—Debes decidirte, Jimin, hermano la marcaste, lentamente se va a ir enfermando si tú no la aceptas, morirá solo por qué dejaste que tu lobo te controlará.

—Lo se solo...no se por que me cuesta tanto acercarme a ella.

—Tal vez es por qué no la amas.

—¿Hyun-Jung?

—¿Te sorprende verme? ¿No recuerdas nuestra reunión?

—Lo siento, se me olvidó.

—Tranquilo...sobre ese tema, creo que lo mejor que puedes hacer es romper el lazo, digo si no la quieres lastimar o dejar que se enferme. Pero si lo haces, nuestra unió se completará, así que piénsalo bien.

—¿Tu aún quieres casarte conmigo? Hyun....

—Me gustas y no voy a negar que está noticia me tiene feliz pero tampoco quiero que una loba muera por lo quiero...

—Y-yo....no puedo lo siento, después de todo romper el lazo no solo la afectaría a ella, mi lobo la quiere y no puedo ir en contra del él si quiero mantener la armonía entre nosotros.

—Bueno lo intente...no vemos después.

Si bien su rostro mostraba tranquilidad su voz al decirlo se mantuvo serio, duro, como si no le gustará su respuesta.

—Ya tienes las opciones hermano, si la quieres contigo por tu lobo entonces déjala entrar a tu corazón y si no ... Hyun-Jung está atrás de ti esperando a que la escojas.

Su día paso, al igual que todos sus pendientes, la madrugada lo abrazaba mientras el caminaba directo a su casa, había pasado tiempo desde que no dormía ahí y por esa noche haría el intento de compartir cama, pero al entrar el silencio sepulcral,lo hizo sentirse incómodo.

Algo pasaba, su lobo logro captar un aroma, era extraño, raro, aún que lo reconocía,solo había una persona que olía así y era la dueña de sus lagunas mentales.

—¿Ji-ah?

Subió hasta el tercer piso y camino directo a su habitación pero aquel olor no venía de ese lugar, si no del cuarto de sus padres.

Con confusión caminó hasta tocar la puerta y empujar la dejando ver una escena horrible.

Ji-ah está ahi ,con su madre entre sus brazos ambas llenas de sangre.

—Ji... Jimin —lloraba mientras lo miraba, su padre estaba a unos pasos de ellas dos , inconsciente.

—¿Que hiciste?—Corrió hasta tomar a su madre, arrebatando la de sus brazos—Mamá...ma-mamá ¡Mamá despierta!¡QUE DEMONIOS HICISTE!

—Y-yo no fui...

—¡Eres la única aquí!—dejo a su madre en el suelo, se acercó a Ji-ah tomándola del pelo para después arrastrar la por todo la casa hasta estar afuera —¡QUE FUE LO QUE LE HICISTE!

Pero Ji-ah no se defendía,solo lloraba.

Las personas fueron apareciendo, los guardias llegaron de forma rápida y siguieron las órdenes de su jefe llevando a Ji-ah al calabozo, ahí permanecería hasta que la escena se aclarará.

La mañana paso y a la vista de todos la pruebas eran obvias, Ji-ah era culpable y sería condenada por la muerte de la madre de alfa.

—¿Que paso Ji-ah?

Pero la joven ya no respondía a nada, ni siquiera Moon era capaz de sacarle aún que sea un mínimo sonido.

—¿Te dejaras morir?—Se acercó a su amiga, le habían permitido verla con ayuda de KyungSoo —Tu no eres así...está no es mi Ji-ah.

En el suelo ella se encontraba abrazando su cuerpo, su rostro manchado de sangre al igual que su ropa, sus ojos dejaron de tener brillo y lentamente su cuerpo dejaba de tener ese color característico que mostraba estar vivo.

—Ji-ah...no lo hagas.

Estaba tratando de matarse sintiendo todo el dolor y el remordimiento que los demás dejaban en sus hombros.

—No me dejes... Ji-ah, no me abandones.