Espero que les guste~

Nota: Tengo varios capítulos ya listos de esto :3

Nota-2: Como muchos saben, en realidad no escribo shipp, en especial en este tipo de historias largas. Eso significa que no va a haber Broppy, aunque si los voy a hacer amigos, pero ustedes pueden tomarlo como quieran, siempre y cuando respeten el gusto de cada uno ^_^

Cuando todo termina, Branch se desliza muy lentamente del lomo ajeno, dejándose caer de espalda en el suelo y mirando hacia arriba, apenas prestando atención a todo a su alrededor. Se siente un poco abrumado, sus oídos zumban y todo lo que quiere es volver a esconderse en su bunker pero accedió a intentar ser más sociable si los demás se calmaban un poco y respetaban su dificultad con el toque, así que en realidad no puede hacerlo.

-¿Estás bien?- Poppy se paro a su lado, mirándolo desde arriba, sonriendo ligeramente y con preocupación en sus ojos. -¿Fue demasiado?- su cola se agita apenas en señal de nerviosismo.

-Comparado con otras canciones, no- se sentó, pasando una de sus manos por su cabello para ordenarlo un poco, agitando apenas las orejas. Solo podía esperar que el zumbido cesara. -Solo...un poco aturdido- sacudió la cabeza, parpadeando ante la mano rosa frente a sus ojos y agarrándole después de un segundo, dejando que ella lo levantara, preguntándose que tan liviano era. -¿Algún plan para hoy?- se sacude un poco la ropa, acomodando su chaleco. En sus propios planes estaba reabastecer su bunker, el cual fue saqueado cuando los trolls del pueblo se escondieron allí. Aun no podía recuperarse del todo después de eso, los malditos lo habían vaciado.

-¡Abrazos, pasteles y arcoíris!- anuncia con entusiasmo.

-¿No hacen eso todos los días?- enarco una ceja, bufando cuando ella solo pudo reír. Abrió la boca, dispuesto a decir que debe irse y adentrarse al bosque pero un grito resuena y llama la atención.

-¡Ayúdenme!- Biggie corre tan rápido como sus cortas piernas se lo permiten, aferrado a su mascota, con una cosa pequeña y rara que lo persigue de cerca, soltando chillidos raros. Los demás troll del pueblo se alejan, buscando un escondite, mientras la reina no duda en correr para ayudar a su amigo y Branch no tiene otra más que seguirla.

-¡Te tengo!- agarra a aquella cosa con su cabello, luciendo orgullosa y victoriosa, solo para entrar en pánico a los pocos segundos cuando la criatura empieza a retorcerse entre los mechones rosas. -¡Esta en mi cabello, esta en mi cabello!- chilla con espanto. -¡Quítenmelo!- sacude las manos con algo parecido a asco.

-¡Quieta!- Branch se acerca, estirando las manos y logrando agarrar aquella cosa, desenredándolo con dedos rápidos y alejándose unos cuantos pasos. Observa a aquella cosa con curiosidad y confusión. Pequeño, peludo, de grandes ojos desviados y una pequeña boca llena de dientes chuecos que se abre para dejar escapar chillidos raros, de extremidades cortas pero alas funcionales al parecer que se agitando salvajemente mientras se retuerce. Se ve familiar pero muy diferente. -¿Un...murcielago?- no se ve como ninguno de los que a visto hasta el momento, algo que despertá cierta curiosidad en él, pero deja eso de lado a favor de rebuscar en su cabello. -Tranquilo, tranquilo- mete una pequeña fruta en su boca y de repente, aquel ser se queda quieto, masticando de manera ruidosa y sucia, sus grandes ojos parpadeando. Parece disfrutarlo, un punto a favor. -Eres raro- saca otra pequeña fruta para hacerlo de nuevo, el pequeño ser retorciéndose hasta lograr subirse a su hombro y allí quedarse, luciendo mucho más tranquilo. -No eres de por aquí, ¿o si?- duda un poco antes de enterrar sus dedos entre el pelaje blanco, la criatura apoyándose en el toque con un sonido feliz y satisfecho. Algo salvaje pero manso al mismo tiempo, quizás puede ser una mascota o algo así.

-¿Qué es esa cosa?- alguien pregunta con notable asco en su voz.

-Es...espeluznante- Cooper se estremece.

-Es...desconcertante- las gemelas comparten una mirada, hablando al unísono para variar.

-Es escalofriante- la voz de Guy Diamond esta llena de dramatismo.

-Abrázame, papi- Tiny Diamond exige y su padre no duda en obedecer, suave y cariñoso, mientras el sobreviviente rueda los ojos con cierto cansancio. Lo que era diferente, era algo malo para todos ellos, ¿por qué no le sorprendía?

-Como si ustedes estuvieran muy buenos- bufo entre dientes, notando de reojo algo en el suelo. Parecía un papel enrollado, negro y brillante. -¿Qué es esto?- se acerca, inclinándose con mucho cuidado por su pasajero, tomando aquel papel y apenas logrando quitarle la cinta que lo envuelve antes de que Poppy se lo arrebatara. -Me lo imagine- bufo, volviendo a enterrar sus dedos en el pelaje blanco, el pequeño ser cerrando los ojos mientras se acurrucaba contra su hombro.

-¡Es solo una invitación!- anuncia la reina, todos sus pirando de alivio ante eso, mucho más tranquilos ahora que el pánico ya había pasado. -Veamos, aquí dice...- desenrolla el papel y se dispone a leer, mientras Branch nota que el rey Peppy parece ansioso de una manera muy sospechosa, moviéndose con agilidad y cautela entre ellos, con una mueca de nerviosismo mientras parece querer esconderse de todos. -..."Barb, la reina del rock, anuncia su gira mundial. Una sola nación, unida por el rock"- la expresión llena de emoción de ella se derrite lentamente en una confusión notable. -"Trae tu cuerda a la mayor fiesta que el mundo haya visto"- ladea la cabeza con curiosidad, luciendo tan perdida como todos se sentían en ese momento.

-¡Hey!- el sobreviviente ve un borrón pasar por su lado y actúa por puro instinto, agarrando la parte de atrás del cuello de la ropa del rey, alzándolo un poco, evitando que sus pies tocaran el suelo. -¿A donde con tanta prisa?- enarco una ceja, su paranoia encendiendo luces rojas y alarmas en su mente, sin confiar en el rey que se retuerce en su agarre.

-¡Es una mentira!- agita las manos con grandes gestos, su cola agitándose de manera rápida y casi en pánico. -¡Es correo no deseado! ¡Una ilusión! ¡Una mentira!- Poppy frunce el ceño, abrazando la invitación contra su pecho, como si temiera que el mayor pudiera quitársela. -¡No hay nada de que preocuparse!- pone una gran y falsa sonrisa en su rostro, sudando por los nervios. -¡Olviden que lo vieron!- y empieza a divagar nuevamente cuando todos allí lo miran fijamente, sin entender su actitud.

-Me da dolor de cabeza- Branch gruñe entre dientes, buscando entre su cabello y sacando una fruta más grande, metiéndola en la boca ajena, logrando al fin callarlo. Peppy luce sorprendido pero pronto esta encantado, masticando cual animal. -...que alivio...- suspiro, bajando lentamente al rey hasta que quedara sentado y retrocediendo un par de pasos, aun alerta, mientras el ser en hombro parpadea.

-...ya estoy tranquilo...- el rey sonríe, limpiándose con el brazo la boca sucia por la fruta y su hija decide que es el mejor momento para acercarse.

-¿Qué fue todo eso?- Poppy luce preocupada, aun aferrada a la invitación.

-Oh Poppy...- su expresión es triste, moviéndose para levantarse y sacando ese bastón suyo de su cabello, apoyándose en este como si realmente lo necesitarás pesar de que se había movido muy bien hace unos segundos. -...siempre temí que este día llegaría- suspiro con cierta resignación y cansancio. -Yo...solo quería protegerlos, protegerte- luce triste, arrepentido, y aunque suene muy mal, Branch no le cree una sola palabra. Algo se siente mal en todos eso, su cola moviéndose con ansiedad mientras lucha por mantener su paranoia bajo control.

-¿De que hablas?- ella guarda la invitación de color negro entre su cabello, acariciando apenas la falda de su vestido en un gesto casi nervioso mientras avanza un par de pasos para acercarse a su padre, su cola moviéndose lenta y con curiosidad. -Puedes decirme lo que sea, ya no soy una niña- asegura con una sonrisa, enderezando su postura e hinchando un poco el pecho con cierto orgullo. -Además, ahora soy la reina- ladea la cabeza para mirar al mayor a los ojos. -Yo debo protegerlos a todos- hace un gesto hacia los trolls a su alrededor.

-Tienes razón- acepto con un suspiro largo pensado. -La verdad es que...- pausa dramática. -...no estamos solos en este mundo- hay un sonido raro y algo escalofriante que suena, Biggie entrando un poco en pánico cuando muchos se voltean a verlo y se apresura a meter uno de sus dedos en la boca abierta de su mascota, callando aquel sonido. -Existen otras clases de trolls- parece decidido a ignorar ese raro sonido y volver al punto.

-Eso es genial, ¿no?- Poppy sonríe con emoción, sin entender la actitud de su padre, mientras que Branch no puede evitar fruncir un poco el ceño mientras vuelve a hundirse sus dedos en el pelaje blanco del murciélago en su hombro, pensativo. -Más trolls, significan más abrazos- siempre viendo el lado positivo de todo.

-Tu no lo entiendes- negó el rey, golpeando apenas el suelo con su bastón, sus manos jugando con la parte de arriba y agitando la cola con nerviosismo notable. -Ellos no son como nosotros- dudo. -Son...diferentes- Poppy parpadea, señalando a alguno de sus amigos más raros en ese pueblo. -Diferentes de formas que no te imaginas-

-Y como son diferentes, son malos y peligrosos, ¿eh?- Branch no pudo evitar intervenir con cierto veneno en su tono, mirando al mayor con el ceño fruncido.

-Eso no es...- el rey quiso defenderse pero el sobreviviente gruño, profundo y ruidoso hasta el punto en el que varios se encogieron en sus lugares, algo intimidado por el salvaje sonido. Lucia molesto, como si estuviera dispuesto a pelear, incluso con el mismo rey, quien bajo las orejas y tenso la cola.

-Branch...- Poppy retorció sus dedos con cierto nerviosismo, extendiendo su mano con cierta duda para ponerla en el brazo ajeno. -...dejemos que lo explique, ¿si?- lo miro con súplica, preocupada, sabiendo que había mucho más detrás de su enojo pero sin estar dispuesta a indagar más en esos momentos.

-Bien- bufo de mala gana, cruzándose brazos cuando ella se alejo. -Hable, su majestad- enarco una ceja, una advertencia clara en sus ojos y para demostrar que estaba de su lado, la criatura en su hombro dejando escapar un siseo que logró que muchos retrocedieron.