Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

X

     ("Solo tienes que echar a correr de nuevo.") Me decía la voz ronca que había en mi cabeza. Después de noches llorando por discordias, ahora teníamos una idea en común. Pero puede que esté bromeando... tal vez mintiendo. Adam no mataría a nadie, no creo.

     —¿Mató a Aubrey dices? —había agradecido a toda fuerza superior por dejarme soltar esa frase sin miedo. Me junté con gente desconocida, ¿y si viven solos por ese motivo?

     Lilith paró de llorar, haciendo un gesto con la mano mientras se restregaba las mejillas llenas de lágrimas para luego continuar.

     —Discúlpame —prosiguió—. Sé que Adam no tiene la culpa porque lo dice Dou.

     —¿"Porque lo dice Dou"...?

     Se sentó a mi lado, admirando la tumba, evitando de nuevo el contacto visual hacia mí. Ambos creíamos ver, desde ese momento, un cuerpo femenino que nos escuchaba con pena encima de esa tumba, pero las flores hermosas adornaban sus dolores y silenciaban los gritos. Ambos la vimos por culpa de nuestra enfermedad, ninguno se quejó de su presencia.

     —Aubrey y Adam tenían una especie de relación, pero siempre negaban ser novios, es de esas parejas bonitas e inocentes —murmuró con un poco de dificultad—. Ella en realidad no tenía ninguna enfermedad cuando la conocimos, era una especie de consultora cuando estuvimos en aquel lugar donde nos trataban, se enamoró de Adam y se volvió parte de nuestro círculo de amigos.

     —¿Cuál fue el problema entonces? —Por muy calmado que pareciera, estaba con los instintos más que preparados para cuando hubiera un movimiento brusco salir corriendo. ¿Cómo puedo estar pensando así cuando las penas de Lilith no pueden ni ser descritas?

     —Todos son influenciables por el ambiente. Aubrey no solo lidiaba con nuestros bajones emocionales, también los de todos en el centro. Cada día se veía más destruida, pero como resultado, empezaba a entenderlos más a todos y asumimos que era una mejoría.

     —Egoístas... —susurré sin pensarlo, no lo dije yo. ¿Eras tú de nuevo tomando el control?

     —Sí, lo fuimos, por mucho tiempo fuimos los más egoístas del centro porque la balanza se inclinaba a nuestro favor. —No le ofendió mi comentario, lo trataba como si así mismo pensara ella, por suerte—. Le diagnosticaron depresión después de todo, se podría decir que le fastidiamos la vida.

     —Pero ella era feliz estando en su mundo, ¿no?

     —¡Para nada! —En contra de mis intenciones, llegué a molestarla un poco—. ¿Cómo puedes pensar así? Ponte en su lugar, ahí nadie fue feliz, ni tan siquiera Adam. Tampoco es nuestro mundo, tal vez yo pase un infierno, pero Dou lo pasa peor. Somos muy diferentes, Niall. Yo no lloro cada noche como tú, ni tú te arrepientes de vivir como yo cada mañana. —Todos los días me arrepentía de hablar más de la cuenta, me planteaba más olvidarme de ellos y seguir mi camino, tal vez si no hubiera acompañado a Lilith no habría abierto esta herida.

     »Luego de unos meses estuvimos todos bajo nuestra propia responsabilidad, supuestamente sanos, o lo suficiente como para controlarnos. Como siempre, Adam estuvo haciendo un par de locuras y terminó en el hospital por un accidente en la calle. Aubrey se preocupó mucho por él, nosotros lo hicimos por ella. Él era el que le daba el apoyo para que siguiera viva, estando en el hospital iba a ser muy duro lidiar solos con eso. Había pasado mucho tiempo y ella sola reprimió esa etapa, dejándonos una preocupación menos.

     —¿Se había intentado suicidar antes?

     —Nunca lo supimos, siempre llegábamos a tiempo cuando ella iba a intentarlo, me parecía mucha casualidad, pero tampoco quería pensar mal de ella, aún así, le dimos más atención. No la veía capaz de fingir un suicidio. Recuerdo que ese día era otoño, estaban cayendo las últimas hojas de los árboles. Con ellas también cayó una flor.

     »Era el último día de Adam en el hospital. Douglas no pudo ir, así que me demoré aún más ayudándolo a empacar sus cosas. Aubrey había ido al baño y decidimos empezar sin ella. Por casualidad, como siempre, ambos decidimos mirar a la ventana en frente de la cama de él, era un paisaje bonito, los árboles movían sus últimas hojas para volverse a curar luego de unos meses y las aves parecían descender en el aire con total tranquilidad.

     »Pudimos ver por un segundo los cabellos negros de Aubrey del otro lado de la ventana, descendiendo. Pudimos ver sus ojos ahogarse al encontrar miradas con Adam y yo. Pudimos ver que andaba descalza, y que sus pies serían la última parte de ella que divisaríamos antes de escuchar un fuerte golpe en el piso de abajo y a gente gritando de horror. Aún con eso, nos quedamos en silencio, bajando poco a poco la vista, analizando lo que acababa de pasar y buscando una forma de justificarlo. Al unísono, encontramos miradas él y yo, para luego salir corriendo a ver lo que ocurrió.

     "Ese otoño, las hojas no se marchitaron, se secaron al llorar la muerte de su flor."

     Lilith miraba al suelo con una sonrisa para intentar reconfortarse, estaba pálida y no pestañeaba. Empezó a balancearse hacia delante y atrás como niño nervioso y sus lágrimas dejaron de escapar.

     —Yo fui a otro lugar, invadida del pánico, si llegaba al piso de abajo y veía a mi mejor amiga aplastada contra el concreto no sería capaz de mantener la compostura. Adam permaneció en silencio mientras todos tomaban fotos y vídeos del cuerpo, esperando a que se acabara la muchedumbre y pasar junto a su lado. La cargó, sin mirar a su rostro destrozado. La llevó hasta la recepción del hospital y luego se marchó a la casa. Dou me contó que lo vio entrar por la puerta principal y dirigirse hacia la cocina sin decir media palabra.

     Es muy surrealista, no sé qué decir, no puedo tampoco pensar que es mentira, solo restaba pedirle ayuda al insensible que hablaba en mi mente, pero nadie venía. No, ¿por qué le creo? No puedo imaginar cómo anda contando todo esto con tanto detalle, como si lo hubiera ensayado tanto tiempo. Solo le creí porque esas lágrimas no se pueden fingir, y porque la chica llorando encima de la lápida ha sufrido mucho.

     —¿Qué hizo Adam?

     —¿Sabes? Si ahora le levantas la camisa, te vas a encontrar con dos heridas en el estómago. Se intentó suicidar al llegar a la cocina con dos cuchillos. Por suerte, o desgracia de él, Dou estaba todavía en casa. Decidimos enterrar a Aubrey aquí junto a nuestros recuerdos de ella, no sabemos por qué decidió suicidarse, pero haber sepultado nuestra memoria de ella es haberla matado, y Adam nos obligó a matarla.

     Y aquí volvía la tristeza que Anne me pidió evitar. Aunque no le debería hacer caso, ¿imaginas que haya inventado toda mi enfermedad para ganar dinero? Ciertamente, el infierno es un lugar de paredes blancas.

     —Pero te traje aquí para pedirte algo. —continuó.

     Claro, siempre es eso.

     —¿Qué necesitas?

     —Necesito que hagas hablar a Adam sobre esto.

     —¿Qué? No le voy a hacer eso.

     —Niall, un día nos lo vamos a encontrar tirado en el suelo con otros dos cuchillos, y ese día nadie va a estar en casa —giró un momento el rostro y se volvió con la misma sonrisa de siempre, cada vez más falsa—. Quiero ayudarlo, aunque sea más por mí que por él.

     —¿Cómo se supone que me hable de eso? —pregunté, cegado con la idea de servir de algo en esta historia.

     —Solo saca el tema, seguro que habla algo —decía, como mente maestra, tal vez jugando conmigo, tal vez yo bailando entre sus mentiras—. Hoy veremos algunas películas hasta tarde, Dou siempre se duerme antes de la mitad. Puedes hablar un poco y yo escucharé algo. En el reformatorio aprendí a fingir estar dormida.

     Asentí, como siempre lo hago, me muevo en el sentido de lo que considere bien, ahora estoy en un torbellino, dudando de tres personas distintas. Solo pude sacar de este viaje que nosotros pudimos ser cualquier cosa, excepto amigos, y creo que solo soy un intermediario entre ellos. Tal vez mañana despierte muerto porque Adam se enteró de algo o porque Lilith se arrepintió de contarme esto, porque ellos solo han usado la primera máscara de su teatro.

[...]

     Llegó la noche luego de un incómodo camino de vuelta a casa con Lilith intentando sacar temas de conversación y yo preocupado por el terreno que había pisado al hablarles. Douglas en realidad tardó menos de lo que me esperaba en dormirse y Adam no perdía ojo de la pantalla, creo que solo para evitar conversar conmigo, no es una de las personas que mejor me cayera, y es obvio que se tuvo que imaginar que hablé de algo con ella hoy por la mañana.

     —Sabes qué pasó en realidad con Aubrey, ¿verdad? —Mejor ser directo, o eso pensaba.

     —Eso no te importa. —respondió con voz seca, aún mirando las escenas de la televisión.

     —Tienes a Lilith preocupada pensando que podrías repetir lo de los cuchillos.

     —Te dije que eso no te importa. —Se giró hacia su izquierda, encontrándose conmigo.

     —Ella está muy triste, deberías haberla visto regando la tumba de Aubrey.

     —Mira, Niall, sé que eres un buen tipo y que piensas que nos vas a ayudar o algo, pero eso no va a pasar —apagó la tele y esta vez se acercó aún más a mí—. Yo superé lo de Aubrey hace mucho tiempo, Lilith se sigue inventando excusas para echarme la culpa de su muerte y quitarse responsabilidades de arriba, no le creas más, por favor, por muy inocente que parezca.

     —¿Por qué se quisiera quitar responsabilidades si fue un suicidio? —confiaba más en Lilith que en Adam, la verdad.

     —Estoy seguro que te contó cómo murió Aubrey con todo detalle, para hacerlo todo más realista. ¿Te dijo que yo dejé el cuerpo en la recepción sin hacer algo más?

     —Sí.

     —Como a todos. Mira, yo no sabía cómo reaccionar a eso, mucho menos porque nunca me lo esperaba. Aubrey podría ser depresiva pero nunca llegaría a hacer eso de verdad —prosiguió, todavía con ese tono de seriedad y discreción—. Cuando estuve frente a su cadáver, pude ver a Lilith en la azotea, recogiendo los zapatos que Aubrey se había quitado y algo que no pude llegar a divisar. No bajó a ver a su amiga muerta, se quedó arriba prefiriendo ver el espectáculo con mejores vistas y husmear entre las cosas de ella. Nunca me entregó nada de lo que encontró y aseguraba que ni calzado había en el techo del edifcio.

     —¿Lilith te está ocultando algo?

     —A todos, Niall. Incluso miente delante de Douglas y lo justifica con su enfermedad, cuando ella está perfectamente medicada. Su sangre es negra, no te extrañes si algún día sientes el cuchillo en tu espalda.

     —Pero tú también puedes estar mintiendo. —intentaba no ser engañado de nuevo, estaba harto de ser el más influenciable de toda la ciudad.

     —Pues lo tienes difícil, la verdad —dijo completamente tranquilo—. Pero de los cuatro, yo no soy el diagnosticado de mentiroso. Lilith aprovecha esa excusa y retrasa que se cure. Lo mismo pasaría contigo.

     —¿Conmigo? —pregunté preocupado.

     —Nosotros tres hemos visto demasiadas personas locas en nuestros viajes como para saber qué tienes en realidad, Niall. Pero, por lo que nos contaste, te aprovecharías de ello como excusa para hacer lo que quieras. Nunca te vas a curar a ese paso.

     —¡Tú no sabes lo que tengo! —grité alterado, Douglas se despertó de golpe, luego Lilith. Recordé que había estado escuchando toda la conversación, y ver su cara fingida solo me hacía querer golpearla.

     —Claro que lo sé, Niall —dirigió la mirada a Douglas, luego lo hice yo, él se encontraba mirando a Adam preocupado de su respuesta—. Estoy seguro de que escuchas de vez en cuando una voz que no concuerda con tus pensamientos, tal vez dos, o tres. Esas voces no son normales, Niall.

     Adam empezó a reír, arremetí contra él pero Douglas me detuvo, me intentó llevar a mi habitación con ayuda de Lilith, no podía calmar mi ira. Ciertamente, la ira de otra persona.

     —¿Y tú? —susurré hacia Adam antes de cruzar el umbral del salón y perderlo de vista— ¿Escuchas la voz de Aubrey cada noche? Debe ser horrible haber matado a tu novia.

     Luego de eso, una pequeña sonrisa maníaca formaron mis labios, ¿ese era yo? Cada vez lo tengo menos claro. Solo necesito ayuda.

     ("Ayudénme, por favor.")

     Pero Adam no fue afectado con mis palabras, detrás de la pared que me habían obligado a pasar se le escuchaba hablando en un tono de la más pura inocencia:

     —Aubrey no está muerta, yo mismo revisé su tumba.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro