Los ángeles, incluídos Jungwon y Heeseung quienes miraban atónitos la escena, habían quedado en shock cuando su líder no pareció enojarse con el ataque del híbrido, por su parte, este cargo nuevamente con todas su fuerzas y lanzo otra llamarada hacía Jimin, quien sufría el impacto, pero ningún daño.

Este solo se acercaba con curiosidad, mientras una sonrisa se formaban en su rostro.

—Tranquilo, mi pequeño hermano, no tienes por qué hacer esto.—Soltó el serafín dorado, los demás abrieron sus ojos sorprendidos por las palabras de su líder

No solo los ángeles estaban en shock, Sunoo, quien había dejado su actitud hostil miro con curiosidad a Jimin, sus ojos lentamente volvían a su color natural mientras recuperaba consciencia de lo que había hecho.

Sunoo volvió en si, mirando a su alrededor, viendo el desastre que había hecho y como por poco mata a un séquito completó de ángeles. Rápidamente las lágrimas comenzaron a botar por sus mejillas mientras repetía una y otra vez la palabra "perdón". Heeseung al escuchar a su pequeño llorar, quiso volar hacia donde esté estaba, pero al intentarlo casi cae, por suerte Jungwon lo sostuvo.

El híbrido escondió su rostro con ayuda de sus manos, en esta ocasión estaría abrazando con fuerza al señor Pringles, o estaría llorando en los brazos de su amado. Pero estaba ahí, volando sin saber cómo lo hacía, con un montón de ángeles viéndolo y pensando en todas las formas posibles de matarlo.

Las cadenas al rededor de los demás ángeles fueron desapareciendo. Sin embargo, esto no detuvo a Jay con sus ideales, voló de manera rápida hacia donde estaba Sunoo e intento cortar su cabeza con la guadaña, pero unas cadenas rompieron en dos piezas a el arma. Sunoo se alejó asustado, mientras que Jay maldijo en voz alta.

—¡¿QUIÉN SE ATREVE A HACER ESTO!?—Preguntó molesto viendo a todos los presentes

Si vista fue a parar a su líder, quien con una mirada calmada dió a entender que fue él quien interrumpió su ataque. Jay abrió los ojos sorprendido y solamente agachó su cabeza.

De entre las nubes aparecieron más serafines, tronos y querubines, todos presenciando aquel acto bochornoso que había hecho el serafín de la guerra. Este sintió vergüenza y rápidamente se refugio en sus propios brazos, dando a entender que se encontraba arrepentido de su acción, retorciendo y permitiendo que Jimin se acercara más a Sunoo.

—Pequeño, no temas, no vengo a lastimarte como otros lo han hecho, solo vengo a conocerte... A conocer ese pedacito de universo que compartimos.—Jimin acunó el rostro de Sunoo en sus manos, este lo miraba confundido mientras las lágrimas aún caían

Sin siquiera pensar si decía la verdad o no, Sunoo abrazó al serafín dorado, este con gusto recibió el abrazo mientras escuchaba el llanto del híbrido.

—So-Soy un mounstro... Soy un fe-fenómeno... N-no quería la-stimar a nadie...—Dijo mientras se aferraba más al serafín

—Solo estás asustado... Estás pasando por algo que nadie esperaba presenciar.—

Y tenía razón, nunca antes habían visto a un híbrido de ángel y demonio, mucho menos que este no solo tuviera la fuerza de un ángel, sino la de un serafín tan poderoso como lo es Jimin, y nunca esperaron ver al serafín líder, serafines, querubines y tronos bajar a la tierra.

Aunque la escena transmitía cierta paz, fue interrumpida por un portal que también se había formado, este era de color rojo, y de él, salió un hombre con pantalones de latex negros, ajustados a sus anchos muslos, poseía una camisa sin abotonar dejando expuesto su abdomen y pectorales, los tatuajes en sus dos brazos, unas alas, cuernos y coma imponentes acompañado de un rostro masculino y lleno de piercings.

—Vaya vaya, apareces en la tierra y no eres capaz de avisarme.—Dijo el demonio saliendo del portal, jalo unas cadenas que tenía en sus manos y cruzaron otros dos demonios junto a él, estos eran Sunghoon y Riki, los demonios que antes habían atacado a Heeseung y Sunoo

—Traje a mis mascotas, estos hijos de perra casi matan a ese pobre angelito que está allá moribundo, si eso pasaba definitivamente se iba a desencadenar otra estúpida guerra.—Dijo el hombre, todos miraron al serafín dorado y este solo entrecerraba sus ojos

—Jungkook... No es una grata sorpresa verte aquí.—Habló Jimin, este escondió a Sunoo entre sus brazos

—No puedo creerlo, esa llamita debilucha dió frutos... Y demasiados, en fin, te tenía un rastreador metido en el culo y por eso supe que estabas en la tierra, pasaba a saludar... Oh, y para los nuevos ángeles, me presento, soy Jungkook, líder de los demonios, aunque eso de "majestad" o "líder" me lo paso por los huevos.—Dijo el demonio, este hizo una reverencia

—Esa llama que tú llamas débil es mucho más de lo que tú crees... Posee el mismo polvo universal con el que fuí creado.—

Todos miraron asombrados a Sunoo, a excepción del líder de los demonios, quien solo bufó molesto por no ser el centro de atención.

—Oye rubiecito, ¡Préstame atención!, hace mucho que no te veo y prefieres estar con tu hermano deforme.—Dijo Jungkook, tirando con fuerza de la cadena de Sunghoon

—Estoy muy ocupado para prestarte atención.—Dijo Jimin, su vista se poso en Sunoo y le dió una cálida sonrisa —Pero no te vayas, te necesito.—Se volteó a mirar a Jungkook, quien parecía contento por la atención

A muchos le sorprendió el trato que tenían ambos líderes, nunca antes supieron si estos se conocieron, pues el acuerdo que se había formado muchos siglos atrás fue entre un representante de ambos bandos, no por sus líderes.

—Sunoo... Hay una historia que quiero que sepas. Yo fui creado con la primera explosión de la estrella más fuerte y radiante de mi universo, está luz se combinó junto al polvo estelar y de esa mezcla surgi yo, años pasaron en los que estuve por completa soledad hasta que termine a parando en un planeta de agua y gas, en el cual habitamos los ángeles, quise tener compañía y con ayuda de las estrellas empezaron a nacer más gente de mi especie, pero ninguno era igual a mí, me tomaron por su líder y desde entonces hemos vivido en una sociedad llena de armonía hasta la guerra con lo demonios.—Jimin usó su magia, creando así un campo que solo rodeaba a ciertas personas

Quienes se encontraban ahí eran Jungwon, Jay, Sunghoon, Riki, Heeseung, Jungkook, Jimin y él mismo. Todos parecían haber desaparecido cuando realmente seguían ahí.

—Es solo un poco de privacidad, solo los que están acá deben saber la verdad...—Jimin miró a Jungkook, este bufó y se estiró un poco, soltando las cadenas de Sunghoon y Riki

—Blah blah blah, ya sabemos cómo surgen los demonios, lo interesante de la historia es que antes de que todo eso pasara él y yo nos conocimos, ambos éramos seres únicos, vagando solos por nuestros universos hasta que una grieta en el espacio hizo que nuestros universos se conectaran, ambos nos conocimos, ambos estuvimos juntos y ambos aprendimos a crear vida. Intentamos hacer tomando las características de ambos, así nacieron los híbridos, nuestras primeras creaciones...—Jungkook miró nuevamente a Jimin, no quería continuar la historia pues, a pesar de haber pasado millones de siglos atrás, aún le sigue afectando

—Ambos nos posicionamos como los líderes, nuestras creaciones iban tan bien hasta que entre ellas empezaron a matarse, crear caos y disturbios... Nuestra sociedad perfecta había sido demoronada en pocos minutos... Es entonces que ambos nos dimos cuenta que los seres que creamos no eran aptos para mantenerse con vida pero no eramos capaces de borrar algo que ya estaba hecho.—Jimin miró a Jungkook, este suspiró

—Cada uno decidió tomar un rumbo diferente, pero antes de, ambos hicimos un acto de caridad por nuestras creaciones, enviando sus almas a otro universo, estás pararon en la tierra, dónde pronto y tras años de evolución de las especies, reencarnaron en los primeros humanos, olvidando cada detalles de lo que fueron antes.—Jungkook se dió la vuelta y se cruzó de brazos

—Nuestras creaciones no eran estables, cada uno decidió hacer su parte y con nuestros conocimientos previos a la creación, empezamos a hacer cada uno sus propias obras, dando así paso a las diferentes jerarquías de ángeles y los demonios.—

—Pe-Pero y yo... ¿Qué soy?—Preguntó Sunoo

Jimin y Jungkook se miraron, ambos estaban buscando una respuesta en común.

★

(2/3)

Oh no, toda la trama de una buena historia terminó en plot twits.

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.