Chaz
Espero que les guste~
Nota: Sin importar cuantas veces vea esta peli, la escena de Chaz me sigue pareciendo muy rara pero graciosa al mismo tiempo xD
Nota-2: No sé cuanto pueda tardar en publicar los siguientes pero no se preocupen, que estarán pronto :3
El resto del día pasa volando y antes de que se dieran cuenta, la noche cayo, pero la balsa sigue su rumbo rio abajo, aunque ninguno tiene muy en claro cuanto pueden llegar a tardar.
Branch se sienta algo alejado del grupo, ignorando la charla de Biggie sobre su mascota, aferrado a su taza de café tan negro como su alma y permitiéndose respirar profundo. Esta un poco aliviado de que la sensibilidad desapareciera después de un rato, sus nervios mayormente calmados mientras mastica algunas galletas saladas que había guardado en una bolsa en su cabello pero a pesar de todo, se mantiene atento, observando a Hickory con desconfianza. Ese troll pudo ganarse con mucha facilidad a Biggie, conquistado con la comida, y a Poppy, adulando sus ideas de unión, pero él aun cree que hay algo raro en él.
¿Un troll que decidía darle la espalda a toda su gente para ayudarlos, a unos completos desconocidos? Eso sonaba sospechoso en su opinión.
-¿Qué?- agita una de sus orejas, tomando otro sorbo de su café, sin necesitar alzar la vista para saber que Poppy esta a su lado y lo esta observando fijamente.
-¿No vas a unirte a nosotros?- la reina tiene esperanza de que su amigo deje su paranoia de lado y se una a la diversión, quizás hablar un poco con su nuevo amigo, cree que podrían llevarse muy bien.
-Estoy bien aquí, gracias- responde sin problemas, la punta de su cola moviéndose apenas. La cafeína pura hace efecto, manteniéndolo despierto y alerta.
-Deberías darle una oportunidad- intenta convencerlo con voz suave y amable, algo que usa cuando le pide que la acompañe a ciertos lugares que sabe que él no quiere ir.
-No, gracias. No confió en él- es sincero y directo.
-Tu no confías en nadie- frunce apenas el ceño, algo molesta por las negativas ajenas pero intenta mantener ese sentimiento bajo control.
-Y tu confías en todos- alza la vista para mirarla por primera vez desde que se acerco, tranquilo, su frustración e ira ligera se habían calmado hace rato, aunque aun estaban presentes en su interior. -Sabes que no todos son confiables, ¿cierto?- por un segundo, quiere recordarle a la reina ese amigo especial suyo que no dudo en entregar a todo el pueblo solo para salvar su propio trasero.
-¡Por supuesto que lo sé!- parece ofendida por un segundo y él solo enarca una ceja hacia ella.
-¿Estás segura de eso?- señalo a Hickory como una prueba de lo que decía y la reina parece querer responder pero algo más llama la atención del sobreviviente, cuyas orejas se alzan y mueven, escuchando esa extraña tonada de lejos que parece hacerse más fuerte y cercana con cada segundo que pasa. -¿Qué es...?- parpadea, lento y repentinamente cansado, apenas pudiendo dejar su taza de lado mientras apoya las manos en el suelo y se obliga a levantarse. Se siente tambalearse, así que se apoya en sus pies y manos, parpadeando en un intento de aclara su vista. Esa rara música se vuelve más fuerte, hasta el punto de empezar a afectar a Biggie y Poppy, quienes lucen confundidos y entumecidos, murmurando de manera arrastrada palabras difíciles de entender, cayendo lentamente a sus lugares.
-Ah...- agita la cabeza ante la voz desconocida y alza la vista, notando un troll flotante de aspecto extravagante con ese peinado tan raro. Gruñe, agazapado con cierta torpeza porque se siente tembloroso y al borde de caer, sin poder notar como la expresión ajena se vuelve triste. -Creo que te vendría bien una siesta, pequeño- se lleva su instrumento a los labios y una tonada diferente a la anterior suena, más suave y relajante. Branch intenta luchar, en serio que si, pero su cerebro se siente lento y pronto, solo puede caer del todo, cerrando los ojos y cayendo inconsciente, sin ningún tipo de sueño.
No pasa mucho tiempo después para que uno abra los ojos.
-¿Qué paso?- Poppy es la primera en poder reaccionar, parpadeando con confusión, bajando la vista al no poder moverse y notando entonces que esta atada, cuerda rodeando sus muñecas y tobillos, firmes y con un buen nudo. Se remueve, sin poder liberarse, agitando la cola con preocupación y alzando la cabeza al escuchar un gemido a su lado. -¡Biggie!- esta feliz de verlo reaccionar.
-Eso...fue tan raro- el de piel azul se queja y se remueve, como si quiera rascarse la cara, abriendo los ojos con miedo al darse cuenta de que no puede hacerlo. -¡¿Qué esta sucediendo?!- esta asustado, eso es notable.
