Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 45 - FINAL

"I'M STILL LEARNING HOW TO LOVE FINALE"

PARTE FINAL

...

Al día siguiente, Joshua y yo dormimos en todo el viaje de regreso a Salt Lake, no quería que regresara sola así que Nick le cedió su boleto de regreso porque según él se quedaría más días. Un tierno gesto de su parte, aunque no dejaba de preocuparme que se trataba de Nick en la ciudad más loca de Estados Unidos. 

Meh, qué más da, estará bien. Es Nick Geller, si no le pasa algo me preocuparía. 

Cuando llegamos al aeropuerto de Salt Lake, al no tener a nadie que fuera por nosotros optamos por simplemente tomar un lazo a mi casa. Luke, Katelyn y Jamie se tomaron muy en serio lo del retiro espiritual para limpiar su aura, así que no quería molestarlos hoy con eso. 

De esa manera, los dos, Josh y yo, para aclarar, llegamos a mi casa lo más cansados que nunca, y es que después de no haber dormido claro que lo esperaba, en la peor parte, estaba ahora a unas horas de tomar otro vuelo. 

Yay. 

―¿Hola?― pregunté cuando abrí la puerta de mi casa ―¿Hola?... ¿Papá? ¿Marissa?... ¿Luke? ¿Katelyn? ¿Jamie?... ¿Hay alguien?―. 

Miré a Joshua para después encoger mis hombros en señal de que no había nadie, ya que en efecto así era. Entramos a mi casa dejando las maletas en el vestíbulo, para de esa manera subir las escaleras con Joshua detrás de mí y hacer nuestro camino directo a mi cuarto. 

―Qué buen fin de semana― dije yendo a mi clóset para sacar la maleta de Nueva York ―, nunca me la había pasado tan bien―. 

―Tampoco yo y no se diga de anoche― subió y bajó las cejas pícaramente. 

Rodeé los ojos divertida ―No quiero pensar que tienes solamente eso en tu cabeza―. 

―No lo tengo, pero como no pensar en eso―. 

―¿Qué me dices de las muchas veces que casi nos meten a la cárcel?―. 

―No lo harían de todas formas― rió tranquilo ―. Siempre hacen eso para asustarte, te puedo asegurar que estuvimos seguros todo el tiempo―. 

Asentí no muy convencida ―Haré como que te creo―. 

―Gracias―. 

Observé como Joshua se relamió sus labios, al mismo tiempo que movía sus manos la una contra la otra y tomaba una gran cantidad de aire, movimientos que hacía cuando estaba nervioso y quería decir algo pero no sabía como decirlo. 

―Escucha, ____, tengo que decirte algo, sobre Nueva York― sonrió. 

―Claro, dime― contesté. 

―Te va a alegar mucho, y quiero que sepas que es para que ambos...―. 

Pero antes de que pudiera terminar su oración, su teléfono comenzó a sonar por toda la habitación en señal de que le estaba llegando una llamada. 

―Lo siento, tengo que responder a esto― dijo con su teléfono en la mano ―, no te muevas de ahí, ahora vengo... ¿Hola? Sí, dime ¿Qué pasa?―. 

Rodeé mis ojos en forma de burla a la vez que Joshua salía de mi habitación para hablar por teléfono. Siempre le había hecho burla por eso, además de que siempre dijo que se sentía importante cuando lo hacía, yo tomando su palabra, hacía que se sintiera aún más importante riéndome de él como la buena novia que soy. 

―Bien, Nueva York, a poner más ropa― me decía a mí misma. 

Metí un poco de más ropa a las maletas que me llevaría a Nueva York al día siguiente. Después de eso me aseguré de que todo estuviera correcto en su lugar, cada parte tenía un orden meticuloso y en una lista para quedar 100% segura de que no olvidara nada. 

Todo se dividía entre artículos de limpieza personal, libros que quería llevar conmigo, cosas personales que me llegarían después en mudanza y básicamente gran parte de las cosas de mi habitación. 

Era bueno que nada más tenía que vivir en el campus de la escuela un año, al siguiente Luke, Katelyn y yo ya teníamos el lugar donde íbamos a vivir, en un punto exacto para que todos llegaran sanos y salvos a su escuela. 

―El plan perfecto―. 

Me encontraba metiendo cada cosa en su lugar, arreglando todo como a mí me gustaba, metida en mis propios pensamientos de no poder sacar el fin de semana de mi cabeza, cuando de repente, llegó una notificación a mi teléfono, un mensaje de texto. 

No dudé en pensar de que se trataría de alguno de mis amigos o hermano, sin embargo, arrugué mis cejas cuando vi que se trataba de un número desconocido. 

