⚜️La hermana⚜️
Habían transcurrido tres rotaciones planetarias desde que se me removió del servicio hasta que vuelva a estar al ciento por ciento de mis capacidades, aunque me hubiese gustado disfrutar de pasar días junto a mi hijo, de poder tranquilizarme, de olvidarme de... la guerra por solo un momento, por solo un parpadeo... simplemente no podía hacerlo, ya había perdido la cuenta de cuántas veces he despertado en media de la noche ante el mínimo ruido, incluido ante la brisa del aire, las guerras me habían forzado a estar alerta en todo momento...
Supongo que Vraks me había roto hasta el núcleo más profundo de mi ser.
-hmm...- Olga tomó varios mechones de mi cabello, pasando con cuidado sus manos desnudas por mi descuidada y arruinada melena -No, no hay modo alguno, hay que destintar y cortar, no hay otro modo- tras decir su sentencia, ella soltó mi cabello, girándose para tomar sus herramientas
Le había pedido a Olga que arreglase el desastre de mi cabello, tan arruinado, tan desastroso...
Olga noto como mi mirada se incómodo en cuanto vi sus tijeras, su punta estaba afilada, no podía evitar la incomodidad -Tranquila, lo haré con cuidado, solo relájate- sus palabras son tranquilizantes, Olga es así, tan amable, tan cuidadosa, tan protectora, tan linda... odio tener envidia, odio envidiar a mi hermana...
Cuando ella comenzó a cortar los mechones arruinados, no sentí dolor, ni molestia alguna, Olga se esforzaba en no causarme molestias en un momento en el que me encontraba desprotegida y en el que solo podía contar con ella. Mientras los mechones plateados caían al suelo, Olga comenzó a tararear una melodía, una nana que yo conocía bien...
Olga... ¿eres una Santa en vida? ¿Porque eres tan perfecta?
Me sentía tan agotada... tan cansada... tan relajada... no puedo sentirme así de tranquila, así de cómoda, con esta sensación de seguridad si no es con mi hermana, con mi Olga...
Cerré los ojos, depositando toda mi confianza en la única hermana Hospitalaria en quien confío.
Apenas habían transcurrido unos minutos cuando Olga había finalizado, dejando las tijeras a un lado y dándome un espejo en mis manos. Mi largo y desproporcionado cabello había sido reducido a una media melena rebajada... realmente parecía otra persona.
Olga sonrió en cuanto vio mi expresión, una sonrisa orgullosa y juguetona, como la que da Luther cuando lo felicitaba por algo...
-Luther...- susurre el nombre de mi niño, no sabía si era normal el jamás poder sacarme de cabeza a mi niño ¿estará bien? ¿Estará a salvo? ¿Comerá bien? No quería volver a dejarlo solo, no otra vez... soy una Sororita, una hermana de batalla, una sirvienta fiel del Dios-Emperador... pero... también soy una madre...
-¿Luther?- Mi corazón se detuvo... por favor Emperador... ¿ella me escuchó? -Minerva ¿quién es Luther?- Que podía decir, ¿que debía decir? ¡Piensa en algo!
-Eh... nadie...- idiota, idiota...
-¿Nadie? Si no fuese nadie no hubieses dicho un nombre tan específico...- Olga sonrió de manera coqueta, pretendiendo acomodar su... cabello con su velo...- ¿Es alguien especial? ¿Por fin alguien robó el corazón de mi fría hermana?
Me da asco de pensar en una relación de ese tipo entre mi pequeño Luther y yo... y parece que Olga lo notó por mi expresión de repulsión, cambiando su actitud a una más seria -Luther es un niño... realmente no quiero hablar de eso, Olga...-
-Un niño...- Mi hermana llevo su mano a su mentón de forma pensativa -¿Es de los niños huérfanos que mis hermanas Hospitallers trajeron del frente del Vraks? Pero no me suena ese nombre de los registros...-
Quizás esta fuese una oportunidad para liberar este peso que he cargado por tanto tiempo... llevo mintiendo por diez años y ya quien sabe cuantas rotaciones planetarias y el Emperador lo sabe, al final todo se sabrá... quizás la mejor es que se sepa poco a poco...
Emperador misericordioso, perdona a tu hija descarriada y mentirosa
-Si... digo no... es más complicado que eso, puedes... ¿puedes guardar secretos, querida hermana?-
-¿Oh... eh... si pero... porque?-
La Canonesa Natalanz Kane era... dura... una Sororita veterana de diversas guerras y también una de las representantes de nuestra orden. Una mujer de edad avanzada, pero que seguía siendo un peligro para los enemigos de la humanidad.
