Capítulo 7
Haechan
—¿Y qué tal con YangYang?— Le pregunté a Jisung mientras acariciaba su cabello como habitualmente lo hacía antes de irnos a dormir.
—Me lo he pasado muy bien... Es un chico muy talentoso.
—¿Y ese tono? Parece que no estés contento con ello.— Dije mirándolo con curiosidad.
—Es que... Al parecer él sabe que me gusta Chenle y me pidió que cuando estuviera con él que no pensara en nadie más. Y eso no tiene nada de malo, es solo que realmente me olvidé de Chenle al estar con él. Es muy divertido e inteligente, la verdad es que congeniamos muy bien y quizá es por eso por lo que no estoy del todo conforme.— Contestó incorporándose un poco pero esquivando mi mirada.
—¿Tienes miedo?
—Sí, Hyuckie, tengo miedo a enamorarme de lo desconocido.— Confesó finalmente con un suspiro.
—Está bien, oye, mírame. Es normal tener miedo, todo el mundo le teme a algo, incluso yo que a pesar de saber luchar y manejar a la perfección un arma sigo asustándome cada vez que se me acerca un bicho.— Dije provocando una risa en él.— Pero hay que tener algo en cuenta, Sungie. Lo desconocido no tiene por qué significar algo malo. Crees que por haber estado enamorado toda la vida de Chenle el amor es algo frío, doloroso y distante pero no tiene por qué ser así. Si uno de los príncipes que ha venido a pretenderte logra hacerte reír, sonreír sin descanso, da vuelta tu mundo y te hace sentir nervioso el simple roce de vuestras manos no significa que eso sea malo, en absoluto. No hay una definición exacta para el amor, pequeño, pero ten por seguro que debe hacerte sentir vivo.
—Rey Donghyuck, el príncipe de Denides ha solicitado hacer la prueba de habilidad.— Dijo en un tono burlón Chenle mientras entraba a mi habitación.
Hacía rato que habíamos comido, sin embargo, ninguno de los muchachos allí presentes había hecho señal alguna sobre querer ser el siguiente.
—Todavía no soy rey, Zhong.— Contesté resistiendo la tentación de tirarle lo primero que encontrase.
Negué con la cabeza divertido por su "broma", de esas sutiles que solía hacer para destensarme cuando estaba muy ocupado o preocupado.
—Todavía... Quiere hacer la demostración en el jardín. Ya está todo preparado.
—¿Quiere hacerla en privado?
—No, de hecho, ha invitado a los demás a verlo.
Al parecer tenía confianza en sí mismo. Punto para el príncipe Jeno. Caminé junto a Chenle hacia fuera mientras él me comentaba los varios puntos fuertes del príncipe en cuestión y la habilidad que iba a mostrar.
—¿Equitación? Uhm... Esto se pone interesante.
Una vez afuera pude distinguir la esbelta figura de Jeno sobre un caballo blanco impresionante. Sonreí disimuladamente y me acerqué a él para observarlo detalladamente.
—Buenas tardes, príncipe Jeno. Veo que todos han venido a verte.— Indiqué puesto que todos los demás príncipes e incluso mis tíos se encontraban a unos metros de distancia para ver su actuación.
—Buenas tardes, Donghyuck. Sí... Yo les invité, espero que todos disfrutéis de mi caballo y yo.
—Es bonito y elegante.— Susurré acariciando su crin para después separarme y sonreírle a Jeno. — Puedes empezar cuando quieras.
Él asintió y yo me alejé de él para situarme entre Jisung y Chenle. Más que nada porque este último se veía demasiado serio ante el hecho de que mi hermano estuviera hablando animadamente con Jaemin.
El caballo blanco relinchó llamando mi atención y observé cómo Jeno parecía estar hablándole mientras acariciaba su cuello. Pronto empezó a galopar mientras rodeaba las vallas que estaban dispuestas por el jardín. En cuanto cogió la velocidad suficiente las saltó con facilidad ganándose aplausos de todos y mi completa atención. A mí se me complicaba mucho poder hacer obedecer a Fullsun, puesto que era algo travieso por ese motivo estaba fascinado con la habilidad de Jeno.
Cuando hubo acabado el circuito se acercó a mí con tranquilidad y me sonrió antes de inclinar levemente su cabeza.
—¿Te apetece subir a lomos de Aura?— Preguntó mientras me tendía la mano para ayudarme.
Sentí un pequeño empujón de parte de mi hermano así que no tuve más remedio que asentir, tampoco es que me pareciera mala idea.
A base de práctica y de la ayuda de Jeno me subí hábilmente a, al parecer, su yegua y me agarré a sus hombros para poder sujetarme bien. Sentí mi rostro tornarse rojo lentamente debido a la proximidad de nuestros cuerpos y aún más cuando vi la sonrisa traviesa de Jisung y Jaemin.
—¿Y ahora, príncipe de Denides?
—Ahora nos vamos.
Agitó las riendas del caballo para que este empezara a trotar. Sonreí esperando que saltara alguna de las vallas más bajas pero cuando asomé mi cabeza por encima de su hombro me di cuenta de que esa no era su intención, sino más bien salir del palacio.
Me giré un poco para ver la expresión de los demás que nos observaban sorprendidos en la lejanía y una vez atravesamos las puertas abiertas de la barrera que resguardaba el castillo los perdí de vista.
—¡Jeno! ¿Qué estás haciendo?— Alcé la voz para que pudiera escucharme sobre el ruido del viento y de las herraduras al golpear el suelo.
—¡Te estoy dando un tiempo de descanso!
Después de responder eso simplemente aceleró más, haciendo que me cogiera a su cintura con fuerza por seguridad. No es como si estuviera disfrutando de su calor corporal ni de su agradable olor a mar y bosque que no parecía desprenderse de él ni siquiera estando a kilómetros de sus tierras.
Semine se abría paso delante de nosotros. Era un poblado pequeño y también el más próximo al castillo. Nos bajamos del caballo justo antes de entrar para no llamar tanto la atención y nos pusimos unas caperuzas de color amarillo oscuro en un intento de que los pueblerinos no nos reconocieran. Jeno lo había planeado todo desde el principio y se había fijado hasta en los más pequeños detalles, cosa que agradecía mucho.
Pasamos toda la tarde allí y realmente lo disfruté, había desconectado por primera vez en años de todas mis obligaciones y deberes como príncipe y me había comportado como un simple joven sin preocupaciones. Compramos fruta fresca en el mercado para merendar, paseamos por las acogedoras calles, les dimos algunas monedas de oro a aquellos que de verdad lo necesitaban e incluso participé en un pequeño concurso de tiro con arco que se había organizado.
—Muchas gracias, Jeno. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de las cosas más sencillas.— Le dije mientras íbamos en busca de Aura, a la cual habíamos dejado al cuidado de un granjero a cambio de unas monedas.
—Solo quería recordarte que no todo son papeles que firmar y leyes que cumplir, a veces está bien disfrutar. Además, esto es algo que suelo hacer mucho, recorrer los pueblos de mi reino y ver qué es lo que necesitan o en qué puedo ayudarlos.
Sonreí enternecido por su corazón tan noble y lo detuve un momento para dejar un fugaz beso en su mejilla a modo de agradecimiento.
Una vez que volvimos a estar dentro de la fortaleza del palacio llevamos a Aura a los establos junto a Fullsun y Moonfire y nos dirigimos hacia el palacio.
Ver a mi tío Jungwoo con su rostro ausente de cualquier expresividad me trajo de nuevo a la realidad de lo que había hecho. Él, Seulgi, Jisung y Chenle nos estaban esperando en el gran recibidor, unos preocupados y otros un tanto enfadados y con enfadado me refería a mi tío aunque lo ocultara tras su indiferencia.
—Lee Donghyuck, ven conmigo ahora mismo.— Dijo con su suave voz pero de manera imperiosa haciéndome estremecer.
Se dio la vuelta sin dejarme contestar pero aquello a Jeno no lo detuvo.
—Señor, la culpa es mía, fui yo quien se lo llevó a...
—Más te vale quedarte callado si no quieres que te eche de las tierras de Medenia, Lee Jeno. — Contestó mi tío antes de seguir su camino.
Miré con angustia a Jeno y después a mi hermano quién tan solo me sonrió en un intento de darme fuerzas.
Cuando llegamos al despacho de mi tío y cerró la puerta en completo silencio supe que había metido la pata hasta el fondo. Mi tío se enfadaba muy escasamente, pero cuando lo hacía era devastador.
—¿Me puedes explicar qué tenías en la cabeza yendo a Semine?— No me dio tiempo ni a preguntar cómo sabía que había estado allí— ¡Tú más que nadie debería saber los riesgos que eso implica! Habéis ido los dos solos, sin protección alguna, podrían haberos robado, golpeado, incluso secuestrado para pedir después una recompensa. Pero de no ser ese el caso ¿Qué hubiera pasado si alguien os hubiera reconocido? Empezarían los rumores de que ya has escogido al príncipe de Denides aunque no fuera cierto, se habría manchado tu reputación de un futuro rey coherente y sensato. Lee Donghyuck ¿En qué estabas pensando?— Suspiró aquello último antes de dejarse caer en su sillón, perdiendo la fuerza de su enfado y mostrando su verdadera preocupación.
—Yo... No tengo excusa, tío Woo. Debería haberle dicho a Jeno que era mejor regresar en vez de seguirlo pero por una vez en mucho tiempo me he sentido libre y ha sido la mejor sensación del mundo. Me he divertido, he ayudado a los pueblerinos, hasta he ayudado a recoger el trigo en los campos y créeme que es mucho mejor que firmar papeles y verlo todo desde aquí arriba como si fuera intocable. Jungwoo, ya no soy un niño, sé que quizá no ha sido lo más prudente lo que hemos hecho, pero eso no significa que no lo volveré hacer, aunque la próxima vez intentaré ser más precavido.
Él me miró en silencio antes de asentir y regalarme una tímida sonrisa.
—Me has preocupado, Hyuck, no quiero perderos también a vosotros... Tenía miedo de que te pasara algo.
Me acerqué a él y le sonreí para después abrazarlo con fuerza.
—Aquí estoy, tío Woo, perdóname.
Ya estoy aquí 😁
Espero que os haya gustado, ¿Qué pensáis de Jungwoo?
Votad aquí 🔴
Nohyuck
Markhyuck
Renhyuck
Henhyuck
Xiaohyuck
Hasta pronto 😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro