Al despertar sintió que esos cálidos ya no lo estaban rodeando, froto con sus ojos con cuidado y dió un bostezo grande, tomó a su piedra mascota en brazos y comenzó a caminar hasta donde una voz conocida tarareaba una melodía.

Lo primero que vió fue a Heeseung sin su túnica, este estaba dentro de un pequeño estanque de agua, podía ver cómo tomaba agua con sus manos y la vaciaba sobre su cabellera cobriza, su silueta era bastante atractiva, tenía un buen físico, tenían unos glúteos prominentes, pero lo que realmente llamo la atención del demonio eran las bellas alas blancas dobladas, los ángeles son realmente hermosos.

Heeseung sintió una mirada sobre su cuerpo, al voltear su cabeza un poco se encontró a Sunoo, quien lo miraba atentamente con las mejillas rojas, y en sus brazos tenía esa piedra extraña con ojos dibujados. Solo pudo sonreír coqueto ante la mirada sobre él.

—¿Te gusta lo que ves?—Preguntó mientras tallaba su cuerpo con sus manos

Sunoo no dijo nada, solo procedió a sentarse en el pasto a esperar que él terminara para seguirlo.

—Oye, no me dejes con la pregunta al aire, ¿Sabes cuántos humanos no quisieran comerse esto?—Heeseung volteó su cuerpo, mostrando así sus genitales

«No pensé que los ángeles también tuvieran un sexo asignado.» pensó Sunoo con curiosidad, pues no sabía cómo funcionaba la anatomía de los ángeles, los demonios si nacían con genitales similares a los de los humanos para poder mantener relaciones sexuales con ellos.

Heeseung bufó molesto, ese pequeño demonio ni siquiera respondía sus preguntas y tan solo se sentó a pensar mientras lo analizaba, ¡Él no era ninguna atracción para que lo estuviera viendo de esa manera!

—Oye, el agua está bastante fresca, ¿Quieres acompañarme?—Heeseung salió del agua, acercándose a Sunoo y dándole la mano

Sunoo asintió, más sin embargo no sabía que debía hacer, ¿Se supone que también se debería quitar la ropa?, eso solo le causaba vergüenza.

—Debes quitarte tu ropa para que no se moje, ven, déjame te ayudo.—El ángel tomó el croptop del contrario y lo levantó, quitando de este y dejando expuesto el pecho de Sunoo, sus dos pezones estaban erectos por el roce del aire fresco, eran rosados y muy masticables

Heeseung no pudo evitar morderse el labio inferior, estaba tentado a chupar los pezones pero debía controlarse, solo era un tonto baño y ya, cuando lleguen a la ciudad puede cogerlo en el motel al cual solía llevar humanos.

Procedió a escabullir sus manos hasta la cintura del rubio, tomó el short y lo bajo hasta que cayó al suelo, aprovecho que estaba agachado y también le ayudo a quitarse las botas de tacón, descubrió que el demonio era un poco más bajito de lo que aparentaba.

El miembro de Sunoo era pequeño, a diferencia del suyo, o bueno, del que crea, ya que los ángeles no necesitan tener de una vagina o un pene, ya que son solo luz que toma la forma física de un cuerpo material.

Quedó embelesado por el hermoso cuerpo que traía el rubio, si, los demonios generalmente eran muy atractivos con el fin de que los humanos cedieran a ellos, pero Sunoo no solo lucía atrevido, su belleza era igual a la de un ángel.

—Ven, vamos al agua.—Heeseung caminó tomado de la mano de Sunoo hasta el estanque nuevamente

Se sumergió primero, pudo ver qué por la reacción de Sunoo, nunca antes había entrado al agua. Este solo soltó una pequeña risa al ver que el demonio solo quedó embobado por la sensación del agua en su cuerpo.

—¿Nunca antes habías entrado al agua?—Preguntó tomando las caderas del rubio

—En mi dimensión no hay este líquido tan cálido, solo hay lava y calores intensos, es por eso que ahí usan ropa corta o directamente están desnudos.—Sunoo fue guiado por Heeseung, quien lo sentó en sus piernas

El ángel no dijo nada, solo procedió a llevar agua con sus manos y dejarla caer sobre el cuerpo ajeno. Por su parte, los ojos de Sunoo brillaban con curiosidad cada que tenía contacto con el agua, era una sensación cálida y muy linda. Sunoo vió al señor Pringles y se sonrojo, cada vez que se encontraba desnudo le hacía sentir incómodo la mirada de su mascota.

—El señor Pringles nos está viendo.—Sunoo señaló a la roca, Heeseung solo volteó confundido

—¿El señor qué, perdón?—Preguntó con sarcasmo

—Es mi mascota... No puedo llevar a otro ser vivo a esa dimensión o moriría por las altas temperaturas, el señor Pringles es la primera piedra que ví cuando emergí, la adopte, le hice sus ojitos preciosos y se volvió mi leal compañero... Estuvo conmigo en cada momento, el más triste o... El peor.—Dijo, se levantó de las piernas de Heeseung y se acercó a la roca, la cual, le dió vuelta para que no lo mirara o mirara a Heeseung

No dijo nada, solo se limitó a suspirar y volver a sentir a Sunoo acomodándose en sus piernas, siguió con su labor de bañar al rubio quien parecía aún más fascinado con la experiencia.

Paso un rato y Sunoo ya no estaba fijado en el agua, sino, en las alas blancas y preciosas del ángel, quien sonrió al verlo mirar el mayor atractivo de un ángel.

—¿Te gustan mis alas?—Preguntó, acarició el abdomen del demonio

—Son muy bonitas... Realmente lucen muy suavecitas, como un conejito blanco que da brincos por todo el bosque.—Sunoo quiso tocarlas, pero Heeseung aparto el ala que este iba a tocar

—Si quieres tocar mis alas debes darme algo a cambio.—Dijo, no quería desaprovechar su oportunidad

Al ver la cara de confusión de Sunoo rápidamente quiso arrepentirse de sus palabras, ese chico era realmente puro que ni siquiera se daba cuenta de sus segundas intenciones.

—Oh bue-bueno... Solo debes darme un beso aquí.—El ángel señaló su frente, Sunoo asintió y con sus mejillas rojas, plantó un pequeño beso en la frente de Heeseung

«Mierda, no soy capaz de aprovecharme de este demonio. Creo que es mejor dejarlo solo y comenzar a buscar a otra presa, él... No merece a alguien como yo, es mejor que sea feliz en su soledad.» se dijo así mismo, hasta que sintió el toque en sus alas.

Sunoo comenzó a acariciar una de las alas del ángel, este se sonrojo al sentir el tacto de Sunoo, incluso mediante sus alas podía sentir la suavidad de la piel del demonio, quien acariciaba con sumo cuidado las alas ajenas.

—Son muy bonitas y suaves... Me gustan.—Sunoo sonrió, pronto se acomodo bien para acariciar ambas alas, su pecho se encontraba contra el rostro de Heeseung

Él no podía pensar bien, primero, sentía las cálidas manos de Sunoo acariciar sus alas, y segundo, tenía los pezones rosados de Sunoo sobre su rostro, uno estaba cerca de su labio y estaba tentado a chuparlo.

Quiso probar que pasaría si lo hacía, rozo brevemente sus labios con el pezón derecho de Sunoo, al parecer no había sentido nada, tan solo seguía diciendo que sus alas eran muy llamativas. Lo volvió a hacer, está vez metiendo el pezón dentro de sus labios, Sunoo parecía ignorar las acciones de Heeseung y solo estaba fascinado por todas las experiencias que había vivido en un solo día.

Heeseung por su parte, comenzó a chupar con desesperación el pezón, pasando su lengua por este y jalando de este con sus dientes, Sunoo no decía nada, parecía totalmente ajeno a la situación.

El miembro de Heeseung comenzó a despertar, este se negó a tener que cumplir con sus deseos carnales y solo apartó el pecho de Sunoo de su rostro, negando lo que él realmente deseaba.

—Va-vamos, es mejor salir, el agua se está poniendo demasiado caliente y no me gusta así.—Heeseung salió del agua bastante sonrojado, rápidamente se colocó su túnica nuevamente junto a sus sandalias

Sunoo hizo lo mismo, tomó su ropa y se vistió, recogió a su piedra y comenzó a acariciarla, esperando que Heeseung hiciera algo más para poder seguirlo.

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Ay que bonito, no puede no tocar a Sunoo porque le termina dando vergüenza a él 🥺

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.