DESCONOCIDO. *Mandó un link a una página de internet*

Odiaba ser tan curiosa como odié ese día el resto de mi vida, y es que el encabezado me mataba de la confusión que juraba que una parte de mí no quería seguir, pero la otra me decía que lo abriera y así lo hice. 

Ojalá nunca lo hubiera hecho, ojalá nunca hubiera tomado ese mensaje, ojalá hubiera confiado en mi instinto estando en Los Ángeles cuando me habló en lo más profundo y encontré a esa chica en el departamento de Joshua en una posición prometedora. Ojalá no hubiera sido tan estúpida. 

"Doble Amor. Pero Sólo UN Bassett ¿Quién ganara?" 

Era el título de la nota de mierda que ni siquiera me molesté en leer. Lo único que hice fue alcanzar a ver la foto de la misma chica rubia que vi besándose con Joshua a mitad de una calle, y otra foto de nosotros besándonos en Venice Beach, junto con otra donde me abrazaba. 

Mi primer instinto en el momento fue pensar que me soltaría en lágrimas y sacaría a patadas a Joshua de mi casa, sin embargo, los resultados terminaron en las lágrimas saliendo de mis ojos, pero no haciendo nada más que eso. No sentía nada, no sabía que estaba sintiendo o si me quedé sin emociones, aunque tenía demasiado en claro una sola cosa, y era momento de hacerlo.

―Perdón, mi nuevo agente y publicista, mejores que los anteriores claro, me llamaron para decirme que tengo una conferencia de prensa por la serie y quería saber si... ¿Estás bien?―.

Levanté mi cabeza para mirar a Joshua directamente a los ojos. Él frunció el ceño al verme de esa manera, lleno de odio, asco y decepción que era la que más dolía en esos momentos. Nunca lo había visto de esa manera, nunca, incluso yo me sentía una extraña al verlo así.

―¿Recuerdas cuando me dijiste que no había de qué preocuparme? Me dijiste que no fuera paranoica, que era solo mi imaginación―.

―¿De qué hablas?―.

―Me dijiste todas esas veces que era solo yo, me hiciste confiar en ti, ¡Después de que sabías que era a lo que más le tenía miedo, porque ya me lo habían hecho!―.

Se quedó callado, poniendo esa expresión en la que sabía que había hecho algo malo, pero que por más que lo dijera no lo iba a admitir así porque sí. Tenía orgullo él chico y a veces quería matarlo por eso, como ahora. Miró de reojo mi teléfono que seguía encendido con la página de internet abierta, que fue cuando lo entendió todo. 

―____, no lo hice a propósito― las lágrimas seguían y seguían saliendo de mis ojos ―, ni siquiera sabía lo que hacía, solamente pasó―.

―Pero lo hiciste, pudiste haberlo detenido, y sabes qué es lo peor, que fue la misma chica con la que te encontré a centímetros de distancia esa vez―.

―Eso no significa nada― se escuchaba el remordimiento en su voz ―, no significó nada―.

―Lo que me deja en claro que no es la primera vez que lo hacías, ¿No?―.

Joshua negó lentamente y bajó la cabeza avergonzado, en ese momento, lo único que pude hacer fue cerrar mis ojos, pensar y tratar de entrar en razón de todo esto malo que ocurría. Me traicionó, estando conmigo, diciéndome todas esas palabras buenas y... ya ni siquiera podía pensar en algo bueno, pero lo que si sabía era que si con nosotros estando a un estado de distancia pasaban estas cosas, no quería imaginarme que pasaría ahora que cada uno estaría a extremos del país.

―____, en serio, no sabes cuánto lo siento y sé que eso no arregla nada, nada de lo que hice y debo de verme muy cínico diciéndote todo esto, pero te amo, en verdad te amo, y me arrepiento demasiado de lo que hice―.

Lo miré a los ojos de nuevo, viendo como caían las lágrimas de sus ojos mientras que en los míos húmedos no distinguía mucho porque estaban en la misma situación.

Caminé lentamente a donde estaba él, me paré quedando a unos centímetros de distancia y puse una de mis manos sobre su mejilla, limpiando gran parte de las lágrimas que caían.

Con el corazón hecho trizas, inhalé una gran cantidad de aire y me agarré de todo lo que tenía para juntar el valor y hablarle.

―Lo sé, sé que estás arrepentido, Joshua y sé que me amas, yo también te amo, mucho― sonrió ligeramente ―pero no puedo perdonarte―.

―¿Qué?―.

―No puedo perdonarte, no ahora, no... no sé si algún día―.

―¿Qué...? No... yo... ¿_____?―.

―Me voy a mudar a Nueva York mañana y tengo que pensar en mí ahora―.

―No, no hagas esto, por favor―.

―No quiero tener problemas contigo porque, porque te amo y si... ― no podía creer que estaba a punto de decir eso ― y si estar juntos a la distancia involucra estar así...―.

