Capítulo 37
P.O.V____
Habían pasado cuatro días, cuatro largos días desde que había estado encerrada en mi habitación sin poder salir, sin poder tener contacto con el mundo exterior y literalmente, mi papá no me había regresado el teléfono y al parecer no planeaba hacerlo en mucho tiempo; no iba tampoco a la escuela y ni se diga sobre salir de esta casa.
No podía hablar con mis amigos, no podía hablar con Joshua y la peor parte es que horas después llegó por mi computadora también, la de escritorio y la laptop, claro que fue divertido ver a Nick cargar algo obligándolo, pero eso no quitaba el hecho de que me hubiera quedado sin ni una clase de comunicación.
Lo único que me mantenía en calma era que mis amigos podían venir, a escondidas claro, pero no a escondidas de mi padre, a escondidas de todas las personas que los seguían a todos lados por saber que eran mis amigos.
Por obvias razones le emocionaba a Luke, diciendo: "Por fin, volvemos a ser relevantes y populares".
Sin embargo, Kate, Jamie y yo opinábamos lo contrario, no había nada bueno que salió de esto y es que nuestra vida cambió repentinamente, pero no el cambio que esperábamos.
VIERNES, OTRA VEZ, EN LA TARDE
Me encontraba en mi habitación pasando las hojas de un libro al que ni siquiera estaba poniendo atención por completo. Lo hacía para matar el tiempo en lo que el director llegaba a mi casa... mierda.
"El director llegaba a mi casa". Una frase que me hizo pensar durante varios segundos y más que nada la magnitud del problema que eso conllevaba. Supongo que hablaba por todos los alumnos de preparatoria del mundo cuando decía que a nadie le gustaría que el director de la escuela los fuera a visitar a su casa.
¡Sumamente extraño! No, ni siquiera extraño, vergonzoso era lo que se suponía que era esto.
Y ni poder decir que esperaba a que nadie se enterara sobre esto. Así como estaba sucediendo las cosas no me iba a sorprender que ya media escuela supiera lo que hago. Una completa tortura.
Metida en la lectura falsa del libro... ¿Divergente? ¿En serio? Huh... lo más seguro es que fuera de Luke o Katelyn, alcé la vista de las páginas cuando escuché que tocaron a la puerta de mi habitación.
―Robert dice que bajes, el director de tu escuela llegó―.
Se trataba de Marissa, posicionada en el marco de mi puerta, con esa cara que decía que estaba tratando sumamente de calmarme. Lo estaba logrando.
Cerré el libro ―Sí, ahora bajo―.
―No tienes que esperar malas noticias― dijo, usando la voz tranquilizante ―, tu papá me contó que no se esperan cosas malas―.
―Honestamente no me importa lo que pase de eso, si tengo que dejar de ir a la escuela, lo haré― encogí mis hombros ―. Lo único que quiero es que me den el diploma, con eso tengo suficiente―.
Marissa suspiró resignada, aunque para ser verdad me costaba leerla en estos momentos. Supongo que no había pasado el tiempo suficiente con ella como para conectar de verdad, después de todo, solo era la esposa de mi padre que me agradaba, vivía aquí y su hijo era casi mi hermano.
Me levanté de mi cama para peinar un poco mi cabello antes de bajar y dejar que mi vida terminara, sin embargo, cuando estaba a punto de poner un pide fuera de la habitación, la mano de Marissa sobre mi hombro me hizo detenerme.
―No te conozco, ____, no lo suficiente, pero si sé que eres muy inteligente como para dejarte llevar por un chico que conociste en la escuela y es mayor que tú―. Mostró una ligera sonrisa en sus labios ―Espero que haya valido la pena―.
―Lo valió― respondí ―, cada segundo valió la pena―.
―Estoy feliz por ti― la vi confundida ―. Una vez fui adolescente, ____, comprendo más de esto de lo que te imaginas y repito, eres lo suficientemente inteligente para saber qué hacer y qué no hacer. Si aceptaste que Joshua fuera parte de tu vida fue por algo bueno que viste en él y no solo porque estabas cegada de amor―.
Arqueé mis cejas sorprendida por las palabras que salieron de su boca. Wow, en verdad es muy buena. Al menos sus palabras lograron que me tranquilizara un poco, todo para poder decir que no estaba enfadada como mi padre o decepcionada; empecé a sentirme menos sola después de eso.
