____'s P.O.V

PRESENTE

–Bassett– dijo mi mejor amigo con nervios en su voz –sí, Bassett, bueno él...–.

–Escuchen– habló Jamie antes de que Luke pudiera dar la excelente excusa que sabía que tenía –no soy tan tonta como lo creen–.

–No creemos que seas una...–.

–Sé que soy nueva en su grupo de miles de años, y algo pasó antes de que llegara– mucho pasó, más de lo que se imaginaba –y no es la primera vez que los escucho mencionar ese apellido, y si me ponen a sacar conclusiones, no es coincidencia que se mencione en la misma escuela donde graban una serie con una persona que se llame así–.

Era buena, extremadamente buena, si pudiera no la contradijera en todo lo que había dicho, ya que era nada más y nada menos que toda la verdad, en cada una de sus palabras, mas sin embargo, por más que pudiéramos decir a gritar: "¡Sí, tienes razón!", no se podía, en serio que no se podía.

Volteé a ver a mis amigos que tenían la misma expresión que yo, no decíamos nada, nada podía salir de nuestras bocas, haciendo que más nos delatáramos sobre que no pasaba algo relacionado con la situación.

No había algo que pudiéramos hacer para ocultarlo, así que sin pensar en lo que hacía, de cierta manera, tomé una gran de cantidad de aire para evitar caer en uno de mis episodios.

–Jamie– rompí el silencio.

–____– se cruzó de brazos.

Suspiré –tienes toda la razón, sí pasó algo–.

"¡____!", "¡Hey!" me gritaron mis dos mejores amigos al mismo tiempo.

Hice un ademán para que se relajaran –y te lo contaremos, pero no podemos hacerlo aquí–.

–¿Por qué?–.

–Porque es algo delicado que no se puede hablar en público...–.

No dijo nada, Jamie nos miró con una cara misteriosa, a cada un de nosotros como si estuviera tratando de sacar respuestas con solo vernos. Mientras que mis dos amigos, no dejaban de dedicarme expresiones que sabía que significaban: "Estás loca", "no puedes decirle", "todo puede salir mal", "¡Cállate, ____!".

–De acuerdo– soltó Jamie de la nada –¿a dónde iremos?–.

–A donde teníamos planeado ir desde un inicio– respondí.

Ella asintió no muy convencida –bien, okay–.

–Perfecto–.

Sin más que decir, salimos de la escuela en completo silencio a comparación de otros días, ningún mencionaba nada, y la ola de incomodidad y nervios no dejaba de invadirnos. Cruzamos la puerta principal para ir a la camioneta de Luke y así poder irnos, pero antes de que llegáramos a ella, jalaron mi brazo para quedar a unos metros atrás de donde iban Kate y Jamie.

–¿Estás loca?– preguntó susurrando –¿qué crees que estás haciendo?–.

–Improvisando– contesté de la misma manera.

–¿No tienes un plan? ¿¡Es en serio, ____?! Esto puede ser peligroso, si le cuentas a Jamie lo que pasó con Bassett–.

Ladeé mi cabeza a un costado –bueno... no necesariamente debo referirme a él en específico–.

Mi mejor amigo me miró desconcertado –tienes que ser un poco más específica–.

–Solo espera a que lleguemos al Grotto y sígueme la corriente, sabrás que hacer cuando lo escuches–.

Negó lentamente –no puedo creerlo, en serio no puedo–.

Después de más o menos 10 minutos de camino por el tráfico que existía en Salt Lake, que era raro por cierto al no ser una ciudad muy ocupada como las otras, doblamos la esquina de la Universidad de Utah para después llegar hasta el lugar donde la mayoría de lugares fuera de lugar estaban, el lado hipster.

Amaba esta parte.

En el Este de Salt Lake, una calle entera donde habían negocios para discos de vinilo, cafés donde vendían las más extrañas bebidas, tiendas de segunda mano con cosas en serio increíbles, entre todo eso, Tea Grotto.