-N-No lo sé- mira a su alrededor, preocupada al no poder ver a Branch junto a ellos. -¡¿Branch?!-
-Por aquí, su majestad- se sobresaltan un poco ante la voz, el más grande jadeando ante el troll flotante que baja de una manera elegante y exagerada hasta que sus pies tocan el suelo, haciendo un gesto a un lado. Hay una manta ahí, violeta y de aspecto afelpado, de seguro muy suave, que se remueve un poco antes de que brazos grises se muestren. Se esta estirando al parecer, sus manos tocando un par de veces el suelo antes de relajarse una vez más, un ronquido ligero sonando.
-¿Qué le hiciste?- la reina esta entre estar preocupada y alegre, porque Branch parece estar profundamente dormido, calmado y sin sueños. Eso es algo nuevo, en especial teniendo en cuenta que estar en terreno desconocido.
-Nada dañino, solo algo de jazz suave para dormirlo- juego un poco con su instrumento, mirando de reojo al troll gris dormido con algo de diversión, antes de volverse hacia la troll de piel rosa. -Ahora, solo debo entregar su cuerda a la reina Barb y su mundo estar libre de su trivial música pop- parece preparado para tocar otra melodía y los trolls del pop se encogen en su lugar, sin querer volver a ser atontados.
-¡Alto ahí, Chaz!- Hickory se revela como todo un héroe, mirando al invasor de su balsa con el ceño fruncido y las manos en el cinturón.
-¿Y quien se supone que eres?- enarco una ceja, poco impresionado al parecer.
-Alguien que no le gusta el jazz suave- frunce el ceño y Chaz lo toma como un reto personal, tocando una melodía, flotando hacia el troll del country con una clara intención pero este no parece verse afectado, aprovechando la cercanía ajena para darle un buena patada con las patas traseras, el troll del jazz deslizándose hasta caer al agua y hundiéndose, aferrado a su instrumento. -Gomitas, a prueba de ruidos y azucaraditas- saca un par de gomitas de sus oídos, que parecieron funcionar como tapones, y se las lleva a la boca sin problema. -Que troll tan molesto- bufó, acercándose para desatar al par, quienes no dudan en levantarse.
-¿Quien era?- Poppy pregunta, mientras Biggie revisa a su mascota en busca que cualquier tipo de herida.
-Uno de los recompensas que vienen tras de ustedes- deja la cuerda de lado y se acerca a Branch, tomando una parte de la manta para levantarla, encontrándose con el troll gris medio acurrucado y sin dar señales de despertar pronto.
-¿Él esta bien?- el de piel azul pregunta, luciendo aprensivo y nervioso, abrazando a su mascota contra su pecho.
-Solo esta dormido pero no creo que despierte pronto...- Hickory duda un segundo antes de agacharse y estirar la mano, acunando muy ligeramente la mejilla gris para hacerlo voltear y observarlo pero Branch no reacciona, apenas y arruga la nariz antes de solo acomodarse. -...Chaz lo dejo en un sueño profundo- se endereza, aliviado, y solo entonces, el de piel azul deja escapar un suspiro.
-Eso es bueno- dudo, mirando a su peluche, sintiéndose extraño y perdido. Todo había sido demasiado para él. -Creo...que es momento de irnos a casa, Poppy-
-¿Qué? No- ella lo mira sin entender. -Aun tenemos que salvar la música de Barb, no podemos irnos así nada más- le da una pequeña y suave sonrisa, amigable, extendiendo la mano como si quisiera tomar la ajena. -Estaremos bien-
-¡Deja de decir eso y escúchame!- la reina retrocede ante la voz fuerte de su amigo. -Tu solo oyes lo que quieres y así nos pones a todos en peligro- hace un gesto y ella baja las manos, herida por las palabras ajenas, sin haber esperado eso viniendo de él justamente. -¿Cómo esperas salvar toda la muisca si no puedes salvarnos ni a nosotros?- señala las cuerdas que quedaron a un lado. Poppy no pudo hacer nada en ese momento, solo tuvieron suerte de que Hickory pensara rápido o sino, todo se hubiera perdido. -Hiciste una promesa de dedito, Reina Poppy, de protegerme...- hace un mueca. -...y la rompiste- Poppy retuerce sus dedos con nerviosismo, su cola envolviendo una de sus piernas, sin saber que decir. -Me voy- se decide y con expresión seria, se acerca al borde, haciendo algo con su mascota antes de dejarla en el agua y subirse encima, alejándose lento pero seguro. -¡¿Qué clase de reina rompe una promesa de dedito?!- su voz resuena, con frustración y molestia, mirándola por un segundo antes de darle la espalda una vez más.
-Biggie...- Poppy solo puede verlo alejarse, sintiendo su corazón herido.
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