Este sería el final que habría escrito de no ser esta una historia interactiva. Es lo que vendría a continuación del capítulo 17. Disfrutadlo y gracias por tanto. 💞

Haechan

La muerte de mi madre fue el primer indicio de que mi plan iba a salir bien. Fue algo inesperado, cabe decir, pero acertado. Sabía que mi padre era consciente de mi condición, era la pequeña piedra que debía quitar de mi camino para poder lograr mi objetivo. También fue fácil librarme de él.

No recuerdo muy bien cuándo fue la primera vez que este lado salió de mí, pero lo que sí es nítido es el hecho de que estaba con Chenle. Estaba por amanecer y ambos nos habíamos escapado a la sala imperial dónde  se nos tenía prohibido entrar. Plenamente consciente de mis acciones me senté en el trono de mi padre y la sensación de poder que recorrió mi cuerpo fue magnífica. El cetro dorado se adaptó bien al tacto de mi mano y una sonrisa algo maquiavélica de posó en mis labios.

—Arrodíllate ante mí.— Dije con voz demandante.

Chenle se sorprendió ante mis palabras, era mi amigo y nunca le había hablado de tal forma pero cuando intentó replicar mi mirada lo calló y solo pudo obedecer. Verlo tan indefenso, de rodillas y a mi entera disposición, sabiendo que haría todo lo que yo le ordenase fue el desencadenante de todo.

Esa parte escondida de mí comenzó a relucir más seguido. Era prepotente, soberbio y audaz, pero sobre todo ambicioso, las ansias de poder y control me gobernaban hasta el punto de volverme loco.

Un día Chenle me llamó Haechan en vez de Donghyuck, algo desconcertado le pregunté a qué venía el apodo.

—Cuando te vuelves... Malvado, tus ojos brillan más que nunca, como dos pequeñas estrellas que arrasan con todo, un sol brillante, abrasador y despiadado. Te llamaré así para poder diferenciarte del Donghyuck bueno y amable que conocí de niño.— Contestó aquel entonces.

Lo consiguiente fue casi la extinción de mi verdadero nombre de sus labios. Donghyuck fue desapareciendo y fue reemplazado por Haechan. Aún así solo él conocía esta parte de mí, esta que acabó consumiéndome, el Hyuck que todos conocían se perdió en los recuerdos de la niñez pero yo lo utilizaba como tapadera para que nadie sospechara nada de mi verdadero yo. Chenle nunca abriría la boca, sabía que le iba la vida en ello y prefirió apoyarme.

Por todo esto ideé un plan, quería hacerme con el poder de Medenia y con el de otros reinos de poder ser. Para ello debía deshacerme de mi padre, al morir mi madre todos creyeron que se había vuelto loco por su pérdida aunque esto no fuera cierto. Sabía que él sospechaba de mi verdadero plan y el hecho de que empezara a fumar opio para calmar su agitado corazón sumado a su inexistente locura fue el pretexto perfecto para mandarlo al manicomio después del ataque a mi hermano.

Jisung... Ese era mi único punto débil. Donghyuck reaparecía al estar con él, incapaz de ser malvado con mi propio hermano, aquel a quien tanto adoraba. Por este motivo le pedí a YangYang que lo cuidara de absolutamente todo, incluso de mí y él algo confundido por aquella petición aceptó sin dudar debido a lo profundamente enamorado que estaba de Jisung.

Por otro lado el beso con Xiaojun fue completamente planeado, un paso más para llegar a donde quería, si ellos se enamoraban del falso Donghyuck todo sería más fácil para mí.

Sin embargo, hubo momentos en los que mi autocontrol se fue por la borda poniendo en riesgo toda la operación. Como por ejemplo aquella vez en las que el incompetente de Chenle se atrevió a besar a mi hermano sin su consentimiento. Vaya que lo pagó caro, los latigazos que recibió por su atrevimiento lo hicieron padecer durante semanas. Él lo ocultó con ropa holgada y oscura alegando un dolor muscular de espalda cuando los demás le preguntaron sobre su malestar. Debo reconocer que pese a todo él no se quejó en absoluto por el castigo impuesto. Por algo era mi mejor amigo.

La ceremonia de elección transcurrió con normalidad acercándose al punto culminante de mi plan. Tal y cómo le había pedido a YangYang una vez que Jisung lo escogiera deberían subir a un carro que les tenía preparado en las puertas del palacio e ir a toda prisa hasta Nao sin detenerse. No quería que Jisung supiera por ahora del monstruo que tenía por hermano.

Miré por la ventana cómo aquel carro desaparecía en la lejanía llevándose consigo a Jisung y YangYang, era hora de que todos supieran quién era Haechan.

—Chenle, sellad el palacio, que nadie entre o salga. Han empezado los verdaderos juegos.— Le susurré a este cuando los demás presentes empezaron a preguntar por los príncipes ausentes.

—Queridos príncipes, bienvenidos a mi patio de juegos.— Declaré justo después de que las grandes y pesadas puertas de la sala se cerraran como una sentencia final.

¿Debería decir que la expresión de odio que mi tío puso al saber toda la verdad me dolió? Lo cierto es que no, porque estaría mintiendo. No pude evitar reír por lo cómicos que eran los rostros desconcertados de todo el mundo.

Aún así una punzada de culpabilidad me golpeó al mirar a Jeno. Por mucho que intenté alejarme de él y no caer en la tentación, él supo cómo enamorarme incluso a través de toda la capa de maldad que cubría mi corazón. Pero no iba a cambiar quien era ni mi propósito por algo tan efímero. Él se había enamorado de Donghyuck, alguien que en realidad, ya no existía, tardarían poco en darse cuenta de que no me amaba a mí pero mientras tanto iba a aprovechar lo débil que lo volvía estar enamorado.

—La cuestión es sencilla, vosotros me entregáis vuestros reinos y nadie saldrá herido.— Sonreí con prepotencia después de decir aquello y aguardé su respuesta.

Mark fue en primero en intentar huir, en vano, claramente. Al darse cuenta de que no tenía escapatoria se sentó junto a la puerta que tanto había aporreado para después empezar a sollozar, quizá del miedo o la impotencia.

Renjun, con mirada severa fue el primero en aceptar, seguido de Jaemin puesto que reconocieron que nuestro contacto con el mar sería bueno para los comerciantes de sus tierras. No iba a quitarle sus derechos, en absoluto, tan solo les pediría que me otorgaran el poder de estar por encima de ellos en cualquier ley y norma que decidieran cambiar de su reino. El reino de Medenia se extendería, absorbiendo los suyos y dejándolos en simples regiones de este. Pensaba conquistar el mundo, este solo era el principio.

Jeno terminó cediendo, sabiendo que sus opciones no eran muchas, el dolor en su mirada no fue suficiente para romper la capa de piedra en la que había envuelto mi corazón nuevamente.

Hendery, al contrario, se opuso con fervor.

—¡Sabía que nos ocultabas algo! Con esa máscara de príncipe honrado y honesto, no eres más que un vil mentiroso.— Expresó él rojo de la rabia.

—¿Mentiroso yo? ¿No fuiste tú quien dijo que venía por voluntad propia para poder pretenderme y no por obligación? Viniste aquí porque tus padres te obligaron, eras la última opción en caso de que ninguno de tus hermanos consiguiera el cometido de unir nuestros reinos. ¿O vas a mentirme de nuevo? ¿Qué pensaría tu queridísimo Ten de eso? Estoy seguro de que ni siquiera le dijiste la verdad antes de irte. ¿O me equivoco?— Contesté sarcástico observando la sorpresa en su mirada.

Lo había pillado desprevenido, justo como quería. Aún así Xiaojun se unió a su postura negativa al darse cuenta de que nuestro amor no había sido más que una completa farsa. Mark, al final terminó por aceptar la fusión de su reino con el mío porque por mucho que fueran una tierra de guerreros, nosotros éramos mayores en número.

—YangYang está de camino a Nao junto a Jisung, cuando le cuente la verdad no dudará en unirse a mí con tal de proteger a mi hermano... En cuanto a vosotros dos, preparaos para una guerra dónde solo tendréis dos opciones... Morir o arrodillaros ante mí aceptando vuestra derrota, porque tened por asegurado que no me detendré hasta conseguir lo que quiero. Sería una pena que Ten muriera ¿No crees, Hendery?— Susurré en su oído antes de marcharme de allí, sabiendo que por mucho que ellos intentaran defenderse, el ganador de este encantador juego de estrategia había sido yo.

Fin

Ahora sí, este es el final de esta historia. Muchas gracias por todo el apoyo, por aguantarme y por participar. Estoy muy contenta por haber acabado mi primera historia corta y porque esta no haya caído en la ignorancia.

Os quiero mucho, Killers.

Hasta pronto 💞