Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3

Haechan

Observé a la gente ir y venir de un lado a otro, preparando la gran mesa del comedor para un banquete, en este caso, digno de príncipes. En la mesa se encontraban ya sentados tío Woo junto a la tía Seulgi y dos de los hermanos Liu. Chenle permanecía de pie a mi lado repasando la lista de invitados que llegarían al caer el sol. Fruncí el ceño al no ver a mi hermano ni a mi padre ni al menor de los Liu.

—Chenle, ¿Sabes dónde está mi hermano?— Pregunté mirándolo de reojo.

Noté como se tensaba momentáneamente antes de asentir con lentitud.

—Según tengo entendido está practicando esgrima con el menor de los hermanos Liu en el jardín.

—Ve a buscarlos, por favor.— Dije con voz firme sin dejar oportunidad a réplica.

Él contuvo su respuesta y simplemente acató la orden que le había dado. A pesar de nuestros años de amistad aún no había conseguido averiguar qué era lo que sentía Chenle hacia mi hermano, pero había llegado a la conclusión de que no lo soportaba (hecho poco probable) o que lo evitaba por algún motivo en concreto el cual desconocía.

Más tarde, cuando ya nos hallábamos todos en la mesa pude distinguir un poco el panorama que había. Al parecer en las tierras del norte estaban acostumbrados al silencio, viendo la comodidad en la que estaban los hermanos al comer sin pronunciar palabra. Por otro lado se notaba de lejos la incomodidad de los menores de la sala. Jisung observaba su plato como si fuera lo más interesante del mundo y Chenle lo miraba receloso a él y a YangYang. No pude evitar reír internamente, ahora tenía curiosidad por saber qué había ocurrido en el jardín.

—¿Y qué os han parecido las tierras del reino?— Pregunté para cortar el silencio.

—Para ser sincero creo que Medenia es realmente preciosa, pero el clima es algo a lo que me costaría acostumbrarme.— Comentó Hendery sorprendiéndome puesto que era la primera vez que hablaba desde que habían llegado.

—Supongo que es normal viniendo de un naorense pero si es el clima lo que te preocupa déjame decirte que tenemos otro palacio cerca del límite de nuestros reinos donde estoy seguro de que te sentirías como pez en el agua.— Respondió Jisung dejando de lado la comida.— Eso, claro está, si es que llegas a ser elegido.

Tuve que morderme la lengua para no reír ahí mismo por el tono mordaz que había utilizado. Mi hermano solía ser un chico muy tranquilo y pacífico pero detestaba que se metieran con las cosas que más apreciaba, en este caso, la tierra que nos había visto crecer.

Xiaojun habló antes de que Hendery pudiera intervenir de nuevo.

—Nos encantaría conocer ese palacio, príncipe Jisung, y estoy seguro de que, llegado el caso, la meteorología no sería un gran inconveniente, al fin y al cabo los humanos solemos adaptarnos rápido a los cambios.— Jisung asintió conforme con su respuesta y continuó comiendo.

Me encontraba en el patio delantero del palacio junto a mi hermano, echando cuentas de cuántos príncipes vendrían en total.

—Pues aparte de Xiaojun, el que me cae bien, Hendery, el amargado, YangYang, el desvergonzado...

—De él te quería hablar justamente. ¿Ha pasado algo mientras hacíais esgrima? Chenle no se veía demasiado contento cuando habéis vuelto.

—También llegarán Jaemin, de las tierras del sur y el rey de las tierras medias. Espera ¿Rey? ¿Y si es demasiado anciano?— Siguió hablando Jisung sin prestar atención a mis palabras.

—Primero, el rey Renjun a penas tiene veintidós años, segundo, hazme caso cuando te hablo y tercero ¿Acaso no has prestado atención a las clases de historia de los reinos? Es información básica, Sungie.— Contesté cogiéndolo de los hombros para que dejara de mirar al cielo con desesperación y me mirara a mí.

Iba a contestar cuando el repiqueteo de los cascos de varios caballos resonaron cerca de nosotros.

Ambos nos miramos confundidos al principio antes de reaccionar separándonos y arreglando nuestras vestimentas. Fue cuestión de tiempo que los carros se detuvieran delante de nosotros, del primer carro, decorado con varios tipos de ornamentación natural, salió un apuesto chico con una sonrisa plasmada en su rostro. Al vernos hizo una reverencia, gesto que devolvimos de igual manera. Del siguiente carro, con colores cercanos al granate y al escarlata bajó otro chico, algo más menudo en tamaño pero con tanta presencia que me hizo temblar hasta a mí.

—Príncipe Jaemin, rey Renjun, es un honor para nosotros teneros en nuestras tierras.— Dije con una sonrisa.

—Lo mismo digo, príncipe Donghyuck, príncipe Jisung, el camino ha sido largo pero ha valido la pena si ello conlleva poder disfrutar de tales vistas.— El comentario de Jaemin me hizo gracia, sobre todo porque había mirado de reojo a mi hermano, el cual no se había percatado de ello pues estaba algo distraído observando los corceles de los carros.

—Rey...

—Preferiría que solamente me llamaras por mi nombre, Donghyuck, aún no me acostumbro al título.— Interrumpió Renjun logrando que me sonrojara un poco.

—Claro, mis disculpas.

—Es gracioso que el hombre al que pretendo cortejar de ahora en adelante me esté pidiendo disculpas por algo tan minúsculo.— Respondió con una fugaz sonrisa que, demasiado pronto para mí, se borró de sus labios.

Cuando me quise percatar, Jisung y Jaemin se hallaban enfrascados en una conversación sobre caballos y Renjun y yo habíamos empezado a hablar sobre cómo es gobernar, congeniando bastante bien.

—No debes tener miedo a equivocarte, Donghyuck, debes aprender de tus errores, supongo que tus padres y profesores te han educado excelentemente para lo que vendrá. Tienes que tener en cuenta la opinión de la gente, haz lo posible para que tu pueblo sea feliz y tú también lo serás.— Me aconsejó Renjun manteniendo la mirada algo perdida.

Llevábamos un buen rato paseando por el palacio sin rumbo alguno, yo le daba de vez en cuando alguna indicación sobre alguna sala que fuera importante o significativa pero no perdíamos el hilo de la conversación.

—¿Y tú eres feliz, Renjun?— Al notar como poco a poco su rostro se iba ensombreciendo después de haber formulado esa pregunta quise retirarla.— Haz como si no hubiera dicho eso, no es de mi incumbencia.

—No te preocupes... Al fin y al cabo sí que es de tu incumbencia pues la base de una relación es la confianza.— Susurró deteniéndose en medio del pasillo desolado donde nos encontrábamos.

—Tienes razón, Renjun, pero nada me asegura o te asegura a ti que acabaremos casados.

—No solo me refería a una relación matrimonial, Donghyuck, sino también a una amistad. Aunque no me elijas ese día, ya sea porque alguien ha conseguido enamorarte o por simple interés estratégico, siempre estará la opción de ser amigos. Creo que eres una persona muy interesante y no estaría mal tampoco tener un amigo como tú.— Respondió con voz amable haciéndome sonreír.

—Huang Renjun, ¿Me concederías el honor de ser tu amigo?— Pregunté inclinándome levemente como si hiciera una reverencia al mismo tiempo que le tendía mi mano.

—Solo si tú me dejas cortejarte e intentar conseguir agradarte lo suficiente como para ser el elegido o, yendo más allá incluso, puede que enamorarte y enamorarme yo en el proceso también.— Besó el dorso de mi mano y yo reí, como hacía tiempo que no lo hacía con alguien que no fuera mi hermano.

—Por supuesto, Majestad.

Seguimos paseando por el pasillo hasta dar con la biblioteca, cuando abrí las puertas grata fue mi sorpresa al ver allí a Jaemin.

—Príncipe Jaemin, creía que estabas con mi hermano.— Dije mientras entraba al lugar, llamando su atención.

—Oh, y así era, pero es posible que yo me distrajera un poco en cuanto mencionó vuestra gran biblioteca. Vino a buscarlo Liu Xiaojun si mal no recuerdo y desde entonces no han vuelto.— Respondió él sin aún dirigirme la mirada puesto que estaba concentrado en unos volúmenes con dorso dorado.

—Muchas gracias, Jaemin y... Puedes tomarlos prestados si quieres mientras dure vuestra estadía aquí. Si Jisung vuelve dile, por favor, que tengo que hablar con él.

El príncipe, que había vuelto a sonreír de manera casi deslumbrante en cuanto le había mencionado que podía coger prestados los libros, simplemente asintió. Miré a Renjun y este se encogió de hombros.

—Y dime, Donghyuck, ¿Qué es lo que te gusta hacer en tu tiempo de ocio? Se rumorea por los reinos que tienes una bonita voz.

—También he oído que tú eres un gran pintor, Renjun, ¿Es eso cierto?

—Es posible. ¿Por qué?

—Por nada en concreto, me encanta saber los talentos secretos de la gente, es como una parte de ellos que podría deslumbrar al resto, pero que por miedo al rechazo la mayoría esconde.

Solo faltan dos personajes más que llegarán en el siguiente capítulo, tengo muchas ganas de eso.

No tengo mucho más que decir, solo que dejéis vuestra ⭐ si os está gustando la historia.

Aquí podéis dejar vuestro voto para la pareja de Hyuck:

Aquí la de Jisung:

Os quiero un muchito ❣️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro