02. TIME BEFORE TIME [Part 1. Raven]
Sus pesadillas han vuelto. Así que ella le deja recostarse en sus piernas mientras le acaricia el cabello. Bucky la mira, se abraza a su cintura, se alza, la besa y vuelve a recostarse.
—¿Quién eras antes de ser Raven? —pregunta.
Ella sonríe. Guarda silencio. Le revuelve el pelo y piensa...
Ha visto esas imágenes mil veces en su cabeza. Son como una película antigua, de esas en blanco y negro, por eso puede invocarlas cuando quiere. No saben si son suyas, si son reales.
Una casa de tejas rojas. Una familia común. Una niña con su oso de peluche bajo el brazo. Los desfiles en la plaza. Papá con su uniforme del águila y la esvástica, llevándolas a un refugio junto a otras familias adineradas. Marchándose.
Su vestido favorito con un desgarrón. Sus zapatos de charol ahora sin brillo. Su libro de cuentos con las páginas gastadas. Los meses pasando.
Papá que regresa. La mirada perdida, el rostro pálido. Lo oye llorar en las noches y a mamá intentando consolarle. Dice que no quiere regresar a ese lugar al que llama con terror "La Guerra". Escapan amparados por la noche hacia algún lugar apartado, pero no hay sitio lo suficientemente lejano.
Ella corriendo en una pradera de flores, aún quedan flores en el mundo. Mamá que le pide que vaya a cenar. Los hombres de uniforme llegando a la pequeña cabaña. Arrastrando a papá. Los golpes. Los insultos. "Traidor" "Desertor". El hombre al mando se llama Kant. Capitán Kant y les odia, aunque ella no entienda por qué.
Las armas apuntando. Los disparos. Los cuerpos de sus padres ahora sin vida. Una niña de 7 años corriendo hacia el asesino. Un soldado sujetándola. El capitán dando órdenes de llevarla con ellos. El cielo volviéndose tormentoso.
Una huérfana más en un lugar lleno de ellos. Sin esperanzas, sin sueños, sin luz en la mirada. Un número en la puerta de una celda. Un conejillo de indias en un laboratorio del gobierno.
Los años pasando...
—¿Rave?¿Qué sucede? —la voz de Bucky sacándola de sus pensamientos.
Ella sonríe. Lo besa y se recuesta a su lado. Deja que la abrace.
—Antes... Solo era alguien con un nombre distinto, forastero.
Y se duermen.
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