Marissa terminó guiñándome un ojo ―Te esperamos abajo―.
Y salió de mi habitación por donde había llegado.
No tardé mucho en salir de mi habitación y bajar directo al comedor en donde estaban mi padre, él director de la escuela, otra persona y una última que había visto la primera vez que pasó esto.
Los cuatro me voltearon a ver al mismo tiempo, lo que causó que ese escalofrío subiera por mi espalda y me detuviera en seco antes de bajar otro peldaño más de la escalera.
―____, qué gusto verte― saludó el director ―, por favor ven a sentarte―.
Peor de lo que imaginaba. Mis pies comenzaron a moverse por sí solos, con la atención de todos puesta sobre mí, el centro de atención que odiaba ser. Acerqué una silla a mi cuerpo para así poder jalarla y sentarme, cuando lo hice, me senté dejando caer mi peso en la silla; todavía con todas las miradas puestas sobre mí.
―Qué bueno que te encuentres bien― siguió hablando ―. Supongo que sabes porqué estamos aquí―.
―No soy tonta―.
―____― me regañó mi papá, mientras me fulminaba con la mirada.
―Sí, sé que están haciendo aquí― comenté, le dirigí un vistazo rápido a todos los demás ―, todos ustedes―.
―Primero que nada quiero que sepas que a gravedad del asunto no es tan fuerte como...― rió por unos segundos ―como la primera vez―.
―Debería de serlo, todo el país lo sabe―.
―Lo saben, ____, pero estás olvidando una cosa― miré a mi alrededor esperando a que contestara ―: en pocos días dejarás el edificio para irte a la universidad―.
Alcé mis cejas ―¿No me van a expulsar? ¿No me van a mandar a West High?―.
―No, no, no, no hay razón porqué hacerlo ahora― respondió con una tranquilidad fascinante ―. No están grabando ya en las instalaciones, tu vas a graduarte, podrás asistir al baile de graduación, sólo tuvimos que extender la ceremonia unos cuantos días, de ahí en fuera...―.
Estaba demasiado confundida con toda la información que recibía en esos momentos, no le veía sentido y en realidad, todo parecía demasiado bueno para ser verdad. Podía jurar que ni siquiera estaban molestos conmigo, el director no dejaba de sonreír en ningún momento, hasta me daba miedo por como estaba hablando.
―Un momento― dije, haciendo que él dejara de hablar ―¿Por qué todos están tan calmados? Quiero decir, no... ¿Por qué? No... No entiendo nada―.
―Y estás en todo tu derecho de preguntar― respondió, en el mismo maldito tono ―, sin embargo, no te quiero consternar en un problema que ya está más que resuelto. Eso sí, la escuela está llena de reporteros y personas, no dudo que en algún momento tu casa también, podrás regresar a la institución el miércoles cuando...― rió nervioso ―... cuando todo esté más calmado―.
―Que sin duda lo estará― comentó mi papá, forzado y asegurando que así fuera.
―En efecto Sr. Breslow.― El director se levantó de la mesa del comedor dejándome con más dudas de las que ya tenía ―Ahora, tengo que irme, tengo que asegurarme de que todo esté solucionado si sabe a lo que me refiero; fue bueno encontrarnos de nuevo y espero vernos el miércoles, ____― se dirigió a mí ―y recuerda que tienes que dar el discurso― en la ceremonia―.
Mi cerebro nada vueltas, vueltas por todos lados, vueltas al asunto, esto estaba siendo muy extraño para la magnitud del problema, que me hacía sentir que habían exagerado a la primera vez comparado con ahora.
El instinto me estaba hablando. Había una cosa en todo esto que no me convencía para nada y si debo ser sincera, no me daba buena espina que el director estuviera como si nada.
Algo andaba mal.
PRESENTE, MARTES
Y así fue como me deparó el destino a esto, a estar encerrada, sin contacto, con todas las dudas sin resolver del porqué todo estaba normal con respecto al problema. Aunque claro, yo tampoco lo llamaría 100% normal.
Como dijo él director, mi casa se haba llenado de reporteros, pero no de las noticias importantes, eran de las páginas de chismes que todo mundo adoraba y en donde todo el mundo se enteraba de las cosas, era un fastidio.