―_____, por favor, Breslow, no, sé que lo arruiné pero en verdad no quería...―.

―Yo lo sé, Josh, lo sé, pero estás tentado y ahora tengo nuevo que― hice una pausa ―, que debería empezarse desde cero, me encantaría que fuera contigo, sin embargo, no podría si estás tentado todo el tiempo―.

Me estaba destrozando, me estaba destrozando a mí y por ende al Joshua mismo, que no dejaba de llorar, rara vez que lo hice, dato curioso, yo tampoco podía dejar de llorar, no podía hacerlo y verlo me hacía romperme más mi corazón, y soltar esas lágrimas de dolor que ahora sí sentía.

Joshua no dijo nada, sabía que tenía razón en esto, era lo mejor para ambos y más que nada estábamos a tiempo. Dolía a un nivel que nunca antes me había dolido algo, lo peor, era que jamás me imaginé que se terminaría de esta manera.

Entre sollozos por parte de ambos, logré rodear su cuerpo con mis brazos, atrayéndolo más a mí, quien no tardó en recibirme el abrazo y apretarlo más de lo que ya estaba. Escondió su cabeza en mi cuello, mientras que yo pegaba la mía a su pecho, mojando su camisa por las lágrimas que salían.

―Eres...― comenzó a decir con voz entre cortada ― eres y siempre vas a ser la única persona que logró sacar lo mejor de mí, siempre serás la luz de mis canciones y te pido perdón por haber hecho eso―.

―Déjalo― respondí ―, no le tomes importancia ahora. No quiero alejarme de ti con eso en mi memoria, quiero quedarme con todo lo lindo―.

―Tú eres, digo, sí, lo lindo de mi vida, _____, y créeme que sea lo que te propongas lo vas a lograr, eres la persona más inteligente que conozco, aún sin conocerte lo sabía, jamás dejes que alguien te haga menos, no podrían lograrlo, porque además eres única Breslow y siempre serás la primera chica que logró robarme el corazón con... con un choque de puerta y con solo saber su nombre―.

Me separé un poco de Joshua, sin quitar las manos de su torso, y lo obligué a hacer contacto visual conmigo. Seguía teniendo esa mirada que recuerdo haber visto por primera vez en la asamblea de la escuela, esa mirada que cautivaba a todos con una sonrisa y tan solo verla, esa mirada que me enamoró al instante, y que me hizo ver la vida de la mejor manera posible.

Levanté un poco mi cabeza para darle un beso en la comisura de los labios, y alejarme de su cara antes de que pudiera arrepentirme de algo más. No obstante, junté nuestras frentes para que ambos pudiéramos tener esa cercanía deseada.

―Nunca dejes... sigue siendo tan exitoso como lo has sido hasta ahora, no dejes de escribir canciones porque al mundo lo cautivas con eso y... ― tragué en seco al igual que dejar salir pocas lágrimas de mis ojos ―cualquier chica va a ser tan afortunada de detenerte―.

Sabía que no eran unas simples palabras que se dirían porque sí, a Joshua le dolió tanto como a mí eso último en mi oración, que escuché un sollozo grave provenir de su boca. Sollozo que terminó en él cortando la distancia que había en ambos y plasmarme un beso en los labios.

Un beso apasionado que decía todo lo que nos podíamos decir, un beso lleno de amor, lujuria, un beso que ambos queríamos que durara para siempre pues la triste realidad era que sería el último, la última vez que nuestros labios se encontrarían con su alma gemela.

Nos separamos del beso después de un rato, ninguno de los dos queríamos alejarnos, pero comprendíamos que era hora y que al final de todo, por más que esto destrozara, sí era lo mejor.

―Te amo―.

―Yo te amo más―.

―Buena suerte, Breslow―.

―A ti, California y... gracias por todo―.

―Jamás me arrepentiría de haber vivido la mejor vida contigo―.

Esas fueron las últimas palabras que crucé con Joshua, después de eso él salió por la puerta de mi habitación, mientras que yo me quedaba viendo como se alejaba lentamente de mi vida. Trataba de opacar el dolor recordando todos esos buenos momentos en los que estuvimos juntos, momentos que jamás se borrarían de mi mente y que apreciaría siempre, pues no todos tienen la oportunidad de decir que salieron con Joshua Bassett, él mejor novio de todos, un ser puro y perfecto caminando por la Tierra.

Aunque claro, por más que me hubiera gustado que terminara de otra forma no fue así, no estaba destinado a terminar de esta manera y mucho menos a que los dos termináramos juntos, todo por los tontos rumores que siempre llegaban de la Costa Oeste (WEST). Quizás encontraría a Joshua en otra vida, una donde no tendríamos que escondernos desde el inicio y en donde podríamos mostrar nuestro amor, así como siempre se mantuvo vivo todo el tiempo.

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro