Desde la ventana podía ver su cuerpo desnudo, Jimin la miraba como si de una presa se tratará.

—J-jimin...a-ayudame.

Bajo lentamente hasta tocar el piso, se acercó con precaución hasta estar frente a ella, Ji-ah al tener su cuerpo enfrente, se acercó colocando sus manos en su cadera ocasionando que su rostro quedará a la altura de su miembro.

Acercó su rostro a su falo dejo su mejilla sobre el. Su cabeza se movía lentamente masturbando al chico sin sus manos.

Mientras que Jimin desde arriba la veía, tan necesitada, tan inocente y complaciente.

Se agachó logrando romper el contacto de ella con su miembro, la cargo entre sus brazos y los acercó a la cama, sin cuidado alguno la dejo en la cama, su cuerpo rebotó.

Se puso encima de su cuerpo,su mano presionó su mandíbula haciendo que ella lo mirará —No me gusta lo suave....

—H-haz lo que...quieras.

Esa fue la respuesta que buscaba, sonrió pícaramente antes de besarla. Rudo y exigente era su ritmo más lo torpe de los labios de Ji-ah lo hicieron gruñir.

—Lo s-siento...es mi primer beso.

Jimin la miró, bajo hasta su pecho ignorando sus palabras, lamió ,beso y mordió sus pechos, la forma en que ella curveaba su espalda le hacía ver qué su trabajo estaba siendo correcto.

Bajo sus labios hasta su estómago siguiendo una línea hasta llegar a su intimidad, las feromonas que surgían de ella empezaban a nublar su mente logrando que su parte humana dejara de estar presente, dió una primera lamida dando se su tiempo de saborear la, dió otra y así consecutivamente hasta marcar un ritmo.

Ji-ah por su parte solo lo miraba de reojo , tomaba su cabello,sus pechos y las sábanas al no saber cómo controlar su cuerpo.

Aún en su trabajo de sentirla, introdujo dos dedos sintiendo lo estrecha que estaba ,dió una mordida suave a su vulva escuchando su gemido al instante.

Se levantó abriendo más sus piernas, se coloco frente a ella, tomo su miembro entre sus manos masturbándose cerca de su entrada haciendo que sus partes se rozaran, con el falo delineó cada parte de ella llenándose de sus fluidos hasta colocarse en su entrada.

Antes de hacer cualquier movimiento alzo su mirada, jadeante ante él estaba Ji-ah, la loba que cruzó los límites y que hasta hace poco la consideraba una amenaza. Entro de golpe logrando que un grito saliera de sus labios, sus pechos se movieron hasta quedar quietos.

Si bien su lobo se mantenía alerta por qué tendría intimidad con una Omega cualquiera, al entrar y sentirla suya, no hubo vuelta atrás.

—Eres mía....solo mía.

Se empezó a mover lentamente hasta que ella lo detuvo.

—Duele....D-duele mucho.

No solo era su primer besó lo que le estaba entregando al lobo líder.