La vista que tenía Heeseung era totalmente erótica. Sunoo lamía sus dedos como si no hubiera un mañana, su lengua rozaba y jugueteaba entre estos dejándolos lubricados para lo que tenía planeado. Todo dentro de él se sacudía cada vez que miraba a los ojos del demonio, si, era excitante, pero más que eso también había un sentimiento mutuo que podía respirar.

El sonido del corazón del demonio resonaba en su cabeza, el enlace que habían hecho le permitía saber que tan eufórico se encontraba su pareja, Sunoo era una explosión de sentimientos interna, desconocía por completo si esa era la naturalidad reprimida del demonio o si verdaderamente sentía algo mutuo.

No importaba, en ese momento ya nada importaba. Heeseung dejó a un lado aquella vergüenza que sentía con tan solo mirar a Sunoo. Quería que Sunoo se sintiera bien, pero él también quería cumplir sus propios caprichos.

Tiró de los cabellos de Sunoo hacia atrás con su mano libre y profundizó sus dedos más en la garganta del demonio, este abrió los ojos sorprendidos y sin embargo, no deseo que la intromisión saliera de su ser.

—Eres tan lindo~, como me encantaría comerte por completo.—Los ojos de Heeseung contemplaron su obra, al sacar los dedos de la boca ajena estos se mantenían unidos a los labios de Sunoo por un hilo de saliva, las mejillas rojas, las lágrimas de placer haciendo acto de presencia y su cabello alborotado era lo más hermoso que había visto en toda su retorcida vida

Heeseung quitó la toalla que abrazaba su cintura, dejó expuesto su prominente miembro y con la yema de su dedo índice derecho acarició los labios de Sunoo.

—Me encantaría que me la chuparas, pero primero quiero entrar aquí.—Los dedos de Heeseung fueron a parar en la zona baja de Sunoo, acariciando el ano de este mientras simulaba embestidas

—Déjame ponerte cómodo, la noche va a ser solo para nosotros dos.—El potestad tomó una almohada y la colocó sobre el espaldar de la cama, apoyó a Sunoo sobre esta almohada y se colocó en frente de él, abriendo sus dos piernas con las suyas

Las mejillas de ambos no podían evitar tornarse rojas, una fina capa de sudor envolvió a ambos cuerpos y el calor de la habitación ayudaba al ambiente erótico. Heeseung introdujo el primer dedo dentro de Sunoo, este gimió con fuerza y sus manos se aferraron al colchón de la cama. Cuando esto pasaba, siempre intentaba escapar de la situación, pero con Heeseung era diferente, quería quedarse... Quería mucho más.

—Ah~ má-más~—No espero a adaptarse al dedo, pidió por más placer y Heeseung sonrió confiado

—¿Estás seguro, bebé?, no quiero que te sientas forzado a hacer esto.—El ángel asomó el segundo dedo, esperando alguna respuesta por parte de Sunoo

—¡Si!, ¡Quiero más!~ ¡NECESITO MUCHO MÁS!—Los ojos avellana de Sunoo se tornaron fucsias, indicando así que aquel lado reprimido dentro de él estaba tomando el control de su cuerpo

—Una vez que yo empiezo, no termino, te haré el amor pero también reclamaré mis deseos carnales en tu cuerpo.—Heeseung empujó con fuerza el segundo dígito dentro del demonio, este apretó los hombros de Heeseung mientras un gemido sonoro inundó la habitación

Estaba contento, aunque no esperaba que todo fuera tan rápido, quería tomar a Sunoo como suyo, burlarse de las estúpidas reglas de su lugar de origen y tener sexo. Los ojos del demonio brillaban con fuerza, este abría más sus piernas por inercia propia y apretó con fuerza sus labios cuando un tercer e inesperado dígito se colo dentro suyo.

Heeseung soltaba suspiros enamorados, Sunoo se dedicaba a gimotear palabras sin sentido mientras sus caderas hacían ahora el trabajo de penetrarse a si mismo. En ese momento Heeseung no veía aquel lado demoníaco como un problema, al contrario, le gustó la idea de que Sunoo pudiera demostrar su verdadera naturaleza estando con él. No podría imaginarse a Sunoo así de travieso con alguien más que no sea él, el hecho de recordar que muchas personas estuvieron antes que él lo hacían ponerse celoso y asqueado.

—Lindo~ demasiado lindo y precioso~—Le susurró en el oído a Sunoo, apoyo su cuerpo sobre el del demonio y sus dos alas se extendieron

Incluso en aquel momento tan vulgar, las alas de Heeseung le daban un toque angelical y puro a la escena, sus plumas totalmente blancas y brillantes resplandecían con la luz de la luna colándose por la ventana. Los ojos brillosos de Sunoo fueron a parar en este atractivo, dejó de apretar los hombros del ángel y jugó con las plumas de este mientras que Heeseung seguía moviendo su mano a un compas suave y delicado.

¿Acaso sus alas le estaban robando toda la atención de Sunoo?, si, la respuesta era obvia, entonces le daría a Sunoo un motivo para que se fijará aún más en su alas.

—Bebé... ¿Sabías que las alas de los ángeles son un punto sensible?—Dijo en su oído, la vista de Sunoo pasó hacía los ojos ajenos, que al igual que los suyos, se encontraban brillando, aunque los de Heeseung eran un color dorado precioso

—¿Sen-Sensible?—Preguntó, Heeseung asintió

—Claro que si bebé, adelante, usala como mordaza.—Heeseung extendió su ala izquierda hacía los labios de Sunoo, este miro confundido la acción del ángel

—¿Mordaza?—

—¿Dijiste que querías mucho más, no?, entonces bebé, voy a darte mucho más de lo que imaginas.—Los ojos de Sunoo se pusieron en blanco una vez Heeseung terminó sus palabras

Los cinco dedos del ángel se encontraban dentro de él, Sunoo apretó sus labios con fuerza y trato de no morder aquellas blanquecinas plumas, incluso si Heeseung movía con fuerza y rapidez sus dedos dentro de él.

—¡Házlo!, ¡Sé que lo deseas!—Gritó, frunció el ceño y embestía a Sunoo de marea brutal, estaba más que decidido que iba a explorar ese lado de su diablillo

Sunoo no tuvo opción y cedió con facilidad, sus ojos brillaban aún más con la textura de la ala en su boca.

Heeseung soltó un grito ronco y embistió con fuerza la entrada de Sunoo, ni siquiera sabía si su manos estaba completamente dentro o no, pero al sentir el mordisco en su ala hizo que una corriente eléctrica recorriera cada centímetro de su cuerpo. Sabía de aquella zona sensible, pero no sabía que tan sensible podía ser.

El demonio profundizaba su mordedura, apretó su interior y una ola de calor invadió su cuerpo, terminando por correrse con solo los dedos de Heeseung. Sus dedos fueron bañados por el esperma de Sunoo, quien flaqueó sus piernas y tembló ante esta sensación, se había sentido bien y cómodo, sus lágrimas no eran de dolor por haber Sido abusado, al contrario, eran lágrimas de placer y alegría, el dueño de estás eran aquel precioso ángel que se encontró en su camino.

El potestad sonrió y lamió los rastros del esperma, degustando el sabor dulce de este. Sonrió una vez termino de limpiar su propia mano y de haber tragado todo el semen.

—¿Estás temblando mucho, bebé?, solo fue con mis dedos, ahora espera el momento en que te folle con mi pene, vas a gritar de placer y te vas a retorcer en mis brazos.—Heeseung abrazó el cuerpo temblante de Sunoo, este inhaló el aroma que desprendía el cuello del ángel

—Má-Más...—Los brazos de Sunoo se enredaron en el cuello del potestad, este soltó una risa por las palabras de su amante

—Claro te voy a dar mucho más, cariño, solo recobra un poco de ti energía, está noche te voy a demostrar cuento te amo, pero al mismo tiempo, cuánto placer retorcido puedo generarte.—Heeseung sonrió, Sunoo sabía que en sus palabras estaba la verdad, y a pesar de que este le prometió hacer las cosas suaves, a ambos poco les importaba que tan suave o rudo fuera

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El otro cap termina con el coito

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Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.