Cuando mis amigos venían a verme, tenían que entrar por la puerta de atrás o por la ventana para evitar que fueran bombardeados por preguntas. Al cabo de unos días creí que se calmarían, pero siguieron y siguieron y no hubo fin.
Escuché tres golpes en mi ventana en código, no dudé en saber de quién se trataba. Me alcé de mi cama e hice mi camino a esta para poder abrirla, segundos más tarde, Luke, Katelyn y Jamie entraban por ésta tratando de no caerse.
―Los odio― decía Luke ―, los odio en verdad, parece que no descansan, está a punto de obscurecer, deberían irse a sus casas―.
―¿No los interceptaron o sí?― les pregunté.
―Estaban a punto de hacerlo― contestó Jamie ―. Luke les gritó muchas cosas y luego corrimos demasiado hasta perderlos, descuida no nos vieron entrar por aquí―.
―Al menos eso es bueno, y ahora que ya están aquí, ¿Podemos intentarlo ahora?―.
Los tres se voltearon a ver con una mirada de complicidad. Yo solo fruncí mi ceño esperando a una respuesta concreta sobre eso.
―¿Qué?―.
Katelyn hizo una mueca ―____, si no ha contestado en estos días, no creo que lo haga ahora―.
―¿Por qué no debería? Le pedimos su número a Olivia, Sofia, Matt y a todos sus amigos, si antes no contestaba, debería contestar ahora, Luke, tu teléfono―.
Los días que Rapunzel podía recibir visitas de sus amigos, es decir, yo, papá olvidaba que esto era el siglo XXI seguido por haber crecido en los 80s, y no tomaba en cuenta que puede ser que yo no tuviera teléfono, pero tenía otros tres amigos que los tenían y había amistad con amigos de él que nos dieron su número.
Así que con cada visita, trataba de llamarlo de todos los teléfonos varias veces, pero nada salía, decía que estaba fuera del área del servicio o que simplemente se encontraba ocupado.
―No sabemos si lo haga, ____― contestó mi amigo, sin ese entusiasmo que siempre tenía ―En realidad, venimos ahora a decirte que está en Nueva York para dar una entrevista en pocos minutos y creemos que podría mencionarte―.
―Iba a ser el domingo pero la movieron a hoy― añadió Jamie ―como dato extra―.
Mordí el interior de mi mejilla ―Está ocupado―.
Sí, no quería pensar en lo peor. Estaba tratando de pensar positivo y creer que en algún momento o en alguna llamada contestaría y podría escuchar su voz en días de no haberlo hecho. Su voz diciéndome: "estoy bien, estamos bien, te amo, pronto estaremos juntos de nuevo".
Aun cuando existía la posibilidad que engañaba a mi mente para no dejar que mi ansiedad consumiera mente y no lograra tener eso pensamientos negativos donde... donde Joshua nos había bloqueado y sacado de su vida, yéndose de la mía sin remordimiento y que todo lo vivido hubiera sido solo un engaño.
Como nuestra relación.
Pero eso era pensando lo peor, sinceramente no quería que mis ánimos bajaran.
―¿Qué creen que diga en la entrevista?― les pregunté.
Luke negó lentamente indiferente ―No lo sé, honestamente, puede que solo hablen de su EP―.
―El que no he podido escuchar y les he pedido que me dejen escucharlo―.
―Tienes que escucharlo tú sola― habló Jamie ―, pero no quita que sea hermoso y canta mejor que nunca―.
―Dejando las canciones de lado, no creo que le hagan muchas preguntas de ti o al menos solo lo básico― dijo Katelyn.
Luke alzó una mano ―lo que nos lleva a otra cuestión: no sabemos qué va a decir de ti―.
Odiaba sobre pensar, odiaba pensar cosas que sabía que no debía pensar, y es que si nos ponemos a pensar, vaya la redundancia... qué horror, también existían muchas de respuestas que podía dar, ya sean buenas o malas.
Rasqué parte de mi mano a una comezón inexistente, si no que se trataba de uno de los miles de tics que me causaba cuando estaba nerviosa y sentía esa presión en mi pecho, más específico mi corazón, que me daba un nudo en la garganta al mismo tiempo. Era una sensación horrible que a mi me daba en ciertos momentos, uno de ellos era la forma de informarme que debía tomar precauciones.
―Queda ver― soltó mi amiga rubia (Jamie) ―, es lo único que se puede hacer ahora―.
―Las pastillas están en el primer cajón a lado de ti― le dije a Jamie, ignorando sus palabras.
Mi amiga me miró confundida, que al ver mi cara, con movimientos temblorosos abrió el cajón y me lanzó los dos botes de pastillas, uno para evitar el problema y uno cuando ya estuviera el problema.
Involuntariamente por ser que mi cuerpo estuviera acostumbrado, abrí el bote de "antes de", metí una pastilla a mi boca, tomé el bote de agua y me la pasé sin ningún problema. Debo decir que estoy orgullosa de mí por no necesitar esas pastillas tanto como lo hacía antes, consideraba que tenía algo que ver con todo eso de madurar y gracias a Joshua.
―Las tomas menos, ¿no?― mis amigos lo notaron.
Asentí ―tengo ya de sobra del mes pasado y ante pasado―.
―Me alegro por ti― Luke me sonrió.
―También yo― Katelyn.
―Y obviamente yo aunque no sabía que tomabas mucho por eso mismo― terminó Jamie.
―Está por empezar― anunció mi mejor amigo con la vista sorbe su teléfono ―¿El control de la televisión?―.
―En el mismo lugar que siempre― le contesté.
―Bien―.
Katelyn fue directo al lado derecho de mi cama y abrió los cajones para sacar el control de la televisión. Tantos años en el mismo lugar y siendo amigos que era normal para nosotros, en cambio Jamie, que tenía solo meses con nosotros, podía notar que aún le parecía raro que actuáramos como si fuera nuestra propia casa en cada uno de los nuestros.
En fin, los cuatro nos sentamos al borde de la cama, Katelyn encendió la televisión, puso el canal en donde empezaría la entrevista de Joshua y tan pronto como llegamos éste estaba en comerciales, para que después apareciera un anuncio diciendo que dentro de unos segundos estaría.
―Hace mucho no veo televisión En Vivo―.
―Tampoco yo― siguió Katelyn concordando conmigo ―, no diré que no vale la pena―.
―Supongo que...―.
―¡SSSSSSSHHHHHHHHH!― exclamó Luke callando a Jamie ―¡Ya va a empezar!―.
La pantalla cambió al intro del programa más rápido de lo que creíamos. Cuando de repente, esta pasó al público invitado que aplaudía y gritaba con euforia; luego fue a la presentadora sentada en un sofá que tenía tarjetas en las manos con las que suponía debían contener las preguntar y de esa forma comenzó el show más visto por adolescentes en todo Estados Unidos.
"You know it, WE KNOW IT".
―¡Muy buenas noches, feliz regreso a You know it, WE KNOW IT!― hablaba la presentadora ―Y ahora que volvimos de un corte comercial tengo aquí a uno de los actores y cantantes más talentosos, con una voz muy buena, admirable, amigable... lindo ¡Joshua Bassett!―.
Se desplaza la cámara de la presentadora a Joshua, llegando por una puerta al estudio directo a los sillones, él caminaba al mismo tiempo que sonreía y saludaba al público, quienes no dejaban de aplaudir y gritar incluso más que antes de que comenzara el programa.
Mi corazón estalló al igual que algo dentro de mí, no pude evitar no sonreír al verlo y es que se veía tan lindo y se veía bien. Después de mucho tiempo de no verlo, tenerlo a través de una pantalla a kilómetros de distancia causaba muchas cosas en mí que no podía describir. Era él, con esa sonrisa mágica que me mataba y todo su ser.
―¡Bienvenido, Josh! ¿Puedo decirte, Josh?―.
―Sí, sí, sí, puedes llamarme Josh― decía él acomodando el saco que traía puesto ―, un gusto estar aquí, gracias por invitarme―.
―Gracias a ti por venir y aceptar esta invitación― Joshua sonrió por milésima vez, me mataría estando así ―. Primero que nada, muchas felicidades por tu gran exitoso lanzamiento, el EP, el primer EP de Joshua Bassett― el público exclamó emocionado ―, debes estar muy, muy orgulloso de ti por este logro―.
―No te puedo mentir, mi yo de la infancia que estaba lleno de estos sueños está sonriéndome todos los días orgulloso por todo esto, a veces pienso que estoy soñando y tengo que recordarme a diario que es real ¡No es un sueño!―.
