gracias su benevolente Majestad! ¡Siempre quise que Asha fuera mi maid personal!"

Magnífico: "No hay problema Pablito, se que no tienes padres y eres muy bueno ayudando a los demás. Así que te mereces este deseo."

Asha abrió los ojos en shock, no sabia que ese niño tuviera un deseo así, ella siempre pensó que el quería padres o algún tutor. No una criada y mucho menos ella como criada.

Asha (pensamientos): "¡Espera Majestad, no puede hacer esto!"

Magnífico: "Y como te decía, puedes ordenarle hacer lo que quieras, incluso cosas un tanto pervertidas."

Asha (pensamientos): "¡¿Que?!"

Pablito: "¡¿En serio?! ¡Asha, muéstrame tus pechos y has un baile sexy!"

Asha estaba incrédula, pero a pesar de que trato de resistirse su cuerpo se movió por su cuenta, dejando al descubierto sus bellos pechos y meneando las caderas en un baile erótico. Para vergüenza de Asha, Magnifico uso su magia para generar música y ella tuvo que bailar de forma sexy al son de esta música. Pablito estaba hipnotizado, saboreando el momento.

Magnífico: "Aun así, debes seguir ciertas normas."

Pablito: "....ah.... ¡claro su Majestad!"

Magnífico: "No puedes hacerla hacer cosas pervertidas en publico, solo dentro de tu casa y solo delante de ti. Tómalo como si fueran una pareja."

Pablito: "Claro que si su Majestad, de todos modos odiaría que alguien mas la viera de esa forma."

Magnífico: "¿Y yo?"

Pablito: "Usted es una excepción, aunque no la esta mirando."

En efecto, al momento que Asha había bajado su ropa para mostrar sus pechos Magnifico se había dado la vuelta para no verla. Pablito le ordeno a Asha que volviera a acomodarse la ropa, ahí recién Magnifico volteo a verla.

Magnífico: "Yo, soy un hombre casado."

Pablito: "Ah cierto."

Magnífico: "Y también, no la maltrates. Nada de violencia por favor o se anulara la magia."

Pablito: "Entendido Majestad."

Magnífico: "Y por ultimo, asegúrate de usar protección si vas a hacerlo con ella. Nada de ser padre adolescente, espera hasta ser mayor de edad para eso. ¿Entendido?"

Pablito: "Fuerte y claro su Majestad."

Magnífico: "Bien, entonces me retiro."

Asha (pensamientos): "¡Espere!"

Pablito: "¿Seguro que esto esta bien Majestad?"

Magnífico: "Claro que esta bien, Asha estuvo de acuerdo. De hecho, ella insistió que tu deseo debía ser cumplido."

Pablito: "¡¿En serio?! ¡Gracias Asha, te quiero! ¡Prometo que te tratare bien y nos divertiremos mucho!"

Asha (pensamientos): "¡Lo siento! ¡Perdón por cuestionarlo Majestad, por favor no me deje con este pervertido!"

Magnífico: "Y no te preocupes Asha, le comunique a tus abuelos sobre tu nuevo oficio. Estan sorprendidos claro, pero solo dicen que te vaya bien y que no olvides visitarlos."

Pablito: "No se preocupe Majestad, hare que Asha visite a su familia cada fin de semana."

Magnífico: "Que considerado, bueno me retiro."

Pablito: "¡Adiós Majestad!"

Asha (pensamientos): "¡¡¡¡¡¡¡NNNNNOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!"

Y así Magnifico se fue a su palacio, en el camino la gente lo saludaba y le convidaba bocadillos gratis. Magnifico sonreía, la gente conocía cuales eran sus gustos y todos le eran leales, le gustaba ver a sus súbditos sonriendo sin preocuparse por los peligros fuera del reino. Solo suspiro ante la idiotez de Asha, ella solita se lo busco, al menos debería agradecerle que salvo su dignidad al no exponerla en publico.

Volvió a su palacio y se recostó en su cama, donde su esposa Amaya lo estaba esperando para dormir juntos.

Amaya: "¿Y como te fue cariño?"

Magnífico: "Esta fue la peor de todos los candidatos."

Amaya: "Lo siento, parece que me equivoque al seleccionarla."

Magnífico: "En efecto, pero no te preocupes. Ya le mostré el error de su camino."

Amaya: "Bien."

Magnífico: "Pero me preocupa, a este paso..."

Amaya: "Sabes amor, el reino esta bastante estable ahora y solo tienes que conceder un deseo al mes así que..."

Magnífico: "¿Así que?"

Amaya: "¿Por que no hacemos un heredero?"

Magnifico se sonrojo ante las palabras de su esposa, mas aun cuando ella retiro las sabanas y le mostro un atrevido conjunto de lencería. Magnifico la abrazo por la cintura y le dio un apasionado beso, Amaya veía a su esposo con lujuria.

Magnífico: "Tienes razón, al diablo con buscar aprendices. Hagamos el nuestro."

Amaya: "Estaré muy feliz de tener a tu hijo, cariño."

Y así ambos esposos tuvieron una noche bastante apasionada, al igual que Asha en otro lugar la cual para su vergüenza termino bastante agotada mientras que Pablito usaba sus pechos como almohada para dormir. 

Ahí recién entendió que en serio, no todos los deseos de la gente deben ser cumplidos.