Cada gesto romántico y cada palabra de Jungkook confirmaba que había encontrado el amor verdadero. Era perfecto y maravilloso. Escuchaba cada cosa que decía, y también prestaba atención a los pequeños detalles.

A medida que la relación avanzaba, la intensidad de nuestro amor y la pasión que compartíamos se convirtieron en una poderosa combinación que no podía ni quería cuestionar. Estaba completamente atrapada en su hechizo, deseando que nuestro amor durara para siempre, sin saber que las oscuras verdades de Ravenbrook estaban a punto de poner a prueba la fuerza de nuestro vínculo.

[...]

La noche estaba tranquila y estrellada cuando Jungkook me llevó a su casa después de una cena romántica en un elegante restaurante. No podía esperar para descubrir la sorpresa que me había prometido. El viaje en coche estuvo lleno de risas y suaves caricias, y me sentía más emocionada con cada kilómetro que recorríamos.

Al llegar a su casa, él me miró con una sonrisa de complicidad.

—¿Estás lista, princesa? —preguntó, tomando mi mano con ternura y guiándome hacia el interior de la casa.

Al entrar en su cuarto, quedé deslumbrada por la belleza de la decoración. La habitación estaba llena de pétalos de rosas esparcidos por el suelo y las mesas, y una serie de velas encendidas creaban un ambiente cálido. En el centro de la habitación, un letrero hecho de pétalos decía "Te amo," adornado con elegantes letras.

—Kookie, esto es increíble —dije, con los ojos abiertos de asombro mientras miraba alrededor, admirando el esfuerzo y la atención a los detalles.

Jungkook se acercó con una expresión de amor en sus ojos.

—Solo quiero que este momento sea especial para ti. Te haré muy feliz y te prometo que no lo olvidarás nunca —dijo con una sonrisa suave, y luego se transformó en una sonrisa traviesa.

Sin decir más, Jungkook me besó suavemente. El beso pronto se volvió más apasionado, y sentí cómo mi corazón se aceleraba. Mis manos se entrelazaron en su cabello mientras él me envolvía en un abrazo. La conexión entre nosotros era tan eléctrica y ardiente.

Jungkook comenzó a acariciar cada parte de mi cuerpo con una delicadeza que me hizo sentir amada y deseada. Poco a poco, fue despojándome de mi ropa con ternura y urgencia. Yo, aunque apenada, me dejé llevar por la seguridad y el cariño que él me hacía sentir. La confianza que sentía en él era tan fuerte que no podía resistirme a sus caricias y besos.

—Kookie... —murmuré, sintiendo cómo la temperatura en la habitación aumentaba.

Jungkook me miró con deseo, y me sentí vulnerable. A medida que me terminaba de quitar la ropa, sus movimientos eran suaves y cuidadosos, como si quisiera asegurarse de que cada momento fuera especial.

Finalmente me armé de valor y comencé a desvestirlo, y mientras nos besábamos, nuestros cuerpos se unieron en una danza apasionada. La habitación se llenó de susurros y gemidos de placer. Jungkook fue delicado y maravilloso, y yo me entregué completamente al momento, disfrutando de cada caricia y beso.

—Eres maravillosa, Hana. Te amo tanto —dijo, dejando un beso en mi frente.

—También eres maravilloso, Kookie. No quiero que este momento termine.

Nos abrazamos, y cerré los ojos dejando que el sueño y el cansancio me vencieran. Jungkook hizo lo mismo, y no tardó mucho en quedarse dormido.

[...]

Los días siguientes se convirtieron en una espiral de pasión. Las sesiones de intimidad entre Kook y yo se volvieron casi adictivas, y encontramos oportunidades para estar juntos en cualquier lugar posible, incluso en la escuela. Los pasillos y los rincones se convirtieron en escenarios de nuestros encuentros secretos, llenos de miradas furtivas y caricias ocultas.

Mientras me sumergía en mi relación con Jungkook, Tzuyu observaba desde una distancia creciente. Ella veía cómo su amiga estaba tan cegada por el encanto de Jungkook que no podía notar las señales de advertencia. Veía como poco a poco, le dejaba de hablar. Tzuyu se preocupaba por mí, sabiendo que muchas chicas nuevas en el pueblo habían pasado por lo mismo.

Una tarde, mientras caminábamos por el parque, Tzuyu decidió intentar hablar conmigo nuevamente.

—Hana, necesito que me escuches —dijo, con la voz llena de desesperación—. He encontrado algo que creo que debes saber.

Yo, distraída por los últimos mensajes de Jungkook en mi teléfono, fruncí el ceño.

—Tzuyu, ya te he dicho que todo está bien con Jungkook —respondí, intentando suavizar el tono de mi voz—. ¿No ves que me hace feliz?

Tzuyu me miró con tristeza, sintiendo que sus esfuerzos eran en vano.

—No es solo eso. He estado investigando y encontré a alguien que desapareció después de estar con Jungkook. Su nombre era Rose. Ella llegó al pueblo, se enamoró de Jungkook y luego desapareció sin dejar rastro.

Parpadeé, sorprendida por la revelación, pero intenté no dejar que la duda se apoderara de mí.

—Tzuyu, eso no puede ser verdad. Jungkook es maravilloso conmigo. No hay razón para pensar que es peligroso.

Tzuyu me miró, con lágrimas en los ojos.

—Te estoy diciendo esto porque te quiero. Tienes que ser cautelosa. No quiero que te pase lo mismo que a Rose —las lágrimas de Tzuyu salieron sin previo aviso y se fue corriendo. Me quedé allí, parada viendo como se iba.

Sentí un nudo en el estómago ante sus palabras, pero traté de disipar las dudas que comenzaban a formarse en mi mente. La idea de perder a Jungkook era demasiado dolorosa, así que decidí ignorar la advertencia.

Días después, Jungkook me invitó a su cabaña familiar, ubicada en un lugar apartado del bosque que rodeaba Ravenbrook. Estaba emocionada por la idea de pasar un fin de semana en un entorno tan íntimo y privado.

—No puedo esperar para estar contigo en la cabaña —dije, mientras Jungkook me abrazaba en la puerta de su casa.

—Yo también estoy ansioso, ya quiero estar a solas contigo —respondió Kook con una sonrisa traviesa—. Será un tiempo para nosotros, lejos de todo.

Después de aceptar la invitación de Jungkook para pasar un fin de semana en su cabaña, me comprometí a escuchar más a Tzuyu y estar atenta a cualquier señal que pudiera confirmar sus advertencias, mientras decidía disfrutar del tiempo a solas con Jungkook. Con el corazón dividido entre la emoción de la escapada y el deseo de protegerme, me preparé para lo que prometía ser una experiencia inolvidable, decidida a encontrar un equilibrio entre el amor que sentía y la prudencia que debía mantener...

¿Creen que Hana deba ir a esa cabaña? Los estaré leyendo. 🤭💕