Capítulo 19: Final 2/2
Haechan
La mirada de todos estaba puesta en mí, sabía que el peso de mis palabras era muy grande y que debía cuidar cuidadosamente lo que iba a decir a continuación. La sonrisa de Jisung me dió la fuera y valentía que necesitaba para decir lo siguiente.
—Ha pasado un mes y medio aproximadamente desde que todos vosotros llegasteis aquí con un propósito: lograr la unión de alguno de nuestros reinos. En este tiempo he podido conocerme más a mí mismo, a mis familiares y a mis nuevos amigos. El amor llamó a la puerta de mi vida se forma inesperada y con mucha fuerza. No creí que podría llegar a enamorarme, pensé que simplemente seria una unión por intereses y poco más, que tendría que resignarme a vivir junto a alguien a quien no amo, pero por suerte para mí ese no ha sido el caso. El día de hoy quiero anunciar la unión del reino de Medenia con el reino limítrofe de Denides, siendo príncipe de este Lee Jeno... Y la unión con el reino de Nao, tomando como esposo también a Liu Xiaojun.
La sala se quedó en absoluto silencio a excepción de los anteriores nombrados con quién ya había hablado anteriormente de mi decisión. A ellos no les había molestado en absoluto, se habían hecho amigos y ambos se habían enamorado de mí al igual que yo de ellos, me pidieron que no les presionara para que un posible enamoramiento también surgiera entre ellos pero estaba seguro de que algo así tarde o temprano ocurriría.
Se levantaron de sus respectivos lugares y se colocaron a mi lado antes de besar cada uno una mejilla provocando un leve sonrojo en mí.
El lugar seguía en silencio sepulcral, los criados hicieron una reverencia antes de irse para descansar sabiendo que la ceremonia había acabado, los demás, sin embargo, se mantuvieron en su lugar.
Jisung fue el primero en levantarse y correr hasta mí con una sonrisa de felicidad en su rostro.
—Me alegro mucho por ti, Hyuckie. Y vosotros dos, me caéis muy bien, pero llegáis a hacerle algo a mi hermano y las cosas no acabarán bien.— Amenazó Jisung a los otros dos y quizá por su altura o por la seriedad en su voz ambos asintieron rápidamente.
La segunda en felicitarme fue Sunhee, encantada con la situación. Mis tíos, por otro lado, se fueron en silencio. Supuse que más tarde tendría que ir a hablar con ellos, tío Woo no se tomaba demasiado bien las cosas inesperadas que estuvieran fuera de sus planes.
Hendery me dio la bienvenida a su familia, poniéndome algo nervioso pero tan solo le di las gracias. Los últimos en felicitarme fueron Renjun y Jaemin, quienes venían de la mano. Sonreí al ver a mi amigo con una pequeña sonrisa en su rostro, una que a veces costaba que hiciera, sabía con certeza que Jaemin había sido una buena influencia para él. Este último me tendió un papel algo grueso y al verlo no pude evitar sonreír como el que más. Era el dibujo en el lago que Renjun había hecho de mis prometidos y yo... Mis prometidos, que pronto serían mis esposos.
Les agradecí el detalle y después nos dirigimos todos al banquete que seguramente ya nos esperaba preparado.
Aquella noche, unos pequeños golpes en la puerta de mi habitación me despertaron. Con gesto somnoliento fui a abrirla y casi me caigo hacia atrás al ver a Xiaojun y a Jeno al otro lado con unas bonitas sonrisas.
—¿Podemos pasar?— Preguntó el príncipe de Denides.
—Yo... Eh, claro. ¿Habéis tenido pesadillas o algo?— Pregunté una vez estuvieron dentro, demasiado dormido como para pensar lo que decía siquiera.
—No, solo queríamos venir contigo, estoy seguro que en tu cama deben caber hasta cuatro personas.— Contestó Xiaojun antes de tomar mi mano y besarla delicadamente para después llevarme hasta allí.
Asentí lentamente y volví a adentrarme en la comodidad de las sábanas calientes antes de sentir como sus cuerpos se pegaban al mío, uno a cada lado. Abrí los ojos de golpe, borrando todo rastro de sueño al darme cuenta de que tenía a mi derecha a Jeno y a mi izquierda a Xiaojun abrazándome con mucha ternura.
Tímidamente alcé mis manos y empecé a acariciar sus cabellos como solía hacerlo con Jisung, puesto que este gesto a mí también me calmaba.
—Hyuckie... Tu corazón va demasiado rápido, así no podré dormir.— Susurró Jeno intentando no reírse siendo que estaba apoyado sobre mi pecho mientras Xiao escondía su cabeza en mi cuello.
—Lo siento... Es que estoy algo nervioso.— Contesté con un hilo de voz.
El príncipe naorense salió de su escondite y apoyó su cabeza en su mano para poder mirarme con atención. No tardó demasiado en unir sus labios a los míos con delicadeza, como si no quisiera romperme. Su mano fría acariciaba mi mejilla haciéndome estremecer por el contacto. Abrí mi boca lentamente dejando que su lengua entrara en esta y la explorara como quisiera. Cuando nuestros labios se despegaron tragué saliva y relamí mis labios agradeciendo que no pudiera ver claramente el fuerte sonrojo que tenia. Igualmente no tuve mucho tiempo para reflexionar antes de que otros labios me quitasen el aliento. Los besos de Jeno eran mucho más necesitados, algo más alocados, en contraste con los lentos y delicados de Xiaojun. No dudó en besarme con ansias ni tampoco en morderme el labio inferior para después lamerlo dejándome jadeando. Cuando se separó puedo jurar que me sentí muy muy pequeño bajo la mirada de ambos sobre mí.
No esperaba en absoluto que después de una sutil mirada que compartieron ambos me besaran... A la vez. La noche se nos fue en besos y palabras de amor además de anécdotas e historias que nos hicieron reír y disfrutar de nuestra compañía mutua. En algún momento de la madrugada, justo cuando el sol empezaba a asomarse por entre la montaña, los tres nos quedamos dormidos abrazados y con una gran sonrisa.
Los días siguientes se resumieron en un montón de papeleo en el que se decretaba la unión de nuestros reinos y las leyes que eso implicaba. El aviso de nuestra boda causó un gran revuelo entre los medenianos pero no mostraron descontento ante el hecho de que hubiera escogido a dos pretendientes puesto que lo veían como una oportunidad de progresar y quizá conocer los otros reinos con mayor facilidad y menos restricciones.
La boda fue un acto público donde todo aquel que quisiera podía asistir. También fue la primera vez que los tres nos besamos delante de alguien y debo admitir que tampoco fue tan desastroso como pensaba.
Los demás príncipes se fueron el día de después y la despedida no fue precisamente corta puesto que parecía que las palabras no cesaban, prometiendo escribirnos constantemente para no perder la bonita amistad que habíamos creado.
Mi tío ya se había acostumbrado a nuestra relación, para suerte nuestra pero a veces notaba cómo miraba nuestros anillos de alianza durante demasiado tiempo.
La luna de miel fue algo corta pero intensa. Con decir que Xiaojun y Jeno se dieron su primer beso de verdad es suficiente, me llenó de alegría verlos y el sonrojo que adornó sus mejillas después de aquello tan solo los hizo aún más adorables.
Meses después nos enteramos de que Jaehyun y Sunhee habían empezado una relación, algo que, sinceramente, no fue algo muy sorprendente puesto que se veía venir.
Las cosas después de todo, estaban en orden. Decidimos vivir un año en el palacio de cada uno e ir rotando hasta que pudiéramos construir uno en algún punto estratégico y que fuera realmente nuestro.
Jisung y YangYang se casaron dos años más tarde y la unión entre el reino de Cicury y el de Zalyria por la boda de Jaemin y Renjun junto a nuestra colaboración económica con ellos significó mucha paz y estabilidad durante los años en que nuestro gran reinado y dinastía duró. Y como por razones obvias yo no tuve heredero alguno, la hija de mi queridísima confidente Sunhee, la hermosa Sooyoung, fue la siguiente heredera al trono de los reinos del norte.
Fin(?
Nah, os tengo otra cosita más, preparada para que la leáis.
Os quiero mucho 💞
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