Espero que les guste~

Nota: Leí unos comentarios que llamaron mi atención y quiero aclarar algo. El Branch de esta historia no odia la música pop pero se siente un poco resentido por no haber recuperado sus colores después de haber cantado con toda su alma y aun así disfruta de la música, incluso si a veces puede ser demasiado fuerte para él y las coreos pueden marearlo, le gustan

Nota-2: Esto es algo que muchos de ustedes querían :3

Branch respira profundo y se permite sonreír. Lleva solo unos pocos días a bordo de la nave de los funk y no puede negar que se siente más libre que nunca. Puede caminar por allí sin necesidad de pena o vergüenza, porque siempre hay rostros sonrientes y ojos amables en todos los trolls a su alrededor, que lo saludan al pasar y algunos hasta lo invitan a pasar tiempo con ellos. Hay mucha música, porque todo parece funcionar con eso, pero le dieron audífonos para cancelar el ruido por si se sentía abrumado, un gesto que agradeció profundamente.

Tenía rienda suelta para visitar la biblioteca y leer todo lo que quisiera, llegando a conseguir algunos trolls que se unieran a él y le explicaran aquello que por ahí no entendía, formando un pequeño grupo con el que compartía ideas y teorías locas, haciéndolo sentir muy emocionado de encontrar a quienes compartían algunos de sus gustos más raros.

Pasa mucho tiempo con los gemelos. Darnell parece orgulloso de poder enseñarle todo lo posible a su hermano perdido por mucho tiempo, con Branch interesó y curioso, mientras Cooper simplemente esta feliz de pasar el tiempo con su hermano y su amigo.

No puede negar que es lindo estar entre los funk.

-¿Estás bien, cariño?- Essence se acerco con una mirada suave y maternal en su rostro, algo que lo hace sentir cálido por alguna razón.

-Estoy bien- sonrió, volviendo a mirar a los gemelos sobre el escenario, Darnell cantando mientras bailaba con Cooper, ambos luciendo muy sincronizados a pesar de apenas empezar a converse. Era dulce verlos. -Me dan ganas de unirme- soltó lo que había estado cruzando por su cabeza durante los últimos minutos.

-Puede hacerlo- ella se sentó a su lado, empujando muy suavemente al troll gris, quien alzó la vista para mirarlas con curiosidad y sorpresa. -Aquí nadie va a juzgarte, ¿recuerdas? Te di mi palabra...- él tarareo, asintiendo ante sus palabras, sabiendo que eso era verdad y algo que se había cumplido hasta el momento. -...y mis hijos estarían encantados de tenerte a su lado-

-Supongo- aun se sentía como un intruso por segundos, una sensación que todos allí se apresuraban a hacerlo olvidar. Volvió a mirar al escenario, justo a tiempo para que su mirada se encontrará con la de su amigo.

-¡Branch!- su sonrisa es grande, incluso cuando tropieza un poco por haberse distraído, compartiendo una mirada con su hermano y riendo antes de volver a ver al troll gris, haciendo un gesto suplicante y emocionado.

-¿Le importa...?- Branch hizo un gesto, su cola agitándose sin su consentimiento, sintiendo algo entre ansiedad y nerviosismo creciendo en su interior. No había subido a un escenario en mucho tiempo.

-Adelante, cariño- la reina le sonrió, feliz de ver al troll del pop alejarse con pasos rápidos para acercarse al escenario y siendo subido por uno de sus hijos con facilidad.

-¡Hey!- tropezó un poco, rápido en recuperar el equilibrio, sintiéndose extraño de estar sobre el escenario y con tantas miradas fijas, solo para distraerse cuando Darnell lo empuja ligeramente.

-¡Tienes que bailar, Gran B!- bufo el príncipe, haciendo un movimiento de pies como una especie de incentivo y aunque el sobreviviente aún se siente algo aprensiva, no tarda mucho en seguirle el ritmo, extrañamente fácil a pesar de que han pasado años desde que bailo.

-¡Eso es, amigo!- Cooper rio alegremente al ver al otro unirse a la diversión. Branch le sonríe, habiendo olvidado esa emoción que venía con bailar simplemente por hacerlo y algo en su interior se estremece, abriendo la boca antes de pensar y su propia voz se unió a la del príncipe, tomando por sorpresas a muchos y a si mismo pero antes de que la vergüenza pudiera invadirlo, porque no había cantado en un tiempo y se sentía un poco oxidado, mira a los gemelos y nota sus grandes sonrisas.

Hay un corazón violeta brillando en su pecho en medio de todo eso y no lo nota hasta que baja del escenario, escuchando los jadeos de asombro de la familia real.

-Vaya, esto es nuevo- esta asombrado, aunque eso no quita su felicidad y emoción de haber subido al escenario, sus dedos frotando suavemente el brillo. Había visto algo así antes, cuando todos los trolls perdieron sus colores y empezaron a crear la música por cuenta propia. Recuerda haberse sentido vacío y herido cuando su propio pecho se mantuvo gris en ese momento.

-¡Oh si, amigo!- Cooper empujó su cuerpo contra el ajeno, lleno de emoción, soltando una carcajada antes de inclinarse y frotar su rostro con el ajeno, el troll gris bufando con diversión. -¡Tienes el funk en tu alma!- parecía tan feliz por alguna razón y cuando Branch alza la vista para ver a los demás, pudo notar el orgullo en los rostros de la familia real.

-Eso parece- miro el brillo violeta en su pecho, notando se desvaneció lentamente pero aun así, dejaba algo cálido y suave en su interior. Se sentía un poco más completo que antes por alguna razón.

... ... ... ...

Reconstruir el hogar de los clásicos termina siendo mucho más rápido de lo esperado, gracias a las múltiples manos que trabajan y a la tecnología que los funk prestan para ello, logrando devolverle la vida y el color a la zona alguna vez destruida y quemada.

Branch esta orgulloso de haber podido ayudar en todo eso.

-¿Qué te parece, Tina?- miro a la flauta que dejo subir a sus manos, notando como sus ojos estaban iluminados mientras observaba su entorno.

-¡Es hermoso!- esta sonriendo, llena de emoción apenas contenida, disfrutando de las voces felices y alegres que celebran el trabajo bien hecho. -¡Todo se ve tan bonito y brillante!- ríe y da pequeños saltos para mirar al troll del pop.

-Eso es bueno- esta contento de lo que hizo, feliz de haber podido ayudar a estos trolls a reconstruir sus hogares. Si inclina para dejar a Tina en suelo cuando algunos trolls la llaman y la observa alejarse, tarareando para si mismo, moviendo la cola con gusto y tranquilidad.

-Gracias por la ayuda, mi amigo Trollzart se acerca, luciendo tan contento y aliviado de que sus trolls tuvieran sus hogares una vez, feliz de ver como su aldea volvía a levantarse con toda la ayuda posible.

-Fue un placer- sonrió, agitando la cola. Había sido genial participar en los planos y la construcción, dos cosas que adoraba a estas alturas de su vida. -¿Puedo ayudar en algo más?- pregunto al notar la mirada pensativa en el rostro ajeno.

-Ah, no, nada que se me ocurra ahora mismo...- parece jugar un poco con sus dedos, como si estuviera nervioso, y Branch solo puede ladear la cabeza, curioso, esperando a que el troll clásico encontrará las palabra para expresarse. -...pero tengo un regalo para ti...- rebusco entre su cabello blanquecino, sacando una caja rectangular y con un moño elegante en la parte superior, el sobreviviente parpadeando con cierta sorpresa, sin haberlo esperado realmente. -...espero no cruzar ningún límite- sonrió apenas, extendiendo la caja al troll pop.

-Oh...- acepta la caja después de un segundo de duda, mirando de reojo al director antes de volver su atención al regalo y abrirlo con curiosidad, abriendo los ojos con asombro ante el hermoso violín con el que se encontró, mayormente conservando ese color madera bien pulido pero con detalles dorados. -...recordó que quería aprender- bufo, sintiendo una gran sonrisa dibujarse en su rostro, encantado mientras rozaba las cuerdas del instrumento con sus dedos. Había escuchado el sonido que podía hacer y en serio le encantó desde el primer momento.

-Estaré encantado de enseñarte si aun quieres aprender- Trollzart parecía ansioso de enseñar.

-¿Cuando podemos empezar?- esta emocionado y es difícil negarlo, algo que parece contagioso por la sonrisa en el rostro del troll brillante, quien sacude sus pies con una risa ligera.

Aprender se siente extrañamente natural. Nunca le dijo a nadie pero toco guitarra durante sus años de soledad, en esos momentos en los que la paranoia no inundaba su mente, sentándose en la habitación más profunda y baja de su bunker, donde nadie podría escucharlo. Así que presionar las cuerdas del violín no duele, aunque la posición si es extraña al principio, y usar el arco también es nuevo pero se adapta con facilidad.

-Aprendes muy rápido- Trollzart parecía simplemente encantado, aplaudiendo ligeramente, sonriendo. -Debo decir que tienes un talento oculto, mi amigo-

-Gracias- se siente algo avergonzado por el cumplido pero orgulloso al mismo tiempo. -Creo que la buena audición me ayudo esta vez- bufo con diversión, encantado de poder usar ese don que muchas veces le había dado dolor de cabeza y en muchas ocasiones lo había salvado. Toco una vez más la melodía que el director le había estado enseñando, un poco torpe en su opinión y aun así, logrando que la melodía sonara como debería, cerrando los ojos, sintiendo el ritmo y sin notar que algo se estaba iluminando en su pecho.

-Oh, cielos...- Branch se detuvo ante la voz ajena, abriendo los ojos para ver su expresión de sorpresa y tuvo unos segundos para ahogarse en preocupación antes de bajar la vista, parpadeando con asombro.

-¿Otra vez?- un corazón brillaba una vez más en su pecho, esta vez dorado, agitando apenas la cola y las orejas.

-¿Sucedió antes?- el director pregunto con curiosidad genuina.

-Con los funk- Cooper y Darnell habían estado muy entusiasmado por aquello, siempre felices cuando su pecho se iluminaba nuevamente. -Aunque no tiene sentido, se supone que soy un troll del pop- el corazón debería ser rosa al menos.

-Escuche historias alguna vez...- Trollzart tarareo pensativo. -...que contaban de un troll capaz de armonizar con todos los ritmos con facilidad. Nunca se supo su nombre o a que tribu perteneció originalmente pero decían que era único y especial- se fijo en el troll gris que observaba el brillo en su pecho desparecer lentamente y sonrió. Un troll gris capaz se armonizar con todos los ritmos, eso si que sonaba como algo fantástico y nuevo.

Branch no sabía si el podía ser ese tipo de troll pero respiro profundo, sintiéndose tranquilo y cálido de repente, el vacío en su interior sintiéndose un poco más lleno ahora.