Lo que había tratado de evitar por lo últimos meses de mi increíble vida que a penas iba comenzando, se fue directo a la borda cuando olvidé cerrar la puerta de mi habitación recordando que Josh estaba aquí en ella; una rutina de todos los días que por estúpida y por estar pensando en él, olvidé por completo hacer. 

Joshua había estado varias veces en mi casa antes de esta con Nick en la casa, sin mi padre o Marissa porque eso sería demasiado arriesgado, sin embargo, la manija y el seguro se habían convertido en mis mejores amigos cuando mi novio estuviera aquí, en mi habitación, habíamos aprendido a manejar a toda perfección el hecho de que Nick no intentara entrar o simplemente no llamar su atención, jamás lo había atrapado, hasta hace solo pocos segundos que todo se fue directo a la mierda. Es quería pensar. 

Volteé a ver a Joshua tratando de buscar algo de ayuda para la situación, pero simplemente se quedó ahí, parado, observando a Nick, tratando de no entrar en pánico, y a lo que parecía calmando a Nick para que él no entrara en pánico, no obstante en lugar de hacer eso, mi hermanastro comenzó a reírse cínicamente, el cual me asustaba bastante pues no sabía cual podía ser su reacción después de eso. 

No sabía si podía huir de la casa a contarle a todo mundo, no sabía si podía ir a su cuarto a encerrarse esperar a que lleguen nuestros padres y decirles todo, no sabía nada de su siguiente acción, el misterio siempre fue su fuerte, y ahora se podía observar más que nada. 

–¿Nick?– preguntó acercándome un poco a él –necesito que me escuches, por favor–. 

Mi hermanastro dejó de reírse, arrugó un poco los labios aún con una curva en ellos y alzó las cejas. 

–Esto es tan...– hizo una pausa y negó ligeramente –... ridículo que no puedo creer que no me haya dado cuenta antes, era demasiado obvio–. 

Fruncí el ceño confundida –¿de qué hablas?–. 

–Es obvio que no estabas con tus amigos el fin de semana, estabas con él, y era obvio porque comienzan a grabar mañana en tu escuela– soltó un bufido –no entiendo como pensaron que podían engañar a todos con esto, otra cosa obvia, no podían estar lejos del uno ni del otro–. 

Me consideraba una persona inteligente, siempre sacaba A+ en la escuela, descubría cosas, deducía cosas que terminaban siendo verdad, pero debo admitir que en ese preciso momento las palabras de Nick me tenían más que confundida, no comprendía por completo cual era el propósito de sus palabras, me por la forma en la que hablaba algo tramaba. 

–Nick, por favor...– empezó a hablar Joshua. 

–No digas nada California– interrumpió Nick con un tono sarcástico –espera a que Robert y mi madre se enteren de esto–. 

Rodeé los ojos –okay, basta Draco Malfoy, por favor déjame explicarte que esto–. 

Nick dio una risa falsa –pero si ____, hermanita, no hay nada que explicar, es obvio que nunca cortaste con tu novio famoso, y no te importó nada de las reglas que "has seguido al pie de la letra"– hizo comillas con sus dedos. 

La manera de sarcástica de hablar de Nick siempre me causó conflicto, me hacía sentirme insegura de mis acciones, manipuladora pues siempre es algo que logra hacer con las personas.

Así que simplemente me quedé en silencio, con mi novio a un costado copiando mi acción, mientras que él otro nos miraba de una manera aterradora, con los brazos cruzados, esperando a que hablara para que pudiera callarme. Sin embargo, esta vez no dejaría que lo hiciera, no lo haría. Tenía un argumento a mi favor, un evento a mi favor, algo que lo destrozaría a comparación de esto. 

–Nick–. 

–____–. 

–Escucha–. 

Me miró de arriba a abajo –tienes 2 minutos–. 

Ladeé mi cabeza a un lado, pensando para mí misma, con un ligero toque de sarcasmo: "qué maduro es para su edad". 

–Si, tienes razón, Josh– señalé al mencionado –y yo hemos salido, pero desde el verano pasado, no desde que nos prohibieron vernos–. 

–¿Y cómo fue que...?–. 

Encogí mis hombros –todo pasó para que los dos volviéramos a estar juntos, de nuevo–. 

–Pero nadie sabe sobre esto– habló Joshua dando un paso al frente y pasando un brazo por mis hombros –bueno, más que sus amigos y... sólo sus amigos, ahora tú–. 

Nick asintió –no queda el hecho de que te meterás en muchos problemas ahora...–. 

Eran las palabras las que me estaban a punto de hacer perder la paciencia, las que me hicieron rodar los ojos, apretar los puños, y apretar mi mandíbula, esas palabras me entraban por un oído y me salían por el otro, ya no lo estaba escuchando, no obstante, me estaban haciendo queriendo golpearlo en la cara, pues la manipulación, el sarcasmo y la "seguridad" con la que hablaba, me estaban a punto de sacar las palabras que tenían en mente para callarlo. 

–Y todo no quita el hecho de que si tu no cierras la boca, mi padre y Marissa sabrán que hiciste una fiesta enorme mientras ellos no estaban aquí sin su permiso–. 

Nick dejó de hablar formando un arco con sus cejas. Mirándome directamente a los ojos, por mi parte sin saber realmente que era lo que estaba a punto de hacer, si estaba bien o si nada más podía hablar para ponerme en ridículo, pero no, no haría eso, debía verme segura, debía aparentar que sabía lo que hacía, cuando en realidad era todo lo contrario. 

–No puedes probarlo–. 

–Oh si– asentí –tengo evidencia–. 

Era mentira, no tenía nada, así que si lo decía podía convertirse en mi palabra contra la suya. 

Mi hermanastro sabía que no podía hacer nada en cuestión a eso, los dos habíamos cometido cosas que nos metería en problemas en ambos, y problema de los grandes, así que él sabía que le convenía quedarse callado acerca de mi relación con Joshua, si yo me quedaba callada con cuestión a la fiesta. Era demasiado simple. 

Nick pasó sus manos por detrás de su cabeza para después soltar un suspiro largo y pesado, y cerró los ojos. En ese momento, volteé a ver a mi novio que se encontraba un costado de mí bastante nervioso por la expresión de su cara, algo que a la vez, lo hacía verse bastante tierno debo admitir. 

Después de varios segundos en silencio por parte de todos, Nick volvió a mirarme, luego a Joshua, luego a mí, de nuevo Joshua, a mí, Joshua y por último a mí. 

–Tu padre no tiene ni idea ¿cierto?– negué lentamente –de acuerdo, okay– volvió a suspirar – te debo una por limpiar toda la casa también–. 

–¿No dirás nada entonces?– preguntó Joshua. 

–No– respondió Nick –le debo una, sin ella no podría haberlo hecho ahora–. 

Y ahí estaba, el Nick que con mis palabras había tratado de sacar y lo había logrado, el que on era egocéntrico, egoísta, el que él evitaba sacar solamente para ocultar su lado suave, era un buen chico, pero no todo mundo sabía eso y esto, podía comprobarlo. 

–Gracias, Nick– dijo Josh. 

Nick soltó un bufido –cuida a mi hermana ¿quieres? Perdón, hermanastra, hija de otro padre y madre–. 

Joshua lo miró extrañado por sus palabras –lo haré, ya lo hago–. 

Había convertido a Nick en un aliado, o al menos eso era lo que parecía, si él sabía secretos, yo sabía el de él, todo concordaba para que ninguno de los dos se delatara, siempre y cuando no nos metiéramos en más problemas, que podrían mandar a la mierda todo esto que se había logrado en sólo minutos.