La "tesereria" con los tés más extraños y deliciosos que podían existir, cálido, nunca había mucha humanidad, y era el mejor lugar para hablar en privado cuando se trataba de no estar en la casa de alguno durante el invierno.

Bajamos del auto de Luke, dejando nuestras mochilas dentro con solo lo esencial en nuestras manos, y por inercia entrar dentro del local. Bastaba con simplemente abrir la puerta para sentir ese acogedor aroma en nuestras fosas nasales, el olor de té picante y dulce, junto con los varios postres que tenían para acompañarlo.

–Así que esto es Tea Grotto, es lindo– dijo Jamie.

–Lo es– respondió Katelyn, se volteó a nosotros –iré a pedir ¿la tetera de siempre?–.

"Claramente", "no tienes que preguntar" hablamos Luke y yo al mismo tiempo.

–Ven–.

Tomé a la rubia del brazo para llevarla hasta el lugar donde siempre nos sentábamos, en la ventana que daba hacia la calle principal, donde a veces solíamos hacer historias con las personas desconocidas que pasaban por ahí.

Nos encontrábamos callados, sentados en la mesa esperando a que Katelyn volviera con la tetera de infusión de frutos del Occidente, demasiado lo sé, pero era nuestro favorito. Por mi parte repasando cada parte del plan y la buena estrategia que daría sobre nuestra constante mención de Joshua, todo parecía salir perfecto, solo esperaba a que ella se lo tragara.

–Bien– habló Jamie cuando Katelyn llegó con las cosas –los escucho–.

Tragué en seco –okay, bueno, primero que nada, no queríamos esconderte eso, es solo que...–.

–Es muy delicado por como fue– completó Luke.

Asentí –exacto, con decirte que casi me expulsan por eso–.

–¿Tan malo fue?– preguntó incrédula.

–Muy malo, que no me gusta hablar de eso– Jamie me hizo señas que siguiera hablando –bueno... yo tenía un novio, Zach, que fue el peor novio que hubiera tenido, en verdad...–.

–Pero esa es otra historia– intervino Kate –otra larga historia–.

–Así es– seguí –pero de eso derivó a que yo me enamorara de un chico que...– hice una pausa pensando bien en lo que estaba a punto de hacer –... un chico que se apellida así pero no va ya en la escuela–.

Como lo esperaba, no tardaron más de dos segundos para tener la mirada sin poder creer lo que decía de Luke y Katelyn sobre mí, así que para disimular lo que decía, me limité a seguir con mi cara normal, como si eso hubiera sido lo que había pasado. 

–¿Él chico se llamaba Bassett?– volvió a preguntar, a lo que yo asentí –wow–. 

–Y no hablamos mucho de eso– Kate se inclinó un poco –fueron cosas que pasaron, en serio malas–. 

Luke copió su acción –pero se volvió tan popular en toda la escuela que los idiotas no lo olvidan, y esa es la versión corta, no fue hace mucho que pasó–. 

–Y entiendo perfectamente que no quieras hablar de eso aún, ____– Jamie tomó mi mano –cuando estés lista para decirlo todo, Dios en serio discúlpenme por actuar así chicos–. 

–No fue tu culpa– le dije con una sonrisa –tenías todo tu derecho de ponerte así–. 

–Y ahora que ya lo sabes, podemos confiar en que sabes que no se menciona dentro del grupo–. 

Ella asintió rápidamente –lo sé, lo entiendo–. 

–Bien– solté un suspiro pesado –bueno, venimos a la tesereria a tomar té y despejarnos del tema de las universidades–. 

Luke dio un gruñido –¡No ahora por favor, ____!–. 

Katelyn, Jamie y yo reímos ante su comentario. 

Una mentira, una simple mentira que cubriría todo el tema por ahora, hasta que supiéramos que podía contarle la versión completa y la verdadera, o quizás la que siempre taparía la verdad, no lo sabíamos, por lo mientras, Jamie se había calmado con ese asunto, aunque para ser sinceros, había sido más fácil de lo que creí que sería. 

Demasiado fácil.