La sala de oración era enorme, como todos los lugares en el templo de la orden, dedicado a la adoración del Dios Emperador.
-Hermana Minerva, honorable Hospitalaria Olga, gracias por presentarse tan rápido- La Canonesa sonrió con falsa empatía... y un escalofrío recorrió mi espalda -Hermana Minerva, me gustaría hablar de tu... 'desempeño' en Vraks-
-Canonesa Natalanz, si me lo permite- antes de que si quiera dijese palabra alguna, Olga se puso delante de mí, sin mostrarse intimidada por la figura autoritaria que era la Canonesa -como representante de mi hermana y como su medicae debo informar que Minerva aún no está en posición de hablar de lo que vivió en Vraks-
-Con el debido respeto a todas las honorables Hospitalarias, hermana Hospitalaria Olga... cállate y quítate, estoy hablando con ella, no contigo- Olga tembló por un segundo, apretando los puños molesta, pero tragándose su enojo y dejándome delante de la Canonesa
En un punto nos miramos a los ojos, lo que pareció ser una eternidad, pero en realidad solo fueron unos segundos, Natalanz en todo este tiempo seguía manteniendo esa sonrisa que me hacia sentir pequeña de nuevo...
Emperador protégeme
-He leído los reportes de tu hermana aquí al lado tuyo... que no estás apta para volver al servicio por todo lo que... 'viviste en Vraks'... pero...- estaba temblando cuando su voz se afiló, escuchándose más afilada y cruel, insensible -Que lo mejor sería que seas revocada del servicio a trabajos secundarios hasta que tu estado mental sea optimo...- contrólate... por favor Minerva contrólate... no llores delante de la Canonesa... -¿Mi opinión como veterana de la orden?- Natalanz me había tomado del cabello, sin fuerza para arrancarlo pero con la suficiente para tener un agarre eficiente -Creo que deberías ser despojada de tu servoarmadura y ser arrojada a algún campo de guerra como una Repentia por tu evidente acto de herejía-
Por favor Emperador protégeme...
-¡Suficiente!- la voz de Olga hizo eco, tomando del brazo con fuerza a Natalanz y obligándola a soltarme- ¡Se está saliendo de sus obligaciones Canonesa, no tiene derecho a reprender a MI hermana por lo ocurrido!- antes de que la Canonesa pudiese replicar, Olga tomó mi mano para irnos-
Salimos de la sala de oraciones atravesando las puertas, la Canonesa jamás nos gritó que regresásemos... de todos modos dudo que Olga lo hubiese hecho... Que me pasa... ¿que me pasa? Se supone que soy una Sororita... ¡Soy una Sororita! ¿Pero porque sigo temblando? ¿Porque sigo llorando? Todo en este templo es enorme pero siento que es tan asfixiante, siento que me aplasta...
Luther... ¡Luther! Ya tenías una madre horrible y ahora tienes una madre rota... pobre de mi niño, no... no... no, no, no... ¿que va a ser de ti? ¿Cómo podre cuidar de ti si ya ni siquiera puedo conmigo? Emperador... no... no...
-¡Minerva, por Trono, respira!- Olga estaba tomándome de los hombros... estaba en uno de los grandes corredores del templo, y las lágrimas recorrían mis mejillas, había colapsado y estaba de rodillas de nuevo... -Minerva por favor, inhala con la nariz y exhala con la boca- Olga tomó mis mejillas, haciendo que la mirase a los ojos y dándome esa sonrisa suya...
-O- Olga...- Patético... hasta mi voz está rota... -estoy... estoy rota...
-No digas eso, solo respira– Perdóname...
-¡Estoy rota, no puedo hacerlo, no puedo cuidar de él, no puedo, no puedo hacerlo, no puedo, no puedo, no puedo!- lleve las manos a la cabeza, mientras mi respiración se volvía a acelerar más, llorando todavía mas- ¡soy una decepción, he fallado en mi deber, le fallé al Emperador, le fallé a la orden, le fallé a mis hermanas, le fallé a él!-
Olga no tendría porque carga con una... cosa como yo, debería irse, debió irse hace mucho...
-Está bien... ok...- Con cuidado y suavidad, Olga tomó mi nuca, haciendo que dejase de apretar mi cabeza, haciendo que volviese a verla -Si no puedes... déjame ayudarte-
Realmente eres una hermana que necesita atención extra especial...
Arte original hecho por Luth
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Me he ausentado por que no me esperaba que entraría tan repentinamente a la universidad, esta actualización es debido a que he encontrado un espacio libre, tengo que balancear el tiempos de mis hobbies y el tiempo de la universidad y es una cagada
AVE IMPERATOR
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