Heeseung caminaba mientras era seguido por Sunoo, desde que salieron del agua no se han dirigido la palabra, no porque no quisieran, Sunoo no sabía que decir o como actuar cuando estaba con alguien más, y Heeseung trata de no recordar como pudo probar uno de los pezones del demonio y que este solo jugará con sus alas.

«¿Por qué me está siguiendo?, no le he dirigido la palabra, ¡Debería irse por su cuenta!» pensaba mientras corría una que otra rama de un árbol para evitar golpearse. Sunoo por otro lado, para romper esa extraña tensión que sentía comenzó a tararear la misma melodía que Heeseung, cuando estaba tomando un baño solo.

—Oye, de verdad y en serio me preguntó, ¿Por qué me estás siguiendo?, ayer me tenías demasiado miedo, ¡Se supone que yo te puedo matar en cualquier momento!—Su intención era asustar al rubio, este solo escondió su rostro detrás de su piedra

—¿Ves?, si te alzó la voz también te asustas, no soy lo mejor que puedes encontrar aquí, soy una mierda, ¡Literalmente te estaba morboseando y chupando un pezón y no caíste en cuenta!—Se quejo, Sunoo dejo de esconder su rostro y miro confundido al ángel

—Si lo sentí... ¿Pero eso era lo que realmente querías, no?—Miró ingenuo a Heeseung, quien escondió sus mejillas rojas con sus manos

—Por un carajo, eres realmente la cosa más ingenua de todas.—Heeseung lucía un poco molesto, pero a Sunoo no parecía importarle

—Me siento protegido estando a tu lado. Siempre he sido tan vulnerable que estaba dispuesto a morir en tus manos, no me mataste, tuviste piedad de mi, incluso si manoseabas mi cuerpo aún así te arrepientes. Soy defectuoso y débil, pero no soy tonto.—Habló siendo sincero, Heeseung de sorprendió por las palabras del demonio

«Ja... No estás hecho para ser un demonio, deberías ser un hermoso ángel y yo, debería estar en tu lugar, pudriéndome en tu dimensión, siendo un vago y teniendo sexo desenfrenado.» Heeseung solo soltó una risa, extendió sus alas para disponerse a salir volando del lugar, pero fue detenido ya que Sunoo lo tomó por los hombros.

—N-no quiero qu-que me dejes solo... No sé a dónde tengo que ir, no sé cómo interactuar con los humanos, ni siquiera sé en qué parte de este planeta estamos.—Los ojos de Sunoo comenzaron a llenarse de lágrimas, Heeseung gruño como respuesta

—Bien, me iré contigo, te enseñaré algunas cosas básicas de los humanos y sus vidas, una vez que aprendas y te adaptes, tomarás tu propio camino, un ser tan precioso y puro como tú no debe estar con alguien podrido como yo.—Nunca antes de había sentido mal consigo mismo, Heeseung siempre creyó que lo que hacía estaba bien y que a los demás no les debería importar, o tan siquiera le importaba las vidas ajenas

Su perspectiva había cambiado radicalmente, la triste realidad de Sunoo lo habían hecho reflexionar sobre sus acciones y vaya, mientras que él lo tenía todo, el demonio lo único que tenía era una piedra y esperanza de vivir tranquilo. Lo iba a ayudar, pero, no se iba a involucrar con él, o por lo menos no sexualmente.

—Hay una ciudad llamada Seúl, está un poco lejos y caminando podríamos tardarnos demasiado, súbete a mi espalda, iremos volando hacia allá.—Heeseung se dió la vuelta y nuevamente extendió sus alas

Sunoo confundido hizo caso, aseguro muy bien al señor Pringles y agarro con sus dos manos los hombros del ángel, quien dió un gran impulso en el aire y comenzó a volar.

Nunca antes había sentido el aire en su rostro de esa manera, sus compañeros volaban de un lado a otro, giraban y hacían acrobacias aéreas por solo diversión, Sunoo, a pesar de sentirse conforme, siempre quiso tener sus alas aunque sea para poder escapar en cada oportunidad que tuviera.

Una sonrisa se esbozó en su rostro, sus cabellos jugaban con el aire y podía sentir las nubes en su mano, Heeseung lo escuchaba reír, inconscientemente sonrió al escuchar la felicidad que emitía el demonio, ¿Solo se estaba sintiendo así por qué lo estaba ayudando, cierto?, en su mente nunca se le cruzó la palabra "amor" o "enamorarse", su especie naturalmente nunca sienten atracción romántica o sexual por otra, independiente si son humanos o demonios o ángeles, pero entonces, ¿Por qué su corazón latía con más fuerza con la risa de Sunoo?

