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La noche había caído, Sunoo estaba recostado en la cama mientras el televisor se encontraba sobre una mesa que no era parte de la habitación, pero solo estaba ahí mientras terminaban de ordenar todo su nuevo hogar.
Heeseung salió del baño con una toalla al rededor de su cintura, mientras que con otra de encargaba de secar sus cabellos. Sunoo ignoró por completo al ángel y solo se dedicaba a mirar lo que había puesto en la pantalla, no supo cómo lo hizo, pero le estaba gustando demasiado.
—¿En serio estás viendo un programa de televisión para niños?—Preguntó Heeseung, se acercó a la cama y se recostó en ella de igual forma
—Yo no sabía que era un programa para niños... ¡De todas formas me gusta!, además también le gusta al señor Pringles.—Sunoo señaló a la roca que estaba a sus pies
—Si... Claro.—Heeseung hizo una mueca y luego rodó sus ojos, estaba cansado, armar la cama le había costado mucho al igual que otras cosas en su hogar
Sunoo aún era demasiado ajeno a cosas de la tierra, por eso no le pidió que hiciera algo que no fuera capaz, tan solo lo colocó a organizar unas cajas y doblar ropa.
—Mierda... Estoy tan cansado, ¿Crees qué me merezco un masaje por ser bueno?—Heeseung le sonrió al demonio, este lo miro extrañado por aquella petición
—¿Un masaje?, n-no soy bueno haciendo esas cosas.—Se colocó nervioso, desconocía si las palabras del potestad tenían dobles intenciones o no
—¡No seas malo!, hoy hice mucho trabajo físico. Además solo tienes que frotar la crema en mi espalda y eso es todo, no te estoy pidiendo que me la chupes... Aunque si eso quieres hacer no me voy a quejar, al contrario, me aliviaría mucho más.—Dijo, acto seguido negó con la cabeza y sus mejillas se encendieron en carmín
—¡N-No es lo qu-quería decir!—Heeseung negó, Sunoo le dió una sonrisa cálida
—No sientas vergüenza por eso, sé que tus palabras fueron un malentendido. En cambio de que no lo sean, simplemente pídelo.—
Los ojos de Heeseung se abrieron sorprendidos y su boca formó una perfecta O, escaneó de cuerpo completo a Sunoo y este se encontraba sonrojado, sus ojos estaban oscuros y sus cabellos desordenados.
—¿Podrías contestarme algo?—Pidió Heeseung mirando a los labios del demonio, no iba a mentir, quería que esos carnosos y jugosos labios jugarán con su glande
—Claro, lo que sea.—Sunoo miró los ojos curiosos de Heeseung sobre su cuerpo
—Una vez leí que ustedes los demonios involuntariamente tienen un apetito sexual inmenso, ¿Tú lo tienes también?, supongo que tal vez lo tengas, pero no puedas explotar de el a gusto debido a tu situación.—Aunque su pregunta fuera tonta, sabía que Sunoo, físicamente no parecía un demonio amenazante, pero, tal vez aún conserve sus instintos dentro de él, en lo más profundo de su ser
Y aún si aquella pregunta no fuera la más debida en ese momento, también quería asegurarse de que Sunoo se sintiera cómodo hablando sobre esos temas, al final de cuentas, Heeseung ahora no solo miraba de forma sexual a su compañero, tal vez su luz brillaba con más fuerza cuando Sunoo tan solo estaba cerca de él.
El demonio miró hacía el colchón, de verdad siempre evadía este tipo de preguntas, él único que sabía la respuesta era Riki, quien una vez lo atrapó en una situación comprometedora.
—Como he dicho anteriormente, no soy el mejor ejemplar de demonio, no tengo alas ni cuernos, y no tengo una actitud agresiva y sexual como los demás... Sin embargo, no niego que no tengo deseos sexuales, es algo que está dentro de mi, aunque lo ignore y lo deje en segundo plano, está ahí, dentro, esperando a que me descuide para invadir mi cuerpo.—Sunoo recogió sus piernas y abrazó su cuerpo, Heeseung acarició los cabellos de este
—¿Haz tenido una experiencia rescatable?, dudo mucho que hayas disfrutado alguna vez del sexo.—Aunque quería cortar aquel tema de conversación, su curiosidad aumentaba debido a la respuesta anterior
—No... Digamos que no he tenido ninguna buena experiencia con los demás.—Sunoo miró nuevamente a Heeseung, en su interior sentía como aquella mirada del potestad lo desnudaba
—Y... ¿Solo?—Preguntó, cuál cazador fue acercándose lentamente al rostro de su presa
—Bue-Bueno... Solo he usado mis dedos...—Las mejillas de Sunoo ardieron nuevamente y escondió su rostro en una almohada
Tan pronto hizo aquello, Heeseung tomó la almohada y con cuidado la apartó del rostro de Sunoo, mirando atentamente sus ojos y luego sus labios, Sunoo era su pecado, el pecado más hermoso que ha podido haber hecho entre los cientos de mandamientos en su especie.
—No te avergüences de eso precioso... ¿Podrías enseñarme como lo hacías?—El tono de voz de Heeseung había cambiado, de estar cansado, ahora tenía un toque coqueto, su sonrisa era seductora y sus cabellos mojados y desordenados daban paso a la imaginación
Cualquier mortal quisiera estar en aquella situación con un hombre tan precioso y divino como Heeseung, pero ahora, quería dedicar todo su tiempo a aquel adorable demonio que se encontró de casualidad por el bosque.
Sunoo asintió ante la propuesta, tomó a su roca, se levantó de la cama y abrió la puerta de la habitación, dejando de esta por fuera.
—E-El señor Pringles n-no de-debe ver está clase de cosas.—Dijo avergonzado, Heeseung soltó una risilla por el comentario
—No te preocupes por eso en ese momento, el señor Pringles algún día tendrá que firmar su familia de rocas.—Dijo Heeseung viendo cómo Sunoo volvía a la cama
Sunoo con vergüenza levantó su camisa, dejando expuesto su torso blanquecino totalmente desnudo, el frío, producto del aire acondicionado, rozaba con sus pezones y hacía que estos estuvieran erectos en pocos segundos, listos para recibir atención.
El potestad mordió su labio interior, sus ojos se tornaron oscuros ante la imagen de Sunoo bajando sus pantalones junto a su ropa interior, dejando expuesto así por completo su cuerpo desnudo.
—Quiero verte haciéndolo, aquí estás seguro, nadie va a hacer nada que no desees.—Heeseung comenzó a acariciar su miembro sobre la tela de la toalla
Sunoo se recostó al lado de Heeseung, llevó sus manos al pecho de este y comenzó a acariciarlo, realmente deseaba que el ángel fuera quien hiciera ese trabajo.
—N-No quiero hacerlo yo... Por favor, hazlo tú.—Sunoo se encogió en los brazos del potestad, este sonrió y asintió varias veces
Por fuera estaba totalmente concentrado en Sunoo, en su interior estaba festejando que por fin podrá probar de aquel delicioso demonio, no solo quería protegerlo, también quería poseerlo por completo.
—Abre la boca, de haber sabido que íbamos a terminar haciendo estás cosas hubiese comprado un lubricante.—Heeseung acarició la mejilla de Sunoo, este se dejó llevar por el tacto cálido sobre su carne
—No quiero lastimarte... Quiero que está no sea una de tus veces anteriores, Sunoo, lo que quiero hacer contigo es el amor, quiero demostrarte que si te entregas a alguien es porque así lo deseas y así lo deseo yo.—Heeseung acarició los labios de Sunoo
—Es-Está bien.—Una vez dicho esto, Heeseung ingresó lentamente uno de sus dedos dentro de los labios de Sunoo, este comenzó a jugar con su lengua y a la par, chupaba de este como si de un dulce se tratará
¿Era tal vez aquella sensación de calidez que recorría su cuerpo cuando estaba con el ángel?, ¿O eran sus deseos más profundos que reprimía constantemente y sin refutar?, no sabía cuál era el verdadero motivo por el cual estaba haciendo aquello que juro no volver a hacer cuando estuvo en la tierra. Pero seamos honestos, Sunoo sabía que aquel ángel estaba dispuesto a entregarlo todo por él, y lo mínimo que podía hacer en esos momentos era ser un apoyo para el potestad, pues era nuevo en toda la vida humana, no sabía que hacer, dónde ir, cómo actuar, Heeseung es un buen apoyo para su vida.
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Apoco no se esperaban esto, ¿Eh?, igual y lo dejo a medias como siempre 🫂
¿Se re nota que el Heeseung está enamorado de Sunoo?, digamos que fue un amor a primera vista jeje.
Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.
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