La presentadora rió ―Igual, debes estar feliz porque en unas semanas se estrena la temporada dos de High School Musical: The Musical: The Series, orgulloso de un proyecto en el que nos has demostrado que tienes un gran talento para la actuación con un futuro por delante impresionante―.
―Siempre me ha gustado actuar, prácticamente toda mi vida, yo era un chico del teatro en la preparatoria y ser parte de un proyecto como High School Musical: The Musical: The Series, es un gran honor, es eso, un honor trabajar con personas talentosas, con un equipo impresionante y más sabiendo que a las personas le gusta lo que hacemos―.
―¡Y les encanta!―.
―¡Lo aman!―.
―¡Y te aman a ti!―.
―Bueno...― rió nervioso.
Modesto Joshua Bassett él chico que me enamoró. Reí junto a él cuando el comentario de la presentadora terminó en eso, y es que era verdad, la mayoría de personas creían que Josh era un chico guapo, carismático y tierno, lo es, pero no muchos lo conocían en verdad y me sentía feliz por cargar ese título.
―Volviendo a tu música, Josh, ― la entrevista siguió ―música increíble adoré cada una de las canciones, al igual que las dos pasadas, dime, debes tener una gran inspiración para escribir sumas canciones llenas de amor y que en verdad de llegan al corazón―.
Josh alzó las cejas e hizo una mueca ―sí, bueno, son canciones que me salen del corazón, por cosas que siento y que algunas me han pasado―.
―Entonces, no me hagas pensar que no hay una chica o chico, claro, que saca para esas canciones―.
―Oh― miré como Josh tragó en seco ―en realidad...― se notaba nervioso ―... no, no hay nadie son solo, como te dije, canciones que siento y que salen así de mí―.
La presentadora abrió la boca sorprendida ―¿Me estás diciendo que es talento nato? ¡Wow! Muchos creían que se trataba de esa chica con la que has estado saliendo meses a escondidas―.
―Sí, sobre eso, no, no fue nada legítimo, no se trata de alguien importante―.
Un balde de agua helada cayó sobre mí, hipotéticamente. Algo dentro de mí moría lentamente. Estaba tratando de comprender, ¿Qué?
―En las fotos se ven muy enamorados y...―.
―No signifique que sea cierto―.
―Joshua Bassett rompecorazones― todo el estudio cayó en risas ―, quién lo diría, pero algo me dice que estás fingiendo―.
―¡No! Para nada, claro que no, ¿Parece que estoy actuando? Acabas de decirme que soy un muy buen actor― volvieron a reír ―. La verdad es que, vengo a desmentir también todo eso―.
―Y te estamos escuchando―.
―Nunca fue algo real, quiero decir, sí salí con ella, solo unos meses, pero no pasó a nada más de ahí. Y muchos pueden odiarme por eso, sin embargo, para mí fue solamente una chica que me golpeó con la puerta y pasaba un buen rato antes de regresar a Los Ángeles―.
―¿La amabas?―.
Joshua entrecerró los ojos ―¿Tú qué crees? Fue solo una chica más, nadie importante, así que deberían dejarla en paz porque, no pasó nada entre ella y yo que yo sintiera―.
―¿Seguro qué dices toda la verdad? ¡No mientas!―.
―No te puedo mentir a ti, eres como un radar de mentiras. No fue nada, al menos no para mí, y quien piense lo contrario está en o incorrecto, incluso ella, fue solo un juego―.
―¡Y ahí lo tienen!― dijo la presentadora a la cámara ―Toda la verdad de Joshua Bassett sobre ____ Breslow, no tuvieron nada, no fueron nada, no significó nada...―.
Mis ojos se encontraban llenos de lágrimas, lágrimas que salieron por sí solas sin que yo tuviera ganas de llorar, no obstante, eso no quitaba que el sentimiento de mi pecho oprimirse y tener unas ganas enormes de gritar. Sentía la impotencia venir a mi cuerpo como una ola de tsunami, ahogándome en ella y no querer salir más.
―____― habló Luke, poniendo una mano en mi espalda ―Cómo lo siento―.
Pero no respondí, no podía hacerlo, el nudo en mi garganta no me lo permitía, peor que un corazón roto, tenía un corazón traicionando y lleno de mentiras. Y todo tuvo sentido, ahora entiendo porqué ya no respondía, porque estuvo "ocupado".
Fue solo un juego. Un juego lleno de mentiras.
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