«No sé que nos espere, pero, al menos me gustaría disfrutar el tiempo que tendré contigo.» dijo, quería enseñarle todo lo que podía hacer con sus alas a Sunoo, aunque por el momento solo se dedicaría a llegar a la ciudad.

Pasaron los minutos y Sunoo pudo visualizar varias estructuras, algunas eran muy grandes y otras muy pequeñas desde la altura en la que estaban, Heeseung bajo con bastante velocidad, esto hizo que Sunoo cerrará sus ojos y se abrazará así mismo en modo de cubrir cualquier impactó, pero cuando sintió que nada malo paso abrió los ojos y se dio cuenta que estaban en una especie de callejón, se bajó de la espalda de este y se sonrojo.

Heeseung comenzó a esconder sus alas dentro de su espalda para pasar desapercibido, aunque su ropa no estaba bien, así que primero deberían conseguir algo para ponerse y pasar como humanos cualquiera.

—Tenemos que consegir algo de ropa humana, mi túnica me hace parecer un stripper con temática romana, tú, de por si, pareces un trabajador de la noche.—Heeseung rascó su cabeza intentando recordar algún lugar para conseguir ropa, normalmente se metía en alguna casa y robaba de esta, pero, no podía hacerlo cargando con Sunoo

—¿Trabajador de la noche?, ¿Qué es un stripper?—Preguntó confundido, Heeseung solo pudo colocar un dedo en sus labios para poder callarlo

—¡Ya recordé!, por aquí hay una tienda de ropa de segunda mano, iré a comprarla, por suerte puedo generar dinero humano con mi magia. Espérame aquí, no te muevas de este lugar.—Heeseung guío a Sunoo al lado de un basurero, dónde lo sentó y le señalo que debía estar ahí

—Si te mueves de aquí muchas cosas malas podrían pasar, ya vengo, no me voy a demorar mucho.—El ángel salió corriendo del lugar, dejando a Sunoo confundido

—Jummmm, otra vez estamos solos tú y yo, señor Pringles.—Sunoo sacó a su piedra de dentro de su croptop, comenzó a acariciarla mientras movía sus pies de un lado a otro

Su pequeña burbuja de paz se vio interrumpida cuando vió una silueta al frente suyo, quiso creer que era Heeseung pero estaba equivocado. Era un hombre, un humano, este tenía algo entre sus dientes que generaba humo, su mirada daba a entender que tenía un gran apetito sexual en ese momento.

—Vaya vaya, la vida hoy me está sonriendo. Primero me deshago del imbécil que me debía dinero y ahora tengo un culo para follar delante mío. Vamos precioso, no hagas las cosas más difíciles y empieza a hacer tu trabajo.—Dijo el tipo comenzando a bajar la cremallera de sus pantalones, Sunoo se sintió aterrado y abrazó con fuerza a su piedra

El tipo saco su miembro de sus pantalones y dió caladas de humo al cigarrillo, este comenzó a enojarse cuando vió que el chico no estaba haciendo nada.

—¿Quieres que te meta una paliza para que aprendas a ser obediente?, ¡Empieza a chuparme la verga!—El tipo de acercó rápidamente a Sunoo y tiró de sus cabellos, haciendo que este chillara por el dolor

Más lágrimas comenzaron a caer por su rostro, el miembro ajeno estaba en sus labios pero se negaba a meterlo en su boca, tratando de empujar al hombre delante suyo aunque le resultaba inútil. El tipo se encabronó más y le dió un puño en la mejilla a Sunoo, este cayó al suelo por completo y espero lo peor.

—Quería que no te doliera tanto, pero elegiste el peor camino, perra.—El hombre llevo sus manos al short de Sunoo, quien solo lloraba implorando por piedad, al parecer no había gran diferencia entre su dimensión natal y la dimensión de los humanos

Sunoo escucho un grito proveniente del hombre, se giro con curiosidad y pudo ver a Heeseung, en una de sus manos tenía una bolsa llena de ropa para ambos, la otra, estaba ahorcando al hombre que intentó abusarlo.

—Mira imbécil, esa perrita ya tiene dueño, y si no quieres que te corte el maldito pene te vas a largar de aquí y nunca más vas a intentar abusar de alguien... Porque te voy a encontrar y te mandaré directo al infierno.—Heeseung apretó con fuerza el cuello del hombre, cuando sintió que era suficiente lo soltó y este huyó del lugar

Heeseung pudo ver a Sunoo con un mejilla roja debido a un golpe, sus lágrimas hacian aún acto de presencia.

—Oye, tranquilo... Así son algunos tipos por acá, son patéticos e imbéciles, los ángeles siempre culparon a los de tu especie por estos actos, pero, realmente esta especie ya los cometían sin ninguna necesidad de ser tentados por los demonios.—Heeseung se acercó a Sunoo y comenzó a acariciar su espalda con delicadeza

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Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.