Capítulo 11
Haechan
La distancia que había establecido de manera silenciosa Jisung conmigo tan solo parecía aumentar con el paso de los días y eso me ponía de los nervios. Sabía que no debía insistir en que me explicara lo ocurrido pero se me hacía extraño que ni siquiera habláramos antes de dormir como siempre lo hacíamos. Lo echaba de menos y el verlo constantemente empeoraba las cosas. La manera en que se reía con Jaemin o como miraba fascinado a Mark cada vez que le enseñaba alguna melodía en el piano. Aunque lo cierto era que con quien más tiempo pasaba era YangYang. Al menos eso último me tranquilizaba un poco, quizá prefería que confiara en él que en mí... Si Jisung al final decidía casarse era obvio que tendría que viajar a Nao y yo no podría estar con él tanto como antes. Eso suponiendo que acabara enamorado de YangYang, en el caso de no ser así sinceramente no sabría qué hacer. No es que sus otros pretendientes me cayeran mal, en absoluto, pero siempre hemos tenido buen contacto con las tierras del norte con lo que al comercio se refiere y por ese mismo motivo conozco con quien estoy tratando.
—¿Donghyuck?— Dijo una voz sacándome de mis cavilaciones.
Levanté la mirada de mi plato algo perdido, algunos en la mesa me miraban, otros estaban perdidos en alguna conversación.
—Perdona, Hendery ¿Decías algo?— Contesté avergonzado bajo el escrutinio de su mirada curiosa ante mi desconcentración.
—Te estaba preguntando si te vendría bien que yo hiciera mi prueba de habilidad hoy.— Respondió intentando no reírse, supongo que me debía ver algo ridículo, reí internamente por ese pensamiento.
—Claro, no hay problema... Por cierto, ¿Alguien ha visto a Renjun? Casi nunca lo veo.— Dije cambiando de tema para no sentir toda la presión sobre mí y mis palabras.
—Oh... Yo voy a visitarlo a su habitación cada día y aprovecho para llevarle comida, de lo contrario creo que ya estaría muerto. Está demasiado concentrando preparando su prueba de habilidad, creo que todos quedaremos impresionados al verlo por el esfuerzo que le está poniendo.— Contestó Jaemin haciéndome sonreír con agradecimiento.
No quería que mis invitados tuvieran problema alguno durante su estadía aquí.
—Muchas gracias, Jaemin, supongo que tendría que ir a hablar con él en algún momento... He estado tan ocupado últimamente que ni siquiera os he podido atender bien. Mis disculpas.— Susurré con arrepentimiento, dejando a un lado mis cubiertos.
—Renjun lo entenderá, además no creo que quiera que lo molestemos. No tienes que disculparte por nada.— Dijo Jeno mirándome con una sonrisa que le llegaba hasta los ojos.
Más tarde y ya con la mente algo más despejada seguí a Hendery por el palacio, era increíble cómo se había acostumbrado a él en tan poco tiempo, puesto que parecía conocerlo incluso mejor que yo. Nos detuvimos junto a la puerta de una de las salas armamentísticas. Levanté una ceja y sonreí cuando entramos, dejando ver las espadas, mazas, redes, lanzas y demás armas que habían colgadas en las paredes de la cámara.
—Si pensabas asesinarme no deberías hacerlo en mi propio palacio... O al menos no tan descaradamente, podrías haber cerrado la puerta siquiera.— Comenté en tono burlón mientras observaba como él analizaba las espadas de doble filo.
—De haber querido matarte hace tiempo que estarías muerto, querido príncipe... E igualmente me parece algo descarado que insinues eso siendo que estoy aquí para cortejarte.
—Tienes razón... Supongo que es inevitable que me haya vuelto algo paranoico con la muerte de mi madre, la locura de mi padre. Tan solo espero no acabar como alguno de ellos dos.— Susurré mirando el suelo consternado.
Una mano apareció en mi campo visual, tendiéndome una malla de metal la cual cogí y me puse rápidamente.
—Dejemos las tristezas para otra ocasión, príncipe. Quiero retarte a un duelo y si lloras no podré atacarte.— Contestó él intentando distraerme de un tema tan doloroso y frívolo como ese.
Sonreí y corrí hacia una de las paredes más cercanas para coger una espada y empuñarla rápidamente, ya acostumbrado a su peso a base de entrenamiento. En menos de lo esperado lo tenía retenido contra una de las paredes contrarias con el filo de la espada peligrosamente cerca de su cuello.
—Me sorprende de ti por esas palabras, la debilidad del contrario no debería ser la tuya, al menos si defender lo tuyo es lo que quieres. Esperaba más de ti, Hendery.— Murmuré con una sonrisa burlona por mi extremadamente fácil victoria.
Sin embargo, estaba claro que no me iba a dejar ganar, de lo contrario no consideraría la espada su mejor habilidad. No supe muy bien cómo pero mi rostro acabó demasiado cerca de la pared en la que antes él estaba retenido. Su espada rozaba mi garganta, haciéndome sentir su filo infalible. Su pecho se pegaba a mi espalda, pero en vez del habitual calor corporal de las personas tan solo se sentía la gelidez de su persona.
—Casi podría jurar que tu corazón es casi tan helado como el mío, Donghyuck, no seas tan despiadado conmigo. Sé defender lo que amo y a los míos y arriesgaría mi vida con tal de que eso sea así. No me subestimes.— Susurró Hendery en mi oído provocándome un escalofrío.
Rápidamente golpeé su rodilla con mi pie, logrando que me soltara quedando yo ileso. El sonido de las espadas al chocar era casi estridente, punzante y molesto pero me hacía sentir vivo. No era lo mismo que luchar contra mi hermano que manejaba más el espadín que la espada. El príncipe naorense sabía lo que hacía, se notaba en su concentración, en la otra mano tras su espalda, en la fluidez y rapidez de sus movimientos, incluso en esa soberbia sonrisa que se le escapaba de vez en cuando al pensar que tenía las de ganar.
—Yo lograré derretir el pedazo de hielo que tienes por corazón, príncipe Liu, que no te quepa duda. Mi calor y luz pueden resultar cegadores si no sabes protegerte de forma debida.— Contesté entre risas al ver que ambos estábamos completamente agotados ya, después del tiempo incalculable que llevábamos combatiendo.
—Creo que está bien por hoy. Has demostrado ser casi tan bueno en la espada como yo.— Presumió el contrario con una pequeña sonrisa.
Bufé y dejé mi armamento en su lugar, agotado como estaba necesitaba sumergirme en agua y deshacerme de tanto sudor y acaloramiento. Me despedí de él prometiéndole otro combate y agradeciéndole su tiempo dedicado. Caminé a paso lento por los pasillos, la verdad era que me sentía algo magullado, los golpes involuntarios y las caídas tenían mucho que ver en eso.
No sabía concretamente qué hora era, pero el sol aún no descendía por el cielo, este conservaba un tono anaranjado por lo que al pasar por una ventana me detuve a mirar por ella, maravillado con las vistas que se me otorgaban desde allí. Estuve allí unos instantes, observando las estrellas que se dejaban entrever antes de darme cuenta de una curiosa situación.
Chenle y Jisung paseaban por el jardín, enfrascados en una intensa conversación, algo muy inusual porque ellos casi nunca se dirigían más de dos palabras seguidas. ¿Tendría que ver con el suceso en el que Chenle estuvo cuidando de él, después del golpe que le dio mi padre a Jisung? ¿O era por motivos más recientes los cuales desconocía? Fuera lo que fuese no era asunto mío e igualmente más tarde hablaría con Chenle para saber si había ocurrido algun problema del cual no estuviera informado. Solo esperaba recuperar pronto las habituales charlas con mi hermano, su compañía reconfortante y su sonrisa que alegraba mi corazón.
Solté un breve suspiro y me alejé de la ventana para dirigirme a mi habitación donde un baño relajante me esperaría.
Cuando todo estuvo listo agradecí a las doncellas que me habían preparado la bañera con agua caliente, sales y aceites. Cerré la puerta una vez estuve solo y me desnudé con innecesaria lentitud. Amaba este momento del día, en soledad conmigo mismo y mi mente. Y ahora que lo pensaba... No entendía qué necesidad tenía Hendery de mentirme. Desde el primer momento en que me dijo que había venido aquí por mí y no por obligación sabía que mentía. Hendery tenía un amante llamado Ten, oculto a los ojos de sus padres pero no a los de la gente de mi confianza. No pensaba hacer nada con respecto a eso, pero detestaba que la gente me mintiera, no es como si fuera a enfadarme con él por haberse enamorado. Solté otro suspiro y me hundí un poco más en el agua intentando borrar cualquier pensamiento que me provocara dolor de cabeza. Sonreí y acaricié mi piel dorada por el sol, mojé mi cabello y cerré los ojos mientras sentía el calor del agua besar mi cuerpo.
Hooolaap, hasta aquí este capítulo.
Espero que os haya gustado. Al final la historia constará de la presentación, diecisiete capítulos y tres capítulos finales.
Hyuck con:
Hendery
Xiaojun
Jeno
Renjun
Jisung con:
YangYang
Mark
Jaemin
Chenle
Hasta pronto 💞
PD: No olvidéis seguirme en Twitter, a veces hago pequeños spoilers de la historia allí. @/Hyucklovesyouuu
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