17
Mientras la luna alumbraba sus cuerpos Ji-ah y Moon descansaban en la profundidad del bosque.
—¿Que sucederá ahora?
—No tengo idea pero cualquiera que sea el camino, mientras estemos juntas todo estara bien... Ji-ah creo que me casare,es decir aún no me propone matrimonio pero ...
—Puedes pedírselo tu, KyungSoo se ve reservado y parece quererte mucho, si se casan estoy segura de que su matrimonio durará toda la eternidad.
—Lo se...ha pasado poco tiempo. No sé porque estoy tan segura de eso.
—Por que te lo demuestra, no conozco mucho del amor pero siempre que te ve ,te recuerda lo hermosa que eres y lo afortunado que está de conocerte.
—¿Jimin es así?
—...No lo se, cuando no se presenta su lobo, actúa como un amigo pero cuando ese cachorro aparece me hace sentir especial.
—¿Sera que solo deja llevarse por su lobo?
—Creo que somos los dos.. talvez actuamos con rapidez y debimos conocernos antes, a veces siento que aún no confia en mí, cuando surge algo en la manada y le pregunto, solo me dice que no es algo que deba saber, que nos preocupante o importante.
—Tal vez solo no quiere ahogarte con esa información, te protege.
—¿De que?
—No lo tomes a mal, pero debe de tener una razón.
—KyungSoo es muy diferente a Jimin, él te llevo a todos los lugares,te permitió entrar en su mundo y proteger a los suyos pero...no puedo salir de esa casa sin decirle, siempre tiene que saber dónde estoy e incluso tiene a alguien a cargo de seguirme...no creo que sea por seguridad, debe de pensar muy en el fondo que aún no debe darme su confianza y lo entiendo...la historia con su madre no es algo que deben ignorar,solo que a veces quisiera que Jimin fuera más como KyungSoo.
Esos pensamientos la tenían triste , y aún que Jimin tratara de ignorarlos ese sentir era compartido.
La miraba esperando escuchar que era lo que tenía por decir, más aquellas palabras nunca salían, Ji-ah no quería decirle nada por el simple hecho de que no se sentía aceptada por él.
Los días pasaban y cada vez que el lobo de Jimin se escondía, él se iba solo para alejarse de Ji-ah, no lo entendía, por qué marcarla si se iba a comportar así, si con su actitud la lastimaria.
—Me voy.
—Jimin...puedes...¿Puedes quedarte?—Más su silencio le respondió.—Esta bien, fue tonto pedirlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro